Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

OHANA por Kitty Pasta

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tony acude corriendo a buscar a su hijo a casa de Stephen después de saber que tuvo una extraña pesadilla. 

Tony llegó al departamento de Stephen casi a la medianoche, pero completamente despierto y deseoso de ver a su hijo. Subió como una luz sin siquiera pensarlo, y apenas llegó ante su puerta el doctor le abrió con semblante aliviado.

-Qué bueno que llegaste- dijo por todo saludo. Tony asintió y entró mirando para todos lados, y vio a Ross en ropa de casa acercándose por un pasillo.

-Tony, por aquí.

-¿Dónde está mi hijo? ¿Está bien?- preguntó yendo hacia él y olvidándose por completo de sus habituales bromas sobre la pareja.

-Está un poco más tranquilo en la cocina. Le ofrecí unas galletas a ver si se distraía…

Tony entró a la cocina y se encontró con un Peter vacilante, que apenas había tocado las galletas que tenía sobre el plato. Al verlo entrar su expresión cambió por completo y corrió hacia él sollozando, prendiéndose de su cintura como si fuera la primera vez. Tony se agachó para quedar a su altura y lo estrechó con fuerza, totalmente descolocado por ver a su hijo en semejante estado de tristeza. De repente la declaración de amor y el beso de Steve quedaron  muy atrás, eclipsados por lo que tenía delante.

-Peter, mi amor, ¿qué pasó, pequeño? ¿Qué soñaste para estar así?

-Papá… ¡papá, yo…!- el niño hundió la cara en el pecho de su padre y balbuceó cosas inentendibles, por lo que Tony lo levantó y se sentó en una silla; Peter se acomodó en su regazo y se dejó mecer por él hasta que las lágrimas desaparecieron, y solo quedó un débil hipido. El mayor, sin dejar de mecerlo, le preguntó con suavidad:

-¿Ya estás más tranquilo, cariño?

-Sí… pero… no me sueltes- pidió pasándose la manga por la nariz.- No quiero estar lejos tuyo, papá, nunca más. Quiero que me abraces siempre.

-Sí, mi amor- obedeció Tony besándole el pelo.- ¿Pero qué te parece si primero volvemos a casa? ¿No quieres que estemos solos así me cuentas que pasó?

-¿El tío Stephen está enojado conmigo?

-Claro que no, Peter, Stephen y Ross solo se preocuparon al verte tan angustiado, y me llamaron porque querían que sonrieras de nuevo. No están molestos ni mucho menos.

-Entonces sí quiero ir a casa- contestó, todavía sin mirarlo a los ojos. Tony suspiró y se dio cuenta que le temblaban las manos, por lo que hizo un esfuerzo para tranquilizarse antes de levantarse y acompañarlo al cuarto a buscar su mochila. En la sala, Stephen y Ross cuchicheaban con rostros serios hasta que los vieron. Stephen se paró de inmediato.

-Tony, lamento haber interrumpido tu…

-No te preocupes, eso no importa ahora. De hecho te agradezco… les agradezco a ambos que hayan cuidado a Peter y me hayan llamado. Nos vamos a casa, pero gracias por todo.

-Hicimos lo que correspondía- contestó Ross mirando al niño con simpatía, pero éste no le devolvió la mirada ya que tenía el rostro hundido contra la cintura de su padre. Tony le hizo un gesto que indicaba que aún estaba nervioso, y luego se despidió de ambos con discreción para no alargar más el momento. En el auto no quiso atosigarlo y dejó que se recostara contra su brazo, pero no dejó de preguntarse qué sueño lo habría perturbado de esa manera. No era tan pequeño como para temerle a monstruos y espíritus, así que, ¿qué podría ser?

Para cuando llegaron a la Torre Stark Peter se había dormido otra vez, de modo que lo cargó en sus brazos hasta el cuarto e intentó acostarlo, pero el movimiento despertó al niño y lo dejó parpadeando un segundo. Luego, con un visible temblor, preguntó:

-Papá, ¿te vas a ir otra vez?

-No, querido. Después de acostarte pensaba ir a dormir, ya que es muy tarde… vaciló y se sentó en su cama.- A menos que quieras hablar de lo que pasó.

-Me da vergüenza- contestó Peter temblando.- Creo que me porté mal y te hice avergonzar con el tío Stephen y el tío Ross… papá, perdóname, no quise…

-¡No tienes que disculparte por nada, Peter! Una pesadilla la tiene cualquiera, pero si te angustió al punto de llorar es mi obligación como padre averiguar que fue y ayudarte a superarlo.

-Soñé que desaparecías- dijo el niño con ojos húmedos.- De pronto ya no estabas por ninguna parte, y yo me quedaba solo de nuevo y tenía que volver al orfanato.

-Oh, cielos…

-¡No quiero perderte, papá!- imploró Peter retorciéndose las manos, como si la sola idea fuera insoportable.- Cuando desperté y vi que no era mi cuarto no pude evitar gritar y alertar al tío Ross, porque no te vi y…- Tony no lo dejó continuar, lo tomó entre sus brazos y lo llenó de besos como si no hubiera un mañana, espantando por la profundidad de su miedo. ¿Estaba siendo negligente al dejarlo tantas veces solo para salir por ahí? No lo creía, pero lo cierto era que Peter lo necesitaba y él tenía que estar más atento.

-Escúchame bien, mi amor, yo nunca voy a desaparecer- afirmó.- Papá nunca te va a dejar solo, pase lo que pase. Te lo juro. Estaré a tu lado para siempre.- Peter volvió a serenarse y acostarse contra él, por lo que sugirió:- escucha, ¿por qué no te pones el pijama y vienes a dormir a mi cuarto esta noche? Así no te sientes solito.

Mientras Peter se cambiaba Tony se alejó un poco y llamó a Steve, rogando que lo atendiese pronto. En efecto a los pocos segundos la voz del rubio se oyó al otro extremo de la línea, y sonaba tan dulce como antes de que su cita fuera interrumpida.

-Tony, estaba esperando que llamaras. ¿Cómo está Peter? ¿Ya están en casa?

-Sí… gracias por preocuparte. Peter está mejor pero, si te soy sincero, nunca había estado tan nervioso en mi vida. Ver a mi hijo llorando es lo peor del mundo, no quiero volver a pasar por algo así jamás.- Respiró hondo y continuó.- Tuvo una pesadilla en la que yo desaparecía y él volvía al orfanato. ¿Entiendes? Se asustó mucho y no lo culpo.

-Pobre angelito… pero, Tony, seguro que tú sabrás confortarlo, no tengo dudas- lo animó Steve.- Eres un buen padre y tienes el poder de hacerlo sonreír, así que no te desanimes tú.

-Gracias- repitió en voz tan baja que era casi un susurro. Estaba realmente cansado y solo quería acostarse, pero saber que Steve lo apoyaba era un consuelo muy bonito. Consciente que Peter pronto saldría de cambiarse, reunió fuerzas y dijo:- quisiera que habláramos más, pero tengo que irme. Solo déjame decirte una última cosa…

-Dime lo que quieras.

-Muero de ganas de volver a verte- confesó con los ojos cerrados y mordiéndose el labio.- En verdad quiero verte y abrazarte, Steve. Todo lo que está pasando entre nosotros es tan fuerte y tan hermoso, que no puedo pensar en nada más. Te necesito.

Al oír eso Steve también cerró los ojos e hizo el sonido de un beso, tan enamorado que le costó trabajo no salir corriendo hasta la Torre Stark.- Yo también te necesito, Tony. Mucho, mucho.

-Debo cortar, oigo a Peter acercarse.

-De acuerdo. Ve y mañana hablamos. Y recuerdo que te quiero.- Tony dejó su celular a tiempo de ver a su hijo salir del baño con el pijama puesto y la carita lavada. Aún tenía los ojos un poco irritados pero su expresión ya era la misma de siempre, por lo que disfrutó la sensación de alivio y lo tomó de la mano con entusiasmo.

-Ahora sí, vamos a dormir que ya es muy tarde.

-Sí, papá… y perdóname de nuevo, por mi culpa tuviste que suspender la cena con tu amigo…

-No importa, querido, él entiende que tú eres primero.- A Peter ni se le ocurrió preguntar quién era ese amigo, de hecho casi no habló más en cuanto vio la enorme cama de su padre, tan grande y mullida que parecía hecha de nubes. Al principio pareció algo cohibido, pero después cedió a la tentación de arrellanarse junto a él con total naturalidad, como si abrazarlo le proporcionara la seguridad necesaria para dormir sin pesadillas. Tony sintió que nunca había estado en mejor compañía en su alcoba.

-Buenas noches, Peter. Que descanses bien.

-Buenas noches, papi- musitó antes de cerrar los ojos por tercera vez en la noche.

(…)

Se había preparado para que le pidiera permiso para quedarse en casa, por lo que se llevó una gran sorpresa cuando Peter lo despertó y declaró que estaba perfectamente para ir a la escuela. Era evidente que pasado el susto y tras una buena noche de sueño volvía a ser el mismo niño alegre y dinámico de siempre, por lo que Tony lo celebró preparándole un desayuno de reyes.

-¿Estás seguro que quieres ir? Papá te llevaría con gusto a pasear si se lo pides…

-Te lo agradezco, pero no hace falta, papi. Estoy bien. Ya no estoy asustado, porque dormiste conmigo y me meciste en tus brazos cuando estaba triste.

Tony le sonrió orgulloso y lo dejó desayunar en paz, mientras se iba a vestir y de paso intercambiaba otra charla secreta con Steve. El rubio se alegró mucho de saber que Peter se había recuperado, y le aseguró que lo vigilaría por si notaba cualquier cosa extraña.

-Te lo agradezco, me voy a sentir más tranquilo si sé que estás al pendiente.

-Dalo por hecho. Pero hablemos de ti, ¿cómo te sientes después de una noche tan agitada?

-Ahora que mi hijo sonríe de nuevo, estoy perfecto. Además me tranquiliza mucho saber que puedo llamarte y que me atenderás, me hace pensar que no estoy solo en esto.

-No lo estás. Debemos ir despacio para no confundir a Peter, pero te aseguro que voy muy en serio contigo y siempre podrás buscarme si me necesitas.

-Sabes… dentro de poco será su cumpleaños. Su primer cumpleaños como Peter Stark, ¿puedes creerlo? Quiero hacerle una enorme fiesta, e invitar a todos sus amigos para que se divierta como nunca. El problema es que jamás he organizado una fiesta infantil y no quiero meter la pata. ¿Tú me ayudarías?

-¿Bromeas? Será un honor ayudarte a que Peter tenga el mejor cumpleaños de su vida.- Steve rió al recordar experiencias pasadas.- Los padres siempre me invitan en calidad de maestro de sus hijos, pero sería la primera vez que participo así. Como pareja del padre- se animó a decir logrando que Tony se pusiera colorado al oír ese término.

-¿Somos pareja, Steve? ¿Tan pronto?

-Yo no quiero esperar… te quiero demasiado como para esperar, Tony- aseguró con un ligero temblor, preguntándose si no estaría presionando de más al mayor. La suave respuesta de éste le confirmó que no era así, y el alivio hizo que se le aflojaran las piernas.

-En realidad yo tampoco quiero esperar. Aunque no podamos decirlo todavía, me sentiré mucho mejor si ya sé que eres mi novio.

-Tú y yo nos debemos otra cita en la que pueda pedírtelo apropiadamente- aseguró Steve con cariño.- Hasta entonces, siéntete libre de pensar en mí como tu novio. A fin de cuentas es lo que seré, más tarde o más temprano.

Notas finales:

Este capítulo era una escena extra del anterior, pero decidí alargarlo un poco para mostrar lo profunda que es la relación de los Stark. Peter quiere tanto a su padre que la idea de perderlo le resulta aterradora, y a su vez Tony, por mucho que esté empezando una relación amorosa con Steve, no se olvida que antes que nada está cuidar de la felicidad y la seguridad de su querido hijo. Tranquilas, que la pesadilla no tendrá ninguna consecuencia. 

Dentro de pocos capítulos será el cumpleaños de Peter y, después de eso, la familia se empezará a agrandar... y con más de una persona! Espero que sigan leyendo OHANA para ver como evoluciona la familia Stark Rogers. Va a ser increíble.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).