Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I'll Be There For You [ASTRO] por Kris Kuro Angel

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, hermosuras, traje sensualidad! Ok, me perdí una larga temporada, me dio una crisis existencial, problemas en mi universidad, me formatearon la computadora y tuve que instalarle de nuevo los programas y recuperar mis archivos, y luego esta situacion que nos tiene paranoicos a todos. En fin, es como una pelicula de terror.

Sin más que decir, espero que disfruten este capítulo.

El viento soplaba fuertemente arrastrando las pocas hojas de otoño por el pavimento, el invierno se aproximaba y las heridas sumadas a su operación empezaban a doler. Primero era un escozor débil que se acentuaba para luego transformarse en un picoteo de cincel contra cada hueso reconstruido.


 


Su cabeza aún estaba confundida por todos los acontecimientos que extrañamente había olvidado, su padre le había dicho que era producto del shock y que no debía preocuparse. Confió en él porque era su padre y era lo único que tenía en el mundo.


 


Se abrigó lo mejor que pudo y se aferró a su mochila mientras iba contra el viento, rogaba con que apareciera un bus cuando llegara a la parada o se derrumbaría por el dolor.


 


La puerta de una tienda se abrió frente a él y una muchacha, quizás de su edad, salió de esta. Vestía un suéter de lana rosa, unos pantalones de mezclilla y tenis deportivos. Su cabello estaba suelto adornando sus rosadas mejillas empapadas por lágrimas.


 


La muchacha no había reparado en su presencia, ni en la de nadie. Se abrazó a sí misma y se puso de cuclillas en la acera, la vio llorar en silencio.


 


Pudo haberla ignorado y seguir su camino pero él no era ese tipo de persona, su corazón era muy blando cuando se trataba de personas con problemas por más pequeños que fueran. Se acercó a ella y se colocó a su altura ignorando su propio dolor físico, ese fuerte picoteo que se hacía cada vez más doloroso.


 


—Hey, ¿te sucedió algo malo? —preguntó con su voz tersa.


 


La muchacha lo volteó a ver entre sorprendida y triste, tenía unos ojos muy bonitos.


 


—Una de tantas —contestó con la voz quebrada—. Parece que solo vine a este mundo a sufrir.


 


—Hey, no deberías tener ese tipo de pensamientos. Hay cosas buenas por las que vivir, razones por las cuales sonreír. Te lo dice alguien que acaba de salir de un aparatoso accidente y está vivo para contarlo —le mostró una brillante sonrisa cosa que contagió a la chica—. Por cierto, soy Enseung... Choi.


 


—Jo Eunyoung y me alegra encontrar a otro coreano en Boston —la muchacha limpió sus mejillas, intentó ponerse de pie pero un dolor punzante atravesó su pecho impidiéndoselo.


 


—¿Estas bien? —preguntó Enseung al ver su gesto de dolor.


 


—Si... es solo que mi corazón no ha estado bien últimamente.


 


—Te invito un café para aliviar tu corazón —la ayudó a ponerse de pie con sumo cuidado.


 


—Si fueras tan amable, hace mucho frío.


 


Eunyoung puso su brazo alrededor del de Enseung y ambos caminaron calle abajo donde una cafetería los esperaba con las puertas abiertas.


 


 


 


******


 


 


 


Era lunes nuevamente, debía volver a su rutinaria vida de estudiante después de haber pasado todo el fin de semana entre los brazos de Moonbin. Su menor lo había acaparado completamente, desde su despertar a casi medio día entre pequeños besos y mimos, hasta invitarlo a comer y dar una larga caminata por casi toda la ciudad. No negaba que se había divertido y distraído un poco de sus pensamientos sobre Seungjun, pero el dolor seguía y Moonbin lo sabía.


 


El menor no le insistió ni presionó sobre sus sentimientos y eso lo agradecía de sobremanera.


 


Sus padres no habían estado muy felices de que desapareciera un día entero y olvidara a sus hermanos menores en una fiesta con desconocidos, se disculpó debidamente y prometió cuidarlos mejor.


 


No le gustaba ser reprendido y mucho menos por Leo, no quería darle motivos para que se enojara con él.


 


—Eunwoo, ¿estás listo? —Hakyeon apareció por la puerta.


 


—Sí, appa.


 


Hakyeon se acercó a él y terminó de ajustar la corbata de su uniforme, alisó su cabello y plantó un beso en su frente.


 


—Ahora si estás listo.


 


Se abrazó a su padre, como había necesitado de eso desde que le rompieron el corazón por primera vez. No había podido hacerlo después de la reprimenda pero ahora si podía darse el lujo, los abrazos de Hakyeon siempre le reconfortaban. Era cálido, dulce, amoroso.


 


Ambos salieron de la habitación, se unieron a los demás. Era una típica mañana familiar con los más jóvenes alborotando la parte trasera, mientras Hakyeon y Taekwoon sonreían por sus ocurrencias.


 


En clases Jihoon y Saeron no paraban de preguntarle donde se había metido el fin de semana o si esa salida había servido para conquistar a Seungjun, él no quiso responderles. No estaba cómodo recordando el cruel rechazo y lo que se suscitó después, aun no podía hacerse a la idea de que Moonbin estuviese enamorado de él.


 


En otro salón, Moonbin miraba embobado por la ventana perdido en sus pensamientos. ¿Qué más podía hacer si su profesor había faltado y no tenía nada mejor que hacer? Quería ir donde estaba Eunwoo pero este seguro si debía tener clases y no quería molestarlo, además no debía parecer tan urgido aunque lo que más deseaba era estar pegado a él. ¿Era enfermizo? Probablemente, pero no podía evitarlo y menos a sabiendas que el mayor recientemente había sido herido por el chico que le gustaba.


 


Suspiró.


 


—Cinco —contó Jian.


 


—¿Qué?


 


—Has suspirado cinco veces. ¿Qué sucede?


 


—Hice algo precipitado y ya no hay vuelta atrás.


 


—Bueno, tu siempre has sido impulsivo... yo diría que mucho y no sabes cuándo es el momento apropiado para hacer las cosas, por eso Eunwoo no podía apartar su vista de ti o te meterías en problemas —dijo su "primo" con desgano—, y como él tiene complejo de padre sobreprotector.


 


—Si... él siempre ha sido así... —Moonbin pensó con desagrado en esa imagen que todos tenían de Eunwoo, como un padre amoroso que siempre cuidaba de ellos y lo peor de todo es a quien veían como a una madre: a su hyung JinJin.


 


—Igual es algo nato en él, considerando que los tíos también ven a nuestros padres como a sus padres... Si lo pienso bien, es extraño pero así son ellos —comentó Jian pensativo.


 


Moonbin sonrió de medio lado, él también lo veía como algo raro pero Hongbin había dicho que Hakyeon y Taekwoon siempre cuidaban de ellos, y por eso decidieron considerarlos como tal. Incluso, cuando le mencionaban a su madre, instantáneamente pensaba en Hakyeon y no en su verdadera progenitora.


 


—Creo que hay que verlo desde su perspectiva, se conocen desde muy jóvenes. Hyuk–appa no tiene padres y el tío Ken vivía solo, así que pienso que necesitaban de ese amor paterno —rememoró las muchas veces que Hyuk le contó como desde muy joven su hermano mayor trabajaba muchas horas para darle lo que necesitaba y para pagar su departamento, así como él tuvo que hacer trabajos de medio tiempo para ayudarlo. Las muchas veces que Hakyeon le hizo compañía, cocinaba para él y distraía su mente de los problemas, lo hacía ver todo como un mal momento que pasaría rápido.


 


—Viéndolo de esa manera, tienes un buen punto —dijo Jian, sus padres tienen esa aura de pareja amorosa y responsable que no dudas ni un segundo en contarles tus problemas y refugiarte en ellos.


 


Moonbin estiró sus brazos por sobre su cabeza y se puso de pie.


 


—Voy a tomar un poco de aire, ¿vienes?


 


—No, me quedaré a molestar a Taeho. Está de stalker otra vez.


 


Moonbin negó con la cabeza y salió del aula, no sin antes ver como Jian fastidiaba al pobre chico que intentaba concentrarse en su celular.


 


Se recargó del marco de la ventana que daba vista al patio. Sus padres le habían dicho muchas veces como se conocieron allí y el cómo no se llevaron bien en un principio para luego caer profundamente enamorados. Él fue un caso aparte puesto que desde que era consciente amaba a Eunwoo, era el único en su mundo, pero se preguntaba si alguien más pasaba por lo mismo. Tal vez Mina o Soyee, quien estaba en el mismo grado de Eunwoo pero en diferente salón, o tal vez Heeseok a pesar de ser un playboy. Descartó a Jian, pues él no parecía alguien que perdiera la cabeza por otra persona, y Rocky era un caso perdido como él.


 


También pensó en sus hermanos y en Hyeyeon que entrarían en secundaria el año siguiente, experimentarían cosas nuevas y una de esas tal vez sería el enamorarse. Tal vez estaba dándole muchas vueltas porque no quería ser el único idiota enamorado, el único que besaba el suelo por donde los delicados pies de Eunwoo pasaban y el único que pelearía a puño limpio por él.


 


Un pequeño empujón que casi le hace caer lo sacó de sus cavilaciones.


 


—¿Pero qué...?


 


—Por distraído —dijo Rocky con una expresión de enfado— y por dejarme tirado en esa fiesta.


 


—Perdón, perdón, pero fue una causa mayor la que me obligó a dejarte.


 


—Sí, Eunwoo–hyung fue esa causa mayor. Él tampoco estaba en la fiesta —refunfuñó—. Vaya padres suplentes que me consigo.


 


Rocky sacó su teléfono y texteó. Rápidamente lo guardó.


 


—¿A quién le escribiste?


 


—A JinJin–hyung. Tenemos una cita esta tarde —dijo con una sonrisa de triunfo.


 


—¿Él sabe que es una cita?


 


—...no... Es decir, yo no se lo dije pero se sobreentiende que lo es.


 


—Ay, Rocky, Rocky, eres un caso perdido igual que yo.


 


—Que bueno que reconoces que lo eres —dijo sacando nuevamente su celular y texteando—. ¿Y ya te le declaraste a Eunwoo–hyung?


 


—Sí.


 


—¿Y qué te dijo? ¿Ya son novios? —preguntó entusiasmado casi saltando.


 


—No. No me ha dado una respuesta. Estaba confundido y recién había sido rechazado por Seungjun, fui muy precipitado y se lo dije sin esperar a que digiriera lo que pasó.


 


—Que fuerte... pero vele el lado positivo, al menos sabes que el tipo ese está fuera de tu camino hacia hyung. Tienes más posibilidades de conquistarlo como todo el galán que eres, mi buen amigo.


 


Moonbin rió por la actitud de su amigo, tenía ese carácter pícaro como su tío Sungjae. ¿Sería un rasgo familiar? No había duda.


 


 


 


 


 


JinJin intentaba terminar su composición pero todo lo que intentaba y los acordes que mezclaba no coincidían con la melodía a la cual quería llegar, suspiró con pesadez. Llevaba días en eso, su profesor le había dicho que se tomara su tiempo pero él necesitaba por lo menos tener una base armónica decente.


 


Un nuevo mensaje llegó a su celular y sonrió, era de Rocky. Le dijo que debían salir esa tarde y él no dudó en aceptarlo, necesitaba relajarse un poco.


 


Un portazo hizo que diera un brinco en su asiento. Se dio la vuelta en su silla giratoria y vio cómo su hermano se lanzaba sobre su cama boca abajo. Su mirada se dirigió al reloj sobre su buró, aún faltaba para ir a buscar a los mellizos.


 


—¿Qué sucede, hyung?


 


—Siento que me hundo más y más en este agujero negro —dijo con la voz amortiguada por una almohada.


 


—Aja... ¿tuviste un mal sueño? ¿Butty rompió algo en tu cuarto? ¿Sanha se consiguió una novia? ¿O novio? —MJ soltó un chillido que hizo que JinJin se estremeciera—. ¿Sanha tiene novio? —preguntó asombrado.


 


—No, no es eso —dijo sentándose en la cama mientras abrazaba una almohada—. No puedo con esto... V-Volví a tener ese sueño con él... estoy mal, JinJin. Él es un niño inocente y yo soy un enfermo por soñar esas cosas con él, pensar así de él.


 


—Bueno, hyung... ¿cómo te digo esto? No estas mal, los sueños son incontrolables y tal vez tu subconsciente te esté jugando una mala pasada —tomó asiento al lado de su hermano y pasó su brazo por los hombros de éste, notó la humedad en sus cabellos— pero si te sientes mal por eso, es mejor que mantengas distancia con Sanha. No sé, podrías decirle a los tíos que ya no podrás recogerlo por... horas extras en la universidad. Invéntate algo.


 


—Pero no me quiero separar de él, es muy cruel hacerle eso pero... ¿por qué tuvo que suceder esto? ¿Qué pecado estoy pagando? —sollozó con reproche.


 


—A veces... las cosas pasan porque sí. Son como pruebas de fortaleza —dijo pensativo—. ¿Recuerdas cuando de pequeños nos escondíamos de las personas que iban a adoptar a la casa-hogar? Fue una prueba para encontrar a los padres perfectos, ¡y lo logramos! Tenemos a los mejores padres del mundo, incluyendo a Hani–omma.


 


—Tienes razón... ¿Desde cuándo te volviste tan sabio, mi dongsaeng? Y se supone que yo soy el mayor.


 


MJ alborotó los cabellos de su hermano y este hizo lo mismo, tenían un jugueteo agresivo hasta que unos toques en la puerta los detuvieron. Ravi asomó su rostro con una sonrisilla.


 


—Chicos, compré algo para comer.


 


—Ya vamos, appa.


 


Ravi cerró la puerta y se retiró lentamente con una sonrisa de satisfacción en el rostro. Que MJ y JinJin lo consideraran el mejor padre le llenaba de orgullo y felicidad, lo había hecho bien durante todos esos años.


 


 


 


 


Eunwoo dejó caer su cabeza en la mesa de su pupitre, la última hora siempre era la más molesta o quizás eran sus deseos de salir corriendo desde la primera clase. Antes era muy entusiasta para ir a la escuela, lo disfrutaba, pero luego del rechazo de Seungjun todo le parecía tan insípido.


 


Jihoon, Jisoo y Saeron lo instaban a ponerse de pie mientras Heejun había salido huyendo en cuanto sonó la campana, vaya amigo.


 


Resignado, se levantó y tomó su mochila. Caminó en modo automático detrás de sus amigos, un pie tras otro, y con la mirada baja y perdida. No se dio cuenta que alguien caminaba en su dirección y tropezó con él.


 


—Lo siento. Iba distraído... —calló al notar que era Seungjun con quien había tropezado.


 


—Yo también lo siento, Eunwoo —dijo el más alto—. Uhmmm... ¿cómo estás?


 


—Bien... —mintió, ver a Seungjun le destrozaba—. Debo irme, hyung. Mis padres no tardan en venir por mí.


 


—Está bien... Yo... Tal vez fui un poco duro la otra noche, discúlpame por eso... no quiero perder tu amistad, Eunwoo. Te aprecio mucho.


 


—Yo tampoco quiero dejar de ser tu amigo, Seungjun–hyung —en contra de su voluntad sus mejillas se sonrojaron. Seungjun tenía ese efecto en él y lo odiaba por eso.


 


El mayor le sonrió y Eunwoo estuvo tentado a besarlo, de verdad que tenía ganas de hacerlo en contra de su autocontrol, y lo hubiese podido hacer de no ser por una voz que le heló hasta la sangre.


 


—¡Eunwoo–hyung! —Moonbin se acercó a él corriendo y se ancló a su brazo—. Te estuve esperando, te tardaste mucho. ¿Se te olvidó que íbamos a salir juntos? Oh, hola Seungjun–ssi —le sonrió de forma hipócrita a su rival—. Vamos, hyung. Se nos hace tarde.


 


Moonbin haló a Eunwoo quien apenas pudo despedirse de Seungjun.


 


Salieron tan rápido de su institución que sus hermanos y primos los miraron extrañados.


 


—Primero Rocky y ahora ellos —dijo Mina viendo como los mayores se perdían al final de la calle.


 


Cuando estuvieron a una distancia considerable pudieron bajar la velocidad y respirar con normalidad. Aun así, Moonbin no soltó a Eunwoo. Su brazo aun parecía una anaconda hambrienta alrededor del del más alto.


 


Sus pasos eran arrítmicos y el silencio incómodo, no sabían que decir o por dónde empezar una conversación decente.


 


—Binnie —inició Eunwoo—, creo que fuiste un poco grosero.


 


—Grosero iba a ser si duraba un segundo más en su presencia —dijo malhumorado—. Lo odio.


 


—No es bueno que tengas esos sentimientos negativos, no valen la pena —le dijo Eunwoo—. Yo no lo odio y fui a quien hirió.


 


—Es porque eres muy buena persona, hyung. Si sigues así te romperán el corazón seguido —Eunwoo bajó la cabeza, pateó una piedra en su camino. Quizás Moonbin tenía razón y por eso terminó con el corazón roto—. P-Pero me gusta eso de ti... tu siempre eres tan cálido con las personas pero me molesta porque solo quiero que seas así conmigo, que seas solo mío —comentó con un puchero.


 


—Eso es ser un poco egoísta, Binnie. ¿Qué hay de mis padres y mis hermanos? Ellos también necesitan de mi —le reclamó medio riendo por la actitud medio infantil de su dongsaeng.


 


—Ellos son una excepción muy especial —declaró.


 


Siguieron su camino en un silencio menos incómodo, más tranquilo. Moonbin bajó lentamente su mano por el brazo de Eunwoo hasta llegar a la del más alto y entrelazar sus dedos, un suave agarre que hizo que a Eunwoo se le erizarán los vellos de los brazos. Pensar que ese simple toque lo ponía de esa manera, que ya no era un gesto inocente.


 


Llegaron a una calle bastante concurrida, había tiendas de todo tipo y un centro comercial. Se entretuvieron mirando en las vidrieras los diferentes artículos, Moonbin entró rápidamente en una de ellas sin decirle nada a Eunwoo.


 


El mayor parpadeó confundido al percatarse que su dongsaeng no se encontraba a su lado, se había entretenido en unos auriculares muy llamativos.


 


—¡Hyung! —Moonbin llegó a su lado haciendo que Eunwoo pegara un brinco—. Cierra los ojos.


 


—¿Cómo qué..?


 


—Solo hazme caso.


 


Eunwoo simplemente cerró sus ojos. Sintió los dedos ásperos de Moonbin, duros al tacto, tomar su mano y elevarla a la altura de su cabeza. Colocó un pequeño objeto con dos protuberancias puntiagudas y un cordel, tenía un suave pelaje felpudo. Frunció levemente las cejas al intentar averiguar que era el objeto pero ello se vio interrumpido por una sorpresa aun mayor, un beso de parte de Moonbin.


 


Fue una suave presión, un lento baile en sus labios, pero la electricidad que lo recorrió fue un latigazo fuerte que azotó todos sus sentidos e hizo estremecer todo su cuerpo. Sus piernas temblaron y tuvo el deseo de aferrarse a algo antes de que cedieran haciéndolo caer.


 


El beso término. Eunwoo abrió lentamente sus ojos contemplando a Moonbin con sus manos tras la espalda y balanceándose sobre sus talones, como aquel pequeño que hacía travesuras y pedía disculpas poco sinceras. Su pequeño Moonbin de amplia sonrisa risueña y hoyuelos adorables.


 


¿Cómo habían llegado a eso?


 


—¿Te gustó mi regalo, hyung?


 


Eunwoo pareció despertar de su estupor inicial. Miró su mano, o lo que allí había, era un llavero en forma de gato. Felpudo pero no en exceso, de color blanco con pequeñas líneas violetas y una sonrisa traviesa.


 


—¡Es muy bonito, Binnie! —exclamó el mayor admirando el obsequio.


 


—¡Sabía que te iba a gustar! ¡Pensé en ti cuando lo vi! —casi gritó entusiasmado. Lo ayudó a colocarlo en el celular del mayor, admirando lo bien que se veía allí.


 


—Gracias, Binnie...


 


La perfecta curva de su sonrisa, sus labios rosados y carnosos, sus mejillas sonrosadas, el brillo en sus ojos... todo ello a la vista de Moonbin era hermoso. Se colocó de puntitas para robarle otro beso pero una voz conocida y molesta lo interrumpió.


 


—¡Pero si son Eunwoo y Moonbin! —los nombrados giraron su vista encontrándose con JinJin y Rocky, el cual no se veía muy feliz—. Vaya coincidencia, esta salida se pone mejor, ¿no lo crees, Rocky? —inquirió el mayor con su peculiar sonrisa.


 


—Si... seguro... —dijo el menor un tanto incómodo. Se acercó rápidamente a Moonbin para susurrarle al oído—. Esto solo ha ido de mal en peor.


 


Moonbin suspiró pesadamente al ver a JinJin hablando animadamente con SU Eunwoo, la idea de compartirlo con su hyung hizo que su estómago se contrajera.


 


 


 


******


 


 


 


Hakyeon respiró profundamente cuando el doctor se lo indicaba, el gel frío se deslizaba por su abdomen gracias al ecosonograma. Era un chequeo de rutina, solo para comprobar que todo en su organismo estuviera trabajando correctamente. No quería admitirlo pero en varias ocasiones sentía un poco de miedo como en esa, no porque su médico encontrara algo malo en él sino porque el rostro de su padre aparecía en su cabeza.


 


Su media sonrisa maliciosa, sus afilados ojos, su postura rígida.


 


—Todo es por tu bien, Hakyeon...


 


Apretó la tela de la camilla.


 


—Ya terminé, Hakyeon. Como siempre, todo está en perfecto estado —dijo su médico mientras le extendía un papel para que se limpiara el exceso de gel.


 


—Gracias, Ryoewook.


 


—Dime algo, Hakyeon, ¿Leo sigue haciéndose sus chequeos también? ¿o es algo más lo que te tiene preocupado?


 


—Algo así... —suspiró como agotado—. La relación de Leo y Eunwoo la noto cada vez más tensa. Él lo niega pero sé que algo le sucede a mi hijo, solían ser apegados e incluso Eunwoo lo llamaba "papá"... Ya no lo hace...


 


—Tal vez algo pasó. Influencia de alguno de sus compañeros quizás —teorizó el médico.


 


—Quisiera que fuera algo tan sencillo, porque la influencia de los extraños es más fácil de arrancar... Más bien, pienso que puede ser por su abuela materna. Youngmin siempre ha querido quitarme a mi hijo porque no me considera un buen padre para él, o quizás sea su orgullo herido porque no me casé con Eunyoung... Tenía una especie de convenio con Dongmin, algo que nunca llegué a averiguar...


 


—Quizás estamos siendo muy paranoicos con respecto a esto... Cuando se trata de Dongmin, tus signos aumentan y tus pensamientos se descontrolan —le dijo Ryoewook—. No te alteres, piensa en tu salud y que ese hombre está encerrado siendo incapaz de herirte otra vez.


 


—Lo sé, y me lo repito una y otra vez... pero es muy difícil no pensarlo...


 


Platicó un rato más con Ryoewook, cosas menos importantes para aliviar un poco los pensamientos de Hakyeon.


 


Cuando salió del consultorio de su amigo se dirigió rápidamente al área donde Leo se encontraba, no tuvo que caminar mucho ya que su pareja había terminado su terapia e iba en su dirección. Hakyeon lo notó algo melancólico y con pasos nerviosos, Leo bajó su mirada un poco.


 


—¿Todo bien? —preguntó Hakyeon acercándose a él y acariciando su mejilla.


 


Leo sujetó su mano y besó su palma con devoción, asintiendo en el proceso.


 


—Mi presión está bien y el psicólogo dijo que debo hacer yoga para evitar la ansiedad por el estrés del trabajo, pero todo bien.


 


—Te dije que te estabas sobre esforzando en el trabajo —dijo Hakyeon—. Pero me alegro que estés bien.


 


Leo entrelazó sus dedos con los de Hakyeon y ambos abandonaron la clínica sin decir más de lo necesario, ignorando las miradas de desaprobación de algunas personas que en general eran mayores que ellos. Ya se habían acostumbrado a esa desaprobación de personas atrapadas en el siglo pasado o con pensamientos demasiado conservadores para su gusto.


 


Subieron a su auto, esta vez Hakyeon conduciría puesto que Leo tendía a pensar mucho luego de la terapia y prefería evitar un accidente. Antes de poner a andar el motor, Taekwoon sujetó su mano y la llevó a sus labios. Los labios de su menor temblaban.


 


—Woonnie, ¿qué sucede?


 


No le respondió. Haló su brazo y lo besó salvaje, fuerte, brusco. Hakyeon lo sostuvo de los antebrazos, sintiendo como la lengua de Leo recorría su boca y la saboreaba.


 


—Yeon–ah... —le susurró con su voz aterciopelada, seductora—, házmelo.


 


Su sentido de la razón le decía que intentara calmar a Taekwoon de otra manera hasta llegar a casa pero su descontrolado amor y deseo por él le decía que lo hiciera ahí. Le hizo caso a su segunda voz. Como pudo colocó el tapasol para evitar que alguien los viera y agradeció que su vehículo tuviese vidrios polarizados, así se sentía un poco más seguro con lo que iba a hacer.


 


Tomó a su esposo entre sus brazos y lo subió a su regazo, metió sus manos debajo de la ropa de Leo y se deleitó con sus gemidos mientras sus bocas se comían a besos.


 


Rezó porque sus niños aun no salieran de clases.


 


 


******


 


 


Rocky daba pequeños traspiés mientras seguía a JinJin, quien parecía ajeno a su comportamiento. Odiaba que su hyung fuera tan distraído con sus sentimientos, que ignorara la forma en como hacía a su corazón retumbar estrepitosamente y apartar el mundo para solo dedicarse a él.


 


Estaba bien, se dijo, ellos eran amigos de la infancia y tal vez JinJin no quería que eso cambiara y se hacía el tonto con él mientras actuaba como "una madre orgullosa porque su retoño era todo un hombrecito", o algo así le dijo a Eunwoo cuando llegó con las bebidas.


 


—¿Rocky? —se detuvo al ser llamado por su hyung—. ¿Pasa algo?


 


—No... Nada... Solo...


 


—Oh... Lo siento, se supone que esta salida iba a ser solo para los dos y me distraje con Eunwoo y Moonbin —se disculpó y Rocky sintió un pequeño pinchazo en su pecho al recordar al mayor tan animado y confianzudo con Eunwoo.


 


—No, está bien. Supongo que es más interesante hablar con hyung —dijo dolido.


 


—¿Estás celoso?


 


Todos los colores se le subieron al rostro a Rocky, sus manos empezaron a sudar y su corazón latía errático.


 


—¿¡Qué!? ¡Para nada! Soy demasiado genial para sentir eso —dijo casi con soberbia acelerando su paso.


 


JinJin rió por la actitud de su dongsaeng. Lo alcanzó y rodeó su cintura con ambos brazos haciendo que el menores sobresaltada.


 


—No te preocupes, Minhyukkie. Tú eres mi favorito.


 


Rocky quedó desconcertado por la repentina declaración de su mayor pero no pudo prever lo que sucedió luego, sin previo aviso Jinjin lo torturó a base de cosquillas. Sintió sus dedos acariciarle por sobre la ropa, pese a su ataque de risas también se sintió algo avergonzado de ser tocado por la persona de quien estaba enamorado.


 


Aun así, pudo olvidar los malos ratos que vivió y solo concentrarse en el toque agraciado de las manos de su hyung.


 


Por otro lado, Eunwoo y Moonbin caminaban uno al lado del otro pero sin tocarse. Moonbin parecía huir de Eunwoo. El mayor no quiso darle muchas vueltas al asunto pero dedujo, y conociendo al mayor de los Lee, que la razón eran sus celos. Moonbin no soportaba que Eunwoo fuera tan amigable con otras personas y él y JinJin eran tan buenos amigos que a veces lo demostraban con skinship, muy mala idea.


 


—Binnie... —lo llamó pero este no pareció escucharle puesto que solo iba caminando con las manos en los bolsillos y cabizbajo—. Binnie, ¿estás molesto?


 


—Puede ser —refunfuñó y a la vez aceleró sus pasos.


 


—Entre JinJin–hyung y yo solo hay una buena amistad y nada más... si es lo que te molesta.


 


Moonbin se detuvo abruptamente, respiró profundo y lo encaró.


 


—¿Entonces por qué tienen que actuar como una pareja de casados viéndonos como sus hijos? ¡Hicieron lo mismo cuando recién llegamos! ¡Se supone que soy tu pareja, no tu hijo! —reclamó molesto por esa extraña situación en la que se encontraban, esos roles que ambos tomaron. Moonbin no veía a sus padres como veía a Eunwoo.


 


El mayor respiró profundo, a veces olvidaba su posición en la vida de Moonbin. No lo hacía a propósito simplemente no terminaba de procesar el amor que su menor sentía por él, ignoró el hecho de que nunca aceptó ser pareja de Moonbin pero el menor ya se había atribuido ese título.


 


—Lo siento —fue lo único que pudo decir.


 


Moonbin se acercó a él dejando solo un paso de distancia, era un poco más bajo que Eunwoo.


 


—Bésame... y acepto tus disculpas.


 


Eunwoo no supo cómo reaccionar, sus manos sudaban pues nunca había iniciado él un beso con Moonbin. Tomó el valor necesario y sujetó el rostro de su menor con ambas manos, besó sus labios sintiendo como todo a su alrededor desaparecía.


 


El contacto se profundizó cuando Moonbin abrió su boca y ambas lenguas se encontraban danzando apasionadamente. Eunwoo sintió los brazos de Moonbin rodear su cintura y apretarlo más contra él, se sentía acalorado.


 


Se separaron cuando las descargas eléctricas y la ebullición en su sistema era demasiado para soportarlo, cuando el aire se hacía indispensable para los dos.


 


Moonbin observó unos segundos a Eunwoo sorprendido para luego cubrirse el rostro con las manos, un rostro coloreado por un fuerte rubor.


 


—Bin, ¿qué sucede? —preguntó asustado, temía haber mordido a Moonbin o ser muy rudo en su beso.


 


Su menor le daba la espalda aun cubriendo su rostro —N-No es... Eunwoo-hyung, me... ¿me amas... como yo te amo a ti?


 


Aquella pregunta descolocó completamente a Eunwoo. Él amaba mucho a Moonbin pero ese amor era de familia y Moonbin no lo veía como a su familia, entonces, ¿cómo lo amaba Moonbin?


 


—Bin...


 


—Solo quiero que me digas que aunque sea me amas un poquito como yo te amo —suplicó con la voz amortiguada por sus manos aun dándole la espalda.


 


—Bin, claro que siento amor por ti pero no me presiones a amarte como a un hombre aun. Siento que estamos apresurando un poco las cosas.


 


—No, para nada —respondió rápidamente dándole la cara. Sus mejillas estaban rojizas al igual que su nariz y los ojos cristalizados—. He esperado mucho tiempo para que me correspondas, mi paciencia no es infinita, y estoy muriendo lentamente por llegar a tu corazón pero... tú... quieres a alguien más...


 


Eunwoo sentía las palabras de Moonbin como dagas clavándose en su corazón, perforándolo lenta y dolorosamente. Era cierto que ambos percibían el tiempo diferente, Moonbin estaba claro en lo que sentía por Eunwoo y el mayor apenas descubría y conocía ese sentimiento por su menor.


 


Se acercó a él y depositó un beso en sus labios entre abiertos, otro en sus mejillas y uno en la frente.


 


—Binnie, si no te amara ni un poquito no te habría besado y no habría aceptado tus sentimientos... solo tenme un poco de paciencia para que así pueda darte un amor como el que te mereces —le concedió una sonrisa haciendo que Moonbin dejara escapar una lágrima, lo abrazó fuertemente por la cintura y colocó su rostro contra el pecho de Eunwoo.


 


—Te prometo que te enamoraras de mí, me amarás tanto que olvidarás por completo a Park Seungjun. Voy a ser el único para ti como lo eres para mí —declaró a su hyung, a la fría noche y la brillante luna. Eunwoo lo abrazó ocultando su rostro en el hombro de Moonbin, dejando un pequeño beso allí y susurrando en su interior "eso espero, de verdad que lo deseo".


 


Llevó a Moonbin hasta su hogar y luego tomó un autobús que lo dejara en su residencia, había escuchado varias veces a su padre y a Leo discutir en si comprar una casa más espaciosa aunque estas quedaban muy lejos de sus trabajos y colegios. Revisó su celular comprobando que la batería había muerto, supuso que su padre estaría preocupado ya que no le avisó a donde iría.


 


Suspiró, otro regaño seguro le esperaba.


 


Sostuvo su pecho un segundo, había sentido un pinchazo molesto aunque no le prestó mucha atención. A lo mejor solo se había lastimado.


 


Cuando el vehículo lo dejó frente a su edificio solo pudo visualizar la enorme estructura y la ventana de su departamento iluminada con las luces de la sala, volvió a suspirar. Entró, tomó el ascensor y trató de idearse alguna excusa creíble, aunque el dolor de su pecho no lo dejó pensar bien, era molesto.


 


Sacó sus llaves cuando el ascensor se detuvo en su piso pero antes de que pudiera introducir el objeto de metal la puerta se abrió, Hakyeon lo recibió con los brazos cruzados a la altura del pecho.


 


—Cha Eunwoo, ¿se puede saber dónde estabas? —inquirió con un tono autoritario.


 


—Perdón, appa. Moonbin quiso que... que le ayudara con unas cosas... Yo... o-olvidé avisart-


 


Sintió como el aire le faltaba, como si una mano le estrangulará hasta que el oxígeno no pudiera entra en sus pulmones y el dolor, el pinchazo, se hizo agudo.


 


—¡Eunwoo! ¿Qué te pasa? —escuchó la voz de su padre distante, muy lejos y distorsionada.


 


No supo cómo llegó a los brazos de su padre, ni como acabaron en el suelo de la sala de su departamento. Su cerebro se desconectó y su visión solo pudo contemplar un vacío negro.

Notas finales:

Oh... ya empezó el drama y apenas vamos por el segundo capítulo.

MJ la está pasando mal con sus sentimientos y JinJin no se da cuenta que Rocky babea por él xD

Eunwoo se está enamorando poco a poco de Moonbin pero ¿qué será ese extraño desmayo? 

Nos vemos en el siguiente capitulo. Denme amor con sus comentarios que me motivan a escribir. Bye!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).