Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Erfreuliche Folter por EdwardAndLoganx

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Harry estaba furioso. — ¿¡En qué demonios estaban pensando?! —Regañó una vez que estaban frente a un horrible arco que producía voces extrañas. —Saben que no somos competencia para esos tipos, ¿Verdad?

 

Hermione hizo una mueca con sus labios. —Teníamos que intentarlo. Al parecer, hemos logrado escapar. —Sus palabras pronto fueron contradecidas por el grupo de Mortífagos.

 

Harry vio borroso durante unos segundos. Humo negro se arremolinaba frente a él, atacando a sus amigos. Rió un poco, era una escena divertida. Segundos después, cada Mortífago tenía un rehén. Lucius caminó hacia él lentamente. —Y tenías razón, Potter: un grupo de niñitos tontos nunca será competencia para nosotros. —Sonrió, extendiendo su mano. —Dame la profecía o tus queridos amigos morirán.

 

— ¡No se la des, Harry! —Neville gritó a lo lejos. Su celadora, Bellatrix, hundió su varita en su cuello para que se callara.

 

Una sonrisa imperceptible apareció en los labios del niño-que-vivió. —Hazlo. —Musitó suavemente para que sólo Lucius lo escuchara.

 

— ¿Disculpa? —El mayor lo miró con asombro, pensando que quizá no escuchó bien.

 

Harry repitió. —Hazlo. Mátalos a todos. No es como si realmente me importaran. —La boca de Malfoy se abrió por completo. Justo en ese momento, luces blancas inundaron el lugar; la Orden del Fénix haciendo su dramática aparición. Harry chasqueó su lengua. Otra vez habían arruinado sus maravillosos planes. 

 

Al instante, la pelea dio comienzo. Harry, en su papel de niño bueno, ayudó a Sirius en su duelo con Lucius. Comenzaba a aburrirse, ¡Él sólo quería ir donde su Señor! ¿Por qué nadie lo dejaba ir donde su Señor? Iba a llorar.

Lo interesante llegó cuando Bellatrix le lanzó la maldición asesina a su padrino y este murió. A duras penas ahogó una carcajada en el fondo de su garganta, ¡Había sido jodidamente patético y gracioso! Sin embargo, recordó dónde y frente a quienes estaba, así que optó por darle persecución a la bruja (quizá si la seguía encontraría a su Señor).

 

Con pereza y un poco de irritación porque estaba corriendo, la señaló con su varita. — ¡Crucio! —Gritó, intentando probar dicho maleficio en ella. No le funcionó.

 

Ella cayó al suelo, lo miró con un puchero en sus labios. Harry pensó que era muy entretenido verla de dicha forma. —Tienes que desearlo, Harry. —Susurró alguien en su mente. Los ojos verdes del joven brillaron con emoción, conocía esa voz, ¡Era de su adorado Señor! —Ella lo mató, se lo merece. Conoces el conjuro, hazlo. —Sintió la presencia de Voldemort a su espalda, Bellatrix rió. —Hazlo.

 

El joven bajó su varita, una sonrisa adornó sus labios. —Oh, con razón no funcionaba, ¡Tengo que desearlo! Es una verdadera lástima que no deseé lastimarte, querida tía. —Se agachó frente a ella, mirándola directamente a los ojos. —Tienes que llevarme contigo. —Musitó suavemente, acercándose mucho más.  

 

Los ojos de la bruja denotaron confusión. — ¿Por qué? —Justo en ese instante, Albus Dumbledore llegó. Ella al instante comprendió todo. —Cuenta con eso, bebito lindo.

 

—Fue tonto que vinieras esta noche, Tom. —Dijo. —Los aurores vienen hacia acá.

 

—Cuando lleguen ya me habré ido. —Contestó el Lord con calma. —Y tú… Muerto estarás. —En ese instante, lanzó un hechizo, iniciando el duelo. Bellatrix rápidamente de aferró a la muñeca de Harry y lo jaló consigo directo a la chimenea.

 

— ¡Profesor! —Alcanzó a gritar antes de desaparecer. Cuando llegaron a su lugar de destino (la mansión Malfoy) y salió, comenzó a reír descontroladamente. — ¡Sí! —Gritó victorioso. Narcissa, la única que estaba en la estancia, observó perpleja la escena. —Al final, todo salió perfecto.

 

— ¿Por qué demonios te estás riendo? ¿Por qué no quisiste lastimarme? ¿Por qué, niñito lindo? ¡Maté a Sirius Black, tu asqueroso padrino traidor de sangre! ¿No piensas hacer algo al respecto?

 

Potter se encogió de hombros, aún sonriendo. —Fue bastante divertido lo que hiciste, un espectáculo digno de ver. Lo mismo que le dije a Lucius Malfoy te lo diré a ti: mátalos a todos, no me importa ni siquiera un poco. Aquellos muchachos tontos e impulsivos que viste allá no son más que una tapadera para que nadie sepa quién soy realmente. Sus vidas no me interesan ni un poco.

 

—Estás loco… —Las palabras salieron ahogadas de su boca. Una amplia sonrisa se plasmó en sus labios. — ¡Verdaderamente loco! —Carcajeó.

 

— ¿Por qué lo has traído, Bella? —La esposa de Lucius por fin habló. — ¿Nuestro Señor te pidió que lo trajeras?

 

—Al contrario. —Contestó Lestrange. Señaló a Harry, aún riendo. —Fue él quien me lo pidió.

 

— ¿Por qué? —Narcissa estaba cada vez más confundida.

 

El muchacho de encogió de hombros. — ¿Por qué no?

 

--------------------------

 

El Señor Tenebroso observó detenidamente al niño, su peor enemigo. Era incapaz de saber qué estaba pensando, y eso le frustraba mucho. —Nunca me imaginé nos encontraríamos de esta manera, Harry Potter.

 

El chico le sonrió dulcemente. —El destino conspiró a mi favor el día de hoy, mi Señor.

 

Voldemort rió, casi encantado con las palabras del muchacho. — ¿Estás tratando de decirme que querías esto?

 

Harry asintió. —Lo quería, por supuesto. Por un momento me sentí bastante decepcionado, ¡Tardaste tanto en aparecer! Me hiciste pensar que fue una completa pérdida de tiempo todo lo que estaba ocurriendo.  

 

Mocoso insolente. —Siseó el Lord en pársel. A Harry le encantó escucharlo.

 

Tengo algo que te gustará, mi Señor. —Rebuscó rápidamente en sus bolsillos, sacando la esfera de cristal que brillaba. —Lucius dijo que la querías.

 

Por primera vez en su vida, Voldemort se quedó sin palabras. — ¿C-cómo…?

 

—Quería dártela personalmente. Aunque me gusta mucho y soy un maldito bastardo egoísta con las cosas que me pertenecen, puedo hacer una excepción esta vez. Claro, me deberás un favor y…

 

— ¡Crucio! —El Lord gritó, incapaz de seguir soportando su constante insolencia. Todos los Mortífagos rieron, encantados con el castigo que se le estaba dando a Potter. Este último casi lloró de la emoción porque al fin estaba obteniendo lo que quería.

 

Un crucio de su querido y hermoso Señor.

 

Gimió, extasiado con la sensación de mil cuchillos atravesando su piel. Su cuerpo comenzó a reaccionar, una erección naciendo entre sus piernas. Cayó de rodillas, jadeando fuertemente, gimiendo y buscando un poco de aire. Todo era tan intenso y exquisito que no se lo creía. Su cuerpo ardía por la excitación, el sudor comenzaba a empapar su piel. Estaba cerca, demasiado cerca de su ansiado orgasmo, pero el Lord consideró pertinente detener la maldición ahí. —Joder… —Gimió en voz baja, un poco enfadado.

 

Mocoso insolente. —Repitió Voldemort casi sonriendo. Harry lo miró con sus ojos cristalizados, sus mejillas rojas y un poco de saliva escurriendo por su barbilla. ¿En qué momento había terminado completamente en suelo y en posición fetal? No lo sabía, tampoco lo recordaba, su mente aún nublada por el placer.

 

Más… —Logró formular, hablando pársel para que sólo su Señor le entendiera. Los ojos de este último se abrieron por la sorpresa, ¿Había escuchado mal? —Más, por favor.

 

Mierda… ¡Lárguense todos y dejen al mocoso Potter aquí! —Rápidamente, sus Mortífagos abandonaron el lugar, obedeciendo a su Lord. Durante ese momento, Voldemort pensó que Harry Potter indudablemente estaba loco.

 

Y, maldición, eso le había gustado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).