-Capítulo 3-
-Asobitai? -
Las calles de Kantou estaban desiertas, ya eran más de las dos de la mañana. Desde adentro, se podía escuchar al viento chocando contra las ventanas del edificio formando un susurro que erizaba la piel de todos. L lo llamaba el último grito.
- Sí, es cierto. Parecería que le arrancaran la cabeza a alguien.
- Demasiado… -L entrecerró los ojos mirando hacia un costado.
- Cruel? – agregó Raito.
- Supongo… - Susurró. Por un momento, pareció tildarse. Ambos estaban en la cocina, tomando una taza de té.- puedes pasarme el azúcar?
- Mh? Más? Creí que con cinco cucharas bastarían.
- Iie, mínimo ocho.- Contestó agregando más de la melaza.
- Lo tendré en cuenta- Raito observó como Ryuuzaki lamía la cucharita de su taza. Inconcientemente se mordió el labio inferior. – emm por cierto- dijo una vez salido de sus pensamientos- prefieres dormir en el sofá?
- He?
- Pregunté si prefieres dormir en el sofá o en la cama… Te encuentras bien? Te tildas demasiado últimamente, eso es raro.
- Sí, estoy bien, algo cansado es todo. Y en la cama por favor. – pidió dando un pequeño sorbo.
- Bien, entonces yo dormiré en el sofá… a menos… - realizó una pausa. L lo miró – que no tengas problemas en que los dos durmamos en la cama- finalizó sonriendo de lado.
Ryuuzaki frunció el ceño mientras daba otro sorbo.
- Por qué quieres dormir conmigo? – Preguntó curioso.
“Qué directo…” pensó Raito.
- Bueno… emm… - Yagami comenzó a perder la calma. Ahora qué le diría?
- No me digas qué…!- Gritó L asustándolo- Le tienes miedo a los fantasmas!
- Naaani!? – Interrogó parándose bruscamente. Cerró los ojos y enarcó una ceja. El juego aún no terminaba.- Sí – Contestó tomando asiento- No quería admitirlo… pero…
- Somos dos ^^ - Sonrió abiertamente. Raito en cambio, forzó una sonrisa.
Durante los siguientes veinte minutos el lugar se vio sumergido en silencio. L no había dicho mucho, una actitud completamente opuesta a lo que era. Las imágenes de hacían un par de horas lo habían confundido a tal punto de no poder pensar correctamente. Y ese estúpido de Kira, que no había manera en la tierra de atraparlo.
Pero Ryuuzaki no era el único confundido. Así mismo, Raito trataba de convencerse que lo que había echo, era sólo una manera más para evitar sospechas. Sin embargo, sentía que algo no estaba bien. Y eso era él.
Le echó un vistazo al reloj y apoyó su frente en la mesa.
Tanta tranquilidad lo estaba poniendo nervioso. Se suponía que nunca perdía la calma, menos ante L.
Éste último le daba vueltas a su té con la cucharita desde que habían dejado de hablar.
“Yagami… cómo es posible que tú…? No…” L apartó la mirada de la taza y aprovechó a ver a Raito sin que él lo supiera. No estaba con ánimos y sentía la terrible necesidad de respirar aire fresco. “qué tal si es uno de sus planes?, de seguro sabe cómo me siento al respecto… y yo…”
“No puedo…”
“dejarle ganar”/”dejarle ganar”
- L!/Raito! – se llamaron al unísono.
- Dime tu primero, Ryuuzaki.
- De acuerdo… estoy...
-…
- Estoy algo aburrido…- Y otra vez el mismo pensamiento. Cómo era posible que sea tan infantil? Sonrió para sus adentros, para qué quejarse si esa actitud que siempre tenía le encantaba.
- Juguemos un juego – Propuso Raito luego de unos segundos.
- Qué clase de juego? – preguntó L intrigado.
- Ya verás. Ven…
Yagami se puso de pie y enseguida lo hizo L. Fueron hasta el living pero cuando Ryuuzaki quiso tomar asiento Raito lo detuvo.
- Debes estar de pie. – le explicó sereno.
- Mmm…
- Mira… yo estaré a tus espaldas y te haré gestos con las manos preguntándote qué prefieres. Por ejemplo… puedo preguntarte si quieres ésto- dijo mostrándole el puño- lo cual significaría que te daría una paliza ^^. Puedo mostrarte el pie… significa que te daré una patada y etc. Entiendes?
- Supongo. – respondió inseguro.
- Luego…- prosiguió- te preguntaré cuántas veces lo quieres, mientras que yo pondré dos, tres, cuatro o diez dedos. Todo será al azar. Tú sólo tienes que decir sí o no. Y lo mejor de todo es que no sabrás qué te haré ni cuantas veces ^^ Juegas?
- Es un juego medio estúpido…
- Sí…o tal vez sea que tienes miedo – L suspiró
- De acuerdo, juego.
- Bien, ahora regreso. – Raito corrió hasta su habitación dejando a L en la sala. Minutos después regresó con una bufanda negra.
- Y eso?
- Con esto te vendaré los ojos. – contestó acercándosele. – te aprieta? – preguntó seductoramente en su oído.
- N-No. –Raito sonrió.
- Bien, empiezo. – dijo ubicándose detrás de Ryuuzaki.- Quieres ésto?- preguntó alzando el puño.
- No…
- Y qué tal esto? – alzó el pie.
- Tampoco. – negó con la cabeza.
- y ésto?
- No.
- L se supone que debes decir algo que sí – le explicó con una mano en la cadera.
- Jaja, cierto.
- Va de nuevo. Quieres esto?
- Sí.
- Mmm cuántas veces?. Éstas? – preguntó pensando en el número tres. Era estúpido intentar mostrarle tres dedos cuando sabía que la otra persona no podía ver nada.
- Sí. – fue lo último que dijo. Raito se acercó por detrás y rápidamente comenzó a hacerle cosquillas. – JAJAJA NO! Detente, qué haces!?
- una…
- JAJAJA NOO YAGAMI-KUN!!
- Dos…
- JAJAJ BASTAAAAA! – gritaba retorciéndose en el suelo.
- Tres…
- JAJAJAJ
- Listo. Y? qué te pareció el juego? – Preguntó Yagami mirándolo a los ojos.
- Me toca…- contestó L poniéndose de pie. Su expresión seria, le hizo pensar lo peor ¿Y si lo lastimó?
- L… estás bien? – interrogó preocupado. Ryuuzaki tomó a Raito de los hombros y lo hizo girar bruscamente de espaldas a él. Luego le tapó los ojos con la bufanda- ay! – se quejó Raito.
L Se alejó un poco…
- Quieres esto? – preguntó con voz fría provocando escalofríos en su amigo.
- S-sí. – L sonrió de lado.
- Cuántas veces? Éstas?
- No.
- éstas?
- Sí …
- Buena elección… - susurró a escasos centímetros de sus labios- … Kira.
XxXxX Continuará MUAJAJAJA XxXxXx
** continuará? **