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BROTHERS'S LOVE por Alleisys

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Notas del capitulo:

¡Bellezas! <3  ¿Como están? No se imaginan cuando los he extrañado :3 

¿Pero que les puedo decir? 

Primero que nada, agradecerles a todas las personas maravillosas que me dejaron sus mensajes animo y apoyo; en verdad significaron mucho para mi. Rosslie, Monnies, Lavi. Sepan que leo toditititos su mensajes y hacen que mi corazón rebote de amor <3 En todo este tiempo he estado pasando por un momento anímico muy difícil y necesite de un cambio de aires para poder recuperarme al 100% y a eso se debió mi prolongada ausencia pero todo fue con el fin de volver a tope con esta bella aventura.

A tod@s los que sean de La Argentina y estén leyendo esta historia ¡Muchas Gracias! Tienen un país hermoso con gente igual de increíble. Las tardes en Puerto Madero serán algo que llevare grabado para siempre en mi corazón, tienen una cultura maravillosa y me han dado muy buenas ideas <3 

Quiero agradecer y dedicar el capitulo a Carla, mi querida amiga muchas gracias por la invitación. No se que hubiera hecho sin ti. 

¡Ahora si! A lo realmente importante y que yo se que tooodas hemos esperado ????????????????????

No haré #Spolier pero eso si ¡Hay sorpresa mas abajo! ¿No pensaron que no las iba a recompensar por mi ausencia no? ????????????

Estaban sentados en la gran terraza del Hotel, habían pedido una bebidas para pasar el rato. Apenas volvió a casa, una de las primeras personas que quería ver junto con Shanks y Perona era a su entrañable mejor amigo, pero este se excuso diciendo que estaba ocupado tratando un asunto muy delicado, por lo que tuvo que conformase con el demente de Franky.

–¿Qué te parece esta de aquí? ¡Es Super~! – Le mostro animado el anuncio de una casona en venta en el barrio de Chelsea.

Estaban buscando una casa para el peliverde. Ahora que se había mudado a Londres y que se quedaría allí por un tiempo indefinido pensó en comprar una casa, ya que no iba a vivir para siempre en El Mondrian, si bien era un lugar muy céntrico y bien posicionado era demasiado ostentoso para alguien tan simple como él.

–No Franky, me gustaría algo más sencillo, nada extravagante – Quería establecerse en un lugar tranquilo. Supuso que ese gusto por la calma, lo había sacado de Mihawk.

Después de el altercado que tuvo con sus padres, no había vuelto a hablar con su familia, a pesar de que Perona no paraba de reventarle el teléfono, ignoraba la razón de su insistencia en tratar de comunicarse con él pero si había esperado diez años, estaba seguro que podria esperar un poco más.

Finalmente podria terminar aquello que inicio hace tanto tiempo, pero nunca pensó que su viaje terminaría en la misma cuidad en la que empezó todo.

Solo falta un poco mas

–¡Oye Zoro! – Franky lo despertó de su fantasía.

–¿Qué? ¿Ya encontraste algo mejor?

–No idiota, no es por tu casa– Franky soltó un leve suspiro – Se que no quieres hablar de esto pero creo que ya has tomado suficientes cervezas como para que pueda decirlo sin que vayas a intentar golpearme.

–¿Ah?

–Tienes que aclarar las cosas con Robin – Se veía serio, extraño de parte de Franky – Por más que me agrades, ella es mi amiga y pienso que tiene derecho a saber todo lo que paso.

–Joder ¿Tú también? – Ya estaba harto de tocar el mismo tema, sabía lo que tenía que hacer pero aún no era el momento para hablar con la pelinegra.

–Hablo enserio cerebro de alga, ya fue suficiente con el hecho que la hayas abandonado.

Soltó un gruñido molesto y se masajeo el cuello en un intento vano por relajarse.  

Franky era un viejo amigo suyo, de hecho fue él quien le presento a Robin con el afán de que lo ayudara a conquistarla. Nunca pensó que la pelinegra se fijara en alguien tan despistado como él y Franky como buen caballero prefiero dar un paso al costado por la felicidad de sus amigos.

Zoro le dio un sorbo largo a su Heineken y observo el sol, se ocultaba lentamente frente a sus ojos – Estoy consciente de todo lo que le hice a Robin, pero hubo una razón. Sé que no merezco su perdón pero antes de decirle toda la verdad necesito dar por cerrada la deuda pendiente que tengo.

Franky solo se cruzó de brazos – Al menos habla con ella, invítala a tomar algo y charlen – Abrió otra botella con sus dientes y continuo – No se si lo sabes, pero de alguna forma inexplicable, ella no te guarda rencor. 

¡Lo que le faltaba!

Eso solo lo hizo sentir más culpable de lo que ya estaba. Era cierto y lo peor es que él ya lo sabía. Robin era incapaz de sentir desprecio por alguien. Su naturaleza calmada y amable irradiaba en todas las personas que la rodeaban. De hecho fue eso lo que le atrajo de ella desde un principio.

–..De acuerdo, la buscare más tarde.

–¿Cuánto tiempo te dieron de licencia? – No espero que le hiciera esa pregunta – Estoy seguro que esos sabuesos no dejaran que uno de sus mejores agentes los abandone como si nada. Así que habla ¿Cuánto?

–Pedí un traslado, me quedare aquí. Ya tuve suficiente de est–

–¡Supeer~! No se diga más, ahora ya no hay excusa para que no la vallas a ver – A pesar de su aparente animosidad, Franky seguía escéptico y no era para menos, a fin de cuentas cuando se trataba de Robin, la mente de Zoro era más volátil que una bomba nuclear pero seguir insistiendo con el tema podria terminar siendo perjudicial para ambos.

–Cuando te lo propones en verdad eres insoportable – Se levanto de la tumbona para caminar hacia el extremo de la baranda y apoyarse sobre esta mientras escuchaba de fondo las sonoras risas de su amigo, aunque no era tan buena idea estar allí, ya que si le mencionaba que ya había tenido un encuentro previo con Robin y este había salido de la peor forma posible era seguro que Franky lo lanzaría directo al Támesis.

Sin embargo, a pesar de todo, ni él ni sus amigos más cercanos lo abandonaron luego de lo que paso, obviamente tuvo que dar sus explicaciones pero ellos lo entendieron. Tal vez debió haber hecho lo mismo con Mihawk y Shanks pero no tenia sentido pensar en eso ahora.

Eso le hizo recordar algo importante e inmediatamente se dio media vuelta para preguntarle al moreno.

 –Apropósito ¿Tienes idea de cual es el asunto “tan importante” que está haciendo Marco? El bastardo no me quiso decir.

–¿Ah? – Franky se quitó las gafas de sol y lo vio asombrado – …Sera mejor que le preguntes tu mismo.

 

 

………………………………………………………

 

 

Miraba la cama de Yonji, no había podido apartar la vista de él, tenía fe de que cuando despertara seria ese idiota adorable que todos conocían.

Hasta cierto punto, podía comprender la reacción de su hermano pero eso jamás justificaría el peso de sus palabras sobre Reiju.

Lo que paso no fue culpa de su hermanita, tampoco de Sora, ni siquiera de Judge..

Hacia mucho que no reflexionaba sobre su madre, en verdad debía estar muy cansado como para volver a pesar en ella, ya que cada vez que el recuerdo de esta se asomaba por su mente solía suprimirlo de inmediato y no porque tuviera algún resentimiento hacia ella, sino todo lo contrario.

El recordarla era su más grande alegría pero también su más grande dolor..

Quería que Niji volviera de una vez, pero valla que el muy desgraciado se estaba tomando su tiempo en la cafetería. Se moría de hambre y no había podido consumir nada a causa de todo lo que paso. Iban a sortearse quien iría primero pero el peliazul fue mas astuto y fue un momento al baño, para luego llamar a Sanji y decirle que lo esperara, ya que quería comer tranquilo.

No planeaba quedarse un segundo más sentado viendo como sus jugos gástricos le destruían el estómago. Por lo que dejo solo a Yonji por un momento y se dirigió hacia las máquinas expendedoras que se encontraban en lugar pero para su mala suerte las estaban reabasteciendo, por lo que tuvo que ir con algo de molestia en busca de las que se encontraban en otras plantas.

Mientras entraba por el ascensor, su teléfono empezó a sonar y por contestar olvido presionar algún botón en específico.

Observo pensativo la pantalla y estaba indeciso si contestar o no pero finalmente se decantó por el botón verde.

– Hola Pudding – contesto cansado.  

¡Sanji! No me devolviste la llamada después de que te fuiste de la fiesta – Sonaba triste –¿Qué fue lo que paso? No te pude llamar antes porque tuve que ir a Milán por trabajo ¿Cómo está tu hermanita?

No sabía muy bien que responder a eso, no le había hablado a la castaña sobre el tema de Reiju. De hecho, eran muy contadas las personas que sabían la situación de su hermana.

–Ya se encuentra mejor, gracias por preguntar – No le estaba mintiendo, Reiju se recuperaría pronto.

No se dio cuenta que el ascensor empezó a descender y lo había llevado a los pisos inferiores del Hospital, por lo que al abrirse las puerta empezó a caminar despreocupadamente en búsqueda de una dispensadora.

¡Eso es genial Sanji!, Espero que nos podamos ver pronto, en unos días volveré a Nueva York. Por lo que me gustaría hacer una pequeña fiesta de despedida.

–Mientras no sea como la última será un placer estar allí – respondió divertido.

Pudding río ante su comentario.

No te preocupes, después de lo que hice dudo que me vuelvan a invitar por un tiempo.

– Genial, entonces..– Hizo una pausar al escuchar una voz conocida – Espérame un segundo Pudding.

 

 

………………………………………………………

 

 

–¡Pero que estas diciendo Akainu! Redleg Reiju tiene mayor derecho al recibir esta intervención antes que el paciente llegado de Edimburgo. Ella lleva tratando su enfermedad en este Hospital desde que la diagnosticaron.

–¡Cállate Trafalgar! Eso a mi no me importa y tampoco te debiera importar a ti. La familia Monkey-Portgas ya hizo todo el deposito y por mas derecho que tenga esa niña. ¡Ya se decidió quien recibirá el trasplante! Por lo que tengo entendido el mocoso ya está siendo trasladado al quirófano. Así que, ¡Ve a operarlo en este mismo instante!

–Doctor Sakazuki ¡Esto es un abuso! No puede decidir quien recibe el trasplante solo porque sí, hay parámetros para esto. Reiju tiene mayor prioridad al tener un cáncer ya avanzado ¡Usted no pued–!

–¿Tú también Nico Robin? – Le miro irritado Sakazuki – Lo podria esperar de Trafalgar, pero ¿Tu? Recuerda que no llevas ni un año de haberte recibido como especialista ¿No querrás que destruya tu novel carrera tan pronto, no?

Robin lo vio con furia contenida, era muy raro que ella se alterara pero ese hombre era de lo peor. Su turno ya había terminado y estaba a punto de dejar el hospital hasta que pudo ver como Law salía a toda prisa del sótano de cirugías acompañado por Cosette. Supo al instante que algo andaba muy mal. Lo abordo en un segundo para preguntarle qué había pasado y el pelinegro le explico todo lo que había ocurrido con Sengoku hace unos minutos.

Se sentía tan indignada, podía comprender la situación del joven y la de su familia, la enfermedad que tenían era muy dura pero Reiju no merecía perder esta oportunidad solo por aun no haber pagado su cirugía.

Confiaba al igual que Law, en que Ichiji cumpliría su palabra, por lo que decidieron ir juntos a buscar a Sengoku para hacer un poco más de tiempo para el pelirrojo. Sin embargo en el camino se toparon con Akainu.

–No diré mas Law, ¡Dirígete hacia el quirófano tres en este momento! – Esa fue la última palabra que dijo Akainu pero al ver que Law se encontraba tieso en su sitio dirigiéndole una mirada de muerte decidió tomar las riendas de la situación el mismo.

–¡Koala!, traslada al donador, Newgate Marco, al quirófano número tres en este instante ¡Vas a operar esta noche Law! ¡Te guste o no!

 

 

 

 

¿Sanji? ¡Oye Sanji! ¿Estas ahí? – Pudding ya no podía escuchar nada del otro lado de la línea.

El teléfono del rubio estaba en el piso y él se encontraba estático ¿Acaso había escuchado mal? ¿Ese hombre había desahuciado a su princesa solo por dinero?

No podía creerlo,

¿Su hermana iba a perder la ultima oportunidad de vivir que le quedaba?

¿Ni siquiera Law podria salvarla?

Reiju iba a…

 

…¿Morir?

 

Sintió un retorcijón en el estómago y tuvo que irse corriendo de allí. No podía seguir ni un minuto más rodeado por esa clase de gente.

Quizás fue correcto pensar eso, quizás no, pero muchas veces es la desesperación la que controla el accionar de las personas, simple instinto, y con lo compleja que es la mentalidad humana no permite hacer algo más que dejarse guiar.

El error de Sanji fue no quedarse.

No quedarse para ver como un joven doctor ponía en riesgo su prominente carrera por una niña con la que no compartía ningún tipo de lazo sanguíneo pero que había llegado a querer como si fuera su propia hermana.

–¡Vas a tener que buscarte otro cirujano! – Su voz estaba contenida – Yo no lo voy a operar, ni a él, ni a nadie que no sea Redleg Reiju.

Decir que Akainu estaba literalmente en llamas después de escuchar esas palabras seria dejar ese término en el piso. Sabía que Law estaba haciendo un gran esfuerzo por contenerse y para su desgracia, conocía muy bien el talón de Aquiles de ese crio. 

–Ni siquiera eres capaz de mostrarle el más mínimo respeto a tu superior. ¡En verdad es una pena que Donquixote haya desperdiciado su tiempo en criar a un perro callejero como tú!

Nunca debió haber mencionado eso.

No se dio cuenta en que momento Robin y Koala estaban tratando de alejarlo de Akainu. En un instante lo había acorralado contra la pared, comprimiendo su pálido brazo contra su arrugado y maldito cuello.

–¡Law, basta! ¡Suéltalo! – Escuchaba perfectamente la voz de Robin en su oído pero no le importo.

–¡Doctor Trafalgar! Por favor deténgase, ¡Lo está ahogando! – gritaba desesperada Koala.

Esa es la idea.

–¡¿Perdiste la cabeza, Trafalgar Law!?

Sin previo aviso, sintió como fue lanzado hacia el otro lado del pasadizo, su cuerpo impacto de lleno contra la dura pared de concreto y a pesar de la fuerte contusión se levantó rápidamente para ir contra Akainu y el recién llegado.

–¡No te metas Onigumo! Esto es entre–

«¡Doctor Trafalgar Law, preséntese en la oficina del Director en este instante!»

A través de un parlante, la oxidada voz de Tsuru se escuchó claramente en todo el hospital, poniéndole fin al tenso ambiente que se vivía en el sótano de cirugías. Robin vio asustada a su colega y amigo pero Law solo pudo concentrase en Akainu, el cual a pesar de haber sufrido un intento de asfixia y se sostenía el cuello intentado recuperar todo el oxígeno posible, tenía una sonrisa de victoria en el rostro.

 

………………………………………………………

 

 

Comía su Roast Beef como si fuera el platillo más delicioso del mundo, la verdad sabia fatal, pero no había comido nada desde ayer por lo que se tuvo que conformar con la asquerosa comida del Hospital.

Fue muy fácil engañar al idiota de Sanji, a veces las buenas costumbres nunca cambian.

Pero a medida que seguía engullendo su cena, no podía dejar de pensar en cierto asunto que lo tenía intranquilo.

¿Cómo fue posible que Ichiji pudiera conseguir el dinero para la operación de Reiju?

No se creía esa basura de que habían aceptado su solicitud de préstamo solo porque lo ascendieron. Él no era Sanji ni Yonji, sabia cómo funcionaban las empresas, por lo que no podía dejar de taladrarse el cerebro pensando que rayos fue lo que paso.

De no ser porque Ichiji es tan orgulloso y no soporta el contacto ajeno, excusa que siempre pone para ocultar que es un jodido mojigato, incluso se atrevería a decir que se estuvo subastando en Soho.

Se llevo la mano al rostro y empezó a reír, eso era simplemente imposible. Ichiji jamás se prestaría para algo así.

No es que a él no se le haya pensado la idea por la cabeza, disfrutaba mucho la compañía tanto femenina como masculina pero..

 ¿Cobrar por eso?

Nah, no iba con él y estaba más que seguro que si les proponía eso a sus hermanos para poder recaudar dinero, lo más probable hubiera sido que el mismísimo Ichiji lo hubiera echado a patadas de la casa.

El trabajar en Harvey Nichols como un maldito dependiente de Chanel,  mandando al carajo sus estudios de Administración, le había permitido conocer a mucha gente y rodearse de un circulo un tanto curioso de amistades. De los cuatro era el que más salía de juerga y el que mayor alcohol consumía, incluso de atrevía a decir que tenía mucho más aguante que Yonji en ese aspecto.

Tal vez por eso fue por lo que Ichiji lo puso a cargo de cuidar a Reiju la mayor cantidad de tiempo, de seguro el pelirrojo quería evitar que siguiera los pasos de Judge pero su hermano estaba muy equivocado si creía él terminaría como ese pobre y miserable hombre.

A diferencia de los otros tres, incluso que Ichiji, era en más astuto de los Vinsmoke e ideo muchas formas para poder conseguir dinero. No negaría que también pensó en vender el riñón de Yonji en el mercado negro para recaudar algo pero el muy desgraciado ya había despertado.

De seguro me escucho, por eso se levantó como demente y me disloco el hombro, pensó eso mientras sujetaba su vendado brazo.

Por suerte, después que Law llegara para llevarse a Reiju hacia UCI, Cosette lo pudo auxiliar. Pronto se vengaría de Yonji, le pondría tinte rosa en su Shampoo o algo así.

Seguía perdido en sus banales pensamientos hasta que fue tomado bruscamente por el hombro.

 

– ¡Ah! – Soltó un fuerte quejido de dolor – ¡Maldito Idiota! Que no ves qu– Detuvo sus gritos al ver a Cosette detrás de él, sus juveniles rasgos se habían perdido por la desesperación que llevaba en el rostro.

El doctor Trafalgar le encomendó la tarea de buscar a los hermanos Vinsmoke mientras él hacía tiempo. Fue por ellos a la habitación de Yonji pero ninguno estaba allí, para su suerte eran pocas las personas con esas particulares y simpáticas cejas por lo que fue fácil dar con el segundo de los Vinsmoke.

–¡¿Qué crees que haces?! Tu misma me vendaste el hombro y por si no lo sabes esto duele como la mierda – Si bien no le grito porque se la debía, si le alzo la voz.

–¡Niji! Esto es urgente ¡Tienes que decirle a Ichiji que venga en este momento con el dinero o Reiju perderá la cirugía!

¿Había escuchado mal?

–¿De qué hablas? Ichiji dijo que Law ya tenía todo cubierto – No entendía nada de lo que estaba pasando

–Hay otra familia que necesita el trasplante y ellos ya pagaron por la operación pero si ustedes hacen la bonificación en este momento. Entonces Reiju podrá ser operada al tener prioridad como paciente de alto riesgo – o al menos esa fue la conclusión a la que llego la Doctora Robin.

–Joder ¡¿Acaso me estas..?! ¡Joder! – Saco su teléfono y marco a Ichiji pero el teléfono estaba apagado.

¡Maldito imbécil! Justo ahora decidiste apagar tu teléfono Ichi ¿Dónde demonios te metiste?

 Siguió intentando.

–¡Niji tienes que apurarte, no sabremos cuanto tiempo vamos a..! – No pudo terminar porque fue cortada por uno de los parlantes del lugar.

« ¡Doctor Trafalgar Law, preséntese en la oficina del Director en este instante! »

Cosette enterró sus uñas lo más que pudo en sus delicadas manos. Se giro rápidamente a Niji y lo tomo del otro brazo

– ¡Escúchame! Tienen que conseguir el dinero ya ¡No importa como Niji pero tienen que hacer el pago ahora!

–¿¡Te volviste loca!? ¿Cómo voy a–?

Niji sintió como todo a su alrededor empezaba a hacerse más y más pequeño, como si las paredes de ese comedor se acercaran poco a poco hacia el hasta el punto de aplastarlo por completo.

¿Cómo iba a conseguir dos jodidos millones en solo cinco minutos?

 

 

………………………………………………………

 

Cerro con fuerza la puerta de su auto. Estaba molesto, no lo negaría.

¡No podía creer que era la segunda vez que pisaba ese lugar en menos de una semana! Como odiaba a Franky por esto, pero bueno; debía reconocer que tenía un buen punto. 

A fin de cuentas en unos días se tendría que presentar en su nueva sede y era consciente que su tiempo libre se reduciría exponencialmente, sin mencionar que no podía descuidar sus otros asuntos.

Tenia pensado que su charla con Robin fuera lo más corta posible, no había mucho que hablar entre ellos a fin de cuentas.. Aunque por la hora lo mas probable seria que ella haya dejado el edificio hace mucho.

Siempre fue muy..

¡No! No tenía por qué pensar en eso ahora. Ya muchos problemas llevaba encima como para seguir martirizarse con recuerdos del pasado.

Las puertas eléctricas del Saint Thomas se abrieron a medida que se acercaba al ingreso pero antes de que entrara al gran hospital, algo llamo su atención de su muy agudo olfato.

Por un segundo pensó en ignorarlo, a fin de cuentas no estaba de servicio en ese momento y no tendría razones para ponerse a investigar como un maniático pero a pesar de lo que su mente de decía, sus pies lo guiaron hacia la parte lateral del nosocomio, muy al fondo, a un reducido acceso entre los arbustos mal podados del edificio. Solo una persona muy pequeña podria pasar tranquilamente por esos matorrales sin golpearse con tantas ramas.

Quien quiera que sea el niño que se haya puesto a jugar con fuego en las afueras de un hospital debe ser un maldito pirómano en potencia.  

Pero grande fue la sorpresa de Zoro al no encontrarse a un niño; o al menos, no a uno en el estricto sentido de la palabra, sino que era el mismo rubio que lo había rociado por accidente en esa estúpida fiesta, pero algo no andaba bien.

Se veia.. horrible.

Estaba hecho un ovillo en la tierra, había un pequeño yeso en su nariz, consecuencia de una pelea, forcejeo o algo por el estilo, sin mencionar la camisa bañada en sangre seca y lo que le permitió encontrarlo en primer lugar, tenía un cigarro a medio consumo en la mano izquierda el cual estaba chocando contra la palma de su otra extremidad, ocasionando que su blanca piel se tornara negra por el calor de pitillo.

–..Hey – Así que de allí venia el aroma – Suelta eso, tu mano se hará trisas.

Al ver que no obtenía respuesta intento acercarse él mismo para quitárselo pero apenas sintió que se estaba aproximando, Sanji lo aparto bruscamente. Recato al instante la presencia de Zoro pero ¿Acaso era importante?

–Lárgate, no es un buen momento..

–Se nota que no lo es, pero si te vas a inmolar te doy un consejo hazlo lejos de aquí. A nadie le gustan los incendios en esta ciudad. 

Fue entonces que Sanji cayo en cuenta de lo que hablaba Zoro, el cigarro que tenía le estaba quemando la mano; pero era extraño, en ningún momento sintió el escozor del fuego contra su piel.

¿Acaso ya no podía sentir nada?

–¿En qué momento..?

–¡Dame eso! – Zoro le arranco de las manos el filtro, tirándolo entre los espesos árboles y examino la quemadura de su palma detenidamente. Su dermis estaba negra y el agujero que tenía si bien era pequeño, también era profundo.

– Idiota, ¡Esto se ve mal! ¿En que estabas pensando, niño? Necesitamos agua par–

Su voz se apagó cuando vio como una solitaria gota callo de improvisto en la palma de Sanji para luego ser acompañada de muchas más.

–..Mi hermanita tiene nueve años y se va a morir – Aun no lo podía creer, estaba quebrado.

Zoro lo miro fijamente y en silencio.

– Ella solía venir aquí cuando escapaba de su tratamiento. Era nuestro lugar secreto; yo siempre venía a buscarla le prometía que todo estaría bien y me quedaba con ella hasta que se le pasara el miedo – Sanji se quebraba más y más mientras trataba de hablar ahogadamente entre gemidos de dolor – Soy un idiota, nunca debí haberla ilusionado de esa forma.

Reiju siempre odio las agujas, sabia que cuando se las colocaban ella se pondría muy mal pero quizás nunca les tuvo tanto miedo como el que les infundio a Sanji y sus hermanos. Porque ellos sabían que cada sesión de quimioterapia era sinónimo de dolores de cabeza, vómitos, mareos, cansancio extremo, falta de apetito, terror.

Terror a que ella no logre soportar el duro tratamiento, pero no había otra opción. Confiaban en que Reiju sería lo suficientemente fuerte como para resistir y ellos estarían allí a su lado, apoyándola en todo lo que necesitara y valla que lo fue.

Sin embargo ahora.. todo sus sacrificios fueron en vano.

El cáncer nos unió y ahora será el mismo cáncer quien nos separe..

–No espero que entiendas de lo que hablo per- ¡Ahh! – Se sorprendió cuando Zoro de un momento a otro lo rodeo en sus brazos, tomándolo por detrás de su espalda y rodillas, cargándolo sin problemas.

–¡Oye! ¿Qué crees que estás haciendo, idiota? ¡Bájame!

–Esto es lo que vamos a hacer; Primero, hay que tratar tu quemadura se podria infectar. Segundo, te cambiaras esa camisa de asesino en serie y luego iras a ver a tu hermana ¿Entendido?

Ahora fue el turno de Sanji para quedarse mudo y Zoro aprovecho el momento para tomar la palabra nuevamente.

–Sanji, si ella pronto se va a ir. Entonces tu lugar está a su lado y no aquí tirado ¡Dando lastima mientras te autocompadeces! – Hizo una ligera pausa – Créeme, por más duro que sea no querrás perderte eso.

El rubio podía entender muy bien el significado del dolor. Había comprendido hace mucho que era algo que acompañaba al ser humano durante toda su vida, como una sombra, pero aprendió a sobrellevarla al abrirse paso entre los ligeros rayos de sol que alumbraban su camino.

Sin embargo en las últimas semanas, la sombra, se había hecho enorme. Siendo más grande que incluso él mismo, pero en ese preciso instante y a pesar de que el cielo estuviera oscuro.

Era rodeado por el Sol.

Seco con su manga los rastros de lágrimas que aun habitaban en su rostro.

 – Te debo una.

Dio un ligero silbido de resignación – ¿Otra? Como vas nunca poder cobrarte un solo favor.

–¿Alguna vez te han dicho que eres un cretino?

– Mas de las que crees – Su comentario le causo gracia al rubio; se río aunque muy ligeramente – Y de nada, Sanji.

 

 

………………………………………………………

 

 

Abrió la puerta de esa gran oficina muy lentamente e ingreso con tu típica seriedad de siempre pero esta vez su mal humor se encontraba en medidas desproporcionadas . Siempre era lo mismo con ellos dos, no podían tener una relación cordial a causa de los diferentes métodos y opiniones que tenían, a pesar de conocerlo desde que era un niño. Adentro pudo ver la cara de pocos amigos del maldito director, esto iba a ser muy largo, ya se lo veía venir por lo que trato de iniciar la conversación con tono conciliador.

–Escucha Seng– pero fue silenciado al instante

–¡¿Cómo te atreves a desobedecerme Trafalgar?! – El viejo se llevó las manos a la frente – No sé como hacerte entender esto, pero ¡No puedes salvar a todo el mundo!

Lo intento pero ya estaba harto ¡Ese viejo lo iba a escuchar!

– ¡Eres un estúpido! ¿¡Porque crees que nos hicimos doctores en primer lugar!?

–¿Acaso piensas que en verdad estas ayudando a esa niña? ¡Le diste una esperanza vacía a esa familia! Tu mejor que nadie debería saber que nunca lograrían juntar esa cantidad de dinero y el que hayas aceptado ser parte de este circo y tratar de operarla sin mi consentimiento te va a costar caro.

–¿Y qué vas a hacer? ¿Despedirme? – Le respondió desafiante – ¡Vamos! ¡Despídeme! para que veas como la mitad de la población oncológica de tu querido hospital se larga de aquí con sus preciadas billeteras a buscarme a donde quería que me valla.

Nunca le gusto alardear de sus logros, a pesar de que su “padre” siempre hablaba ante todos sus conocidos sobre lo orgulloso que estaba de él, pero si había llegado tan lejos en el mundo de la medicina fue solo por convicción propia.

– ¿Crees que no me importan mis pacientes? – Sengoku tenia una mirada dura, al igual que su voz.

–No lo creo, lo sé. ¿En que momento fue que te volviste un maldito insensible al igual que Akainu? – Levanto la mano para señalarlo acusadoramente – ¿Fue él no es así?

– El Dr. Sakazuki es el administrador de este hospital, Law. El solo hizo su trabajo y es algo que tú también deberías hacer.

Como se arrepentía de no haberlo asfixiado.

Sus puños estaban blancos de la rabia, en verdad debió haber aplicado más presión con su brazo y hacerle un favor a ese hospital. Se acercó rápidamente al despacho principal de Sengoku dispuesto a golpearlo pero en vez de eso le grito a solo centímetros de su rostro.

– ¡¡Él y tu son la misma mierda!! y si me vas a despedir por eso ¡¡Ahora es el momento!!

Sengoku permaneció impasible, con los brazos apoyados sobre su escritorio; Law ya no tenía nada más que decir por lo que se dio media vuelta para salir de allí, él mismo iría a hablar con la familia del chico Mon–  

–No me interesa que Rosinante me odie por esto – Escuchar el nombre de su querido padre lo hizo parar en seco – Pero no me dejas otra opción, te quitare la licencia y ya no serás el oncólogo encargado del caso de Redleg Reiju si no haces el trasplante a Monkey D. Luffy.

Esas palabras le helaron la sangre y detuvo su andar al instante para verlo con los ojos perdidos

– No puedes hacer eso, yo..–

–¡Puedo y lo hare si no haces lo que te ordeno Trafalgar Law! – El tono que uso Sengoku hizo que Law se diera cuenta al instante que hablaba enserio – No podrás ayudar a nadie mas y nadie contratara a un médico no autorizado para ejercer la medicina por más éxitos y reconocimientos que tengas.

Estaba anonadado, Sengoku lo había dejado mudo ¿Acaso era capaz de llegar tan lejos? Nunca pensó que tendría que volver a ver tal grado de indiferencia en ese hospital.

–¿Pero en donde esta tu sentido común Sengoku? Los Vinsmoke han estado esperando un trasplante para su hermana por más de un año, sino lo consiguen esa niña que viste morirá en cuestión de semanas. Nosotros aun podemos hacer algo, ¡Reiju merece ver un mañana!

Sengoku se quitó sus viejas y gastadas gafas, se tuvo que sobar el entrecejo. Estaba cansado de hablar del mismo tema con Law por lo que uso otro enfoque.

– Se llama Luffy, acaba de cumplir diecinueve años y tiene Mieloma múltiple.

Law endureció la mirada, ese tipo de cáncer era extremadamente raro en gente joven. Entendió al instante la intención de Sengoku, lo vio asqueado y soltó furibundo.

–¿¡Me están chantaje–!?

– Desde que era un niño había soñado con hacer un viaje en altamar con su hermano y finalmente iban a partir este verano hacia las costas del Caribe pero hace 3 meses fue diagnosticado con cáncer y no se ha podido mover de la cama por insoportable dolor que siente en la espalda.

Law solo escuchaba en silencio.

–Al igual que Redleg Reiju; él también es compatible con el Señor Newgate y su enfermedad lo hace apto para entrar al programa y poder recibir el trasplante que le permitirá viajar por el mundo.

Sengoku se levanto de su vieja silla algo cansado y se dirigió hacia él, al estar uno frente a otro fue que le hablo.  

–Te hare una pregunta, si tu respuesta me convence, prometo que te dejare intervenir a esa niña –

Law lo vio confundido ¿Hacia donde quería llegar Sengoku?

– ¿Crees que ese joven que esta esperando a que tu te dignes a operarlo y hacerle el trasplante que podria salvarle la vida no merece también ver un mañana? ¿Qué te hace pensar que tienes el derecho de escoger quien vive y quien muere? ¡No eres Dios, Trafalgar Law!

Esas palabras lo habían dejado con los ojos bien abiertos. Sengoku había usado otro método, uno mucho más complejo, bajo, y que sabía mejor que nadie, comprometería el juicio de Law.

Sengoku había puesto en tela de juicio su capacidad para diferenciar entre una vida y la otra.

 

………………………………………………………

 

 

Seguían en la terraza, no habían movido ni un musculo. Se encontraban a solo centímetros de distancia, Ichiji podía sentir el aroma del Charlotte acariciándole la nariz.

Sin duda tenía un olor único.

Adictivo.

No podía dejar de respirar tan aceleradamente, haciendo que su aroma le adormeciera todo el cuerpo pero fue cuando Katakuri lo tomo de la barbilla y levanto su mirada para que lo viera directamente que Ichiji se sintió completamente desarmado. Instintivamente, aparto su mano de un manotazo y empezó a temblar levemente.

– ¡Si vamos a hacer esto escúchame antes! – Tenía que dejar claras ciertas cosas.

– Quiero que me des el efectivo hoy mismo ¡Quedo claro! No mañana, ni pasado ¡Hoy! – Maldición, tenía que juntar todo el valor que tenía para seguir hablando – ¡Jamás hablaremos de esto! Y ¡Nunca! ¡Jamás! se volve–

No.

Ese monosílabo apago en un instante todo su valor.

– Estoy de acuerdo con tus dos primeras “condiciones”. El dinero no es un problema para mí y créeme que el más interesado con que esto no se sepa, soy yo pero la tercera, olvídalo.

–P-pero ¿Por qué? – No lo comprendía ¿Acaso él quería que esto se repitiera? No creía poder soportarlo.

–Ichiji, te voy a dar tres millones de libras – Le respondió sin un atisbo de duda en sus palabras – Honestamente, no me importa que uso le quieras dar a ese dinero pero de algo estoy seguro. Te estoy resolviendo la vida de la noche a la mañana. Tu ya pusiste tus reglas y ahora es mi turno. Por lo que estas son mis dos únicas condiciones; cada vez que te llame, tu vendrás y esto se repetirá hasta que yo me canse de ti.

¡Esto no me puede estar pasando!

Se sentía tan humillado por sus palabras que levanto su mano dispuesta a impactarla en la mejilla del mayor, pero Katakuri lo detuvo muy fácilmente.

–No pierdas el control ¿Quieres? De eso me encargare yo.. En verdad lo mataría su pudiera – Tranquilízate por un momento y analízalo, es un intercambio justo, tres millones por pasar las noches conmigo. Estoy completamente seguro que cualquier persona con sentido común aceptaría lo segundo sin ni siquiera prestarle atención a la primera parte.

– ¡No te creas la gran cosa idiota! – No negaría el enigmático atractivo que desprendía Charlotte Katakuri, sin embargo para él, hacer esta clase de acuerdo comprometía demasiado sus principios.

– No me lo creo, lo soy.

Su respiración seguía irregular, estaba demasiado tenso y ya se había rendido en el intento vano de calmar los temblores de sus piernas, pero inesperadamente el Iphone del Charlotte volvió a sonar. Katakuri permaneció estoico y respondió rápidamente pero esta vez sin soltarle la muñeca.

Por la voz pudo identificar a una mujer pero no podía escuchar ni entender nada mas que no fueran chillidos del otro lado de la línea.

– Hubo un inconveniente con las negociaciones, tuve que viajar de emergía a Múnich. No podre asistir a la exposición – Fue todo lo que dijo y colgó la llamada.

Ese pequeño intercambio de palabras hizo que se forma una sonrisa maliciosa en el pelirrojo. Por fin algo por donde tomar desprevenido a Katakuri.

– ¿Tu esposa quiere saber dónde te metiste? – Le dijo altanero.

Pero la profunda risa que salió del Charlotte solo logro aturdirlo y lo acerco aún más hacia él.

– No te confundas, jamás cometería el error de casarme – Susurro en su oído sintiendo como la respiración de Katakuri le erizaba el cuello.

–¿Q-Que..?

Fue todo lo que pudo decir antes de que Katakuri lo empujara hacia la gran piscina que tenía en la terraza. Vio en cámara lenta como su cuerpo se desprendía del piso para que en un segundo el agua lo llenara completamente, nunca se esperó eso y salió lo más rápido que pudo a la superficie.

¿¡Qué demonios!?

Inhalaba y exhalaba con gran rapidez, estaba a punto de reclamarle cuando al devolverle la mirada pudo ver como el costoso saco de Katakuri estaba en el suelo y él se estaba sacando la espesa bufanda.

¿¡Lo vamos a hacer ahora!?

Todas sus alarmas se encendieron y su cuerpo se paralizo por completo, como si fuera un ancla hundiéndose en lo más profundo del océano.

El pelirrojo pudo ver como la bufanda caía lentamente al piso de madera y finalmente pudo ver el rostro completo de Katakuri.

Si pensaba que con esa cosa se veía increíble, lo que veían sus ojos no podían encontrar una palabra para que sus labios la describiesen.

Tenía un rostro muy varonil, con una nariz perfectamente tallada, una quijada imponente, sus labios eran delgados pero muy finos y podía ver esos ligeros colmillos que salían de su boca pero lo que mas le llamo la atención fueron esas cicatrices, parecía que al hombre le hubieran hecho una sonrisa de Glasgow pero a diferencia de las historias que leyó en sus libros, las marcas de Katakuri, que iban desde la desde los extremos de sus labios y se perdían en su cabello granate, eran perfectas, como si hubieran sido hechas solo para él y resaltaban aún más el misterio y atracción natural que desprendía ese hombre.  

Se había quedado prendado con el rostro de Katakuri hasta que la voz de este, lo saco de la burbuja en la que su mente se encontraba.

–Si Ichiji, lo vamos a hacer ahora – Esas simples palabras se repitieron como un constante eco en su cabeza.

¿Por qué siempre sabía lo que estaba pensando?

Ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando Katakuri se arrodillo en la orilla de la piscina y lo atrajo hacia el para chocar sus labios contra los suyos. Sintió perfectamente como una peligrosa lengua ingresaba dentro de él, moviéndose de forma experta en su boca e invitándolo a realizar una danza única y peligrosa.

No se iba a mentir, ese había sido su primer beso y sintió como miles de cosas dentro de él se rompían, solo para volver a regenerarse.

Katakuri solo tuvo que usar levemente la fuerza de sus brazos para sacarlo de la piscina como si de una pluma se tratase, Ichiji solo se dejó hacer. Podía sentir su cuerpo perfectamente, era duro y por lo que podía ver a través de esa camina estaba muy bien trabajado.

–Que rápido te mojaste… – Le dijo divertido.

–¡C-Cállate!

Tal vez no debió responderle así porque fue empotrado con fuerza sobre el vidrio de la mampara; soltó un gemido de dolor por el brusco movimiento pero este desapareció en el instante en el que las frías manos de Katakuri se introdujeron dentro de su ropa.

Soltó un ligero chillido cuando Katakuri adentro sus manos en su pantalón y presiono con fuerza sus blancos glúteos.

 

–Ichiji, con esto – Le aclaro mientras volvía a exprimir sus frágiles nalgas – Vas a devolverme con creses cada libra que te daré – Esas palabras solo hicieron que el sonrojo que sentía en sus mejillas se esparciera a todo su cuerpo.

Era consciente que se encontraba completamente empapado pero inexplicablemente estaba hirviendo.

Pensó que iba a explotar cuando la hombría de Katakuri empezó a arremeter contra la suya en movimientos duros y precisos. Estaba a punto de soltar otro gemido hasta que fue callado por los labios de Katakuri.

Podía sentirlo claramente, era algo grande, muy grande y estaba despertando un sinfín de sensaciones desconocidas para él.

Siempre fue escéptico en cuanto al sexo, pensaba que solo volvía idiotas y dependientes a las personas. Además de eso, nunca había conocido a nadie que lo hiciera si quiera considerar el compartir algo más que un simple roce.

...Hasta ahora…

Algo en él estaba empezaba a crecer y el sentir como su cuerpo reacciona a las caricias de Katakuri en contra de lo que su mente quisiera lo hizo sentir tan sucio

Volvió a reaccionar cuando sintió los dientes del moreno clavarse con fuerza en su pálido cuello, soltando un fuerte gemido que Katakuri escucho gustoso. Se sentía extraño, era un dolor demasiado placentero pero eso no evito que su orgullo se quebrara.

– E-Escucha si me dejas alguna marca te juro que ¡..Ah!

–Solo cállate, Vinsmoke.

Podía sentir la voz cargada en deseo de Katakuri, deseo por él.

Era algo tan bizarro que solo lo enferma más y más, pero ¡Joder! también lo excitaba.

Se dio cuenta que Katakuri ya se había cansado de jugar cuando lo introdujo dentro del Penthouse. Sentía como esos fuertes brazos no dejan de tocarlo, sus manos jugaban dentro de su camisa, tocando sus pezones, contorneando sus piernas y exprimiendo sus glúteos mientras el moreno disfrutaba de los inútiles esfuerzos de Ichiji por reprimir sus gemidos al morderse fuertemente los labios.

No se percató del momento en el que llegaron a la habitación del Charlotte hasta que cayó en una cama increíblemente grande y mullida. Katakuri lo soltó por unos segundos para chasquear los dedos y que todas las luces del cuarto se encendieran al instante.

–¿Q-Que haces? – No le gusto nada la forma tan entrecortada en la que hablo pero no podía evitarlo.

–¡Quítate la ropa, Ichiji! – Su orden fue clara – Quiero que me muestres lo que ocultas ahí.

Su respiración se volvió errática ¿Es e-enserio?

– Créeme que te la quitaría yo mismo pero estoy seguro que si lo hago, tendrás que irte de aquí desnudo, porque la romperé por completo.

Solo atino a soltar una leve risa nerviosa y trato de devolver el golpe – ¿Quién diría que el gran CEO de Emperors es un salvaje?

Aparentemente, ese era el único lenguaje que podía coexistir entre ellos dos.

– Te lo dije antes, nunca te dejes llevar por las apariencias mi espinela – Katakuri le devolvió esa mirada desafiante.

Esa comparación lo cabreo de más pero antes de que pudiera responder, Katakuri condujo sus manos hacia su blanca camisa y como si de un papel se tratase la rompió de un tirón dejando expuesta su blanca piel ante un par de ojos ígneos.

El sonido de los botones de su prenda tocando el piso no desviaron ni un centimetro la depredadora mirada que Katakuri tenía sobre él.

– Te dije que la iba a romper.

Esas palabras le quitaron el aliento pero su mente se quedó completamente en blanco cuando de un solo tirón bajo su pantalón junto a su ropa interior, dejándolo completamente desnudo a merced de Katakuri.

Se sintió tan vulnerable y desprotegido que hizo lo único que sabia hacer, atacar

–Si serás hijo de pu.. ¡Mhhg! – Se tuvo que morder los labios para no darle la satisfacción de escucharlo gemir.

Katakuri no le dejo continuar cuando su lengua hizo contacto con sus rosados botones, tocándolos y mordiéndolos como si fuera un niño curioso. Podía sentir ese húmedo musculo descender lentamente por su delgado cuerpo. Degustando cada lugar posible, sintiendo su profunda respiración sobre sus costillas, marcando sus caderas, haciendo un camino de saliva sobre su cuerpo.

Interesante, no pensé que fueras de las personas que les gustaran los tatuajes – Detuvo un momento sus caricias para levantar su brazo derecho.

Sentía todo su cuerpo a flor de piel, por lo que al ver a Katakuri morder levemente esa parte de su cuerpo no puedo evitar soltar una leve exclamación.

Era seguro que eso le dejaría una marca.

–Comprobemos si en verdad eres el número uno, Ichiji.

Fue cuando Katakuri le abrió las piernas lo más que pudo que al pelirrojo se le bajo todo el libido en un instante. El sentimiento de estar haciendo algo, aunque lo estuviera disfrutando, tan humillante era suficientemente fuerte como para que se cubriera los ojos, pensando que solo con sus manos iba a poder desaparecer de esa habitación.

No deseaba ver lo que sea que Katakuri estaba a punto de hacerle.

¿Como es posible que haya terminado en esa situación tan degradante?

¿Porque tuvo que llegar al punto de entregar su cuerpo como un pedazo de carne por dinero?

¿En que momento un chico como él tuvo que rebajarse a ser la puta de alguien más?

Aparentemente, Katakuri se dio cuenta al instante de su repentino cambio de actitud y se

mantuvo callado por lo que el pelirrojo considero los segundos las largos de su vida, formando un horrible silencio entre ambos que solo torturaba más a Ichiji, si es que eso era posible.

Estaba a punto de resquebrajarse cuando el solo escuchar su nombre de los labios de Katakuri hizo que todos esos pensamientos se alejaran de él.

–Ichiji, mírame.

Lo hacía sentir tan diminuto.

Comenzó a sentir sus ojos acuosos ¡Lo que le faltaba! Se sentía tan patético ¡El nunca lloraba! ¡No podía empezar ahora y menos con ese hombre encima suyo!

–Ichiji, no lo volveré a repetir ¡Mírame!

Respiro profundamente para poder calmarse. Debía de obedecerlo, lo último que deseaba era que Katakuri se retractara y no le diera absolutamente nada. Tuvo que juntar el valor suficiente como para aceptar lo que estaba a punto de pasar.

¡Esto no se trataba de él, sino de Reiju!

Alejo sus manos de su rostro muy lentamente, secándose en el proceso las pequeñas lagrimas que tenía para ir abriendo sus ojos poco a poco y cuando finalmente sus pozos azules volvieron a ver la luz se quedo sin aliento con lo que vio.

Katakuri se encontraba entre sus piernas completamente desnudo, en igualdad de condiciones que él.

¿En qué momento fue que..?

Si de por si ese hombre era imponente con su presencia, el que Ichiji lo tuviera a solo centímetros de él sin absolutamente nada que cubriera su cuerpo fue quizás lo más estimulante que vio en su vida.

Un calor abrazador se apodero de su cuerpo y empezó a sentir un fuerte palpitar en su parte baja.

Cada musculo de su cuerpo estaba perfectamente marcado, como si lo hubieran esculpido parte por parte. Podía ver su piel morena bañada por la luz cálida, era perfecta, todo lo opuesto a su tono espectral. También tenía un enorme tatuaje con rayas color magenta en toda la zona lateral de su pecho, que iba desde sus hombros hasta mucho más abajo..

Pero lo que en verdad lo dejo atónito fue bajar la mirada siguiendo lentamente el final de esas líneas de color para llegar hasta ese brutal y enorme falo. El cual estaba completamente erguido, mostrándose en todo su esplendor.

Ya ni siquiera podía pensar claramente ¿Cómo alguien la podía tener si quiera ese tamaño? ¿Acaso eso iba entrar dentro de él?

–Ichiji.

Cuando Katakuri pronuncio su nombre sintió que una bala de calibre cincuenta le destruyo los sesos en instantes.

Era malditamente excitante.

– No apartes la vista de lo que estoy a punto de hacerte ¿Entendido? – Ni siquiera fue capaz de formular una palabra coherente por lo que solo asintió mientras veía como aquel hombre acercaba su mano hacia el muy lentamente.

Sus ojos no podían apartarse de Katakuri y la forma tan lenta en la que su mano se acercaba a su cuerpo. Como si estuviera acorralando a su presa instantes antes de saltarle encima.

Fue un simple roce, pero cuando toco su miembro fue suficiente como para que algo en el explotara y esa sensación de placer lo rodeara desde la punta de sus pies hasta el extremo de sus rojos cabellos. Tuvo que abrir la boca lo más que podía para que el oxígeno pudiera llegar a sus pulmones, soltando un gemido agónico e hincándose sobre la cama mientras un liquido blanquecino le manchaba el torso.

Katakuri soltó una risa, disfrutando del espectáculo que tenía ante sus ojos mientras llevo su mano, manchada con la esencia de Ichiji, a sus labios degustándolo complacido.

 – Tranquilo, aun no llegamos a la mejor parte..

– Eres un.. ¡Mhha! ¡Mierda! Katakuri.

Sin previo aviso, había enterrado dos dedos en su parte mas privada y el grito que soltó Ichiji, fácilmente pudo haber llegado afuera del edificio.

Tenia suerte de que el Penthouse contara con ventanas anti acústicas.

Si antes estaba agitado, ahora sus pulsaciones iban a mil por hora. Ichiji podía sentir esos dígitos entrar y salir de forma sincronizada dentro de él.

Intentaba relajarse pero le era muy difícil. Esa pulsación en su parte baja solo provocaba una gran incomodidad dentro de él. Cerro los ojos por el dolor, estaba a punto de empezar a sollozar nuevamente, esto era demasiado para alguien tan diminuto como él.

–Kata-Katakuri, d-detente ya no pue–

–¡Dije que no apartes la vista! – La mirada que le dedico Katakuri traspaso todas sus barreras en un instante – Ichiji, prometo que no te hare daño pero tienes que aguantar.

Intempestivamente los dedos de Katakuri se enterraron con más fuerza de la normal e hicieron que abriera los ojos a mas no poder al sentir como una corriente eléctrica se apoderaba de él. Ese cosquilleo invadió todo su cuerpo y como acto reflejo arqueo su espalda como nunca lo había hecho.

–Ka-Katakuri ¿Q-Que fue-? – Fue callado por los labios del Charlotte, era un beso fogoso y húmedo que intentaba trasmitirle la calma que con palabras no era capaz de expresar.

–¿Conque aquí estaba? – Dijo divertido mientras se mordía ligeramente ansioso los labios y un tercer digito aprovechaba la oportunidad para unirse al juego, haciéndolo perder la cordura lentamente.

Podía jurar que en cualquier momento se iba a romper pero aun así tenía su vista fija en ese par de ojos tan particulares, no eran pardos, ni verdes, ni grises. No eran como ninguno de los que había visto antes.

Eran rojos, rojos sangre..

No podía aguantar más.

Había perdido.

Katakuri le había ganado la partida nuevamente y él , finalmente, se había dejado vencer por la lujuria que se apoderaba de su cuerpo y muy lentamente rodeo con sus temblorosas manos los fornidos hombros de ese semental que se encontraba encima suyo y pudo sentir que la respiración de Katakuri se volvía pesada, algo le decía que él tampoco podía ni quería esperar más.

Fue entonces cuando Katakuri capto que tenia permiso para seguir adelante.

Ichiji por fin estaba listo…

Saco sus dedos de forma rápida, ocasionando un incómodo jadeo en el pelirrojo por el brusco movimiento y tomo su enorme erección para dirigirla a hacia esa diminuta y rojiza entrada.

Pero antes de ingresar y cerrar su trato, Katakuri tuvo un gesto que dejo pasmado a Ichiji.

Acaricio su mejilla en un delicado rose haciendo que ambos se vieran fijamente por unos instantes.

¿Por qué estás haciendo esto? –Le pregunto viéndolo fijamente.

La intensidad de sus miradas fue como la colisión entre una explosión volcánica y un maremoto.

Esa pregunta calo muy dentro de él y provoco que una ligera lagrima se escapara de sus lagos azules para caer imperceptiblemente en las sábanas blancas.

Pudo haber dado mil respuestas, mil razones. También pudo haber dicho la verdad y evitar hacer algo que muy en el fondo sabia que lo iba a marcar por el resto de su vida, pero…

Quiso olvidar.

Quiso suprimir toda la desdicha que vivía, en brazos de un hombre que no le estaba haciendo esto por otro sentimiento que no fuera lujuria en su estado mas puro.

Sus manos descendieron lentamente por el rostro de Katakuri y contorneo esas cicatrices con delicadeza y admiración, solo para poder besarlo, pero a diferencia de los besos fogosos que le había dado ese hombre, el le dio uno suave e inexperto.

– Solo entra y terminemos con esto de una vez ¡Por favor!

Era una súplica, pero Katakuri no pudo diferenciar si era de placer o desesperación..

–En verdad eres alguien muy interesante, Vinsmoke Ichiji.. 

Algo en el pecho de Ichiji se movió, lo pudo sentir claramente, no supo porque pero inexplicablemente su corazón comenzó a bombear sangre de forma frenética.

¿Quién era Charlotte Katakuri en realidad?

Pero todos sus cuestionamientos se hicieron polvo cuando Katakuri ingreso de forma lenta y tortuosa en su pequeño orificio, sin quitarle la vista de encima ni un solo momento.  Disfrutando de como esos profundos azules se nublaban por la lasciva y el dolor a igual escala, mientras el cuerpo de Ichiji soltaba un temblor involuntario por el gran tamaño que estaba recibiendo. El cumulo de nuevas sensaciones que le hizo experimentar y el lacerante gemido que lanzo en toda la habitación le detuvieron el corazón en un instante. Por inercia se sostuvo en su enorme y contorneada espalda, clavando las unas en su morena piel lo más que pudo.

El dolor era insoportable y su dimensión tan irreal

–Ka-Katakuri – Apenas y se podía entender otra cosa que no fuera su nombre de los labios del pelirrojo.

Y valla que sonaba muy bien..

Shhh resiste un poco, ya pasara – Le decía al oído mientras jugaba con el lóbulo de su oreja.

Katakuri empezó a retroceder lentamente únicamente para volver a ingresar. Iniciando un vaivén lento pero certero, en el que ese palpitante y glorioso pene invadía todo su ser de golpe solo para volver a salir tortuosamente lento. En esos momentos la mente de Ichiji se disipo por completo al sentir la fuerza de una supernova invadir su cuerpo mientras tenia toda la humanidad de ese hombre entre sus piernas.

–Mierda Ichiji.. – Ese pelirrojo era demasiado estrecho – Eres jodidamente perfecto..

Ese gruñido ronco en conjunto con esas palabras que le dedico Katakuri sería algo que grabaría para siempre en su mente. Su voz era tan profunda y morbosa, que era un afrodisiaco para cualquiera que la escuchara. Ichiji trataba de controlar los estruendosos gemidos que le provocaba Katakuri, sin embargo era una tarea muy difícil teniendo en cuenta que este aumentaba cada vez más el ritmo en el que ambos estaban inversos.

Sentía que se deshacía en los brazos de Katakuri mientras él lo partía en dos.  

El cuerpo de Ichiji empezaba a dejar el dolor de lado para empezar a vibrar de placer y estremecerse ante el morboso sonido del choque de ambas pieles, dándole paso a una vertiginosa y hasta ese momento desconocida lasciva que lo consumía y sanaba a la vez.

Era una sensación inexplicable..

No se podía reconocer ¿En qué momento empezó a suplicarle a Katakuri por más?

La voz ahogada que salía de sus labios gritando su nombre y pidiéndole, no, rogándole que se lo cogiera hasta el hartazgo.. logro excitarlo en demasía. Ichiji con su increíble cabello color sangre hecho un desastre, los ojos lagrimeados y sus piernas abiertas entregándose a él en todo su marchito esplendor y sin restricciones era una bomba de erotismo directo a su verga.

Pero quería más, él siempre necesitaba más.

Había tratado de controlarse, pero hasta él tenía un límite.

–¡E-Espera Ka-Katakuri! ¿¡Q-Que crees que estas..!? – Apenas y podía hablar.

Rodeo fuertemente a Ichiji de la cintura y lo levanto para empotrarlo encima de él. Clavándole de una sola estocada toda la extensión de su pene, introduciéndose en los confines de esas largas y sedosas piernas de leche. Apenas Ichiji fue colocado de esa forma tan brusca y bestial encima de Katakuri, soltó un gemido desgarrador; sosteniéndose de él como si estuviera a punto de caer al vacío, mordiendo con fuerza su hombro hasta el punto de sentir el metálico sabor a sangre de Katakuri en sus labios.

Era tan sucio y a la vez tan regenerador..

–Vamos Ichiji, compláceme y empieza a moverte – Le susurro gravemente en el oído.

Trato de tomar su rostro entre sus manos para poder exprimirle los labios pero a cambio lo único que recibió del pelirrojo fue un escupitajo de su propia sangre directo en la cara.

–¡Hijo de perra! – Se sentía tan avergonzado, como jamás lo había estado en su vida. Dejando de lado su dolor, esa era la situación más embarazosa por la que había tenido que pasar en su vida pero escuchar la risa confiada de Katakuri convirtió su bochorno en furia absoluta.

Vio como la lengua de Katakuri lamia lentamente la mancha de sangre que tenia en la mejilla.

¿Por qué hasta con respirar este maldito tiene que ser tan erógeno?

Eso, si te va a costar caro – La forma tan serena en la que se lo dijo, hizo que su cuerpo traicionara nuevamente a su mente. Calentándolo muchísimo, si es que eso aún era posible..

¡Cálmate, Pelirrojo idiota! ¡Que no eres ningún jodido masoquista!

Ágilmente Katakuri puso ambas manos entre sus glúteos separándolos lo mas que pudo y exprimiéndolos hasta dejar la blanca piel, roja como una brasa, haciéndolo gritar ante el rudo tacto que se seria sobre él, pero esto solo era el principio.

Apenas lo tuvo a su completa merced Katakuri empezó a penetrarlo de forma brutal y errática, haciendo que Ichiji lo montara de arriba hacia abajo sin control. Provocando que el pelirrojo les diera rienda suelta a sus incontrolables gritos, hundiéndose más y más en el inmenso placer que Katakuri le brindaba a cada célula de su cuerpo.

Profanándolo sin piedad..Rápido y fuerte..Como debía ser.

– Ten presente esto de ahora en adelante Ichiji, eres mío y no voy a permitir que me hagas ese tipo de cosas.

La forma tan dominante en la que le hablaba mientras lo penetraba, Katakuri y su descomunal falo enterrándose en lo más profundo de él, haciendo que el choche de sus testículos contra sus delicados glúteos fuera una sinfonía sensual e impúdica que rebotaba en toda la habitación…

Era tan enfermo y a la vez tan placentero..

–¡Oh por..! ¡Mhhg!

–Déjalo salir mi espinela, quiero ser el primero en ver cómo te corres.

Esas palabras fueron los detonantes de su todo, de su éxtasis total y absoluto. Por un momento se olvido como respirar, se olvidó como escuchar, incluso se olvidó de como hablar al ser envuelto por un estallido incontrolable de placer. Pudo sentir el momento exacto en el que todo su cuerpo se contrajo y cayó rendido en la mullida cama, siendo sostenido únicamente por unos fuertes brazos, mientras su cuerpo comprimía toda la longitud de Katakuri dentro de él, al mismo tiempo que el granate lo seguía penetrando con una fuerza descomunal hasta que un fuerte y brutal gruñido salido de la boca del Charlotte, llenándolo y marcándolo completamente con su esencia.

No lo comprendía, su cuerpo estaba molido, sentía un cansancio extremo y su respiración estaba desembocada pero se sentía tan relajado.

–Ka-Katakuri..

El mencionado choco su frente con la él y empezó a besarlo vorazmente.

¿..Sí? Ichiji – Le dijo mientras le mordía el labio inferior ligeramente.

Era tan denigrante y a la vez tan enaltecido..  

El sexo con Katakuri había puesto al límite a su cuerpo. Estaba agotado, a su mente empezaron a llegar imágenes del Charleston, la Royal Flush, una araña, el perro rojo..

Sora y su última voluntad..

..Reiju..

No había dormido por más de dos días y ya había llegado a su límite.Sabía que tenía que volver al hospital, sus hermanos lo estaban esperando pero estaba tan.. cansado.

–Oye, ¡Ichi..! – Ni siquiera pudo terminar de escucharlo.

No aguanto más y callo inconsciente en el lecho ante la atenta mirada de Katakuri, siendo esos pozos de sangre lo ultimo que vio antes de quedar completamente dormido.

Era..

..Indescriptible..

 

………………………………………………………

 

 

Era consciente que el frio de la noche le estaba helando los huesos pero ignoraba la fuerte ráfaga de aire congelado que constantemente golpeaba contra su rostro. Ya había pasado mucho tiempo, no lo podía entender, era como si a Ichiji se lo hubiera tragado la tierra y tampoco había rastro del retrasado de Sanji por ninguna parte.

¿Cómo se le ocurre perderse en un momento como este? ¿Acaso no tiene idea de lo..?

Reconoció al instante la situación y río de sí mismo.

¿Con que así se siente la desesperación?

Valla que era un sentimiento indescriptiblemente asqueroso.Estaba solo en el gran jardín interno del hospital y como nunca antes había hecho en su vida, se puso a observar detenidamente las cosas que le rodeaban, tratando de buscándole una explicación a todo lo que estaba pasando. Entonces sus ojos se posaron sobre una de las flores que rodeaban el lugar, a pesar del frio invierno eran las únicas que habían sobrevivido a las bajas temperaturas manteniendo un color morado uniforme en todos su pétalos.

Tenían un color tan vivo por un momento pensó que eran falsas, pero no, no eran artificiales.

Estaban vivas.

Vivas..

Volvió a levantar su teléfono por última vez. Marcando unos dígitos que a pesar de los años aun recordaba. Ichiji jamás le perdonaría esto pero.. él era su última esperanza, ya no tenían tiempo y no había otra opción.

No tenía a nadie más a quien acudir..

Los pitidos dejaron de sonar y escucho esa cansada pero fuerte voz.

Esto sí que es un milagro, ¿A que debo esta desagradable sorpresa a media noche?

– Necesitamos tu ayuda – Fue directo, no tenia porque perder el tiempo en un falsa cordialidad que él ni siquiera merecía.  

–Claramente necesitan mi ayuda, ustedes solo son unos inútiles buenos para nada.

Niji nunca fue de las personas que tuvieran mucha paciencia pero por una vez en su vida tubo que invocar toda la calma que había en su interior para no mandarlo a la mierda.

No podía cagarla, no esta vez..

– ¡Hablo enserio! Te necesitamos – Que difícil fue que esa palabra saliera de su boca – ¡De lo contrario Reiju se va a morir! – le hablo exaltado.

–¿Por qué habría de ayudarlos a ustedes o a esa niña?

Sus palabras lo hicieron hervir de la rabia pero no fue la pregunta en cuestión lo que le hizo enojar sino la indiferencia con la que lo dijo.

–¡¡Porque Reiju también es tu hija, Judge!!

 

Notas finales:

Aclaraciones Capitulo IX:

Barrio de Chelsea: Es uno de los barrios que componen el municipio de Kensington y Chelsea; la zona mas exclusiva y residencial de Londres.

Mondrian Hotel: Cadena de Hoteles Boutique Americana, se encuentra en el centro de la ciudad de Londres.

Heineken: Marca de cerveza proveniente de los Países bajos.

Rio Támesis: Es el principal afluente de Londres, el Mondrian, al igual que muchos edificios históricos de la ciudad, se encuentra justo frente a este.

Onigumo: Vicealmirante de la marina, esta igual de loco que Akainu. Fue el que le puso las esposas Kairoseki a Marco en la guerra de Marineford.

Roast Beef: Plato bandera Ingles, es un corte de buey al horno.

Soho: Conocido como el barrio rojo de Londres; cuando vallan háganlo con cuidado; si bien es muy divertido también es muy alborotado.

Harvey Nichols: Lujosa tienda por departamentos inglesa.

Chanel: Prestigiosa firma de ropa francesa, fundada por la mismísima Coco Chanel.

Con la frase; “A nadie le gustan los incendios en esta ciudad” Zoro hace una referencia histórica al Gran incendio de Londres;  que ocurrió en 1666. El siniestro duro cuatro días enteros y volvió cenizas más de la mitad de la ciudad medieval. 

Mieloma múltiple: Tipo de cáncer que se produce en la medula ósea.

Licencia Médica: Es la licencia que permite a los médicos ejercer la medicina, sin esta no pueden oficiar o serían enviados a prisión por mala praxis. Los hospitales tienen el derecho de quitarles las licencias a sus médicos si estos cometen una falta muy grave.  

Sonrisa de Glasgow: Era una antigua forma de tortura escocesa, en la cual se le hacia un corte a la persona desde la comisura de los labios hasta las orejas, dejando una cicatriz parecida a una sonrisa.

 

 

 

N/A:

¡OMG! La verdad que es mi primer Lemon y no se como haya quedado, digo ustedes me dirán ????????????. Han pasado muchas cosas y hemos tenido una que otra revelación interesante; ya sabemos que tiene nuestro pobre monito ¿Que es lo que hará Law? Lo han puesto contra la espada y la pared ¿Que pasara con la llamada entre Niji y Judge? ¿Que pasara cuando Ichiji despierte?

Muchas dudas.. ????????????

Que serán respondidas en el siguiente cap. ¿Recuerdan que les dije que les tenia una sorpresa? La sorpresa no era el Lemon por siaca, sino el titulo del proximo cap.

Nos vemos en la próxima actualización: 

Capitulo X "Mother's Love" 


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