Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

OHANA por Kitty Pasta

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Peter y Wade se juntan para hacer las paces. Es dificil saber cual de los dos está más nervioso por el encuentro...

Peter pasó la noche expectante tras tomar su decisión, y a la mañana siguiente, mientras su padre lo pasaba a buscar para llevarlo a la escuela, lo abordó rápido para que todo quedara preparado.

-Papi, ¿puedo invitar a un amigo a casa esta tarde?

-¿Después de clases? Seguro, mi amor. ¿A quién quieres invitar?

-A Wade.- Tony lo miró de inmediato y él se explicó con calma, tal y como lo ensayara.- Ya no quiero estar peleado con él, papá, y él tampoco quiere estar lejos mío. Lo sé porque me envió un mensaje diciéndome que quería que lo perdonara. Y quiero perdonarlo. Así que pensé en invitarlo a merendar…

-Bueno, eso me parece magnífico- aprobó Tony con un inmenso alivio por dentro al ver que Peter ya había aflojado su postura.- Los amigos de verdad deben superar sus problemas y continuar juntos a pesar de todo. ¿Le dijiste a Wade que venga a casa?

-Claro. Le respondí su mensaje en cuanto me llegó.

-¿Tú le diste tu número en algún momento?

-No, pero se lo di a Mary Jane y a algunos otros. Debe haberle preguntado a ellos.

-En fin, eso es lo de menos. Quédate tranquilo que voy a preparar todo para que tengan una merienda agradable, querido. Van a pasarlo muy bien.

Al llegar a la escuela y despedirse de su hijo como siempre, avistó a Steve y le hizo una seña imperceptible para que se acercara. Steve lo hizo y le tendió la mano como si nada, pero sus palabras estaban cargadas de cariño.

-¿Qué pasa que tienes esa carita, Tony?

-Peter invitó a Wade a casa, hoy después de clases. Tenías razón una vez más. Su enojo pasó a la historia y ya está listo para ser el de siempre.

-Oh, lo que daría por estar presente- se lamentó el rubio.- Pero bueno, lo importante es que se arregló con su amigo. ¿Me contarás después lo que pasó?

-Por supuesto. ¿Quién crees que va a ayudarme a mantenerme en mi lugar feliz?

Steve regresó al interior de la escuela contento, y mientras los niños se sentaban y sacaban sus cuadernos miró con disimulo a Peter para estudiar su semblante.

“Está lleno de ansiedad… supongo que realmente quiere a ese amigo suyo. Me gustaría saber que clase de chico es. Tony parece tenerle manía, así que debería preguntarle al propio Peter”.

-¿Peter?- inquirió despacio y sonriente durante el recreo, mientras el niño comía un sándwich a solas en un rincón.- ¿No prefieres comer tu bocadillo adentro con los demás?

-No, maestro, estoy bien así. Necesito espacio para pensar.

-¿Puedo saber en qué cosas tienes que pensar?

-Es que invité a un amigo a casa hoy, y quiero pensar muy bien en lo que voy a decirle. Hace mucho que no nos hablamos y no quiero meter la pata.

-Entiendo. Pues, si quieres un consejo…

-Me ayudaría mucho- aceptó Peter mirándolo con respeto.

-No lo pienses demasiado, Peter. Cuando veas a tu amigo háblale con el corazón, con lo que sientas en ese momento, y todo saldrá bien.

-¿Usted cree?

-Sí, seguro. Si eres sincero con la gente, todo es más sencillo. Confía en tu mismo.

-¡Wow, gracias! Usted da consejos muy parecidos a los de mi papá- elogió Peter más sereno y acercándole su lonchera.- ¿Quiere un sándwich de queso?

-Eres muy amable, cariño, ¡pero ese es el almuerzo que el señor Tony hizo para ti!

-No se preocupe, tengo muchos. Papá cocina cada día mejor, pruébelo. Le gustará.

-En ese caso… muchas gracias, Peter.- Steve aceptó el sándwich y en verdad estaba rico y esponjoso, por lo que su sonrisa fue genuina.- ¡Vaya, está bueno! Felicita a tu padre de mi parte. Ojalá yo tuviera quien me cocine así de rico todos los días.

-¿No quiere venir a comer a casa un día? Seguro que a papá no le molestaría invitarlo.

-Oye, pues no sería mala idea- aceptó como quien no quiere la cosa mientras por dentro bullía al pensar en esa primera reunión familiar.

(…)

Wade se había preparado mucho antes de llamar a Peter y pedirle que se encontraran: había encontrado una especie de empleo ayudando a una anciana ciega, Al, por lo que contaba con cierto dinero como para llevarle un regalo tardío de cumpleaños. La vieja Al tenía un carácter casi tan ácido como él, por lo que rápidamente habían congeniado; además como no podía verlo se sentía mucho más calmado mientras la ayudaba con la casa o las compras, lo que había ayudado a calmar sus nervios y mejorar su humor.

La Torre Stark le pareció tan inmensa como una terminal futurista, y agradeció que Tony Stark hubiera dejado dicho que tenía permiso para subir directo a su casa. Eso le ahorró preguntas y miradas curiosas, y lo dejó listo para lo que en verdad le importaba. Cuando el propio Peter le abrió la puerta con una sonrisa gigante y luminosa como el sol, su corazón estalló y todo su rostro se aflojó y enterneció como nunca en la vida.

-¡Wade, viniste! Te estaba esperando…

-Yo también estaba esperando esto- contestó entrando y dándole un beso en la mejilla. Luego, antes incluso que cerrara la puerta, agregó:- Te extrañé muchísimo. ¿Me…?

-Wade, primero pasa, vayamos al comedor y nos sentamos para hablar- interrumpió Peter algo nervioso pero dominándolo bien. Wade lo siguió obediente y se encontraron con Tony Stark, que lucía mucho menos amenazador en ropa de entrecasa y sin lentes oscuros.

-Buenas tardes, señor Stark.

-Buenas tardes… pasa, por favor, y toma asiento. Les dejé preparadas muchas cosas ricas para comer, así que creo que voy a retirarme un rato para dejarlos que charlen tranquilos.

-Gracias, papi- contestó Peter besando a su padre en la mejilla. Después que su padre se marchara, se sentó frente a Wade con lo que pretendía fuera una actitud madura y lo miró a los ojos, sorprendiéndose de lo distinto que se veía. En general tenía una mirada hosca y poco amistosa, pero en ese momento parecía estar lleno de emoción. Incluso sonreía.

-Peter, hay algo que tengo que decirte. Y debo hacerlo pronto o no podré estar en paz aún cuando tú fuiste quien me invitó.

-Está bien, habla tranquilo. Te escucho.

Wade respiró hondo antes de empezar.-Quiero pedirte perdón por no haber venido a tu cumpleaños. Sé que te lastimé al faltar, porque esperabas que viniera, pero te aseguro que no fue mi intención. Yo nunca podría lastimarte a propósito, Peter, te lo juro.

-Lo sé… eres incapaz de hacer daño a nadie.

-Cometí un error- admitió el mayor, luchando por no sonrojarse.- Creí que si venía arruinaría la fiesta y asustaría a tus nuevos amigos, y me dije a mí mismo que por tu bien mejor no aparecía por aquí. Pero fue por mi bien: fue por mi propio miedo a ser ridiculizado y perder el control delante de ti. No podía soportar la idea de que te avergonzaras de mí.

-Debí suponerlo- dijo Peter con alivio, temblando por dentro.- Sabía que no habías decidido faltar porque ya no me quieres. Eso me…

-Espera, ¿pensaste que ya no te quería? ¿Cómo se te ocurre?

-Bueno, en el fondo sabía que no era así, pero tuve miedo igual- confesó Peter desviando la vista apenado.- No importa cuántos nuevos amigos haga, tú siempre serás especial para mí y por eso me dolió no verte ese día. Creí que quizás me habías olvidado.

-De ninguna manera- negó Wade con vehemencia.- Yo nunca podría olvidarte, Peter, eres mi… mejor amigo.- Dudando al principio pero tomando valor después, Wade se paró y se acercó a él. Peter también se paró y esperó que el mayor le tendiera la mano, pero en vez de eso Wade le dio un cálido abrazo que lo tomó de sorpresa y sin saber cómo reaccionar. Nunca lo había tocado con esa dulzura.

-Tú también eres especial para mí, Peter. No vuelvas a dudar de eso.

Peter quiso decir algo divertido para romper la seriedad del ambiente, pero no pudo. Aunque no entendía por qué, el abrazo de Wade se le estaba haciendo muy agradable y no quería cortarlo. Era la primera vez que sentía algo así y no lo entendía, su padre lo abrazaba a diario y nunca había experimentado la misma sensación de bienestar. Cuando Wade lo soltó estuvo a punto de protestar, pero se dio cuenta que sonaría raro y no dijo nada. Volvió a sonreír como si nada y señaló la mesa, procurando ser tan buen anfitrión como Tony lo era.

-¡Vamos a comer de una vez mientras nos ponemos al día, Wade!

-Me parece bien. Tú primero. Quiero saber como fue tu fiesta.

Mientras comían con placer los bocadillos y los dulces, Peter buscó su celular y le mostró todas las fotos que había tomado en su cumpleaños. Wade quedó aliviado al ver que a pesar de todo se había divertido, y miró de reojo su mochila, en la que había guardado el regalo.

-¿Mh? ¿En qué piensas, Wade? ¿Quieres más pastel de chocolate?

-No, gracias, comí a reventar… es que… bueno, te traje algo y te lo daré ahora ya que estoy.- Rápidamente extrajo una cajita de su mochila y se la dio a Peter, que pareció sorprendido.- Es un poco tarde, pero feliz cumpleaños, baby boy.

-No tenías por qué- dijo el menor con voz trémula mientras abría el regalo: un llavero para celulares con forma de la máscara del Hombre Araña. Era bastante grande y brillaba, y Peter lo contempló con verdadera reverencia. Sin embargo, no dijo nada y Wade comenzó a disculparse sin necesidad, creyendo que no le había gustado.

-Sé que no es mucho, pero nunca fui bueno el elegir obsequios… bueno, más bien nunca tuve a quien obsequiar algo, pero ya me entiendes. ¿Qué haces?- preguntó al verlo pararse de nuevo y abrazarlo otra vez. No se lo esperaba y menos que lo hiciera con tanto cariño, como en sus fantasías frustradas. Sacudió la cabeza con pánico. No era momento de pensar en ninguna fantasía que involucrara al pequeño Peter Stark.

-Me encanta tu regalo- aseguró Peter disfrutando de aquella singular sensación de rodear a Wade por el cuello.- No importa que sea pequeño, es precioso y voy a usarlo siempre.

-¿De veras? Bueno, entonces me quedo más tranquilo…

-Quiero que nos veamos más seguido- pidió con entusiasmo.- En pocos días sería el cumpleaños de Mary Jane, y como voy a ir al orfanato espero que estés por allí.

-¿No pensarás que participaré del cumpleaños de una niña, no?- preguntó con espanto.

-No. Pero vives en la misma casa, espero que podamos encontrarnos allí aunque sea por un rato.

Notas finales:

Peter aún es joven e inocente, desconoce casi todo acerca del mundo adulto. Sin embargo, su corazón acaba de dar su primer latido de amor. ¡Enhorabuena para Wade que lo ama en secreto! Sin embargo, el camino es largo y para que ambos estén juntos falta un buen trecho todavía.

Para lo que no falta tanto es para que Steve y Tony se acerquen como nunca. Atentos a los siguientes dos capítulos... 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).