Lo chistoso era encontrarse en el centro comercial donde Lucas Lazarte intentó detenerlo, mucha risa dio eso. Por un momento consideró quedarse con él, escuchar lo que Lucas tenía que decir.
Ver sus ojos verdes, sus manías que tenía: esconder las manos en los bolsillos del pantalón, mirar a otro lado y acomodarse la blusa como si importara si le favorecía.
Le interesaba entrar a su circulo de amistades, desplazar al numero 1.
Raro, lo importante era conseguir la entrada al concierto, no estar pendiente de si él sigue detrás del chico popular.
Él buscó decir algo.
--Buenas tardes, señora--saludó a la mamá de Lucas, y este se puso más nervioso.--Un gusto conocerla, ya me tengo que ir.
Lazarte lo tomó de la mano y Derek resistió el impulso de abrazarlo, de oler la fragancia de su champú y ver su sonrisa divertida y sentir en la piel, el recorrido de las punta de sus dedos. Lucas le miró con sus ojos verdes suplicando.
No estaba de humor para escucharlo. Era sorprendente cuanto le costaba olvidar lo que hizo Lazarte.
--Podemos hablar.
--Lo haces--dijo evitando sentir las piernas débiles por el contacto entre sus dedos--De verdad no es el momento.
--¿Cuando y donde?--preguntó en su límite.
Se acordó de si mismo al principio de molestarlo, solo que la frase no lo motivó para nada.
--En las escaleras, cuando acabe el recreo.
Lazarte se desinfló igual que un objeto por el alivio.
--Ok, estaré allí.
El alumnado ya estaba regresando a los salones de clases y para el segundo timbre, solo él y Lazarte, se encontraban en las escaleras. Lucas no venía acompañado de su grupo de amigos.
Al único que empezaba a tolerar era a Gustavo.
--Te repito mil veces, lo lamento. No fue mi intención hacerlo.
--¿Porque te sientes tan tocado?
--No me has hablado más.
--Ni quiero hacerlo--dijo con total sinceridad. Respiró hondo para calmarse, Lucas lo convertía en una persona diferente en muchos sentidos.
Ugh.
--Que debo hacer.
Volvió a poner esa mirada que le revolvía el estomago. Oh, cuan poderosa se podía volver una mirada en esas circunstancias.
--Solo procura no hablarme hasta que me calme.
--Y cuanto tendré que esperar.
--No tengo idea. ¿Bien?. Es la primera vez que me siento tan desdichado y enojado, lo que más no soporto es sentirme así por alguien como tú.
Lucas Lazarte hizo una mueca.
Genial, lo hice enojar.
--Prefieres a Gustavo.
--¿Perdón?-- chilló alarmado Derek--De que estás hablando.
--Sí, siempre lo saludas, y eso que pertenece a mi grupo, el de insoportables, como tu dices.
--Me cae bien, es mucho mejor que otros de los imbéciles que desprecian a los demás por no acceder a su inalcanzable escala social.
--Escuchate a ti mismo--gruñó Lucas Lazarte en una voz baja peligrosa y letal. Los pasillos lucían más sombríos y aburridos que de costumbre, lo único interesante en ese pequeño mundo era el color de ojos del chico latino-americano.--Tú ya accediste.
--Prefiero volverme parte del grupo bobos de músicos que unirme a tu horroroso grupo de populares.
Lucas le dio una mirada peligrosa.
--Dices eso porque allí está el idiota de James.
Derek puso los ojos en blanco, a James lo detestaba, en un nivel más allá de la velocidad de la luz.
--Ni si quiera hablo con James.
--Todos saben que eres su principal objetivo desde que tiene 15 años.
--Por lo menos yo, que soy el principal implicado, no lo sabía.
Pensó en sus dientes cubiertos de ortodoncia. en su cabello castaño oscuro y las pecas en el rostro. James era el lado positivo de la popularidad, demasiado positivo para su gusto.
--Pues ahora ya estás enterado.
--Al menos James piensa en mi y no me confunde con otro.
--Nadie es perfecto.
--¿Yo he dicho que Derek es sinónimo de perfección?, al menos en apariencia sí. Es como una versión juvenil de Derek Shepard con ortodoncia.