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KILLING A SEAHORSE /KOOKMIN por BTSBOMB

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Notas del capitulo:

Gracias a todos por leer! Espero y les guste el segundo capítulo! Por favor, dejen sus opiniones. :) Acepto críticas y sugerencias!

« ¿Qué es lo estoy haciendo? ¿Cuándo fue que volví de esto una venganza? », me pregunté. Te he perdido a ti, sin embargo, ahora siento como poco a poco me voy perdiendo a mí mismo. « Taehyung, ¿estás buscando amor en alguien más? », me preguntó a mí mismo. Creo que al igual que tú me siento carente de amor. En este momento ambos estamos buscando el amor que no nos damos uno al otro.

No, ahora que lo pienso, ambos buscamos cosas muy distintas. Yo no estoy buscando amor, en realidad siento estar buscando algún tipo de consuelo.

« ¿También te sentiste mal al engañarme por primera vez? », me pregunté.

Recargué todo mi cuerpo contra la pared. Miré hacia el cielo y comencé a respirar por la boca. Mi respiración era agitada y constante. Me sentía ahogar en mi propia saliva. Los músculos de mi rostro se contraían ante cada sensación placentera. Miré hacia abajo lentamente, pude ver los cabellos despeinados de Jimin. Enredé mis dedos entre sus cabellos para aferrarme a estos con fuerza. No pude evitar gemir. Su boca era tan cálida.

Los húmedos labios de Jimin besaban mi erecto miembro de vez en cuando. Cada vez que este lo llevaba hacia su boca, mi cabeza daba vueltas. Mis piernas temblaban y se sentían sin fuerza. Con mi mano en sus cabellos, guiaba la cabeza de Jimin hacia adelante y atrás con cierto ritmo. La sensación de sus labios en mi era tan dulce, pero el remordimiento que recorría mi piel volvía de sus besos fuego ardiente.

De vez en cuando hacíamos contacto visual. Seria mentira decir que su mirada no me causaba excitación. Sus cabellos pegados en su frente por el sudor y sus mejillas sonrojadas me encantaban. La luz de la luna acariciaba su rostro, esta se reflejaba en sus profundos ojos oscuros.

Después de unos minutos, una alucinante sensación recorrió mi cuerpo. Había llegado a mi límite. Tras sentir un escalofrió, tome a Jimin por su brazo y lo aparte de mí. Usando mis manos, rápidamente guardé mi miembro dentro de mi pantalón. Jimin me veía extrañado ante mi comportamiento. Inconscientemente, solté un fuerte suspiro al sentir mi pantalón humedecerse.

-Jimin...-Dije su nombre entre balbuceos. Me mantuve en silencio para recobrar el aliento. Lo miré. Este limpiaba su boca usando su antebrazo. –L-lo lamento.

Me senté en posición fetal frente a Jimin y comencé a limpiar cualquier rastro de suciedad en su cara. Pase la mano sobre su frente y me aseguré de ser cuidadoso. El clima era frio, pero mi cuerpo tanto el de Jimin se sentían cálidos.

Jimin seguía de rodillas frente a mí, sus ojos observaban cada uno de mis movimientos. Estos mostraban dulzura y brillaban mucho más que la luna. Me perdí en su mirada. Sin terminar el contacto visual, me alejé un poco hasta lograr tocar la pared con mi espalda. Finalmente me había dado cuenta del error que había cometido. Llevé ambas manos hacia mi cabeza y tiré de mis cabellos con fuerza.

Me sentía frustrado. Me había equivocado. « ¿Qué acabo de hacer? », me pregunté. No sabía si fue el alcohol o el deseo de venganza el cual me había llevado a este punto. No lograba pensar con claridad.

-¿Te encuentras bien, Jungkook? –Escuché su dulce voz y le miré fijamente. Este se acercó a mí lentamente y de rodillas se posicionó entre mis piernas. Parecía preocupado.

-Jimin, lo lamento mucho. –Le dije con voz baja. Escondí mi rostro debido a la vergüenza. –Lo que acabo de hacer está mal. Discúlpame. Yo no soy así. Me sentí humillado y lastimado. Lo que acaba de ocurrir fue por simple impulso. Estaba molesto.

Jimin soltó una leve carcajada. Se relamió los labios y su rostro se tornó serio

-No te disculpes. Yo fui quien te incitó a esto. –Me dijo. –No te preocupes, no diré nada al respecto. Este será nuestro pequeño secreto.

-Sentí la necesidad de demostrarme que no solo él puede ser feliz. Quería hacer lo mismo por despecho. –Confesé. –Me engañaron, quería pagar con la misma moneda. No sé qué pasa conmigo, no soy esta clase de persona. No quiero ser como él.

Jimin suspiró y se sentó a mi lado. Ambos recargados contra la pared. Juntos miramos las estrellas en aquel callejón oscuro por varios segundos.

- ¿Sabes algo? Todos somos así. Él, tú y yo somos muy parecidos. –Escuché a Jimin hablar. Le miré, el seguía viendo hacia el cielo. –Vi que negaste una llamada. Seguramente era de tu novio.

Empujé mi lengua contra mi mejilla interior. Me sentía avergonzado. Lo continúe mirando y escuchando sus palabras.

-No te sientas culpable por haberlo hecho. –Rio ligeramente. –Tu aceptaste mi compañía por tu bien emocional, de igual manera, el acepta compañía ajena para su propio beneficio. Así que no te sientas mal por tus acciones, todos buscamos el bien propio.

Dejé de mirar a Jimin para mirar hacia el cielo.

-El sigue siendo mi novio. Siempre he respetado su lugar. Jamás creí que podría actuar así solo por resentimiento. –Hablé.

-Lo que hiciste no fue una acción de resentimiento. Cuando una persona actúa por resentimiento, se asegura que la otra persona salga lastimada. Lo que te llevo a este punto fue la falta de amor y de cariño. Buscar el propio beneficio es parte de la naturaleza humana. Es válido ser egoísta de vez en cuando. –Las palabras de Jimin me habían dejado perplejo. Sonreí levemente ante sus palabras de “aliento.”

-¿Me estás diciendo que ser infiel es correcto? –Le pregunté curioso. No podía dejar de sonreír, de alguna manera esto me parecía bastante gracioso.

-Solo si no lo ves desde un punto moral. –Respondió. Me miro a los ojos y sonrió. Sus ojos eran más bellos cuando sonreía. –Yo no te voy a juzgar, así que no me debes dar excusas justificando tus actos.

Nos miramos mutuamente. La luz de la luna nos dejaba ver dentro del otro. Sentí como mi ropa comenzaba a ponerse húmeda, miré hacia el cielo y pude ver pequeños copos de nieve caer sobre nosotros. Jimin se puso de pie y vi como este se quitaba su saco. Lo sacudió un poco para después ponerlo sobre mi espalda.

Le miré sorprendido. Este me extendió su mano invitándome a reincorporarme.

-Si no tienes auto, te llevaré a casa. –Dijo Jimin. Con mi mano temblorosa, acepté tomar la suya para ponerme de pie. No quería dejar de sostener su mano. Incluso ya de pie, me mantuve sosteniéndola. Jimin y yo caminamos por el callejón camino a su auto sin siquiera soltar nuestras manos.

Le di la dirección de mi apartamento a Jimin. Me aseguré de encender mi celular y avisarle a Jin que estaba por regresar por mi cuenta. Noté varias llamadas perdidas de Taehyung, me parecía bastante rara su insistencia. Durante el transcurso, Jimin y yo tocamos varios temas. Reímos e intercambiamos puntos de vista. No pude evitar oler el perfume impregnado en su saco. Me recordaba al antiguo perfume que usaba Taehyung. Inhalé el aroma una vez más y cerré los ojos.

Al estar cerca del apartamento, le pedí a Jimin dejarme dos cuadras antes de llegar. No quería correr el riesgo de que alguien me viera. Jimin se estacionó donde le pedí y me dispuse a bajar de su auto.

Cuando bajé del auto, Jimin ya había bajado de igual manera. Se acercó a mí y acomodo el saco que tenía sobre mi espalda. Le miré sin decir nada. Parecía estar preocupado por mantenerme caliente. Sonreí levemente ante su gesto sin que él lo notara. « Jimin es muy cálido », pensé.

-Creo que debería irme. –Le dije algo apenado. –Gracias por todo. Y también lo lamento. –Por una extraña razón me estaba costando trabajo despedirme de él.

« ¿Es este el final? », me pregunté. Jimin tomó una de mis manos y le miré directamente.

-¿Podríamos seguir viéndonos? –Me preguntó. Trague saliva y quité la mano de Jimin de la mía. Este parecía sorprendido.

-Lo lamento, Jimin, pero creo que es mejor no vernos más. Discúlpame, pero mi intención jamás fue encontrar un amante. –Confesé. -Lo sucedido fue algo imprevisto. Mi intención solo fue ir a verificar mis sospechas. Jamás imaginé que terminaría de esta manera. –Le dije. Jimin bajó la mirada y llevó sus manos hacia los bolsillos de su pantalón.

-Ya veo. –Respondió Jimin con una voz ronca. –Ojalá nos hubieras conocido en otras circunstancias. Estoy seguro que tampoco quieres que seamos amigos.

Apenado, asentí con la cabeza. Sabía que de algo así no se podría sacar una buena amistad. No después de lo sucedido.

-Fue un gusto conocerte, Jeon Jungkook. Espero y todo se resuelva. No te preocupes demasiado y ve por ti. –Jimin intentó sonreírme. Sentí un extraño vacío en mí.

-Oh, casi lo olvido. Aquí tienes, muchas gracias. –Le dije mientras me quitaba el saco que me había prestado. Acerque el saco hacia él y este negó con la cabeza.

-Consérvalo, es un recuerdo. –Respondió. El frio viento despeinaba su cabello y sonrojaba sus mejillas. Parecía que el viento las besaba hasta enrojecerlas. Asentí con la cabeza. Un nudo se formó en mi garganta. Le sonreí con dificultad y di dos pasos hacia atrás. « ¿Es esto lo que quiero? », me pregunté.

Nunca estaremos solos de nuevo. Algo así no pasa todos los días. Me detuve abruptamente. Por mi mente pasaron todos aquellos momentos en los cuales me había arrepentido de algo. Ahora comienzo a pensar lo que realmente hubiera deseado decirle.  « Me encantaría volver a verte », pensé.

Me di la vuelta y caminé a paso rápido hacia Jimin. Sin decir nada, tomé su rostro entre mis manos y besé sus fríos labios. Profundice el beso y sostuve su cara como si no quisiera dejarle ir. Sentí sus brazos rodear mi cintura. Nos separamos un momento solo para ver nuestro rostro por última vez. No quería arrepentirme nuevamente. Solo quería besarlo y mirarlo una vez más. Nos besamos nuevamente.

-Gracias, Jimin. –Susurré sobre sus labios. Le sonreí y finalmente me separé de él. Puse su saco sobre mi espalda y salí corriendo hacia el edificio en donde se encontraba mi apartamento. Mientras corría, miré hacia atrás varias veces; Jimin seguía ahí parado viendo como me alejaba. Me despedí nuevamente agitando mi mano hacia ambos lados. Jimin hizo lo mismo hacia mi dirección. A pesar de la distancia, podía ver que este mantenía una sonrisa en su rostro.

Creo que recordaré esa sonrisa durante mucho tiempo. Después de correr unos minutos, la silueta de Jimin había desaparecido. Finalmente todo había terminado. Mire hacia su dirección por varios minutos. Solo podía ver la nieve cayendo en mí alrededor. Coloque mi mano sobre mi hombro y acaricié el saco que me había regalado. Por alguna razón, esperé bajo la nieve durante varios minutos para ver si este regresaba. Jamás regreso.

                          *Dentro del apartamento*

Antes de entrar al edificio, me aseguré que el carro de Taehyung no estuviera en el estacionamiento. Me sentía tranquilo al saber que no lo encontraría en casa esta noche. Entré al edificio y tomé el elevador como de costumbre. Abrí la puerta del apartamento con cuidado y entré en silencio. Di la espalda para cerrar la puerta y encender la luz. Un escalofrió recorrió mi cuerpo al escuchar una voz detrás de mí.

-¿Dónde estabas? –Me preguntó Taehyung quien estaba detrás de mí. Al verlo pude notar que estaba usando su pijama. « Parece que llego hace tiempo », pensé. Me sorprendí bastante, pues estaba seguro de no haber visto su auto en el estacionamiento. –Te llamé varias veces.

-Oh, me quedé sin batería. Lo lamento. –Respondí algo nervioso. -Yo estaba en una fiesta que organizó Yoongi en su casa.

Evité el contacto visual a toda costa. Me quité el saco que Jimin me había obsequiado y sacudí la nieve que tenía encima. Con cuidado lo coloque sobre el sofá. No estaba seguro si Taehyung había visto a Jin en la fiesta de Namjoon, así que no quise mencionar a Jin durante la conversación.

-¿Por qué haría Yoongi una fiesta? Creí que dijiste que él estaba muy ocupado componiendo. –Me preguntó. Di un suspiro y no pude evitar hacer una mueca.

-Porque quiere y puede. –Le respondí de mala gana. Sus preguntas comenzaban a irritarme. –Tiene que divertirse de vez en cuando. ¿No crees?

Taehyung me vio de manera diferente. Él sabía que pasaba algo conmigo.

-¿Estas borracho? –Dijo mientras con su mano intentaba sujetar mi mentón y girar mi rostro hacia su dirección. –Nunca bebes, ¿pasa algo?   

Gire mi cabeza para evitar su mano tocando mi rostro. Caminé hacia el closet de la habitación y me dispuse a sacar ropas de ahí.

-Estoy bien. Solo me sentí con ánimo de beber. –Respondí. Comencé a buscar mi pijama en el closet. -Y dime, ¿dónde estabas tú, Taehyung? –Le pregunté.

Era obvio que yo sabía la respuesta, pero tenía curiosidad por escuchar su mentira. La presencia de Taehyung me hacía sentir un poco incómodo. Me sentía triste, débil. No podía mirarle a los ojos, si tuviera que mirarle, seguro estallaría en lágrimas. Escondí la mirada entre las ropas.

-Estaba en la fiesta de cumpleaños de uno de mis amigos. –Me respondió. Abrí mis ojos de golpe. Me quedé congelado con mi pijama entre las manos. « ¿Acaso piensa en decirme la verdad? », me pregunté.

–Un amigo bebió demasiado y se sintió enfermo. Me ofrecí a llevarlo a su casa. –Taehyung continúo hablando. -Por alguna razón mi auto se detuvo a medio camino. No logré hacerlo encender, así que llamé a un conocido para que me ayudará.

Cerré los ojos y continúe escuchando su versión. En el fondo, quería creerle.

-Su padre es mecánico, así que llevamos mi auto a su taller. Dijo que su padre le echara un vistazo en la mañana. Tuve que dejar el auto ahí. Mi amigo me trajo a casa.

Me quedé en silencio. La historia sonaba bastante convincente, sin embargo, le faltó agregar que otro chico lo acompañaba a mis espaldas. Reí incrédulo.

-Eso explica porque no vi tu auto en el estacionamiento. –Fue lo único que respondí. –Tomaré un baño para después ir a dormir. Estoy cansado.

- ¿De quién es esto? –Me preguntó. Me giré para mirarlo y vi que Taehyung tenía el saco de Jimin en las manos. Me puse un poco nervioso. Sería algo estúpido decir que es mío, pues el saco era muy pequeño para mí.

-Es de Yoongi, me dio su saco cuando comenzó a nevar. –Le respondí intentando no tartamudear. –Lo devolveré cuando lo vea.

Min Yoongi era otro de mis amigos más cercanos. Conocí a Yoongi y Jin al mismo tiempo. Sin embargo, Yoongi no estudiaba edición de video como lo hacíamos Jin y yo. Él tenía otro tipo de intereses. Yoongi es compositor, siempre está encerrado en su apartamento componiendo. Es por eso que le pareció extraño a Taehyung sobre la fiesta. Debería comenzar a pensar en un plan para convencer a Yoongi de mentir por mí. Era una suerte que tanto Yoongi y Jimin eran de baja estatura y probablemente de la misma talla.

Taehyung acercó el saco hacia su rostro y lo olfateó. Hizo una cara mostrando su desagrado. Tragué saliva y sonreí intentando no mostrar mi nerviosismo. Sentía mi estómago dar vueltas como un juego de feria.

-Que gusto tan peculiar en perfume tiene. –Dijo para después lanzar el saco hacia el sofá. Me pareció algo extraño su comentario, pues podía jurar que el usaba el mismo perfume hace meses atrás. Sin darle importancia, me dispuse a entrar al cuarto de baño.

-Pasemos lo día juntos –Me dijo repentinamente. Sentía mis manos temblar. Casi tiraba mi ropa al suelo. No me esperaba escuchar eso por su parte. –Hace mucho que no pasamos tiempo juntos. Siempre estas ocupado con la universidad.

Taehyung comenzó a rascar su cabeza mientras miraba al suelo. Podía notar que se sentía nervioso. Me recordó la primera vez que me invitó a salir.

- No me gusta molestarte e intervenir en tus estudios, pero realmente me gustaría pasar el día contigo. Te extraño demasiado. –Me confesó.

Sentí un piquete en el corazón. Me dolía. Mordí mi labio con fuerza y tome un respiro. Si no hubiera visto lo que vi esta noche, probablemente me hubiera sentido feliz por sus palabras.  « ¿Por qué me haces esto? », me pregunté. Sentía un nudo en mi garganta.

Taehyung se acercó a mí. Sin parpadear, mire fijamente la ropa entre mis manos. Sentí su gentil mano acariciar mi mejilla. Mi corazón estaba a punto de estallar. Dolía demasiado.

Me encantaría fingir ignorancia y dejar pasar lo sucedido, sin embargo, ya fingí ignorancia durante mucho tiempo. Siempre supe que había alguien más, pero, fingí no saberlo y continúe viviendo de la manera más infeliz. 

Ya no podía aparentar más. « ¡No puedo vivir sabiendo lo que hace a mis espaldas! », pensé. Estaba harto. Él es el único feliz. Algo tiene que cambiar.

 « Taehyung, yo también quiero ser feliz », pensé.

 -Lo lamento. –Respondí sin mirarlo a los ojos. –Mañana tengo cosas que hacer. -Intenté que mi voz no se cortara mientras hablaba. Taehyung mordió su labio y asintió varias veces. Su mano finalmente había dejado de acariciar mi rostro.

- Entonces, será en otra ocasión. –Murmuró en tono triste. Pude sentir su cuerpo caminar detrás de mí. Escuché como este se acostó sobre la cama. Yo seguía parado en el mismo sitio sin decir palabra alguna. Parpadeé varias veces para evitar mis lágrimas caer. Sujete mi ropa con fuerza y finalmente entré al cuarto de baño.

Cerré la puerta detrás de mí y recargue mi espalda contra ella. Abracé mi ropa con fuerza y escondí mi rostro entre ellas.

                                   *Durante el día*

Esta mañana recibí una llamada de Yoongi a primera hora del día. Me encontraba adormecido y sus gritos molestos al otro de la línea no lograban aturdirme. Todo lo que entraba por mi oreja terminaba saliendo por la otra en cuestión de segundos. No paré de bostezar durante su llamada. Pude notar que Taehyung ya no estaba en casa.

Yoongi me pidió verlo en la biblioteca más cercana al centro de la ciudad. Comencé a tomar enserio su petición cuando este comenzó a amenazarme con contarle la verdad a Taehyung sobre la supuesta fiesta organizada por él. Me quité las cobijas de encima y estas cayeron al suelo. Tras darme un baño exprés, corrí hacia la estación de autobuses.

Al llegar a la biblioteca, Yoongi y yo nos sentamos lo más retirado posible de las demás personas. Así no podíamos molestarles del todo. Mi cabeza y brazos reposaban sobre la mesa. Solo podía ver el costado de la laptop de Yoongi que estaba junto a mí.

-Esta mañana Taehyung me llamó para preguntarme acerca de la “fiesta” organizada por mí. –Yoongi dijo mientras hacía dos comillas con sus dedos. –No tenía ni idea de lo que hablaba, pero de igual manera confirme todas sus preguntas. Imaginé que habías inventado tal historia por una razón.

Miré a Yoongi de reojo y le mostré una mueca. Comencé a sospechar algo en él.         « ¿Este tipo no me pidió venir solo para hablar de mi patética historia, o si? », me pregunté. Era demasiado bueno para ser verdad.

-Al terminar la llamada, me di cuenta que ahora tengo una excusa para obligarte a obedecerme. –Escuché como Yoongi rio sin despegar los ojos de la pantalla de su laptop.

Suspiré. « Imaginé que esto pasaría », pensé. Siempre hace lo mismo. Utiliza cualquier excusa en mi contra para sacar provecho de mí. No lo culpo, yo haría lo mismo. Lo miré con los ojos entre cerrados y le mostré mi lengua.

-¿Qué necesitas de mí? –Le pregunté.

-Hace unos días conocí a un chico. Platicamos un poco y me dijo que él era bailarín en una academia de baile. –Podía ver los dedos de Yoongi subir y bajar al presionar las teclas. –También me dijo que la agencia busca un compositor para crear canciones originales. Ah, igual buscan un editor de video.

-Automáticamente pensé en Jin y en ti, sin embargo, recordé el video que Jin editó para mí en mi cumpleaños el año pasado. Decidí descartar a Jin después de dos segundos. –Dijo Yoongi con tono serio.

-¿Lo qué intentas decirme es que debo editar videos para una academia? –Pregunté curioso.

-Así es. El chico logro llamar mi atención y tal vez podría ganar un poco de reconocimiento si escribo canciones para sus bailes. –Yoongi me sonrió un poco.

Mi amigo era bastante talentoso, pero por alguna razón, este no podía ganar el reconocimiento que merece por sus canciones. Siempre ha intentado buscar oportunidades. « Suena como una buena oportunidad para Yoongi», pensé.

-No puedo negarme, no tengo opción. –Sonreí de medio lado con ironía.

-Sabía que esa seria tu respuesta. –Respondió.  « Pues claro que lo sabía, me ha amenazado desde que llegue para intimidarme y aceptar », pensé.

-Entonces vamos ahora mismo. –Dijo. Abrí mis ojos como platos. Debí imaginar que este ya me había comprometido desde el principio. Dejé el aire salir por mi boca y mi fleco se levantó un poco por el aire. Este cerró su laptop y me tomo por el brazo obligándome a levantarme de la silla.

                                 *En el edificio de baile*

Me había preguntado durante el transcurso del camino, « ¿por qué Yoongi me cito en una biblioteca tan lejos de nuestros apartamentos? » Finalmente tenía una respuesta. La academia de baile que este había mencionado solo estaba a dos cuadras de la biblioteca. Sentí un tic en el ojo. Le miré con una cara de, « ¿es enserio? » Esto ya estaba planeado, Yoongi solo aprovecho el hecho de no poder negarme.

-El chico estará aquí pronto. Me acaba de mandar un mensaje. Dice que podemos entrar, que alguien nos atenderá dentro. –Me dijo Yoongi. Ambos estábamos parados fuera del edificio.

Asentí con la cabeza. Estaba a punto de entrar, pero algo llamo mi atención. En el estacionamiento del edificio, había un carro idéntico al de Taehyung. Volvió la paranoia. Comencé a caminar hacia esa dirección.

-¿A dónde vas?-Me pregunto Yoongi, quien me estaba deteniendo tomándome por el gorro de mi chamarra. Me estaba ahorcando. « ¡No puedo respirar! »

-Y-yo, sol..o qui..ero…ver..el..au..t… -Intente responder su pregunta, pero me era imposible hablar.

-No hay tiempo que perder. Esta puede ser la oportunidad de mi vida. –Yoongi me sonrió y me llevo hacia el edificio aun tomándome del gorro.

Al entrar al edificio, pudimos ver un enorme escenario en el centro. Había muchas personas bailando sobre este. El lugar tenía un aura algo diferente a lo que yo acostumbraba. Alrededor podía ver cámaras y equipo técnico. Muy profesional. Ambos miramos el lugar, los dos perdidos en nuestros propios pensamientos. De repente, una voz desconocida nos obligó a salir del trance.

-Hola, ¿puedo ayudarles? –Giré mi cuerpo hacia atrás y pude mirar a una persona. Me sorprendí al reconocer aquel rostro. Yoongi y yo hicimos una leve reverencia. Sin lugar a duda, ese chico era el acompañante de Taehyung aquella noche. – ¿Necesitan ayuda?

Mi cara se puso en blanco. Solo podía ver su rostro sonriente. Mis otros sentidos habían dejado de funcionar. Apreté mis puños con fuerza.

-Un miembro de esta academia me hablo sobre los puestos de compositor y editor. Es por eso que estamos aquí. –Respondió Yoongi. Me quedé en silencio.

-Oh, ya veo. Por favor, síganme. –Dijo el pelirrojo con una gran sonrisa. Me dio una palmada en el hombro para animarme a seguirlo. Yoongi siguió el paso del chico.

-Disculpa. –Murmuré. Ambos se detuvieron. – ¿Dónde está el baño?

-¿Está todo bien? –Me pregunto el chico. Parecía preocupado. Asentí muchas veces ante su pregunta. Comencé a sentirme nervioso. No podía controlar mi ridículo comportamiento. El pelirrojo me señaló una de las puertas dentro del edificio.

-Gracias, vuelvo pronto. –Dije. Hice más de cinco reverencias hacia ellos mientras me acercaba al baño. Yoongi parecía estar tan confundido como él.

Al entrar al baño, me recargué contra la puerta. Respiré profundamente. « ¿Qué tal si Taehyung está aquí? », pensé. Comencé a darme palmaditas sobre la cara algo nervioso. No podía dejar que me viera. Aún no tenía claro lo que quería hacer con nuestra relación. Abrí la puerta detrás de mí lentamente. Pude notar que Yoongi y el otro chico estaban sentados frente el escenario. Ellos no podían verme. Sin hacer ruido, salí del baño caminando de puntitas.

Me pegué contra la pared y caminé hacia la salida del edificio de esa manera. Me veía tan ridículo. Me sentía en una película de espías, pero en la película el protagonista era un completo idiota. Si Taehyung se entera que se la verdad, seguro me corre del apartamento. No tendría razón para dejarme vivir ahí. Comencé a pensar en futuras buenas respuestas.

« ¿Me estuviste engañando todo este tiempo? Noo, ni cuenta me di. »

« Soy una persona con mente abierta. ¿Qué tal si compartimos a Taehyung? »

Sacudí mi cabeza para liberarme de ideas tontas. Al salir del edificio, correr fue la primera idea en mi cabeza. Sin embargo, tuve una mejor idea. Sonreí. Caminé hacia el carro de Taehyung sigilosamente. Miré hacia ambos lados asegurándome que nadie podía verme. Eché un vistazo al interior del auto. Efectivamente, era su auto.

-Llevamos mi auto a su taller. Tuve que dejar el auto ahí. Mi amigo me trajo a casa. –Dije mientras imitaba el tono de voz de Taehyung y hacía gestos raros. Sin pensarlo, le di una patada a la llanta del auto. Suspiré. Una sonrisa se mostró en mi rostro y reí en silencio. Me puse de rodillas frente la llanta y presione dentro de la válvula para dejar escapar el aire del neumático. Pensaba irme después de sacarle todo el aire. No podía dejar de reír internamente hasta que sentí la presencia de alguien detrás de mí.

Me tomó del brazo y me jaló con fuerza. Giré mi rostro y pude ver el suyo. Mis pupilas se dilataron.

-¿Jimin? -Musité sorprendido. Este me miraba fijamente sin soltar mi brazo. Se notaba confundido. Tal vez piensa que soy un ladrón de llantas. –No es lo que piensas.

Continúe poniendo excusas y negando con la cabeza. Escuché un sonido y no pude evitar mirar hacia el otro lado de la calle. Era el autobús. Tras varios segundos, miré como Taehyung bajaba de este. Lloré internamente. Me puse de pie rápidamente y tomé a Jimin por la muñeca. Corrimos por fuera del edificio y abrí la primera puerta que encontré. Empujé a Jimin dentro y me encerré con él.

Para mi sorpresa, el cuarto era extremadamente pequeño. Tenía a Jimin pegado a mi cuerpo. Nuestros rostros estaban muy cerca del otro. Le sonreí nerviosamente. Reí levemente, más bien parecía que estaba llorando. Había escobas y productos de limpieza a nuestro alrededor. Era una pequeña bodega de limpieza.

-¿Huele bien, no? –Le pregunté intentando romper el hielo. Jimin me miraba serio. Su mirada comenzaba a intimidarme. « ¿Acaso no piensa decir algo? », me pregunté. Me ponía de nervios. De repente, escuché unos pasos fuera del pequeño cuarto. Ambos nos quedamos en silencio. De repente, mi celular comenzó a sonar. Tomé el móvil rápidamente y este se me cayó al suelo por los nervios. Me agaché a recogerlo y lo apagué. Intenté ponerme de pie, pero noté que eso era imposible.

El lado izquierdo de mi rostro estaba pegado contra la entrepierna de Jimin. Su cuerpo se sentía tenso y su espalda estaba completamente contra la pared. Me quede quieto y en silencio. Sus muslos eran tan fuertes que presionaban mi cabeza contra la puerta. Esto era algo incómodo para los dos. Ambos escuchábamos la agitada respiración del otro. Mis ojos se abrieron como platos al escuchar la perilla de la puerta girar.

Notas finales:

Espero que les haya gustado! nos vemos la proxima semana, por favor, no olviden comentar para saber si debo seguir actualizando. Muchas gracias! 


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