Lo despertaron antes de las cuatro de la mañana. Luego lo vistieron con el atuendo más hermoso que Yugi haya visto. Sin embargo, una capa con capucha lo mantuvo oculto hasta más tarde. En las habitaciones contiguas, los otros dos concursantes esperaban que comenzara el último día. El ultimo nivel final y el jefe final estaba listo para atacar. Este fue el último desafío, pero Yugi estaba listo.
Antes de llegar a Tebas, el no estaba seguro. Quería validación y atención, pero sus amigos solo lo vieron como un niño. Por eso no fue invitado a las cosas más maduras a pesar de que tenía la edad suficiente para unirse a ellos. Sin embargo, el nuevo Yugi era regio e inquebrantable. No encontró su confianza en la habilidad o la fuerza, sino en su amabilidad y determinación. Su tipo de madurez no vino de la severidad de la responsabilidad, no, sino de la sabiduría y la integridad. Yugi se dio cuenta de que no necesitaba ser como Yami, porque podía ser él mismo y ser tan bueno como el antiguo faraón.
Con un café en la mano y dos sacerdotes en la sala, comenzaron a entrenarlo. Di esto, ve allí, sonríe, ¡pero no demasiado! Practicaron hasta que el sol había subido alto en el cielo y el equipo de televisión los quería afuera en el calor ya ardiente, luciendo lo mejor posible. Cada uno de los tres candidatos tendría la oportunidad de ganarse a la audiencia con un discurso. Una vez que los tres hablaron, los televidentes pudieron votar en línea o por teléfono.
Yugi se estremeció nerviosamente mientras lo acompañaban al escenario que habían montado frente al palacio. Era una hermosa vista. Una joya del desierto, decorada con flores de jazmín, flores de loto y muchas piezas de tela blanca perlada que mantenían alejado el sol. Yugi lo habría llamado un sueño, si no fuera por las personas de aspecto aterrador que se sentaron en los tronos a su lado.
El primero es un hombre de mediana edad con una barba tan puntiaguda que podría usarse como punta de lanza. Llevaba una chaqueta naranja sobre túnicas rojas de terciopelo oscuro que mostraban su enorme barriga cervecera. En opinión de Yugi, parecía aburrido y obviamente no estaba interesado en nada de lo que sucedía a su alrededor. Estaba jugando con los anillos en sus dedos como si fueran su mundo.
El segundo candidato tenía su edad. Tenía cabello rubio y piel bronceada falsa, ¿tal vez el cabello también estaba teñido? Nadie lo sabría nunca ya que este era luchador y no respondería una sola pregunta. Todos los que vinieron y se atrevieron a tener una opinión diferente fueron considerados enemigos. El literalmente declararía la guerra a todos los que no le quisieran. El mantuvo la cabeza alta y parecía estar esperando que la señora que dirigía el espectáculo lo declarara el ganador.
Mientras subía los pocos escalones hacia el escenario, se quitó la capucha y se la dio a uno de los sirvientes. Yugi estaba orgullosamente vestido con una túnica blanca con un shendyt violeta y una capa de seda que brillaba como el cielo de la mañana. El había elegido intencionalmente un atuendo más tradicional para demostrar que hablaba en serio acerca de estar allí para la ciudad, incluso si no ganaba el dinero del premio. Sus ojos estaban llenos de pintura kohl y dorada, a diferencia de los otros dos concursantes. Llevaban máscaras faciales en su lugar; y ni siquiera tenían temática egipcia.
Durante el tiempo en que el primer jugador pronunció su discurso, Yugi recitó el suyo en su cabeza. No solo estaba nervioso: estaba aterrorizado y la joven luz sabía que su contraparte podía sentir esta emoción, ya que era muy fuerte. Muy pronto fue su turno de intensificar y convencer al mundo de que era digno de ser el faraón de esta ciudad. Lo único que flotaba en su cabeza era: ¿soy lo suficientemente bueno?
Oh, el estaba cansado de hacerse esa pregunta. Muchas veces se ha hecho la misma pregunta en casa cuando sus amigos salieron con Atem y lo dejaron atrás. ¿No era esta su razón para venir aquí? ¿Para tener algo de confianza? ¿Para empezar a creer en sí mismo? Molesto con sus dudas, Yugi frunció el ceño y resopló.
Luego vio a Sera sonreír y animarlo entre la gente de Tebas. Mani también estaba allí. Diva en realidad sonrió con una sonrisa genuina y asintió con la cabeza en señal de aprobación. Allí estaban el cocinero y los sirvientes, y estaban los dos sirvientes que él había liberado en su primer día ... Todos lo apoyaban en silencio. Sí, Yugi pensó para sí mismo, estaba listo. Haría esto y ganaría los corazones de los espectadores. Para ellos. Par Yami. ¡Para el mismo!
Yami sintió un ligero hormigueo en su mente. Inmediatamente pensó que Yugi estaba en problemas, pero no tiene forma de llegar a él esta vez e incluso si; llegaría demasiado tarde para ayudar. Por mucho que quisiera, no significaba que no. No podía seguir aferrándose a Yugi. Además, su compañero era muy capaz de manejar las cosas solo. Es mucho más fuerte de lo que él se daba crédito. Eso, y el faraón Yusheil ahora está en vivo en la televisión y puede ser que Yugi siempre sea su principal prioridad, pero la pequeña estrella de la televisión era más interesante en este momento. Yami esperaba que él ganara.
Después de unos días, el pequeño rey ha demostrado ser digno a los ojos de Yami.
Yugi saludó a todos cortésmente asintiendo con la cabeza. Luego fue su turno. En su nerviosismo, debe haber perdido por completo los discursos de su rival. Eso o los ha olvidado. Se congeló. Mierda. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? ¿Encajaría su discurso o sería tan diferente que se destacó e hizo reír a todos? El miedo se apoderó de sus piernas, haciéndolas tambalearse ligeramente, y una vez que llegó a su corazón, Yugi supo que tendría problemas para hablar. Como un camello en los faros, se congeló y se limitó a mirar.
El equipo de televisión le envió nerviosamente miradas confusas detrás de las cámaras mientras Sera, Mani y sus otros nuevos amigos lo instaron a hablar con gestos y miradas. Todo parecía perdido hasta que una cálida calma corrió por las venas del joven monarca que no provenían de Yami. Lógicamente, debe provenir de las profundidades del propio Yugi y se sentía como la esencia del sol y todo lo agradable lo atravesaba. Calmó su corazón acelerado, estabilizó sus temblorosas rodillas y de repente le resultó muy fácil hablar con la multitud.
-Cuando llegué aquí, quería demostrar mi valía. Quería descubrir si soy tan bueno como los reyes antes que yo, los verdaderos. Sin embargo, una vez que comencé mi semana aquí con ustedes, fueron ustedes quienes resultaron ser los verdaderos MVP de este juego. Estoy infinitamente agradecido por esta oportunidad y experiencia y, si quieren que lo sea, espero poder seguir haciendo lo que he estado haciendo la semana pasada. Sí, si gano estoy voy a invertir la mayor parte del premio en esta ciudad. Eso, te lo prometo. No podré quedarme aquí todo el tiempo, pero me ocuparé de que Tebas florezca en el futuro-
Yugi bajó y volvió a su asiento. Ahora esperarían a que el mundo entero eligiera un candidato y votara.
Esto fue. Yami sabía que nunca antes había enviado un correo electrónico tan rápido como este. Luego reclutó a todos sus amigos para asegurarse de que Yusheil obtendría el apoyo que se merecía. Incluso el rey ladrón se unió después de suficiente presión de grupo. Gracias a Ryou.
Sin embargo, el abuelo Mutou hizo un comentario que los golpeó a todos profundamente de una forma u otra, y algunos sentimientos de inquietud se perforaron en sus cabezas.
-Estoy seguro de que Yugi también votará por Yusheil. ¡Incluso comparten el mismo apodo! Hoho-
Entonces llegó el momento. La música se detuvo abruptamente y solo el ritmo de la batería continuó. Su sonido cruzó el lugar y resonó en todos los presentes; lento, constante e inminente. Era como si un trueno hubiera sido inyectado en sus venas.
La señora que también estaba en el comercial ahora vestía un vestido blanco de corte bajo con muchas joyas alrededor del cuello. Ella sonrió dulcemente, asintió con la cabeza hacia las cámaras y se dirigió muy despacio hacia el sobre con los resultados finales. Su mano la alcanzó suavemente. Su sonrisa nunca perdía intensidad.
-Ahora es el momento de anunciar al ganador de este juego. Ha sido un momento maravilloso con todos ustedes-
Los tambores se aceleraron.
-Con las bendiciones de los sacerdotes actuales, por la presente anuncio que Tebas será entregada al ganador de las elecciones de hoy-
Las flautas se unieron a la batería y la melodía se convirtió en un río de emociones.
-Todos aclamen al faraón...-
La música alcanzó su clímax antes de que todo se callara. Nadie se atrevió a respirar ni por unos segundos pesados. No había nada excepto un silencio inquietante que nadie se atrevió a interrumpir. Estaba tan tranquilo, que Yugi juró que podía escuchar sus propias gotas de sudor deslizarse por su cuello.
Justo cuando este pesado manto de silencio se sofocó, la dama anunció alegremente
-Yusheil!-
Y un repentino maremoto de vítores rompió la barrera del sonido. Al principio, Yugi ni siquiera creía lo que había sucedido, pero cuando los sacerdotes lo empujaron suavemente hacia el centro del escenario, volvió a la realidad. Le colocaron una corona dorada en la cabeza que se parecía un poco a la de Atem, pero esta no tenía el estilo de un par de alas. Más bien, parecía un velo que se le caía de la cabeza. El ojo sennen muy familiar era visible en él, donde la pieza de oro de la indumentaria descansaba sobre la frente de Yugi. Sin embargo, no había más similitudes, pero a Yugi le gustaba así. ¡Esta era su corona, no la de Atem! ¡El lo logro!
Yugi se acostumbró al peso adicional sobre su cabeza bastante rápido, y justo a tiempo para mirar directamente a una cámara. Sus ojos violetas brillaron con entusiasmo mientras la oleada de pura alegría hacía girar la cabeza. Llegó como una ola cálida y surgió para enrojecer su rostro y poner lágrimas en sus ojos. Todo lo que pudo hacer fue reír. ¡Realmente lo logró! ¡Ganó!
Los sacerdotes se inclinaron ante él y pronto toda la multitud los siguió. Ellos, incluso el equipo de televisión, se inclinaron ante el nuevo rey de Tebas para mostrar que lo estaban aceptando por completo. Puede haber sido a regañadientes, pero incluso los dos perdedores de este juego se inclinaron ligeramente... eventualmente. La multitud aplaudió una vez más cuando le dieron a Yugi una tarjeta de plástico con el dinero del premio y el famoso cayado y azote que el rey de Egipto necesitaba tener. Incluso después de miles de años, estos dos seguían siendo los accesorios imprescindibles para todos los faraones. Sin embargo, Yugi ya sabía que Yami los arrebataría tan pronto como regresara a casa. Nostalgia, tal vez?
A casa... Él podría y podía ir a casa ahora. Al menos hasta que llegaran las vacaciones de otoño y él regresaría a su preciosa ciudad, pero hasta entonces estaba decidido a pasar tanto tiempo con su abuelo y sus amigos como pudiera, y especialmente con Yami. Definitivamente con Yami. Todavía tiene una confesión que hacer.
-¿Su majestad? ¿Qué estamos haciendo ahora?- Preguntó un sacerdote a su derecha.
Yugi respondió con una sonrisa antes de levantar las manos y decir: -Ahora celebramos. ¡Vamos! No todos los días coronas a un nuevo rey o reina-
La respuesta fue una multitud masiva de vítores que no se calmaron hasta el amanecer del día siguiente. Para entonces, Yugi ya estaría de camino a casa.
-Dinos abuelo, ¿realmente crees que ese es nuestro Yugi?-
Yami miró de Joey a Solomon y viceversa. Después de recibir suficientes miradas, el viejo les había explicado que sus colegas apodaron a Yugi "Yusheil" de cinco años. Había sido el primer viaje de Yugi a un lugar de excavación y el niño había sido aún más adorable en aquel entonces. Por supuesto, Salomón nunca olvidaría algo así.
-Abuelo...?-
-Bueno, puede ser. Puede que no lo sea. Tenemos que ver lo que Yugi tiene que decir a esto cuando regrese a casa. Hablando de eso, debería llegar mañana por la noche- Solomon se rio de buen humor.
Horas después, estaba oscuro y la zona rural de Domino estaba mayormente dormida. Esa noche, Yami se quedó despierto y pensó mucho sobre lo que significaría para todo si Yugi fuera Yusheil. ¿Qué pasaría si su evasión fuera realmente perjudicial para su relación? ¿Y si Anzu hubiera mentido sobre Yugi queriendo un poco de espacio? Una cosa era segura; Una vez que regresara y llegara el momento adecuado, Yami confesaría sus sentimientos y arreglaría las cosas entre su precioso Aibou y él.