Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

OHANA por Kitty Pasta

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Steve y Tony acuerdan que, para avanzar en su relación, es momento de decirle la verdad a Peter.

-Tony, mi amor... pareces distraído. ¿Sucede algo?

-¿Mh? No... solo estaba pensando...

Era día feriado para las escuelas, y Tony había ido al departamento de Steve a pasar un momento íntimo con él. Peter estaba de visita en lo de su amigo Harry, y faltaban un par de horas para que tuviera que ir a recogerlo. Saliendo de su posición pachorrienta sobre el regazo del menor, Tony se irguió y empezó a hablar, sin saber si lograría expresarse bien.

-La última vez que llevé a Peter al orfanato para el cumpleaños de Mary Jane, terminé pasando casi una hora hablando con Nébula, mientras Peter visitaba a Wade.

-Conozco a Wade, pero ¿quién es Nébula?- inquirió el rubio con curiosidad.

-Una niña que vive allí. Bueno, digo niña pero en realidad tiene catorce años, es una adolescente. Y bastante maleducada por cierto.

-Pobrecita, no debe ser fácil ser huérfana- trató de justificar Steve, siempre bondadoso.

-Seguramente no.- El moreno pareció sentirse un poco más cómodo hablando del tema, y se agarró del brazo de su novio antes de continuar.- De hecho, le pregunté a la directora sobre como llegó Nébula ahí. Fue terrible.

-Oh, Dios...

-Sus padres eran unos monstruos, unos salvajes, Steve. La chica tiene cicatrices en la cabeza, y el pelo corto y débil. Cuando supe eso, entendí por qué es tan desconfiada y agresiva.

-Querido, qué terrible- se conmovió Steve abrazándolo con fuerza, sintiendo sin conocer a Nébula una profunda empatía por ella.- ¡No puedo creer que haya gente tan perversa en el mundo! Pobre niña. ¿Y tú como terminaste hablando con ella? ¿Es otra amiguita de Peter?

-No. Yo ya la había visto un día que fui allí a hablar con Wade... estaba en el jardín, y la saludé y le compré un algodón de azúcar para ser amistoso.- Esbozó una sonrisa al recordar.- Fue grosera, pero aceptó el regalo y pude darme cuenta que, en el fondo, no es mala.

-Claro que no... solo debe estar muy dolida y confundida por lo que le ha tocado vivir.

-¡Sí, tal cual! Entonces, el día del cumpleaños de Mary Jane la saludé otra vez, y en lo que hablábamos apareció Peter, que nos terminó arrastrando a ambos a la fiesta.- Tony miró a su pareja a los ojos para ver como se estaba tomando aquella historia, y se sorprendió de ver lo muy conmovido que lucía Steve. El rubio lo besó despacio en la mejilla y lo apretó con más fuerza, como si supiera que necesitaba un abrazo para calmar los nervios que le provocaban esos recuerdos.

-Sigue, mi amor. Creo que aún no has terminado de decir lo que querías.

-¿Me prometes que no me mirarás como loco si te cuento todo?

-Te lo prometo. Adelante, dime en lo que estás pensando.

-Bueno- contestó al cabo de un largo silencio.- La verdad es que, incluso en el poco tiempo que he pasado con ella, he podido sentir algo. ¿Cómo decirlo? Empatía. Nébula es tan hosca, es una inadaptada, pero tiene algo que brilla con fuerza en ella. Me recuerda mucho a mí cuando tenía su edad... por lo irreverente, lo maleducada...

-¿Tú eras así de joven?- Steve tapó una sonrisa.

-Era peor, pero al menos tenía un lugar propio. Mi herencia, mis estudios, el viejo Jarvis que cuidaba de mí... ¿sabes que por él bauticé J.A.R.V.I.S a mi último proyecto?

-Sí, lo mencionaste una vez.

-Yo tenía un futuro asegurado, a pesar de todo. Perdí a mis padres pronto, pero al menos mientras los tuve fui feliz y aprendí mucho de ellos. Mis padres me amaban, y de cierta forma su amor es lo que hoy en día me ayuda a ser un buen padre para Peter. Pero Nébula... ella no tiene a nadie, su pasado es tremendo y su futuro es incierto. Y lo que he estado pensando, por loco que parezca, por apresurado, es que me gustaría...

-¿Sí?- susurró Steve para animarlo a completar la frase.

-Me gustaría darle una oportunidad- dijo Tony Stark con el corazón latiéndole muy fuerte, como si no supiera si su novio se tomaría a bien aquella noticia.- Me gustaría visitarla y ver si... si existe la posibilidad de...

-¿De adoptarla?- Tony asintió y se giró para mirarlo a los ojos.

-¿Tú qué piensas, Steve?

El rubio se rascó la barba y lo pensó con cuidado, sin dejar de abrazar fuertemente al mayor. Entendía muy bien por qué le pedía su opinión al respecto. En otras circunstancias, Tony sería dueño de adoptar todos los hijos que quisiera, que para eso era soltero y tenía dinero de sobra para mantenerlos. Pero, ahora que estaban juntos, la decisión no le pertenecía solo a él. Si sus planes inmediatos eran volverse una pareja formal, el adoptar a una niña era algo en lo que ambos debían estar de acuerdo. El problema, por así decirlo, era que ellos aún no eran oficiales y de hecho ni siquiera habían blanqueado su noviazgo ante Peter. Entonces, ¿cómo incluir a Nébula en sus vidas si todavía no estaban bien organizados?

-Tony, no voy a decir que la idea me desagrada- dijo por fin, con lentitud.- Es algo muy noble y de una gran calidez humana el querer adoptar a un niño y ofrecerle un hogar, como antes hiciste con Peter. No dudo que, con tu inmensa capacidad de amar, serías un excelente padre para Nébula.

-¿Pero...?

Steve sonrió.- ¿Por qué supones que hay un pero?

-Porque siempre hay un pero. Vamos, suéltalo, debo escucharlo.

-No es un "pero" de "en realidad estoy en contra"- aclaró.- No es eso. Lo que iba a decir es que, antes de pensar seriamente en adoptar deberías, deberíamos, ocuparnos de otras cosas más urgentes. ¿Entiendes a qué me refiero?

-Sí, claro.- Tony suspiró, agarró su celular y observó la imagen de fondo de pantalla, él y Peter sonriendo durante su cumpleaños. Le agarró una gran ternura.- Tú y yo no podemos pensar en tener más hijos juntos si antes no somos sinceros con el que ya tenemos. Peter debe saber la verdad sobre nosotros primero, y acostumbrarse a ello, antes de incorporar a Nébula a nuestras vidas. El asunto es, ¿Peter está listo para tantos cambios?

-Tony, querido, en primer lugar... ¿de verdad quieres adoptar a Nébula?

-Cielos, soy algo egoísta, ¿no? Lo estoy dando por sentado, y a lo mejor tú tampoco estás listo para eso. Al fin y al cabo no la conoces y yo ya estoy hablando como si...

-Tony, ¿no lo recuerdas? No dije que estuviera en contra- aclaró Steve acariciándole el cabello con suavidad, buscando relajarlo.- Recuerda también que desde antes de salir contigo mi deseo era tener una familia grande, con muchos hijos. Ahora que somos pareja creí que con el tiempo vendrían más, pero, si tú te me adelantaste un poco al encariñarte con Nébula, ¿qué hay de malo en eso?

-¿Entonces no te parece una mala idea? ¿Te gustaría adoptar una hija conmigo?- balbuceó Tony emocionado y recibiendo con gusto el beso del menor.

-Claro que me gustaría que tengamos una hija más aparte de Peter. Lo único que pido es que, si vamos a hacerlo, primero nos sinceremos con el pequeño.

-¡Sí, sí... hoy mismo si es preciso!

-Y lo segundo, querido, sería conocerla- estipuló con una risa nerviosa.- La próxima vez que vayas al orfanato, llévame para que pueda conocerla y hablar con ella, o de lo contrario no funcionará. Debe saber que quienes quieren adoptarla somos los dos, ¿no te parece?

Tony rompió a reír y se echó sobre el rubio para besarlo largamente, con pasión moderada, perdido en la felicidad de saber que no era solo él. Steve también quería tener una hija, lo veía no solo en sus palabras sino también en su expresión de querubín sonrojado. Era cierto, se lo había dicho antes. Su sueño siempre había sido tener hijos, así que por repentina que pareciera su idea su novio la aprobaba.

-Steve, cariño... debemos decírselo a Peter. Él tiene que saber que nos amamos y queremos estar juntos. ¿Cómo lo hacemos?

-¿Vas a pasarlo a buscar en unas horas, no? Entonces, cuando lo hagas dile que tienes una sorpresa para esta noche. Que tendrán un invitado a cenar.

-¿Vas a venir? ¡Oh, Steve...!

-Prepáralo, Tony. Si seguimos esperando quien sabe cuanto tiempo podría pasar antes que nos animemos. Se lo diremos esta noche y que sea lo que Dios quiera.

(...)

Peter estaba muy emocionado por la visita del maestro Steve esa noche a su casa. Por la forma en que se lo había dicho su padre, sabía que no sería una cena cualquiera. No estaba seguro de qué, pero si sabía que algo pasaría. Con cuidado eligió una ropa bonita y ayudó a preparar la cena, colocando flores en la mesa y llevando el postre de miel y almendras a la heladera para que se enfriara.

-Papi, ¡seguro que al maestro le encantará tu postre!- lo animó al ver lo nervioso que estaba. Tony, con el corazón a mil, le revolvió el cabello y le contestó:

-Ojalá, Peter, ojalá le guste.

Tony también escogió un traje a la altura de las circunstancias, volviendo a la belleza elegante que todas las revistas solían elogiarle. Quería estar lo más guapo posible, no solo para recibir a Steve sino para que sus primeras fotos en familia fueran perfectas. Si todo salía bien, sacaría tantas como pudiera, y luego las mandaría a imprimir para hacer un álbum. Y dentro de algún tiempo, cuando hubieran adoptado a Nébula, agregarían más fotos esta vez con los cuatro juntos. Al evocar esa imagen en su mente se sintió tan conmovido que debió sentarse en la cama, temeroso de perder el conocimiento.

"Me cuesta creerlo" pensó llevándose una mano al corazón. "Yo estaba tan solo hasta hace un año... y ahora tengo a Peter, a Steve, ¡Dios mío, tengo a un hombre por pareja y lo amo! Y por si fuera poco tendré otra hija... Nébula... oh, ¿y si ella no me quiere como padre? ¿Qué haré si me rechaza?"

-¿Papi? Papi, ¿estás llorando?- inquirió Peter al encontrarlo todavía sentado, con los ojos húmedos y las manos temblorosas. Tony negó y le hizo una seña para que se acercara, y lo abrazó con todo su amor como siempre lo hacía.

-No, querido, no estoy llorando. Solo pensaba en cosas...

-¿En qué cosas? ¿En el maestro Steve?

Era una pregunta inocente y sin embargo Tony la sintió tan acertada, que asintió despacio y sin preocuparse de disimular la respuesta.

-Sí, en él. He pensado mucho en él últimamente...

Notas finales:

Originalmente, había pensado algo bien distinto: Tony adoptaba a Peter, después a Nébula, y recién después empezaba a sentir cosas por Steve. De hecho tenía una escena en mente donde él va con sus hijos a cenar y se cruza con Steve, que está cenando con Natasha, y se pone tan celoso que la propia Nébula se da cuenta y se burla de él. Las cosas se dieron de manera diferente como podrán ver, pero el amor sigue estando ahí.

En el próximo capítulo el momento más esperado: Steve y Tony decididos a blanquear de una vez su amor ante su hijo. ¿Cómo se lo tomará Peter?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).