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51. Jin (02) por dayanstyle

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Era el turno de Jin y Ray para patrullar las calles del Valle Pride. Tenían a Yoon Hak de la manada de lobos grises de Changjo con ellos. Después de todo era el territorio de los lobos grises. Pero a Jin no le gustaba patrullar con shifters.
 
No es que tuviera algo en contra de los lobos, solo es que era demasiado peligroso para cualquier persona, excepto para una bestia alada el lidiar con un perro del infierno. Las bestias aladas podían manejar a un perro. Los shifters sólo complicaban las cosas. Jin sentía como si estuviera de niñera en lugar de patrullando.
 
Pero Nam Joon y Changjo habían decidido que las bestias aladas necesitaban mostrarle a los shifter como combatir a los perros del infierno. Los dos líderes querían que los lobos aprendieran a defender su propio territorio. Querían que las bestias les mostraran a los lobos cómo luchar sin conseguir ser mordidos.
 
Jin aun estaba tratando de entenderlo.
 
Mientras caminaban, Jin pensó en lo que le había dicho Nam Joon justo antes de irse a patrullar. El doctor Baro había llamado y confirmado que el cadáver encontrado en la casa de Suga era de hecho Mike Baxton, compañero de cuarto de su zaterio. Sabía que los perros no habían confundido al humano con Suga, por lo que la única otra explicación era que los perros estaban jugando con ellos.
 
Jin no tenía ganas de decirle a Suga que uno de sus compañeros había muerto. No estaba seguro de si Suga era buen amigo de Mike, pero dar una mala noticia siempre apestaba.
 
Entonces, ¿enviaron a dos demonios?- Yoon Hak preguntó  mientras sus  cejas  subían  por  su  frente  . - ¿Qué aspecto tienen?
 
De demonios- respondió Jin con voz inexpresiva. En realidad no quería estar aquí caminando por las calles. Sabía que era necesario patrullar para mantener el lugar, pero tenía demasiadas cosas que hacer, como estar con su zaterio. Su pareja aun no estaba a salvo, y Peniel aún no había sido encontrado. No debería estar aquí caminando. Debería estar en algún lugar luchando o buscando a la bestia que faltaba.
 
Y extrañaba a Suga.
 
-Gracias, imbécil -respondió  Yoon Hak  con un  leve gruñidoen su  voz  . Si  quisiera  respuestas tontas  le preguntaría a Jong Su y a young bin.
 
Jin no tenía ni idea de quiénes eran esas personas, y no le importaba en este momento. Estaba preocupado por Peniel. Estaba preocupado por Suga. Y estaba preocupado de que los perros encontraran otra manera de entrar en el castillo antes de que Nam Joon terminara los nuevos hechizos que había encontrado en la biblioteca Zantharian que guardaba en su dormitorio.
 
Infierno, estaba simplemente preocupado.
 
Jin se frotó el muslo, sintiéndolo palpitar. Había recibido la aprobación del doctor Baro para que se reincorporara a sus funciones, pero Jin no había querido dejar a su pareja para patrullar las calles. Su pierna estaba marcada. No pudo evitar eso. Pero ahora estaba caminando sin cojear.
 
«Yee-jodido-ha».
 
Hubiera preferido seguir cojeando y estar acostado en su cama con su zaterio, así podría vigilar a Suga. Pero Jin sabía que era un esfuerzo conjunto el mantener las calles seguras para los residentes de esta ciudad. Fue creado para matar a los perros, por lo que tenía que entenderlo y dejar de quejarse por tener que patrullar.
 
Jin tenía otras cosas aterradoras de qué preocuparse además de lo que ya estaba preocupándolo.
 
Como ir a conocer a la madre de Suga. Ahora que pensaba en eso, realmente lo asustaba. Nunca había tenido una madre. ¿Cómo sería la madre? Después de todo estaba saliendo con su hijo. Bueno, él había reclamado a Suga, pero en lo que a ella se refería, sólo estaban saliendo. Por lo que había aprendido acerca de los humanos, las madres eran muy protectoras de sus hijos.
 
¿Alguna vez han tratado con alguna madre?- Jin les preguntó a los dos hombres que estaban conversando sobre los demonios brimstone.
 
Yoon Hak y Ray se callaron y miraron extrañados a Jin. Quizás debería haber mantenido la boca cerrada.
 
-Yo fui creado, Jin. Lo sabes- contestó Ray mientras se rascaba con la cabeza . No sé nada acerca de las madres.
 
-Me llevaron a una edad temprana con Jihoon. No me acuerdo de mi madre- confesó Yoon Hak . -¿Por qué?
 
Jin se preguntó si debería de tocar el tema. En el gran esquema de las cosas, no era algo de lo que él debería preocuparse. Ella era humana. Ella era una madre. ¿Qué tan mala podría ser ella? Jin había luchado contra perros del infierno y demonios brimstone, y una gran cantidad de otras criaturas en su vida. ¿Qué era un pequeño humano para él?
 
-No importa.
 
No- argumentó Ray deteniéndose y girándose hacia Jin .- Lo mencionaste. Así que, ¿por qué preguntas sobre las madres?
 
-La madre de Suga quiere conocerme.- El decir eso en voz alta sólo hizo que su temor de encontrarse con ella pareciera diez veces más ridículo. No podía creerlo. Ella era un ser humano. ¿Qué había que temer?
 
-¿Ella te amenazó para que te mantuvieras alejado de su hijo?- Yoon Hak preguntó.
 
No- dijo Jin mientras negaba con la cabeza.
 
¿Te invito a comer?- Ray preguntó.
 
-Sí.
 
Entonces, ¿cuál infiernos es el problema?- Yoon Hak preguntó .- Ella no amenazó con cortarte las bolas, y te va a alimentar. Deja de preocuparte.
 
A menos que planee envenenarte -murmuró Ray a Yoon Hak . -Podría suceder. He leído sobre eso todo el tiempo en línea.
 
Hombre, ¿por qué demonios estás leyendo acerca de esas cosas? preguntó Jin, sintiéndose ahora aún más nervioso de que iba a conocer a la mamá de Suga. Ray iba a conseguir que pateara su culo si no dejaba de sembrar esas semillas en la cabeza de Jin.
 
Siempre supo que Ray era un bicho raro. Era nervioso y saltaba, hablaba como si tuviera un maldito tic nervioso o algo así. Pero el leer acerca de otros envenenando a la gente era francamente extraño.
 
Y atemorizante.
 
-No creo que el arsénico pueda matar a una bestia alada- respondió Yoon Hak y luego vio entre los dos . -¿Se puede?
 
-Voy a ingerir algo y te diré- respondió Jin secamente.
 
Leí acerca de ese único caso en que la madre envenenó a su hijo y a su amante, y todo porque ella era demasiado cobarde para admitir ante sus amigos que su hijo era gay. Ella trató de culpar al novio de su hijo, pero con la medicina forense de hoy en día, la descubrieron.
 
¡Detente! Jin gruñó mientras se frotaba las sienes . Ninguno de los dos me está ayudando. Se suponía que me dirían que iba a ser genial, no asustarte más.
 
Oh -dijo Ray . -Si querías una respuesta revestida de caramelo, deberías haberlo dicho.
 
Va a ser genial- respondió Yoon Hak . -Solamente no comas ni bebas nada.
 
-Pero será una comida al aire libre- señaló Jin.
 
Estás jodido- dijo Ray.
 
Sabes, Ray, yo… -Jin dejó de hablar cuando un extraño olor llenó el aire. Inclinó la cabeza hacia atrás al mismo tiempo que Ray y Yoon Hak lo hacían, los tres olfatearon.
 
 
¿Qué es ese olor?- Ray preguntó.
 
Olía como a perros, pero había algo extraño mezclado con ese olor.
 
¿Perros del infierno? -Ray preguntó.
 
No.- Yoon Hak negó con la cabeza . -Vampiros rebeldes.
 
 
 
Los tres se vieron por un segundo y luego empezaron a seguir el rastro.- He oído que los perros les habían prometido a los fey protegerlos contra los rebeldes por algo a cambio. ¿Crees que estén trabajando juntos?
 
Ese era un pensamiento aterrador. Pero a Jin no le extrañaría que los perros explotaran a los vampiros rebeldes y los utilizaran para su beneficio. Después de todo eran del infierno. No tenían moral. Ellos utilizaban todos los medios a su alcance para causar estragos y caos.
 
El olor los llevó más cerca del Deli Harold, pero luego el olor se desvaneció. Jin estaba en la esquina de la calle Trenton y la catorce viendo a su alrededor. Echó un vistazo a la gasolinera al cruzar la calle a su derecha y luego vio a la izquierda en donde estaba la tienda del Valle Pride, pero no vio nada fuera de lugar.
 
Eran las tres de la mañana. Nadie estaba afuera. El semáforo de la esquina estaba parpadeando en rojo, y el viento soplaba con suavidad, pero no había perros del infierno ni vampiros a la vista.
 
Eso es extraño- dijo Yoon Hak .- El olor desapareció.
 
Era extraño, y Jin necesitaba avisarle a Nam Joon que los perros y los rebeldes posiblemente trabajaban juntos. O más exactamente, los perros estaban controlando a los rebeldes ahora.
 
La idea no era agradable.
 
Suga rápidamente desvió la mirada para no reírse cuando vio a Jin jalando su cuello. Era la tercer camisa que el hombre se había puesto, y encontró algo malo en cada una de ellas. Jin se estaba volviendo loco. No había otra explicación.
 
-Jin, es una comida al aire libre, no un baile inaugural. Te ves bien.
 
Realmente lo hacia, sin importar lo que usara. Aun así era hermoso. Los jeans de Jin abrazaban sus piernas como una segunda piel, y envolvían su pene como si estuvieran hechos para mostrar la dura longitud.
 
Suga pasó la lengua por los labios mientras veía a su pareja de arriba a abajo. Sí, el hombre era totalmente digno de admirar. Además de sus ajustados jeans, cada maldita camisa que se ponía mostraba los duros músculos de su pecho y abdomen, era como un sueño húmedo.
 
-Quizás deberíamos quedarnos en casa.
 
Jin giró la cabeza bruscamente, con una mirada esperanzada en su rostro.- ¿En serio?
 
Suga suspiró, renunciando a su fantasía de pasar las próximas horas envuelto en los brazos de Jin. No, lo siento, bebé. -Tienes que conocer a mi madre o nunca vamos a dejar de escucharla. Pero cuando lleguemos a casa... Suga vio los hombros de Jin caer mientras dejaba su declaración colgada en el aire . -No va a ser tan malo, Jin. Te lo prometo. Si te amo, entonces mi madre te va a adorar.
 
-Mi pierna está casi del todo bien dijo Jin . Podría hacer que valga la pena quedarse en casa.
 
Suga se quedó con la boca abierta.- ¿Estás tratando de sobornarme con sexo?
 
-¿Funcionaría?
 
-No.
 
-Entonces era sólo una sugerencia.
 
-¿Qué habrías hecho si hubiera dicho que sí?
 
Jin se encogió de hombros.- Desnudarte y chuparte el pene hasta que gritaras mi nombre, y luego joderte en la cama.
 
Suga tragó saliva. -Oh maldición.
 
-Pero, dado que es más importante para nosotros ir a visitar a tu madre...- Jin fue callándose mientras caminaba hacia la puerta del dormitorio. Se giró en la puerta y le hizo un guiño a Suga por encima de su hombro . Probablemente deberíamos irnos.
 
Suga se quedó en silencio, atónito, cuando su pareja cruzó la puerta. No fue capaz de hacer que su cuerpo se moviera durante un momento, sobre todo porque su pene estaba amenazando con estallar y tenía miedo de que si se movía tendría que cambiarse los pantalones.
 
Tragó saliva y palmeó su duro pene. Hizo una mueca ante el agudo dolor y se dirigió hacia la puerta. Pude haber sido un poco precipitado.
 
La risa de Jin lo alcanzó mientras salía de la habitación. -Ahora es demasiado tarde, zaterio. Tu madre te espera.
 
Jin no parecía tan divertido cuando se detuvieron frente a la casa de la madre de Suga treinta minutos más tarde. De hecho, parecía francamente asustado. Suga deseaba que hubiera alguna manera de tranquilizar a su pareja de que todo iba a estar bien, pero sólo el tiempo, y la madre de Suga se lo mostrarían a Jin.
 
 
-Te prometo que todo va a estar bien, Jin dijo Suga mientras palmeaba la pierna de su pareja . Mi mamá va a amarte. Suga se inclinó y besó la mejilla de Jin .- Tal y como yo lo hago.
 
-¿Qué sucede exactamente en estas cosas de comida al aire libre?
 
-Uh... bueno, hay un montón de comida, de gente, y en general pasan el rato y se ponen al día con los chismes más recientes de la familia.
 
Jin hizo una mueca mientras veía a la casa por la ventana del frente. Suena delicioso.
 
Suga se río. -¿Nunca has estado en una comida al aire libre?
 
-Las bestias aladas no tienen comidas al aire libre.
 
-Es una lástima. Suga abrió la puerta y salió del carro . No tienes ni idea de lo que te pierdes.
 
 
 
 
Jin tenía una idea perfecta de lo que se estaba perdiendo... de Suga desnudo en su cama. Sólo que no había sido capaz de convencer a su pareja de que tenían que quedarse en casa en lugar de ir a una comida al aire libre.
 
Le habría encantado encontrar alguna excusa que pudiera haberle impedido asistir a cualquier función en la que participara la madre de Suga. No era que no le agradara la mujer. No la conocía. Era solo que lo asustaba más que un perro del infierno.
 
 
Tenía el poder de alejar a Suga de él. Ese derecho era suficiente para hacer que a Jin le temblaran las manos mientras tomaba el picaporte de la puerta del carro. No sabía qué haría si su pareja de repente decidía que no continuarían.
 
Morir de un corazón roto sería lo más probable.
 
Jin estaba aterrorizado. Apenas podía hacer trabajar sus piernas mientras salía del carro y seguía a Suga hacia la casa. Le tomó hasta el último gramo de valor a Jin entrar a la casa detrás de Suga.
 
Mamá, estoy en casa -gritó Suga.
 
Estoy en la cocina, cariño -gritó una voz femenina del otro lado del salón.
 
Vamos- dijo Suga ofreciéndole la mano.
 
Jin lo agradecía porque necesitaba algún tipo de conexión física con su pareja, y luego siguió a Suga a través de la sala, al comedor, y a lo que evidentemente era una cocina.
 
Jin lo sabía.
 
Una mujer que parecía una versión mayor de Suga estaba parada frente a una estufa, revolviendo algo en una olla roja. Ella levantó la vista cuando entraron, una sonrisa cruzó sus labios.
 
-Hola, hijo.
 
-Mamá.
 
Jin frunció el ceño cuando Suga le soltó la mano y fue a los brazos de su madre, dándole a la mujer un abrazo y un beso en la mejilla antes de girarse y agitar la mano hacia Jin. Él prefería que Suga le diera la mano, especialmente en esta situación. Le impedía sentir que iba a enloquecer totalmente.
 
-Él es mi novio, Jin.
 
Pareja gruñó Jin y al instante deseó haber mantenido la boca cerrada cuando las cejas de la mujer se alzaron. Tragó saliva, sin perderse la mirada que su pareja le enviaba, y le tendió la mano a la mujer . Hola, señora... uh...
 
La mujer sonrió. -Llámame Chan Mi.
 
Hola, Chan Mi.- Dios, apestaba. Ni siquiera podía sostener una conversación normal con la mujer. Suga iba a estrangularlo . Su casa es muy agradable. Eso era educado, ¿no es así?
 
Gracias.- Chan Mi se giró hacia la estufa y comenzó a agitar la olla de nuevo . -Espero que te guste la ensalada de macarrones hechos en casa.
 
-¿Uh, sí? -No tenía la menor idea. No recordaba haberlo comido.
 
Chan Mi se río ligeramente. Era un sonido suave y lírico, que le recordó a Jin la risa de Suga. Podía ver de dónde sacó los ojos color chocolate su pareja. Los de Chan Mi eran sólo un poco más claros que los de Suga, como si tuviera más experiencia que su hijo.
 
Jin imaginaba que probablemente la tenía.
 
Entonces- Chan Mi veía de Suga a Jin ,- ¿pareja, eh?
 
¿Chan Mi sabía sobre las parejas? ¿Cómo? Los ojos de Jin se abrieron mas mientras le daba a Suga una mirada de soslayo de absoluta incredulidad. Suga le dio a Jin un rápido movimiento de su cabeza, claramente dándole a Jin una silenciosa advertencia de que permaneciera en silencio.
 
-Eso es bueno- dijo Chan Mi . -Estoy feliz por ti, hijo.
 
-¿Lo estas?
 
Chan Mi le sonrió a Suga. Por supuesto. Las parejas tienen un vínculo más fuerte que las parejas humanas. -Prefiero que tengas una pareja a solo un novio humano. Siendo un ser paranormal, tu pareja, Jin, se preocupara más por tu bienestar que un simple humano. Él cuidará bien de ti.
 
Jin estaba demasiado sorprendido para hacer algo más que asentir estando de acuerdo.
 
Suga, por otro lado, parecía que estaba a punto de desmayarse. -Mamá, ¿cómo sabes acerca de las parejas y los paranormales?
 
-Hijo, he vivido en el Valle Pride la mayor parte de mi vida. No creerías algunas de las cosas que he visto y oído.
 
Jin tragó saliva cuando Chan Mi sacudió un dedo . -Ustedes no esconden las cosas tan bien como creen hacerlo.
 
-Si, señora.
 
Entonces. -Chan Mi cruzó los brazos sobre el pecho mientras se giraba y se apoyaba en el borde de la estufa . -¿Qué clase de paranormal eres?
 
Jin miró a Suga, sin saber si debía decirle a la mamá de su zaterio sobre las bestias aladas. Es cierto que sabía un montón para ser una humana, pero no estaba seguro de si debía decirle a ella más de su mundo. Era peligroso.
 
 
Pero ella también tendría el conocimiento exacto de lo que estaba a su alrededor. Y el conocimiento mantenía a una persona a salvo según lo que Jin sabía.
 
-Él es un vampiro alado- dijo Suga . -Mata a las cosas que se salen del infierno y bebe mi sangre.
 
Las cejas de Jin se elevaron. -¡Suga!
 
Suga se encogió de hombros, para nada arrepentido.- ¿Que? Esa es la verdad.
 
¿Un vampiro con alas?- Chan Mi preguntó mientras sus ojos café claros veían a Jin . -No veo ningunas alas.
 
¿Realmente estaba de pie en la cocina de la mamá de su zaterio teniendo esta conversación? La mujer seguro que era curiosa. Jin no estaba seguro de si eso era bueno o no.
 
Suga resopló mientras se apoyaba en el mostrador de la manera exacta en que su madre lo hacía. Sus rasgos y gestos eran tan parecidos que era un poco atemorizante. -Dije lo mismo. Al parecer, sólo si te apareas con una bestia alada las puedes ver.
 
-Otras bestias aladas y los perros del infierno también las pueden ver- señaló Jin.
 
-¿Perros del infierno? -preguntó Chan Mi, sus mejillas de color rojo manzana, palidecieron.
 
-Vamos, mamá. Voy a explicarte lo que sé- dijo Suga mientras llevaba a su mamá a la sala, dejando a Jin solo. Echó un vistazo a la olla que Chan Mi había estado agitando y vio frijoles hirviendo.
 
A Jin le gustaban los frijoles.
 
-Debes de ser Jin.
 
Jin se dio la vuelta y vio a un hombre de pie, con el cabello rubio arena y brillantes ojos verdes.- Soy Sung Jae, primo de Suga. ¿Juegas voleibol?
 
Jin movió lentamente la cabeza de un lado al otro, viendo al hombre cuidadosamente. -No.
 
 
-Genial, entonces estás Necesitamos otro jugador-. puerta y luego se fue.- en el equipo de Hwi Young. Sung Jae le señalo a Jin la
 
 
¿No acaba de decir que no sabía jugar? Jin se encogió de hombros y salió al patio trasero. Se quedó helado cuando vio al menos una docena de personas, si no es que más. Esta era la familia de Suga, y su pareja ¿lo había dejado solo a su suerte?
 
Jin iba a palmear el culo del hombre después de esto.
 
-Maldición, eres enorme amigo- dijo un hombre del otro lado de una red blanca . -Soy Hwi Young. Estás en mi equipo.
 
Jin caminó alrededor de la red y se quedó allí con todos los demás. No estaba seguro de cómo jugar, pero todo el mundo estaba sonriendo. Se quedó quieto cuando un leve olor a sangre le llegó. Se dio cuenta que Hwi Young tenía un vendaje alrededor de su brazo.
 
¿Cómo te lastimaste?- preguntó Jin mientras señalaba con la cabeza la lesión de Hwi Young que aún olía a fresco.
 
 
En el trabajo- dijo Hwi Young . ¿-Estás listo para jugar?
 
Jin asintió, pero mantuvo un ojo en el hombre. Él no sabía si era el hombre o todo lo que estaba buscando era probar la sangre del chico. Jin estaba bastante seguro de que Suga le frunciría el ceño si Jin lamía la herida de su primo.
 
Nosotros servimos dijo Sung Jae y luego lanzó la pelota en el aire, golpeándola con fuerza con su mano.
 
Jin vio caer el balón al suelo a sus pies.
 
¡Sí! -Sung Jae se rio.
 
Tienes que golpear la pelota sobre la red,- Jin explicó Hwi Young.- No puedes dejar que toque el suelo.
 
Jin asintió. Podía hacer eso.
 
La siguiente vez que el balón llegó a sus manos, Jin dio un puñetazo en él y vio como el balón se fue por el aire... y luego sobre la casa.
 
-La próxima vez con algo menos de fuerza le murmuró Hwi Young . -¿Quiero que golpee el suelo del otro lado de la red, no del otro lado del pueblo.
 
No- gritó Sung Jae, ahuecando la mano alrededor de la boca . -Que siga jugando a su manera.
 
-No hagas caso a Sung Jae- gruñó Hwi Young.
 
Jin notó a Sung Jae frotar su hombro, y cuando la camisa se movió vio que él también llevaba un vendaje. ¿Qué infiernos sucedía? Normalmente Jin no habría pensado nada de eso, pero era un gran vendaje blanco con manchas de sangre en los bordes.
 
¿Tu familia es propensa a los accidentes?- Jin preguntó mientras veía a Sung Jae, que estaba de pie al otro lado de la red.
 
-Algo así.
 
Jin no estaba seguro de lo que estaba sucediendo, pero no iba a hacer un escándalo por eso. Muy bien podrían ser accidentes.
 
 
Pero también podría ser que uno de ellos fuera la pareja de Peniel.
 
continuara....

 

 


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