Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

OHANA por Kitty Pasta

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Steve y Tony al fin reúnen coraje para decirle toda la verdad a Peter.

Steve llegó a la Torre Stark puntual a las nueve, vestido con su mejor traje azul marino, zapatos bien lustrados y la barba recortada y prolija. Llevaba una botella de champagne como regalo para Tony, para que pudieran brindar durante la cena. Cuando tocó el timbre y lo atendió el propio Tony con Peter de la mano, sintió una emoción mucho más fuerte de lo que había sentido nunca por ninguna persona. Se inclinó sobre el mayor y lo saludó con un beso en la mejilla muy dulce, estrechándole la mano a continuación al niño y dedicándole una sonrisa paternal que Peter adoró.


-Maestro Steve, pase por favor, pase... lo estábamos esperando.


-Gracias, querido. Tony, espero que sea de tu agrado- dijo entregándole la botella y suspirando para descargar tensiones.- Es un pequeño obsequio para que brindemos.


-Me encanta. Será un placer beber esto contigo más tarde.


Tras el nerviosismo inicial ambos hombres intercambiaron una mirada cómplice por sobre Peter y asintieron, y se dirigieron al comedor con más confianza. El niño se veía feliz y chispeante, quizás intuyendo algo, porque en cuanto Steve se sentó él declaró en voz alta:


-Papi, siéntate tú también, que yo serviré la mesa.- Ante su comentario Tony rompió a reír, y le preguntó por qué quería hacer eso. Peter contestó:- bueno, así tú y el maestro Steve pueden ir conversando de cosas de adultos sin mí delante.


-Mi amor, te lo agradezco mucho, ¡pero no hace falta! Ven, siéntate tú que papá se encargará de servir, y después podremos conversar todos juntos. ¿Por qué creíste que Steve y yo querríamos hablar de algo sin ti presente?


-No lo sé...


-Peter, tu papá y yo no tenemos que ocultarte nada- colaboró Steve mientras Tony se retiraba discretamente a la cocina.- Si hay cosas que queremos hablar, pero contigo, no entre nosotros.


-¿Qué es lo que tengo que saber?- preguntó ansioso.


-Ten un poco de paciencia, querido.


Los filetes eran tan sabrosos y ligeros como si estuvieran hechos de manteca, y la guarnición de guisantes, zanahorias y salsa con albahaca era deliciosa y llena de sabor. Tony le sirvió a su novio con cierto neviosismo, pues era la primera vez que le cocinaba y quería que saliera bien. Tuvo un breve momento en que se cuestionó por qué estaba actuando como una ama de casa de los años cincuenta: después, vio la expresión de goce de Steve al probar el filete y todo su orgullo se desvaneció contra la felicidad que le provocaba saber que su cocina era digna de la aprobación del rubio.


-Tony, que maravilla... ¡mejor que la comida de un restaurante!


-¿De verdad? Qué bueno que te guste. Peter, ¿cómo está, rico?


-¡Riquísimo! Papi, cocinas cada vez mejor. ¡Te adoro!


-Y yo te adoro a ti, corazón... quería que esta cena fuera perfecta para todos, así que me alegra verlos tan felices.- Sonrió.- He esperado tanto...


-Papá, ¿qué es esa cosa que quieren contarme y no se animan?- preguntó Peter al cabo de unos instantes, tras ver como los mayores cruzaban frases banales y le hacían frecuentes preguntas sobre como se sentía.- Ya me está dando curiosidad.


-Bueno, Peter, es algo muy importante, pero primero podríamos terminar de comer, ¿no te parece?


-¡Oh! ¿Algo muy importante?


-Sí, pequeño- intervino Steve.- Algo que, creemos, te gustará.


Peter no dejó de mirarlos, y los vio tan sonrientes que sintió un brinco en el corazón. Ansioso por saber cual era la gran noticia, se apresuró a terminar su filete y a devorar los pedacitos de zanahoria embebiéndolos en salsa, provocando la risa de Tony.


-¡Peter, tranquilo! No hace falta que te atragantes...


-Es que quiero terminar pronto para que me digan qué pasa. ¡Por favor, papá, estoy muerto de curiosidad, no sean así! Díganme. No sean malos...


Tony suspiró, y se dijo a sí mismo que ya estaba bien de suspenso. Peter tenía los ojitos brillantes de expectación y Steve los miraba a ambos con amor, con el brazo extendido sobre la mesa, como si quisiera tomarle la mano. Lo conocía muy bien y conocía sus deseos.


-Peter, cielo. Escucha con atención. Esto es realmente muy importante, y quiero que estés relajado para oírlo. ¿Sí?


-¡Sí, papá, por favor! ¿Qué es lo que sucede?


-Bien.- Respiró hondo.- Steve y yo, como podrás imaginar, nos hemos hecho muy buenos amigos desde hace un tiempo. Más allá de que sea tu maestro, nos llevamos bien porque compartimos muchas cosas en común, y disfrutamos pasar el tiempo juntos. Ya sea hablando, cenando, intercambiando ideas...


-Sí, lo sabía. ¡Ustedes son mejores amigos!


Steve rió encantado.- Sí, podría decirse que sí. Tu papá y yo iniciamos una bonita amistad desde que nos conocimos.  Solo que, con el tiempo, esa amistad se fue haciendo más grande... ¿Tony?


Tony Stark tuvo un sonrojo que no quiso irse de su cara, pero no dejó que eso lo detuviera.- Steve tiene razón. Nuestra amistad se hizo tan grande y tan especial, que nos dimos cuenta que era algo más grande. Que no nos bastaba con ser amigos. Peter, cielo... Steve y yo...- Steve le tomó la mano despacio y Peter se quedó impactado, pero eso ayudó a Tony a reunir coraje y completar la frase.- Hijito, Steve y yo nos queremos mucho. Muchísimo.


-¿Están enamorados?- preguntó Peter con una sonrisa infantil de entusiasmo.


-Sí, querido.- Al admitirlo en voz alta Tony rompió a reír por los nervios y dijo, tembloroso:- estamos enamorados y queremos ser novios, y cuidar de ti los dos juntos, como una familia. ¿Qué te parece eso? ¿Te gustaría que Steve sea parte de nosotros?


-¡Sí, sí, claro que me gustaría!- gritó Peter saltando de su silla y corriendo a abrazar a su papá, alborozado.- ¡Me encanta que el maestro Steve sea tu novio! Es tan bueno, ¡seguro que será un buen novio para ti!


-Peter, ¡qué dulce de tu parte!- terció Steve perdiendo el control y lagrimeando, parándose él también y uniéndose al abrazo familiar como tanto había deseado.- Por supuesto que seré un buen novio para tu papá y lo haré feliz, y también cuidaré de ti como si fuera tu padre. Te lo prometo.


-¿Otro padre...?


-Mi bebé- musitó Tony con la voz quebrada.


-Peter, dulzura... ¿crees que podrías, quizás... llamarme "papá" y no "maestro"?- pidió Steve vacilante, sin saber si estaba bien presionarlo tanto. Su sorpresa fue inmensa y grata cuando vio a Peter asentir y tomarle una mano, sonriente como el sol.


-Papá Steve... y papi Tony... ¡los quiero mucho a ambos!


Tony rompió a llorar de forma definitiva. No importó lo mucho que lo abrazaran su hijo y su novio, no pudo parar de llorar. Steve lo ayudó a pararse y le dio un beso en la mejilla, rodeándolo por la cintura, mientras Peter hacía lo propio del otro lado. Con un hilo de voz, alcanzó a decirle a ambos lo mucho que los amaba, y el rubio, solícito, se encargó de llevarlo hasta la sala, donde se sentaron los tres con más comodidad.


-Perdón- les pidió mordiéndose el labio, buscando desesperadamente recuperar la serenidad.- No quería ponerme tan sentimental, pero no puedo evitarlo...


-Papi, ¿hice algo mal para que lloraras?- preguntó Peter mirándolo con preocupación.


-¡No, mi amor, como se te ocurre! No hiciste nada mal, al contrario. Me llenaste de alegría al tomar tan bien la noticia de que Steve y yo somos novios, y si lloro es por eso, por lo feliz que soy. Para mí lo más importante de todo era darte la noticia y que tú reaccionaras bien, así que verte aceptarlo me alivia y me enorgullece como no te imaginas.


-¿Les cuento un secreto? Yo ya quería que ustedes fueran novios- reveló Peter con aire travieso y logrando que tanto Tony como Steve enrojecieran brevemente y rieran a la vez.


-¿Cómo es eso, cielo? ¿Acaso ya sabías...?


-No, no lo sabía, pero los vi tan contentos la otra noche en el restaurante que los imaginé siendo novios. ¡Y tenía razón! Ustedes se aman.- Le bullía el pecho al decir esas palabras.- Se aman...


-Ahora sería un buen momento para brindar, ¿no?-intervino Steve con ligereza, buscando recuperar la divertida atmósfera de antes.- Por nosotros, y por la familia que vamos a formar. ¿Qué les parece?


-¡Oh, sí! Iré por las copas.¡Ustedes no se muevan de aquí!- indicó Tony saliendo disparado a la cocina y regresando con copas, el champagne y una jarra del jugo favorito de Peter. Su niño miraba encandilado al rubio, estirando una mano con timidez como si quisiera tocarlo y no se atreviera. Steve volvió a suspirar y le dijo, con total amor y confianza:


-Peter... ¿no vas a abrazarme?


-Papi Tony, ¿puedo?


-Claro que sí- aceptó encantado.- Vamos, dale un abrazo de bienvenida a tu nuevo papá.


Steve se sintió en las nubes cuando el pequeño gateó por el sofá y lo abrazó con torpeza, como si le diera vergüenza. Sin embargo, el niño no lo soltó hasta que Tony hubo llenado sus copas y les diera una a cada uno. Estaba desbordado. Peter lo quería y lo aceptaba, no había dudado ni un segundo en proclamar su aprobación al saber de su pareja.


-Bueno, ahora sí, brindemos. Empiezo yo.- Tony inclinó la cabeza ante Peter y le sonrió.- Brindo por nosotros tres, porque de a partir de hoy seamos una familia unida y feliz, y estemos siempre juntos.


-Y yo brindo por ustedes, mi gran amor Tony y mi hijo... al cual espero poder cuidar como se merece.


-Y yo brindo por mi papi Tony y mi papá Steve, porque son los hombres más geniales del mundo- aseguró el castaño alzando su vaso de jugo, dedicándole a ambos sendas sonrisas llenas de amor.- No sabía que podía ser más feliz de lo que ya era, pero ahora lo sé.


-Salud- corearon los tres, bebiendo y volviendo a abrazarse para reafirmar su alegría. Peter en particular parecía no querer soltarlos, y Tony lo conminó a hacerles todas las preguntas que quisiera acerca de su relación, y de como pensaban seguir de allí en adelante.


-Seguro que tienes muchas dudas, pero nosotros estaremos aquí para resolverlas. ¿De acuerdo?


-Sí, papi... es solo que ahora no se me ocurre nada, ¡solo quiero estar aquí con ustedes!- exclamó Peter.- Se me hace tan bonito saber que ahora el maestro Steve es mi papá... Oh, cielos, ¡me da vergüenza decirlo en voz alta! En la escuela me mirarán raro.


-No te preocupes, querido, de eso ya me encargaré yo- aseguró Steve palmeándole el hombro.- Hablaré primero con el director Fury, para que sepa que estoy en pareja con un padre de la escuela, y cuando eso esté en claro se lo contaremos a la clase. ¿Tony?


-Estoy de acuerdo- aprobó Tony dándole un beso en el pelo a su hijo.- Yo iré a la escuela con ustedes mañana. Entonces, cuando todo se sepa, podremos empezar a pasearnos juntos como la familia que somos.

Notas finales:

Qué familia tan preciosa. Y pronto será más grande.

Espero que sigan leyendo y disfrutando de OHANA parea ver todo lo que se viene ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).