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School sucks, you suck. por nofynoky

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Notas del capitulo:

La vida social es una molestia, ser popular sólo lo empeora.

 

Puede que al inicio parezca lento, pero prometo que se pondrá bueno!

Ciel que aún tenía la respiración agitada por la acalorada discusión, se tiró de espaldas sobre su cama desecha. Cansado, pero sin ganas de seguir durmiendo.

- Ese bastardo... - dijo a regañadientes, definitivamente iba a tener que cambiar la cerradura pronto - No es nada propio de mí tener tanto escándalo, a veces preferiría estar en la tranquilidad de mi mansión.

- Sin duda la mansión Phantomhive tiene más comodidades que una habitación de instituto, incluso si esa habitación es la tuya.

- ¿Cómo es que tú también entraste?

- Estaba abierta.

- No contento con lo de la mañana, ni siquiera fue capaz de cerrar bien la puerta.

- ¿Quién?

- Adivina. La única persona en este mundo capaz de sacarme de mis casillas.

- Es broma, en realidad toda la escuela lo sabe. 

- Oh mierda. Ni lo menciones, creo que me va a dar una jaqueca en cualquier momento.

- A veces también extraño la mansión, pero no puedo quejarme, estoy infinitamente agradecido de la bondad del joven amo.

- No me llames así Finny, estamos en el Instituto, aquí no eres mi criado.

- Es difícil dejar atrás viejos hábitos. Supuse que estarías de mal humor, siempre lo estás, pero escuché que hubo una pelea bastante ruidosa entre la pareja más popular del momento.

- Espera, ¿Qué?

- Oh vamos Ciel, no te hagas el desentendido. ¿Es verdad? Honestamente no me lo esperaba, pero ahora que lo mencionan, todo cobra sentido, sabes? Es decir, no tengas ningún empacho en decírmelo, puedes contar conmigo. - Finny terminó su discurso con una sonrisa de oreja a oreja, haciendo alarde de una ingenuidad única.

Finny aún esperaba una respuesta cuando una almohada lo golpeó, tumbándolo sobre el sofá.

- ¡Hey! No tienes porqué ser tan mal educado. - Dijo levantando los brazos en señal de rendición.

Silencio fue todo lo que obtuvo mientras Ciel se levantaba hasta el closet y comenzaba a elegir las prendas que combinaría ese día, no le gustaba en lo más mínimo sentirse expuesto y la verdad es que tener una acalorada discusión en ropa interior con ese ebrio rubio sacado del loquero, frente a todo el piso, no era exactamente su definición de "privacidad".

Ya le era suficiente ser conocido por todo el estudiantado por ser el Hijo del Conde Phantomhive, futuro heredero de la fortuna y el título de la familia, sino que además ahora se agregaba el ser asociado con el problemático chico nuevo.

 Finny se apoderó de toda la extensión del sofá mientras robaba unos chocolates que se encontraban sobre la mesita de noche mientras Ciel comenzaba su ducha matutina. De uno en uno, lanzaba al aire cada bombón y los alcanzaba con la boca, sólo para saborear una exquisita explosión de chocolate dentro de su boca. Cuando ya iba por el penúltimo bombón, se dio cuenta de que Ciel llevaba demasiado tiempo en el baño y la hora del desayuno ya había comenzado en el comedor del Instituto. 

- ¡Ciel, apúrate! Ya vamos atrasados para alcanzar la mejor parte del... - La puerta del baño privado se abrió de golpe, dejando ver a un impecable Ciel - Vaya, no hay duda de que eres noble de nacimiento, difícilmente alguien se puede equiparar en estilo y etiqueta, sin perder el aire de juventud. ¿Quién lo diría? Cuando estábamos en la mansión, ni los zapatos sabías abrocharte y Sebastian siempre decía que...

- ¡Finny! 

Con eso fue suficiente para acallarlo, eso y una mirada que deja helado a cualquiera.

Una vez en el comedor, ambos se sentaron a tomar té y algo de tarta como desayuno. Finny realmente no quería traer a la mesa el tema, sabía lo irritable que andaba su amigo luego de tan terrible comienzo de fin de semana. Pero la curiosidad se lo estaba comiendo por dentro, Ciel no había dado una negativa por respuesta, sólo había desestimado el asunto. Aquello sólo despertaba más preguntas en su cabecita rubia. 

Pensativo miró al chico sentado frente a él, con parsimonia comía y bebía té como si nada hubiese sucedido, a pesar de las miradas furtivas y descaradas que todos les estaban dirigiendo, era un misterio cómo es que podía mantenerse tan calmo en situaciones tan evidentemente hostiles. Su piel blanca y tersa como ninguna otra, ojos de un azul tan intenso que no parecen reales, delgado, pero no enclenque, finas facciones y lacio cabello negro, sin olvidar su cuantiosa fortuna.

- La vida no es justa. - Suspiró Finny.

- Tienes toda la razón, la vida es muy injusta. - Interrumpió una rubia de ojos verdes, Finny se sobresaltó - Ciel, ahora entiendo porqué me rechazaste, es sólo que no pensé que sería con Alois Trancy. 

- Elizabeth, buenos días para ti también - Contestó Ciel dedicándole apenas una mirada desinteresada. 

Elizabeth arrancó el tenedor de la mano de Finny y comenzó a picotear y desmenuzar su desayuno sin consideración alguna.

- Esperaba a que fueras a la fiesta de anoche, ¿no recibiste tu invitación? Supongo que ya no eres tan popular como antes.

- Elizabeth, estás siendo una arpía. - Finny se mordió el labio apenas las palabras se le escaparon, era una muy mala idea cruzarse en el camino de Elizabeth Ethel Cordelia Midford, pero era difícil contenerse cuando se trataba de Ciel.

- Cállate, creo que perdiste el camino a la cocina, no eres más que un criado con demasiados humos en la cabeza. Estoy hablando con Ciel.

-  Finny es un estudiante al igual que tú, muestra algo de respeto. Además las fiestas sociales no son algo que me llame la atención. - Ciel entró en escena para defender a su amigo, no soportaba el clasismo, tan propio de su esfera social.

Finny iba a abrir la boca para defenderse cuando la mirada de ella le advirtió que no era una muy buena idea y con un casi inaudible "permiso", se levantó para retirar su bandeja. Casi podía escuchar el "esfúmate" en su siseo de serpiente.

- ¡No parecías indiferente en la fiesta anterior! Hasta me engañaste, cuando nos besamos no creí que en realidad fueras... ya sabes, del otro equipo. - La porrista volvía a atacar.

Ciel dejó caer el tenedor sobre el plato, el casino completo parecía estar poniendo atención sin ningún escrúpulo.

Elizabeth se acarició las mechas rubias con aquella expresión de superioridad tan propia de ella.

- Ahora lo entiendo - Ciel comenzó a reír - Era tan evidente que no sé cómo no me di cuenta antes. 

Elizabeth se removió incómoda en su asiento con una expresión de disgusto, sus ojos verdes se clavaron en los de él que le devolvió la mirada sin complicación alguna, desafiante.

- ¿Qué? Ahora, además de marica ¿has perdido la cabeza Phantomhive?

- Te pregunto lo mismo, Midford. Inventaste ese rumor para molestarme, no pudiste soportar el rechazo. Es lastimoso, realmente. 

Elizabeth levantó la cabeza como si quisiera sentirse por sobre su contrincante, de pronto, notando la creciente audiencia que los rodeaba, suspiró y lentamente se acercó hasta Ciel, sentándose sobre la mesa de modo que todos tuvieran la mejor vista de ella y su espectacular físico.

- Hey, has tomado esto muy seriamente. No buscaba pelea. - Negó con el dedo índice a modo teatral, robó la crema Chantilly de la tarta y se la llevó a los labios seductoramente.

- ¿Ah no? Pues creo que tendrás que volver a las clases de lenguaje y comunicación, porque te informo que has fallado rotundamente.

Ambos sabían a qué se refería realmente Ciel, la sangre le hirvió sobre todo porque el chico se mantenía impasible ante sus provocaciones.

- ¡Ciel, no seas tímido! Todos sabemos que no hay nadie aquí capaz de resistirse a mis encantos... a menos que - Levantó las cejas juguetonamente. - ¿No es cierto, chicos?

La audiencia coreó para darle la razón a la rubia, incluyendo aullidos y expresiones guturales. Ciel los miró por encima del hombro, era inevitable sentir desprecio por esas actitudes.

- Oye Phantomhive, en serio no tienes que seguir ocultándote, ya es seguro salir del closet! - Gritó alguien de entre la multitud, seguido de risas.

Ciel rodó los ojos sobre sus órbitas, ya ni desayuno podía tomar tranquilo.

De pronto un murmullo comenzó desde la entrada del casino y se esparció más rápido que una enfermedad. Ciel se estrujó las sienes presintiendo los problemas que se aproximaban.

- Mm... parece que esto se va a poner interesante - declaró la rubia con una sonrisa de oreja a oreja mientras seguía con la mirada al chico rubio, con aspecto de tener la peor caña de su vida, acercándose hacia las mesas.

 

Notas finales:

Al fin la historia va tomando forma, porfavor no duden en dejar reviews! porque definitivamente son el combustible de mi motivación! jaja 

espero que les guste!


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