Capítulo 2.- Dulce despertar
La mañana era algo fría y nublada, suave lluvia golpeteaba los ventanales de la habitación en donde un muchacho castaño dormía profundamente en los brazos de su amante que había despertado hacía apenas unos minutos pero sonreía al mirar a su niño dormir
- No… cinco minutos más papá… - balbuceó el muchacho al sentir una suaves caricias en su cabello
- Vas a llegar tarde a la escuela – dijo el hombre de cabellos castaños claros con una sonrisa en los labios
- No quiero ir… - se quejó el muchacho y se volteó en la cama abrazando el desnudo cuerpo del mayor que sonrió más profundamente y deslizó la mano por la espalda del muchacho hasta acariciar con propiedad su redondito trasero
- Si no vas, tu papá sospecharía que andas en todo lo que no debes, descubrirá que eres mi novio y en consecuencia me castraría con una canción en su corazón, tu no quieres que eso pase, ¿o sí? – el mayor palmoteó suavemente el trasero del menor que abrió los ojos y sonrió al menear la cabeza y responder:
- No no no, no te puede cortar mi parte favorita de tu cuerpo
- ¿Mi pene es tu parte favorita de mi cuerpo?
- ¿Qué querías que dijera?, ¿tus ojos? – bromeó el muchacho tratando de escabullirse de la cama pero sin éxito porque el mayor lo atrapó de la cintura y le hizo cosquillas mientras se acomodaba entre sus piernas
- Pensé que dirías mi sonrisa o algo, que directo eres Peter, me asustas – dijo el mayor mientras le lamía la oreja al muchacho que reía muy divertido tratando de escapar del agarre de su amante
- Eso es enteramente tu culpa Wade, yo era un ángel antes de conocerte, le puedes preguntar a mi papá si no me crees
- No no no, yo miedo le tengo a tu papá, además lo que menos quiero hacer es hablar de él en estos precisos momentos, ¿no crees?
- No Wade… se me hace tarde… ohhhh… Wade… cielos… - Peter se retorció en la cama porque su amante le estaba acariciando certeramente el miembro lo que le hacía ver estrellas con los ojos cerrados
- Un rapidito mañanero, no se te hace tarde… eso es mi niño… abre las piernas… eso es… - el mayor tomó la pierna del muchacho desde la parte de atrás de la rodilla y la flexionó al tiempo de que introducía un dedo en su estrecha entrada
- No… lubricante Wade… auch… - Peter mordió el cuello de su amante al decir esto
- Ok., ok., rapidito con lubricante, ¿así está mejor? – Wade tomó el tubo de lubricante de la mesa de noche y se lo aplicó a Peter que ahora asintió al sentir los dedos de Wade deslizarse en su interior de mejor manera
- Si… condón Wade… si hacemos abuelo a mi papá antes de hora, nos boxea a los dos – Peter señaló la mesa de noche en donde estaba la tira de condones, el mayor hizo una mueca pero tomó uno
- Deberíamos ir a la clínica gratuita y ver otros métodos anticonceptivos, quiero hacerte el amor sin condón
- Ok., pero hasta no tener un plan B, sin condón no hay acción, ohhh Wade… así… - Peter se mordió los labios y se arqueó en la cama cuando uno de los largos dedos de Wade encontraron sin dificultad alguna su punto sensible interior
- Está bien mi niño… como tú lo quieras hacer está bien… ¿qué tal esto? – Wade introdujo otro de sus dedos y volvió a rozar certeramente la próstata de Peter que gimió y lo llamó por su nombre al decir:
- Wade… cógeme… te quiero dentro… ahora… Wade…
- A esto le llamo yo… despertar con estilo… relájate Peter… eso… así…
- Wade… dioses Wade… - Peter se arqueó en la cama al ser penetrado, no había sido preparado con mucho cuidado así que le resultó un tanto doloroso pero el dolor vino tintado de placer, al tener a Wade completamente dentro, ambos gimieron
- Me aprietas tan rico Peter… ¿me muevo ya? – preguntó el mayor ansioso
- No… dame un minuto… dame un minuto… - el muchacho aún no podía recuperar la respiración y estaba haciendo sus mejores esfuerzos de aflojar el cuerpo, Wade lo sintió relajarse poco a poco y ahí fue cuando empezó a mover sus caderas en medio de apasionados y necesitados besos
La habitación pronto se llenó de jadeos, gemidos y palabras de amor, la pareja hacía el amor como si no hubiera un mañana y ese tristemente podría ser el caso, Peter tenía 17 años y estaba en el último año de secundaria, su papá era un empresario que tenía muchísimo dinero, poder e influencias, era muy buena persona pero tenía algunas excentricidades además de un sentimiento de sobreprotección hacia su único hijo, a Peter no le sorprendería en lo más mínimo que en el momento en que su papá se enterara de sus andanzas con Wade, no demoraría mucho en meterlo preso y acabar con su vida sin escuchar razones, especialmente teniendo en cuenta su pasado
Wade era mecánico de motocicletas, tenía 24 años pero desde los 16 había entrado y salido con bastante regularidad de centros de detención provisional y había estado en prisión un par de veces, por posesión y tráfico de droga, por asalto con agravantes y demás crímenes de poca monta, claro… eso fue hasta que formó parte de un grupo definido que estaba ganando terreno y se estaba haciendo de un nombre, Wade era el segundo al mando y eso lo llevó a caer preso en una redada que lo llevó a la cárcel por cinco años, ese fue el evento que cambió su vida, ese fue su punto de no retorno, su madre le había dicho que el caer preso en esa ocasión fue lo mejor que pudo pasarle en la vida porque lo llevó lejos de Beck y su grupo, pero esa es otra historia…
Hacía más o menos seis meses que su tío Logan se hizo cargo de él y se lo llevó a vivir a New York, lo puso a trabajar en su taller y tomaba clases nocturnas para acabar la secundaria, Wade no era un mal muchacho pero le costó dejar atrás el dinero fácil y la vida criminal en la que se desenvolvió antes de ir preso, su madre lo había convencido de ello y aunque no le estaba resultando nada fácil este cambio, estaba aprovechando esta nueva oportunidad que su tío y la vida le daban y se había mantenido lejos de sus andanzas anteriores, al poco tiempo de llegar a vivir con Logan conoció a Peter y su destino fue sellado por esos hermosos ojos cafés que lo miraban con ternura, nunca nadie lo había mirado como Peter lo hacía y eso… eso no tenía precio…
El espaldar de la cama se chocaba con la pared al ritmo del movimiento de la pareja en la cama, Peter pensaba que en algún punto del partido esa cama inevitablemente se rompería porque era bastante destartalada y rechinaba al menor movimiento, no se diga en las actuales circunstancias en las que ellos estaban por venirse, Wade era sumamente hábil en lo que hacía y siempre lograba que Peter tocara el cielo con las manos, y en eso estaban esta mañana, Peter llegó al orgasmo con un hondo gemido de satisfacción seguido casi inmediatamente por Wade que se desplomó en su pecho
- Te amo Peter… te amo… - susurró el mayor en la oreja de su joven amante que le estaba acariciando la espalda, ambos tenían la respiración agitada y sonrisas de satisfacción en sus rostros, todo había acabado y ellos estaban abrazados en la cama mimándose
- Yo también Wade, pero ahora si ya me tengo que ir, Pietro no tarda en venir por mi
- Ok., toma una ducha mientras te preparo el desayuno, ¿suena bien? - Wade besó la punta de la nariz de su niño que sonrió y asintió al decir:
- Suena genial, ¿tienes pan para tostar?
- Si… ya te lo preparo todo, tú dúchate tranquilo – Wade besó a Peter profundamente antes de levantarse de la cama y tomar unos pantalones de pijama, Peter se levantó también y fue al baño, dioses… caminar sería una experiencia este día al parecer, la noche anterior estuvo bastante movida y la mañana también, lo malo era que tenía educación física luego del receso esa mañana, diablos…
Wade puso pan en la tostadora, sacó leche, mermelada y mantequilla del refrigerador, y estaba atareado con eso cuando la puerta de su pequeño departamentito se abrió, un muchacho de cabellos rubios cenizos entró y sonrió al preguntar:
- ¿Me vas a hacer el desayuno a mí también Wade?
- No… ¿no estás un poco temprano para recoger a mi niño Pietro?
- Solo un poco, mis papás estaban en una pelea épica así que me escabullí por la puerta de la cocina, ¿y Logan?
- Él llega un poco más tarde, el taller se abre a las 8 así que aún tengo tiempo, ¿por qué peleaban tus papás?
- Van a hacer una cena de beneficencia o algo de eso, la están planificando desde hace meses y papá Charles dijo que sería interesante hacer una mascarada, como ya te imaginarás papá Eric no quiere ni escuchar del tema – explicó el muchacho tomando uno de los panes tostados que saltaron de la tostadora, aparentemente no había desayunado
- Me encanta escuchar los problemas de los ricos, son tan entretenidos – dijo Wade con una sonrisa y la espátula en las manos, Pietro era el hijo del Profesor Charles Xavier que era el dueño y director general de una de las escuelas privadas más exclusivas de New York, y de Eric Lensher que era curador y director del Museo Metropolitano de Arte de New York, Pietro tenía una hermana melliza, Wanda, y ambos eran compañeros de aula de Peter
- Entretenidos para ti tal vez, yo odio escucharlos discutir, especialmente porque a la final se hace lo que papá Charles dice, la verdad no sé porque papá Eric discute siquiera, pero bueno… Wanda se quedó de mediadora y yo vine a buscar a Peter, ¿dónde lo escondiste?
- Se está duchando, ya sale
- Ok., ¿y cómo van las cosas en el taller?
- Van bien, en contra de todo pronóstico Logan está contento, eso es algo que jamás pensé decir – dijo Wade con una sonrisa en el rostro, su tío Logan era un cascarrabias de peso, nunca nada lo complacía, era un ex marine retirado por una lesión en su pierna derecha, sus días en la milicia terminaron antes de lo pensado y su taller mecánico era todo lo que tenía, eso además de la amistad que lo unía con Charles, ellos eran amigos desde niños, al igual que con el papá de Peter
- Ohhh si… algo no cuadra en esa oración, hey… ya estamos tarde amigo – dijo Pietro pero levantando la mirada al ver a Peter salir del cuarto de baño ya vestido, el departamento de Wade, si se le pudiera llamar departamento, era tipo estudio por ende todo estaba a la vista y al andar, salvo el cuarto de baño que había sido remodelado hacía tiempo por Logan que solía vivir allí antes de comprarse un departamento real, este estaba sobre el taller de motocicletas
- Si, ya lo sé, ya no alcanzo a desayunar, lo siento amor… adiós… - Peter tomó su mochila, la cargó en la espalda y se acercó a Wade para besarlo de despedida
- Ok., llévate unas tostadas por lo menos, ten un buen día en la escuela – Wade besó suavemente a Peter y le dio tres tostadas en una servilleta, el muchacho las tomó y salió prácticamente corriendo del lugar con Pietro a sus talones, en verdad que ya estaban tarde
Pietro tenía un Jeep regalo de su papá Eric, Peter no tenía auto porque su papá solía decir que no era lo suficientemente responsable para manejar, especialmente luego de que Pietro sufriera un aparatoso accidente con su moto hacía algunos meses, Peter pensaba que su papá era paranoico con respecto a su seguridad y su salud, a decir verdad pocas cosas le importaban en la vida a su papá, salvo todo lo que tuviera que ver con él, lo cual era dulce pero podría ser asfixiante, de cualquier manera Peter esperaba convencer a su papá de que le dejara tener un auto, tenía el dinero ahorrado para comprarse uno y su cumpleaños estaba cerca, bueno… no perdía nada con tratar otra vez…
- ¿No vamos a recoger a Wanda? – preguntó Peter al darse cuenta la ruta que estaban tomando para llegar a la escuela
- No, ella dijo que iba a ir con papá Charles, yo prefiero no llegar con él a la escuela, lo bueno es que lo entiende y no me arma bronca por eso, ayer casi se arma un problema épico porque cuando papá Charles llegó a casa hablaba con tu papá por teléfono, si salías tú como tema de conversación… no quiero ni pensar lo que hubiera llegado a pasar
- Dioses… ¿en serio? – preguntó Peter preocupado
- Yo no le veo el problema en que me uses de excusa para que puedas pasar la noche con Wade, solo no lo hagas muy seguido y de vez en cuando quédate a cenar y a dormir en mi casa, con eso mis padres te ven y cuando tu papá pregunte no se van a levantar sospechas, eso es todo lo que digo, hay que ser prudentes Peter, caso contrario tu idilio romántico no va a durar mucho, especialmente si tu papá mete a Wade en la cárcel
- Ok., ok., hoy si tengo que ir a dormir en casa, mi papá me dijo que quería hablar conmigo y no sé cuántas cosas más, si me tiene preocupado eso también – Peter revisó su teléfono y sonrió al ver un mensaje de Wade
- Si tu papá ya se hubiera enterado de lo tuyo con Wade, estaríamos teniendo una conversación sumamente diferente, no te apures que no debe ser nada serio
- Esperemos que no… diablos… olvidé mi libro de cálculo en la casa de Wade – Peter estaba chequeando su mochila, cálculo era su primera clase del día
- ¿Quieres que crea que haces la tarea en casa de Wade?, ¿qué tan crédulo crees que soy Peter? – Pietro sonrió divertido al parquear el auto y tomar su propia mochila
- Solo un poco, ya vamos que estamos tarde…
Peter y Pietro caminaron por los pasillos de la escuela hasta que llegaron a su salón, Wanda ya estaba ahí y sonrió al verlos llegar
- ¿Hubo humo blanco? – preguntó Pietro al sentarse junto a su hermana, Peter se sentaba en la banca delante de la de Wanda
- Si, ya se pusieron de acuerdo con lo del tema de la cena de beneficencia – contestó la hermosa muchacha guardando su teléfono celular, su profesor ya había llegado
- ¿Máscaras? – preguntó Peter con una divertida sonrisa en los labios
- Pero por supuesto, papá Eric no está complacido pero no le queda otro remedio – Wanda también sonrió divertida y Pietro solo meneó la cabeza al sacar su libro de cálculo para pasárselo a Peter, él compartiría el de Wanda
Luego de la clase de cálculo, vino Historia, luego Química, el receso y finalmente cultura física, Peter era parte del equipo de futbol y esa mañana no necesariamente se estaba moviendo con soltura en la cancha, se sentía incómodo al caminar, no se diga al tratar de correr o patear la pelota, el entrenador lo estaba mirando desde hacía algunas semanas porque notó algunos morados en los brazos y piernas del muchacho, no era nada serio pero si le preocupaba, no quería hablar con su papá pero algún tipo de notificación tenía que dar… eventualmente…
Los muchachos corrían y reían despreocupadamente en el césped, la banda estaba repasando en un extremo y las animadoras en el otro, había un grupo de chicos en los graderíos que estaban pintando al aire libre, y en medio de todo esto estaba el Profesor Charles Xavier caminando por la orilla de las canchas cerca de los árboles, en las canchas estaban sus dos hijos, Pietro corría por la cancha seguido de Peter mientras que Wanda pintaba con su grupo, el docente suspiró al decir:
- De entre todas las personas que pensé encontrarme hoy, la menos probable eras tú, ¿qué haces aquí?
- Hola Charles, gusto en verte
- ¿Me quieres explicar por qué estás escondido tras los árboles?
- Tú bien sabes lo que estoy haciendo aquí
- Esta es una escuela privada y tú no tienes autorización para entrar, te recomiendo que te retires antes de que me vea forzado a llamar a la policía
- Vaya… no me sorprende, tan leal como siempre
- Tampoco estoy aquí para hacer conversación
- Está bien, está bien ya me voy, salúdame a Eric
- No, no lo voy a hacer
El intruso no necesariamente salió de tras de los árboles sino que se perdió entre ellos con dirección a la salida, Charles se volteó y suspiró, ¿a qué demonios había vuelto?
- Papá… ¿qué haces por aquí? – Pietro corría al extremo de la cancha, Charles sonrió al abrazar a su revoltoso hijo para luego besar su frente
- Salí a estirar las piernas un ratito, me iba a tomar un café pero mi gastritis me lo impide, ¿estás bien muchacho?, ¿te lastimaste o algo? – tras Pietro venía caminando lentamente Peter, y la pregunta fue dirigida a él específicamente
- No Charles, o más bien sí, creo que estiré un músculo más de lo debido o no hice el calentamiento suficiente, uno no sabe – Peter sonrió y acarició su pantorrilla, por lo menos eso es lo que estaba fingiendo que le dolía, además a él le agradaban mucho los padres de Pietro, se conocían de años
- Mal mal mal, ¿quieren comer algo?, ¿ya acabaron la clase?
- En teoría sí, nos tenemos que duchar y tenemos prueba de Lenguaje a la última hora, pero si nos quieres secuestrar y nos escribes una nota para excusarnos de la prueba te acompañamos a donde quieras papá – bromeó Pietro apretando suavemente la mano de su padre que rió con ganas y meneó la cabeza al responder:
- Claro que no, y mis amenazas siguen en pie, si alguna vez algún profesor tuyo manda a llamar a tu representante, es Eric el que tiene que venir, no yo
- No no no papá, me gusta mi cabeza en donde está – Pietro se llevó ambas manos al cuello y meneó nuevamente la cabeza, Charles le volvió a besar la frente al responder:
- A mí también, ya vayan a las duchas entonces, y Peter no seas un extraño, hace mucho que no vas por casa, te extrañamos en nuestras cenas familiares, a tu papá y a ti
- Es verdad, muchas gracias Charles pero mi papá vive ocupado y nunca llega temprano a casa, está desarrollando unos propulsores espectaculares pero tiene problemas con el tamaño, los quiere hacer más pequeños pero más potentes, ya destruyó un taller entero entonces ahora ya se lo tomó a manera personal, usted lo conoce – Peter sonrió al decir esto, a él le gustaba mucho involucrarse en los proyectos de Tony, y esos propulsores le estaban dando problemas, esos eran los proyectos en los que más disfrutaban trabajar, en los retos complicado que eventualmente resolverían
- Bueno, si Mahoma no va a la montaña, la montaña debe ir a Mahoma, no dejes que el trabajo de tu papá te prive de su presencia, a veces mi amigo se endulza en el trabajo a tal punto que se olvida hasta de comer, llévale la cena a su taller y de paso comen juntos – sugirió el mayor al ver un dejo de tristeza en la contestación de Peter, el que sonrió y contestó:
- Esa es una muy buena idea, gracias y hasta pronto Charles
- Adiós muchachos, pórtense juiciosos – el mayor empezó a caminar entre los árboles en dirección al edificio administrativo, Pietro tomó del brazo a Peter para hacerlo caminar más rápido y alzó la mano al responder de un grito:
- De eso no hay chance papá, no hacemos promesas
Charles caminó hasta los portones principales y habló con los guardias, no quería correr riesgos así que prohibió la entrada a la escuela a todo personal no autorizado, ellos no tenían tantos alumnos entonces no era tan problemático para los guardias entender a lo que se refería su director, la visita de ese hombre en la mañana lo había cambiado todo