Capitulo 1: Lo inesperado y Lo correcto
Camus estaba sentado tranquilamente en la salita de su templo, cuando de pronto un ruido le llamó la atención. Al virarse, vio a Ikki de Fénix, quien traía a rastras a Shun de Andrómeda, quien peleaba con todas sus fuerzas por soltarse.
-Ikki, suéltalo. -Dijo Camus refiriéndose a Shun.
-No. Hasta que ustedes me aclaren esto. -Dijo Ikki, molesto.
-Ikki, no. Cállate. Eso es sólo asunto mío y de nadie más. -Dijo Shun en un intento desesperado por cerrarle el pico a su hermano.
-No me callo, Shun. El bebé que estás esperando sólo tiene tu cosmo y el cosmo de los hielos, así que: o es de Hyoga, de Issack o de Camus. ¿A cual de los tres debo matar? -Preguntó Ikki molesto. Y su respuesta llegó al ver caer sentado en el asiento a un muy pálido Camus de Acuario-. Así que aquí tenemos al padre de mi sobrino...
Dijo un muy molesto Fénix, fijándose en el maestro de los hielos y en su hermanito, el cual había bajado los ojos avergonzado.
-Tenemos que casarnos. -Le dijo Camus a Shun.
-¡No seas cobarde y no te dejes amedrentar por mi hermano! -Le gritó Shun.
-A lo mejor lo olvides Shun, pero soy un caballero dorado y no le tengo ningún miedo a un caballero de bronce...
-Como si nunca hubiese vencido a un caballero dorado... -Susurró Ikki por lo bajito.
-...No es por Ikki. Es por ti, tu honor y... y por nuestro hijo. No dejaré que digan que es un bastardo. -Le dijo Camus, quien había ignorado el comentario del Fénix.
-¡No! ¡No me voy a casar contigo! ¡Tú y mi hermano se pueden ir a freír espárragos! -Les gritó Shun, indignado.
-Si prefieres mato a Camus y así se resuelve el problema...
-Ni que él se fuera a dejar... -Cortó Shun a su hermano.
-De hecho me veo en la penosa situación de dejar que me mate, ya que deshonré a su hermano. -Le dijo Camus.
-¡Los odio a los dos! -Les gritó Shun, llorando y tambaleándose, así que se tuvo que agarrar a una de las columnas del templo, por que todo le daba vueltas.
-¡Shun! -Exclamaron los otros dos hombres, justo en el momento en el que el peliverde se desmayó.
***
-Hey... despierta chiquito.
La voz de su hermano sacó a Shun del sueño en el que había caído. Pero al ver que estaba en el Templo de Acuario, con el dueño de éste y su hermano, deseó volverse a desmayar.
-Lo siento... nos comportamos como dos brutos. Olvidamos tu estado. -Le dijo Ikki avergonzado. Camus se arrodilló junto a él, tomándole la mano mientras Ikki se paraba.
-Shun, por favor. Tenemos que casarnos. Sino por ti, por nuestro hijo. ¿Quieres que digan de él, que es el hijo bastardo del caballero de Acuario? O por el honor de tu Onissan. Una mancha en tu honor, es lo mismo que una mancha en el de él. -Le preguntó Camus.
-Además... una pelea por tu honor entre Camus y yo seria una verdadera batalla. De un par de días largos. -Le dijo Ikki. Shun suspiró.
-De acuerdo.
-Bien, así podrás dejar de ser un caballero en servicio. -Dijo Ikki.
-De eso nada. -Saltó Shun. Ikki y Camus se miraron.
-De acuerdo. -Cedió Ikki.
-Pero te tomaras los ocho meses que faltan para el nacimiento de nuestro hijo con calma. -Le advirtió Camus, y Shun asintió.
Continuará...