Las clases habían terminado y los asistentes le entregaron su uniforme de maestro, al retirarse a casa vio a los niños despedirse-¡Adiós maestro Izuku!- gritaban en unísono y el pecoso igualmente se despidió.
Finalmente llegó a su casa y su madre le recibió con su comida preferida-Mi niño ya es todo un adulto ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo?-.
-Me fue bien ya hasta me entregaron el uniforme- de su portafolio sacó las prendas mostrándoselas.
-¡Es muy bonito! Me alegra mucho por ti- abrazo a su hijo con mucho cariño y besó su frente-Bien es hora de ir a comer-.
Todo estaba bien hasta que se escuchó el timbre tocar, Izuku y su madre se veían mutuamente confundidos ya que no esperaban visitas.
Inko se acercó a la puerta para abrirla y ver quién la estaba tocando-¡Oh! Pero sí es Bakugou- el peliverde al escuchar su nombre arqueo los ojos y a paso veloz fue al baño.
-Hola señora ¿Está Izuku?-.
-De hecho acaba de llegar de su trabajo...-.
-¿Puedo hablar con él?-.
La madre buscó con la mirada a su hijo para decirle que tenía visitas, pero se había ido sin decir nada-Permiteme un momento-.
Fue a ver si estaba en el baño y efectivamente acertó-Hijo Katsuki vino a verte ¿Lo hago pasar?-.
-Dile que estoy enfermo del estómago, creo que fue el almuerzo de la escuela-mintió, su día era muy bueno para arruinarlo con la visita de Bakugo.
-Hay pobrecito de mi nene, no te preocupes amor yo le digo que no estás disponible al rato te pasó unas pastillas para que te pase el dolor.
-Gracias mamá-abrio el grifo para refrescarse y sin pensarlo vio su enorme cicatriz que tenía gracias a él.
Recuerda esa mañana como si fuera ayer, el día en que odio a Bakugou Katsuki.
Él se había levantado de madrugada para ir puntual a la escuela, pasó a su locker para sacar sus libros, al abrirlo retrocedió de miedo al ver que estaba lleno de insectos y al escucha una risa conocida supo quién fue.
Este pasó por su lado lo empujó con fuerza para que se acercara más, rápidamente pasó sus manos sobre su cara para quitarse la sensación de hormigueo y al terminar vio una risa satisfactoria del otro.
Y él como siempre no hacía nada, bajando su mirada al suelo, encogiéndose, tambaleante y sin siquiera moverse.
-¡Quítate del camino deku! ¡No quiero que me pegues unos de tus bichos!-.
En algún tiempo atras fueron amigos y es por ese lazo que Izuku no quería delatarlo, sólo esperaba que Katsuki se diera cuenta de lo que le estaba haciendo no era correcto.
Y no sabía cuánto más podía mentir a su madre sobre los moretones que tenía en su cuerpo, tarde que temprano empezaría averiguar lo que estaba pasándole y de alguna manera tampoco quería meterlo en problemas.
Las clases en todo el transcurso estuvo tranquilo y el pecoso iba a salir acomodarse el cabello durante en el receso, hasta que su disque amigo de la infancia entró por la puerta-Hola Deku ¿Listo para tu sesión interminable de sufrimiento?- posó su mano en su hombro activando su kosei quemándolo levemente, Izuku al sentir el ardor se sentó en su lugar y los amigos de Bakugou veian divertidos detrás de él.
El explosivo no le importaba para nada que fuera doncel y le daba igual lastimarlo, ya estaba acostumbrado a que no diría nada y el seguiría divirtiéndose maltratandolo.
Todos sus compañeros ignoraban su situación ya que ellos creían que si se metian ellos serían el punto de diversión para el rubio y en cuanto los maestros creían que era una pérdida de tiempo en defender a un niño que ni siquiera delataba a su verdugo.
-Kachan-bajo su mirada hacia el pupitre ya que le miraba fijamente el rubio y lo incomodaba-Por favor...ya deja de golpearme mi mamá se está empezando a preocupar preguntandome sobre los moretones y...-hablo bajo y rápidamente ya que no quería hacerlo enfadar.
-¡¿Y crees que me importa, pedazo de mierda?!- azota su mano sobre la mesa, causando que brincara del susto el pecoso-Solo te hago un favor de recordarte lo débil que eres, tu estúpida idea de ser un héroe me molesta tanto ¿Qué te hace pensar que puedes serlo? ¿Como te llego la idea de que puedes caminar en el mismo camino que yo?-.
El peliverde alzó su mirada y por un breve momento se llenó de valor-No lo sabré si no lo intentó ¿Verdad?-.
-¡¡Ehhh!! ¿Qué tonterías dices? Está más que obvio que vas a reprobar ni siquiera tienes lo básico como un kosei-lo levantó de su silla y al verlo de pie lo empezó a golpear hasta llegar al rincón del salón-¡Lo ves! No puedes ni siquiera defenderte ¿Cómo podrás a defender a los demás?- le tiró del cabello y llevó su puño a su rostro rompiéndole la nariz.
-¡Ya no me golpees! ¡Se supone que somos amigos!- tomó el brazo del rubio para intentar detenerlo pero Katsuki estaba dotado de fuerza impidiendo que se zafara.
Por una extraña razón Bakugou le molestó que lo llamara amigo y al mismo tiempo sentía repulsión al verlo llorar o eso creía-¡¿Tú mi amigo?! ¡No te equivoques!-lo tiró al piso, dándole una fuerte patada en su estómago.
Izuku por el dolor no pudo contener sus lágrimas y tambaleante trato ponerse de pie, pero otro golpe lo derribó de nuevo-Oye Katsuki ¿No crees que es suficiente?- comentó uno de los amigos del rubio.
-¿Acaso quieres ocupar su lugar?-sono amenazante.
-Bueno es que pense que te ensuciaras tu zapatos y al rato tenemos la foto escolar...-el niño robusto mintió, mirando con lástima al doncel.
-¡Demonios tienes razón! Ya lo había olvidado...-tomo de la nariz a Izuku fuertemente, apretándolo con fuerza para que se le acomodará en su lugar y al hacerlo causó que el pecoso gritara-Bien ¡Vete a lavar tu horrenda cara!-.
Sin chistar corrió al baño asustado y al abrir la puerta se encuentro enfrente del espejo, sus lágrimas caían y sus dedos intentaban retirar la sangre que tenía-"Eres débil"-se habló a el mismo, paró un momento frunciendo el ceño apuntandose.
Las fotos se hicieron tal y como habían dicho, para la fortuna del pecoso ni se notaba que acababa de ser golpeado, suspiro algo triste y feliz ya que su sufrimiento terminaría e iría casa a ver su programa favorito, miró su cuaderno de análisis de héroes con nostalgia.
Y sin provocación se lo quitaron de las manos-Kachan regresamelo porfavor-miró suplicante.
-Tu no necesitas esto ¡Escuchame bien te prohíbo que vayas a la misma escuela que yo! ¡Solo harás que haga el ridículo!- camino lentamente hacia la ventana y sacó su mano mientras se burlaba del doncel, ya que quería aventarle su cuaderno-¡¿Tanto lo quieres?! ¡Pues salta por él, no sé quizás en tu próxima vida nazcas con kosei!-.
Jugando lo tomó de su uniforme sacándolo levemente hacia fuera para que se asustara y desistiera de recuperar su cuaderno, pero sin contarlo la reacción del pecoso fue imprevisto, ya que al sentir pánico trataba de zafarse de su agarre.
En uno de sus intentos Katsuki lo soltó por accidente-¡¡AHHHHHHH!!-el pobre doncel vio como simplemente caía, sintiendo su corazón latir a mil por segundo y lleno de pavor gritó tan fuerte qué le dolió su garganta.
Los maestros que tenían su revisión en dirección, estaban tan concentrados observando las calificaciones de sus alumnos y un horrendo grito acompañado de un fuerte ruido por la parte detras los hizo levantarse corriendo a revisar.
-¡¿Bakugou que hiciste?!-.
El rubio sin creérselo miraba hacia abajo y esta vez, por primera vez admitía que le importaba el bienestar de Izuku-¡¡DEKU!!-gritó corriendo preocupado.
Mientras abajo Izuku habría pesadamente sus ojos, sintiendo un dolor en su brazo mas intenso que en lo demas de su cuerpo-¡Ahh!-"Casi me mata" "Mi supuesto amigo a quien protegía casi me asesina".
Asustado intento levantarse para irse corriendo, pero el dolor no lo dejaba y eso lo lleno de más miedo, sentía correr por su rostro la sangre a mil, comenzando arrastrarse con la única mano qué le quedaba-¡¡Izuku!! ¡¡Estas vivo!!-al escucharlo se llenó de pavor pero luego de un momento a otro su ira acumulada explotó, nunca estaba tan molesto como ahora.
Siempre vio por él, a pesar de sus maltratos, lo vía como su amigo, pero se había equivocado, no le importaba nada, no significaba nada para él y lo demostró al lanzarlo desde la ventana.
-¡¡DÉJAME EN PAZ MALDITO PSICÓTICO DE PORQUERÍA!!-grito furioso, tanto que hasta su piel cambio a rojo se veía irreconocible, nunca jamás lo habian visto con su rostro tan molesto-¡¡CASI ME MATAS!! ¡¡¿QUE MIERDA EN LA CABEZA TRAES?!! ¡¡TIENES RAZÓN QUE ESTABA PENSANDO!! ¡¡¿AMIGOS?!! -.
Los amigos de Bakugo quedaron boquiabiertos al escucharlo gritar y sobretodo oírle decir palabrotas, inclusive pudieron ver qué Katsuki lo asustó al verlo en ese estado y sobre todo muy colérico, por alguna razón el rubio sentía su corazón encogerse y sin saber porqué tenía miedo de perderlo-¡Oye pedazo de mierda todavía que me preocupo de ti!...-pero reaccionó a lo contrario a lo que sentía, sin saber que lo empeoraría más.
-¡¡ME IMPORTA UNA CHINGADA LO QUE DIGAS!! ¡¡LÁRGATE DE AQUÍ RUBIO OXIGENADO Y MIMADO!! ¡¡EN LO QUE ME QUEDE DE VIDA QUIERO PASARLA LO MAS LEJOS DE TI!!-vio como sus palabras atormentaron al rubio haciéndolo retroceder dos pasos de él y bien su mirada reflejada preocupación, o más bien fingía penso el pecoso.
-¡¡OH POR DIOS!!-corrio una maestra al llegar a la escena y otro saco su celular para llamar a una ambulancia.
Nunca reveló lo que había pasado a nadie, simplemente tuvo un accidente y callo, no lo hizo por amistad, ni por compasión, si no por su madre, Mitzuki no necesitaba sufrir por un hijo tan malo como el suyo.
El tiempo pasó y simplemente ellos dejaron de molestarle, nunca volvieron a verse, hasta que fue el primer semestre en la universidad. En la entrada principal pudo observar que Katsuki Bakugou estaba ahí, con unas flores en mano y sonriéndole como si hubieran sido amigos de toda la vida-¿Qué haces aquí?-preguntó frío.
-Deku yo...Queria decirte que lo lamento, en la primaria actúe como un estúpido e insensible y sé que por nuestra amistad no dijiste nada-el rubio levantó su arreglo floral para que lo tomará, pero vio la negativa del pecoso al cruzar los brazos desistió-Y se que esto es muy incómodo para ti, pero todo este tiempo en que no estuve a tu lado sentía que algo me faltaba, me di cuenta que me gustas y sé qué talvez...Puedes darme la oportunidad de corregir todo lo que te hice y aceptes mis sentimientos por ti...y si no al menos volver ser amigos-.
-"¡¿Tú mi amigo?! ¡No te equivoques!"-repitió esas palabras de aquel día, causando su objetivo que era atormentarlo-No te confundas si no dije nada fue por tu mamá, ahora vienes a mí escuela a decirme qué estás enamorado de mí ¡¿Que estupideces tienes en la cabeza?! ¡¿Acaso me crees tan idiota para darte una oportunidad?! ¡¿Me ves tan necesitado de tu disque "amor"?! ¡Lárgate de aquí!-.
Bakugou buscaba palabras exactas pero al verse atacado constantemente, su actitud salió a relucir-¡Mierda! Esto es difícil para mi también, solo trato de disculparme, de corregir mis errores, porfavor-dio un paso al frente pretendiendo tomarle de la mano pero este lo esquivó.
-No me importa si es difícil para ti ¿Realmente lo fue? Que yo sepa no te atormento tanto qué te impidiera hacer el examen para la U.A.-.
Entonces Katsuki intento rodearlo para abrazarlo, pero la reacción del otro fue empujarlo asustado-Porfavor...solo una oportunidad-.
-Ya tuviste tantas veces e innumerables oportunidades, en algún momento pensé que te detendrias pero no fue así, seguias golpeandome y malatratandome, tuviste la oportunidad de parar, pero eso nunca pasó y nunca llegara-.
-En ese tiempo estaba cegado por mi ego que no me permitía sentir algo por ti, era un imbécil-.
-Bueno ya tenemos algo en común ambos sabemos que eres un imbécil...Y lo mío fue estupidez en esperar algo de alguien como tú, un error que pretendo no repetir-.
A partir de ese día, todos los días, el rubio iba a buscarlo a su escuela, tratando ganarse la oportunidad de ganar su corazón. Y el doncel simplemente lo rechazaba no importaba cuán arrepentido decía estar, el nunca lo iba a perdonar.
CONTINUARA...