El reloj del microonda sonó por lo que Ron corrió a sacar la cena mientras Draco ponía la mesa. El rubio sonrió. A pesar de que el Gryffindor había crecido con la magia le gustaba hacer las cosas al estilo Muggle aunque en ocasiones todo se complicaba
- ¡Por los calcetines de Morgana! ¿Por qué no se queda donde lo dejo? – se quejó Draco
- Por qué las cosas muggles son así – dijo Ron sonriendo
- ¿Cómo puedes soportar esto? – dijo Draco alejándose de la cocina – eso es más peligroso que tú con una varita rota – se quejó Draco y el estudiante de auror lo miro mal – ¿Recuerdas el día que nos reencontramos? ¿Qué sentiste ese día? – dijo acercándose y besándole el hombro robándole una sonrisa al chico pelirrojo
***FLASHBACK***
Ron camina por las calles de Londres tratando de esquivar la torrencial lluvia que caía sobre la ciudad desde la tarde anterior. Había salido a buscar algo para comer ya que Harry había salido de viaje para afinar algunos detalles sobre su herencia y él odiaba comer solo, después de haber compartido casa con una familia tan numerosa.
Se detuvo bajo un corredor, el otoño estaba cerca y lo hacía tiritar un poco ¿es que acaso esa lluvia no iba detenerse? Un leve golpe en el vidrio que estaba detrás de él lo hizo girar para encontrarse con quien menos imaginaba. La sorpresa y esa sonrisa algo torcida lo dejo inmóvil sin saber qué hacer, cosa que le dio tiempo al hombre que comía solo en el lujoso restaurante se levantara y saliera a encontrarlo
- ¿Ron? – dijo Draco sonriendo
- Ho… ho… hola – dijo este nervioso
- ¿Qué haces? – dijo el rubio – el cielo se cae a pedazos. Te vas a enfermar. Ven. Pasa
- ¿Yo? – dijo Ron a media voz
- Si tonto – dijo Draco con voz dulce – entra – este lo hizo tímidamente
- ¿señor? – dijo el capitán de los meseros
- Viene conmigo – dijo el rubio –. Mi abrigo por favor – el mesero obedeció
- No quiero molestar – dijo Ron mientras caminaban a la mesa
- Tú nunca me has molestado – dijo Draco ofreciéndole una silla
- No soy una mujer para que me acomodes la silla – dijo Ron y Draco solo sonrió mientras el pelirrojo se sentaba
- Señor, su abrigo – dijo el mesero entregándoselo
- Gracias – lo tomo y lo coloco sobre los hombros del pelirrojo – tiene un hechizo para que te seque
- Gracias – susurro el chico
- ¿Cuánto tiempo? – dijo el rubio sentándose frente a él
- Varios años – dijo Ron
- Pero sigues igual – dijo Draco y el otro hombre se sonrojo – en todo sentido
- ¿Qué has hecho de tu vida? – dijo Ron bebiendo agua
- Extrañarte – dijo Draco y Ron se ahogó mientras el rubio sonreía – ¿y tú?
- Soy auror – dijo este limpiándose con la servilleta
- ¿Debería sorprenderme? – dijo Draco
- No he escuchado de ti en mucho tiempo – dijo Ron
- ¿te hubiese gustado escuchar? – dijo Draco estirando sutilmente su mano hasta tocarlo
- Draco, por favor – dijo Ron sonriendo
- ¿Te casaste? – dijo Draco echándose hacia atrás
- No, pero… – dijo Ron bajando el rostro
- Sales con alguien – termino Draco
- Más o menos – dijo Ron
- ¿Más o menos? – dijo el rubio
- ¿Importa? – dijo Ron
- Claro que importa – dijo Draco – parece que ya te olvidaste lo que te dije hace tiempo. ¡Eres mío!
- ¡Draco! – dijo el ex Gryffindor más nervioso aun
- Se me fue esta clase de hambre – dijo Draco poniéndose de pie y dejando dinero sobre la mesa – vamos
- ¿Qué? – dijo Ron sorprendido cuando Draco lo insto a levantarse
- Camina – dijo tomándolo del brazo – vamos
- ¿Donde? – dijo Ron
- ¡A tu lugar! – dijo Draco
***FIN DEL FLASHBACK***
- Mi lugar – dijo Ron sentándose en las piernas del rubio
- ¿Te gusta tu lugar? – dijo Draco
- Algo – dijo Ron sirviendo vino y dándole de beber mientras Draco corta la carne
- ¿Pasa algo? – pregunto Draco acomodándole el cabello detrás de la oreja
- Mi familia insiste con lo de Hermione – dijo Ron y Draco exhaló – pero eso no importa. Yo solo te amo a ti
- Pero tampoco le dices lo nuestro – dijo Draco
- No es fácil - dijo el pelirrojo
- Papá, mamá, hermanos, soy gay y mi pareja desde hace cinco años es Draco Malfoy – dijo este – pero no se preocupen les daremos nietos. Llevamos un tiempo trabajando en pociones que harán que me embarace. ¿Qué tan difícil puede ser eso?
- ¿Y tú se lo has dicho a tus padres? – ataco el pelirrojo – ¿el gran Lucius Malfoy sabe que no va tener una nuera sino un yerno?
- No vuelques las cosas Ronald – dijo Draco mientras ambos se ponían de pie – estamos hablando de ti
- ¿Y por qué no podemos hablar también de ti? – dijo Ron cruzando los brazos
- ¿Acaso tengo que recordarte yo a ti quien me pidió que no se los diga? – pregunto Draco – si quieres vamos en este momento y hablamos con ellos – dijo tomando su mano – ahí está la chimenea. Vamos
- Draco – dijo Ron – no. Espera
- ¿Esperar que? – dijo este – ¿no quieres que estemos tranquilos? ¿tú y yo? ¿en paz? ¿juntos?
- Claro que quiero eso – dijo Ron
- ¿entonces? – dijo Draco
- No es tan fácil – dijo el pelirrojo
- No sé si esto sea fácil o no – dijo Draco –, pero lo que yo voy hacer me va desgarrar
- ¿y qué vas hacer? – desafío Ron por lo que su pareja se dio la vuelta y se fue del departamento, por lo que el pelirrojo exhaló
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Ron miraba por la luna a través de la ventana mientras una lágrima rodaba por su mejilla. Ya llevaba una semana en La Madriguera, le había dicho a sus padres que era nostalgia, pero la verdad era que no podía estar en el departamento que había compartido por tanto tiempo. Le dolía. Lo estaba matando.
Una mano le seco las lágrimas sobresaltándolo. Su madre sin mediar palabras lo abrazo y le beso la frente. No hacía falta decir nada y él lo sabía. Lo siguientes días iban a ser duros y supo que su madre no lo iba a dejar solo
Y no se equivocó, sentía que le quemaba el alma cada vez que se bañaba y creía sentir un leve rose sobre su piel, cuando su madre le ponía frente a él su plato favorito, o cuando por las noches esperaba que su cintura fuera rodeada por esos, aunque delgados, fuertes brazos, ese aroma natural de hombre
Desde hacía cuatro noches consecutivas que Hermione iba a La Madriguera a visitarla a la familia. Ron no le ponía mala cara pero tampoco su relación estaba siendo como de costumbre. Cada vez que su padre lo regañaba era Molly quien le decía que lo dejara en paz
- Vamos Ron – dijo Hermione – no seas tan amargado. Vamos al teatro
- Gracias Hermione – dijo el chico mientras llamaba a la puerta –, pero no tengo animo
- Salgan, hijo – dijo Arthur –, eso te hará bien.
- Otro día – dijo Ron
- Entonces solo hablemos – dijo ella tomándole la mano
- No estoy de ánimo para salir – dijo el chico
- ¿Prefieres hablar conmigo? – dijo una voz detrás de él
- ¿Malfoy? – dijo Arthur sorprendido
- ¿Qué haces aquí? – dijo Hermione a la defensiva poniéndose de pie y sacando su varita
- Guarda eso sabelotodo – dijo el recién llegado
- Sal de mi casa en este momento – exigió el Weasley mayor
- Ron ¿podemos hablar? – dijo Draco, pero este no se movió – Weasley te doy dos opciones – sentencio – o hablamos a solas o lo hacemos frente a tu familia. Tú decides
- ¿Quién te crees para…? – dijo Hermione furiosa pero Ron se levantó y salió sin decir más palabras – ¡Ron! – dijo sorprendida
- Permiso – dijo Draco con su clásica sonrisa burlesca y siguió al pelirrojo
- ¡Ron! – suplicaba la chica pero Molly la detuvo
Ron y Draco salieron al jardín de la casa en silencio. El primero se abrazó a sí mismo y luego sintió que le colocaban algo sobre sus hombros
- ¿Por qué te fuiste de nuestra casa? – dijo Draco
- Es tu casa – dijo Ron
- Hasta donde sé – dijo Draco – es ahí donde vivimos juntos, donde comemos juntos, donde nos bañamos juntos, ¡donde hacemos el amor juntos! – Ron volcó el rostro cerrando los ojos y el rubio respiro hondo pasándose las manos por la cara –. Mírame, Ronald mírame – este obedeció – ¿Por qué te fuiste? – este no respondió – por favor Ron – suplico
- Te espere unos días – sollozo este – después de nuestra discusión…
- ¿No leíste la carta que te deje? – pregunto Draco menos exaltado
- ¿Cuál carta? – dijo Ron sorprendido
- La deje al lado del teléfono – dijo Draco
- No había ninguna carta ¿Qué decía? – pregunto
- Que debía salir urgente de viaje – dijo Draco – por un asunto que debía atender personalmente, pero que volvería en unos días, que no te preocuparas, que hablaría por chimenea todos los días y mandaría lechuzas – le limpio las lágrimas suavemente – y sobre todo decía bajo ningún motivo te olvidaras que te amo con toda mi alma
- No me llego nada – dijo Ron – Yo creí que…
- Que me había cansado de jugar contigo y me había ido – concluyo el Slytherine –. Las veces que te hable por chimenea nunca contestaste. Mande una carta aquí pero la lechuza al parecer se extravió
- Eso parece – dijo Ron
- Te he dicho cien mil veces que ese animal es un peligro. Tenemos que comprar otra – Ron miro hacia otro lado – Ron por favor
- ¿Para qué viajaste? – pregunto el pelirrojo
- Luego hablamos de… – dijo Draco
- ¿Para qué viajaste? – volvió a preguntar el pelirrojo
- Encontré la formula – dijo Draco sonriendo –, me pidieron que vaya a Zúrich para estar presente cuando salieran los resultados
- Ósea que… – dijo el chico sorprendido mientras el rubio le colocaba la mano sobre su vientre – ¡Dragón! – dijo emocionado
- ¿Qué tengo que hacer para que me creas? – pregunto Draco
- Quizás formalizar su relación hablando con su familia sea un buen inicio – dijo Molly detrás de la pareja
- ¡Mamá! – dijo Ron sorprendido
- Buenas noches señores Weasley – dijo Draco
- Yo… – dijo Ron nervioso
- Hablemos adentro – dijo Arthur
- Papá, yo te puedo explicar – dijo Ron nervioso mientras Draco lo abrazaba
- ¿Qué vas a explicar Ron? – dijo Arthur – ¿Qué nos has mentido por años y nos has ocultado que este chico es tu pareja desde el colegio?
- Tú… – dijo Ron sorprendido
- Somos tus padres, cariño – dijo Molly –, lo sabemos todo de ti, todo, aunque no nos los digas – y Arthur sonrió
- ¡Mamá! – dijo Ron corriendo a abrazarla
- Vamos a dentro – dijo Arthur mirando a Draco – hablaremos mejor tomando algo
- Tengo pan recién horneado – dijo Molly sonriendo mientras Ron miraba al rubio y este le beso la frente
- Creo que será mejor que me vaya – dijo Hermione con voz molesta
- Hermione – suplico – ¿podemos hablar? Por favor
- ¿De qué quieres hablar Ronald? – dijo la chica de forma tajante – ¿De cómo jugaste con mis sentimientos mientras te revolcabas con este…?
- Hermione – dijo Molly – por favor
- Todos son testigos… – protestaba Granger –. Eres una basura Ronald ¿Dónde quedaron tus promesas? – Draco miro sorprendido al chico que negaba nervioso – tú me…
- Hermione basta – interrumpió Ginny
- ¿Cómo? – dijo la chica sorprendida – ¿Acaso no ves lo que me está haciendo?
- No te están haciendo nada – dijo George
- ¿tú también? – dijo indignada – Harry, diles algo, apóyame
- Hermione – dijo Harry –, para nadie era un secreto su relación. Al menos para nadie que los conociera, sobre todo a Ron. Si tú no lo quisiste ver… – y encogió los hombros – Él ya sufrió bastante por esto, y si Malfoy lo hace feliz…
- ¿Y yo? – grito la chica – y lo que yo estoy sufriendo
- Tú estás sufriendo porque no quisiste ver lo obvio – dijo George – Ron siempre te trato como una hermana
- ¡Pero no soy su hermana! – grito desesperada llorando
- Tranquila cariño, tranquila – dijo Arthur abrazándola – Todo va estar bien – Draco abrazo a Ron que escondió sus rostro en el pecho del rubio, por lo que su madre se acercó y le acaricio el cabello mientras le besaba la frente a Draco
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Ron sonreía cocinando mientras escuchaba el alboroto afuera de varios niños que le pedían a alguien que no sea tramposo mientras otros adultos reían
- ¿No te cansas? – pregunto sonriendo Molly mientras terminaba de decorar la ensalada – los niños, la casa, la oficina
- A veces – dijo Ron sonriendo –, pero Draco es de mucha ayuda
- A veces es él más infantil de todos – dijo Ginny
- Pero así me enamore de ese estúpido – dijo su hermano –, así que ni modo
- Tengo hambre – dijo Arthur entrando en la cocina
- Entonces lávate las manos y llama a todos – dijo Molly
- ¿Ayudo en algo? – dijo Draco entrando
- ¿Por qué no puedes ser como él? – reprocho Molly a su marido
- Porque nuestro yerno jamás será tan sexy como yo – dijo Arthur y la pareja ,sonrió
- Así no abuelo Lucius – grito una niña en la sala –, es trampa
- Soy Slytherine – respondió el mencionado
- ¡Lucius! – regaño Narcisa
- Rose, préstame tu escoba – dijo Hugo
- Papi – grito la niña
- ¡No peleen! – grito Ron
- Déjalo Hugo – dijo Charlie – hay varias en la parte de atrás de la casa
- Te amo mi hermosa y embarazada comadreja – le susurro Draco al oído mientras lo abrazaba por la espalda y le besaba el cuello
- Y yo a ti mi sexy hurón – dijo Ron girándose sonriendo para besarlo suavemente
- ¡Ron deja de besuquear a tu hurón y ven a ayudarme a ganarle a las serpientes! – grito Harry
- ¡Papá! – grito Albus
- ¡Y dicen que los tramposos somos los Slytherine! – dijo Lucius
- ¡Los son! – gritaron a coro los leones
- Vayan a prevenir la tercera guerra mágica – dijo Molly sonriendo – yo me encargo de esto. Ginny, cariño – la miro – ayúdales
- Gracias Molly – dijo Draco sonriendo y besándole el cuello a su pareja
- Me va dar diabeti – dijo Ginny – ¡Harry, necesito mimos!
- Envidiosa – grito Ron siguiéndola sin soltarse de Draco – nunca tendrás un rubio teñido como el mío y te tienes que conformar con un héroe
- ¡Harry! – gritaba Ginny
Molly sonreía feliz escuchando a su familia.
________Fin____