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Erfreuliche Folter por EdwardAndLoganx

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Notas del capitulo:

Les juro que a veces olvido de qué trata esta historia JAJAJAJAJAJA.

Harry Orion Lestrange Black. Ese fue el nombre que Rodolphus y Bellatrix le dieron. Aunque aún quedaba pendiente el hecho de adoptarlo oficialmente en el ministerio, fue presentado frente a los mortífagos como su único heredero, su hijo.

La celebración que hicieron en honor a su cumpleaños ciertamente fue impresionante, llena de regalos y bastantes reconocimientos. Harry, por primera vez en su vida, sintió que pertenecía a un lugar, se sintió amado.

Era extraño. Harry sólo conocía el odio y el interés, la crueldad y el dolor. Se sentía cómodo fingiendo que todo estaba bien y que adoraba a sus amigos, adoraba mentir para que todos confiaran en él.

Tom fue el único que logró ahondar en lo más profundo de él. Tom lo vio llorar y consumirse en odio. Tom lo vio suplicando porque el dolor se detuviera y disfrutó cuando Harry comenzó a enloquecer.

 

“Pensaba que era una desafortunada casualidad del universo, algo efímero y desechable. Me odié por ser débil, odié a mis padres por ser tan obscenamente idiotas. Durante muchos años me asqueó la simple idea de que existía y estaba vivo, pero nunca fui lo suficientemente valiente como para quitarme la vida. Esperé y esperé a que las cosas mejoraran… Tontamente, un día creí que lo hicieron”.

 

Eran iguales. Ambos mestizos, ambos huérfanos desde bebés. Odiaban profundamente a los muggles y consiguieron seguidores a través de mentiras. ¡Hasta sus varitas eran gemelas! Tom reía cada que pensaba en tal hecho, el famoso niño-que-vivió era suyo, estaba de su parte, no iba a cumplir la tonta profecía a la que estaban destinados. Por fin, después de mucho tiempo, iba a ganar la guerra.

 

“Me enteré de que era un mago. Sonaba tan hilarante… Entendí por qué esos asquerosos muggles me odiaban, ¡Era especial! Ellos nunca serían como yo. Quise sentir compasión, comprensión por su situación, pero me fue imposible hacerlo; fui incapaz de tener tales emociones por ellos. Contrario a eso, sensaciones como el orgullo y el egocentrismo me invadieron. Evidentemente era superior, ellos eran escoria y yo era lo más parecido a un Dios. Debía eliminarlos, aún tengo que hacerlo, pero debo ser paciente, muy paciente...”.

 

—Harry. —Susurró Riddle, enredando su brazo en la delgada cintura posesivamente. El nuevo integrante de los Lestrange le sonrió antes de besar suavemente su mejilla.

 

“Pensé que me respetarían y tratarían mejor, que me temerían… Fue un grave error de mi parte. En el verano después de mi primer año los abusos se duplicaron. Yo sólo deseé que se detuvieran, que dejara de doler. No quería llorar más”.

 

—Esto está saliendo mejor de lo que esperamos, Tom. Por fin logré darte un cuerpo y el señor oscuro ya no me considera un enemigo. —Rió por lo bajo, encantado. —Pronto tendremos el mundo mágico a nuestros pies, todos nuestros planes podrán realizarse. Somos poderosos juntos, nadie nos detendrá.

 

Riddle también sonrió, fascinado con el chico. —Cuánta razón hay en tus palabras, mi querido niño. —Besó su mano, sus ojos brillaron salvajemente, tiñéndose de rojo. —Absolutamente nadie nos detendrá.

 

“Me convertí en un monstruo, Tom”.

 

Harry se estremeció. — ¿Tom?

 

— ¿Sí, mi niño?

 

— ¿Olvidaste mencionarme algo importante? —La versión joven del señor oscuro lo miró como si no entendiera a qué se refería. El ojiverde quiso golpearse por no darse cuenta antes. —Comprobaste mi hipótesis.

 

Riddle rió dulcemente. —No sé de qué estás hablando.

 

—Eres el señor oscuro. —Aseguró. —El alma principal logró unirse exitosamente a ti. —La gran sonrisa de Riddle sustentó sus sospechas.

 

—Pareces decepcionado, mi querido niño.

 

Harry negó. —No podría estarlo, mi señor. En realidad, me hace feliz que esto haya pasado. —Relamió sus labios. —Significa que no soy tan estúpido como la mayoría de aquí cree, y eso es algo que tú apreciarás correctamente, ¿No es así? —Tom asintió, casi a punto de reír. —Lo único que extrañaré es ser un jodido maleducado contigo. Nuestro nivel de extraña confianza se verá arruinado por tu constante búsqueda de respeto.

 

Voldemort se encogió de hombros. —Si se trata de ti, podría permitirlo.

 

— ¿Por qué? —La curiosidad era bastante obvia en el nuevo integrante de los Lestrange.

 

—Las memorias del diario, supongo. —Suspiró, aburrido. —Aunque quiero mantenerte sólo como un valioso seguidor, una parte de mí desea más. Eres mío en muchos sentidos, digno de gobernar el mundo a mi lado. Sólo por eso podría soportar todo aquello que mi joven versión permitió que hicieras.

 

—Oh, mi señor, eres tan tierno, me conmueves. —Riddle gruñó, disgustado.

 

—Pero no por eso dejaré que seas tan insolente, maldito mocoso.

 

Harry guiño su ojo. —Ya sabes cómo castigarme. —Voldemort rodó lo ojos. Draco en ese instante se acercó, un leve sonrojo adornando sus mejillas.

 

Extendió su mano hacia el ojiverde. — ¿Bailamos? —Harry asintió, separándose de Tom y apretando la mano del rubio juguetonamente. El señor oscuro chasqueó su lengua, luego frunció su ceño al ver lo cerca que estaban. Aunque no sabía de qué hablaban, parecía que lo estaban disfrutando.

 

Quiso ignorarlos y dirigirse a sus seguidores del círculo interno para hablar, pero cuando vio los dedos de Malfoy apretarse dolorosamente en la cintura ajena y al nuevo Lestrange ruborizarse y soltar un jadeo, no pudo más. En un santiamén, tomó al chico y lo arrastró lejos de todo, llevándoselo a su habitación.

Ciertamente no sabía por qué lo hacía. Era como si la parte del alma que residía en el diario se apoderase de él y lo obligara a actuar tan patéticamente impulsivo. Sólo sabía que no podía dejar que nadie tocara lo que era suyo, no debía dejar que el chico Malfoy nuevamente tocara a Harry.

Después de aventarlo a la cama y lanzarle un crucio, se deshizo de toda su ropa. Lo mordió una y otra vez, importándole poco el hecho de que las marcas hechas el día anterior aún eran visibles. Harry gimió, extasiado y confundido, estirando su cuello una y otra vez para que su señor tuviera libre acceso a su piel.

Mientras Tom follaba a Harry y se deleitaba con sus gemidos, se preguntó una vez más por qué lo hacía. Antes no había sentido ninguna clase de atracción hacia nadie, y aunque tuvo sexo varias veces, nunca lo repetía dos veces con la misma persona. Era frustrante, casi obsceno, verse enredado con el mismo muchacho estúpido que intentó matar en más de una ocasión. Patético.

Quizá fue luego de ver el rostro sonrojado del niño, con esa sonrisa traviesa que lo caracterizaba y un rastro de saliva escurriendo por su mentón, cuando lo entendió; estaba obsesionado.

 

“Pero tú me entiendes, ¿No es así? Eres el único que lo haría, que me aceptaría como realmente soy”


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