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Buscando la belleza por OldBear

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Capítulo 13. Entre cartas, fiestas y predicciones.

Steve sentía la felicidad brotar por cada poro de su cuerpo luego de haberle ganado aquella batalla a T´Challa. Pero, cuando estuvieron los tres solos, Tony tuvo a bien recordarle algo importante:

—No quiero ser aguafiestas, pero parte de lo que dijo el señor T´Challa es cierto. Un plan como el que tiene ahora puede ser peligroso para la empresa.

El presidente asintió comprendiendo lo que decía su asistente, pero en ese momento él y Bucky estaban más que emocionados y seguros de que lo que tenían entre manos iba a funcionar bastante bien. Incluso se ofreció a invitar a comer a Bucky y a Tony. Obviamente el chico les había salvado la vida y llevarlo a comer era lo que menos podía hacer.

Pero, para sorpresa de los otros dos, Tony declinó. El asistente sabía que no se sentiría cómodo en uno de esos lugares tan elegantes a los que iban los otros dos, pues ni siquiera su ropa estaba adecuada para la ocasión, contrario a los trajes de los dos empresarios; así que vagamente se excusó diciendo que ya había quedado con sus compañeros —cosa que no era mentira.

Steve asintió y, en un pequeño arranque de la felicidad que aún le quedaba por haberle ganado a T’Challa, tomó a Tony de la cara y le dio un rápido beso en la mejilla, terminando de agradecerle.

Bucky se rio y preguntó con jocosidad en la voz: — ¿quieres que te dé uno también?

Pero Tony solo atinó a salir de la oficina rápidamente antes de ponerse rojo de la vergüenza. Quizás los dos mayores lo habían tomado como una broma, pero a él le había impactado bastante esa acción.

Se dirigió al baño —al cuartel del club de los raros— y se recostó de una pared.

“Un beso” pensó “el beso que no me dio el príncipe-Steve de mi sueño”

Intentó tranquilizarse pensando que estaba siendo estúpido, aquello fue un simple beso en la mejilla, un beso de agradecimiento por todo lo que había hecho, aunque se sentía tan genial…

Sintió una vibración en su bolsillo y sacó su teléfono. Era una notificación del chat del club de los raros donde Sam le había incluido.

C. Barton:

@Thor y @Tony, los estamos esperando. Salgan de sus calabozos que Quill se muere del hambre.

Peter Quill:

Es cierto, me muero :´( apresúrense.

Tony bloqueó su teléfono y posó una mano en el lugar donde había sido el beso. Decidió que lo tomaría como lo que era: un agradecimiento. Y, sin pensar en más nada, decidió bajar con sus compañeros.

 

…………………………………

 

Gamora regularmente les leía las cartas del tarot a los del grupo. Los demás decían que ella era muy buena y que muchas de sus predicciones se llegaban a cumplir. Aunque otros —como Thor— no creían tanto y lo hacían más por diversión.

Ese día “tocaba” lectura de cartas, y aprovecharían el tiempo del almuerzo para leerlas. Esa vez Thor declinó cuando comenzó a escuchar las predicciones del amor hacia Natasha. A él le seguía doliendo escuchar cuestiones “amorosas” cuando recordaba que su novia se había marchado sin siquiera explicarle nada.

—Ahora es el turno de Tony—dijo Natasha dándole el asiento junto a Gamora.

Tony quiso negarse, pues ese tipo de cosas nunca le había llamado la atención, pero los otros comenzaron a decir que no se irían de ahí sin escuchar sus predicciones, y tuvo que ceder ante su insistencia.

Gamora le tendió el mazo y le dijo que lo dividiera en dos con la mano izquierda, Tony lo hizo y esperó a que la chica tomara las cartas y comenzara a ponerlas una a una sobre la mesa.

—Tony—dijo Gamora sonriendo—tienes pareja y no nos has querido contar.

Quill hizo un largo “uhhhhh” que provocó que algunas personas de otras mesas los miraran por el escándalo.

— ¿Quién es la afortunada? —pregunto Clint codeándolo.

—No tengo a nadie—dijo Tony bastante rojo por esa atención—y de todas formas soy… gay.

Si bien no se avergonzaba de admitir aquello, tenía malas experiencias con algunas personas en el pasado, por lo que esperó por un momento alguna muestra de rechazo. Pero obtuvo una reacción totalmente diferente a la esperada.

—Ah perfecto—dijo Natasha ante la clara incomodidad del chico, pues notó que estaba pensando que lo tratarían diferente por ser gay, tal vez no sabía que Sam también lo era—. Entonces te casas con Sam y ambos son felices.

La carcajada en la mesa no se hizo esperar, incluso Sam se rió.

Tony se dio cuenta de que ese comentario fue para dos cosas:

  1. Que supiera que no era el único gay del grupo.

  2. Y que realmente su orientación sexual no les importaba para nada.

Y en verdad que lo agradeció.

—Bueno, pero aun así las cartas no se equivocan—prosiguió Gamora—. Aquí dice que tienes a “alguien” especial, en tu caso sería un hombre. Las cartas dicen que se te ha presentado una persona muy importante en tu vida. Es alguien de quien te enamoraras profundamente, le cambiarás la vida a él y—señaló dos cartas mientras se las enseñaba a Tony—, él te cambiará la vida a ti.

—Debes estar equivocada—dijo Tony sin querer sonar grosero—. Yo no tengo a nadie así en mi vida.

—De seguro está por llegar— Natasha habló entusiasmada, amaba las historias de amor—. Gamora, sigue ¿ese hombre especial de Tony está casado, soltero, es rico?

— ¿Es gordo o flaco? —preguntó Quill.

— ¿Tiene hijos? —agregó Clint viendo las cartas por encima de la mesa.

—Chicos, yo solo leo las cartas, tampoco puedo saber tantas cosas. Solo sé que Tony está profundamente enamorado.

—Ay pero si estás enamorado ya lo conoces—dijo Clint, y Sam le dio la razón.

Tony negó efusivamente varias veces ante la insistencia de los demás. Incluso Natasha le picaba un costado con un dedo para hacer que hablara.

—Chicos—exclamó Thor llamando la atención de los demás—si él no quiere hablar déjenlo tranquilo.

Pero los demás no hicieron caso y siguieron insistiendo.

—Si no nos quiere decir—dijo Quill terminando de beber su jugo—mínimo se enamoró de su jefe Steve Rogers.

Tony se congeló por un segundo. Obviamente no estaba enamorado de Steve Rogers. Lógicamente le atraía, era bastante atractivo y en ciertas ocasiones se portaba muy bien con él. Pero enamorado no. ¿Verdad? Pero por más que negaba tanto Clint, Quill, Gamora y la misma Natasha insistían en que debía ser eso. Sam lo miraba con una cara de pena que no entendía y Thor solo se disculpaba con la mirada por las estupideces de sus amigos.

Tony una vez se había enamorado de un profesor de la universidad, unos cuantos se enteraron y pasó una temporada sufriendo una especie de Bullying al respecto. No quería que eso sucediera ahora con su jefe, así que pensó que quizás una mentirita pequeña podría ayudarlo.

—Está bien, hay un chico que me gusta, y no es el señor Rogers.

— ¿Y entonces quién es? —preguntó Quill sin poder aguantar su curiosidad.

—Es un compañero de la universidad— comentó aquello pensando en Strange. A él no le gustaba para nada Strange en ese sentido, pero ninguno de sus compañeros lo conocía y era perfecto para estructurar su mentira—. E s muy inteligente y amable.

— ¿Es guapo? —preguntó Gamora.

Tony se encogió de hombros, decir que Stephen era guapo era mentir bastante.

—Yo lo encuentro atractivo—dijo evitando decir toda la verdad—. Espero que nadie más lo encuentre guapo.

Todos emitieron un “awww” ante lo tierno que había sonado esa frase.

— ¿Y tiene dinero? —preguntó Natasha.

—No mucho, pero tiene sus ahorros—contestó pensando en la alcancía con forma de cerdito que Strange guardaba debajo de su cama.

— ¿Y tiene carro? —preguntó Clint esta vez.

—Bueno, yo no sé mucho de carros—mintió— pero si tiene uno —. Pensó en las tantas veces que Strange tomaba el transporte público junto a él.

— ¿Y cómo se llama? —se interesó Sam esta vez.

—Stephen Strange —. Dijo Tony pensando en la suerte que tenia de que sus compañeros jamás conocerían a Stephen.

— ¿Y es casado?

— ¿Ya te acostaste con él?

— ¿Sabes si es hetero o gay?

—Pero Clint, Natasha, Quill ¿Qué clase de preguntas son esas? —Thor estaba alarmado ante aquella clase de preguntas, y no pudo sino salir en defensa de Tony.

—Era para saber en qué punto de la relación estaban— se excusó Natasha encogiéndose de hombros.

—No, es que no entendieron—explicó Tony—Stephen me gusta, pero no tenemos nada. Él solo me ve como un mejor amigo.

—Bueno, pero algo pasara entre ustedes—afirmó Gamora guardando las cartas—por que las cartas me dicen que a ambos les cambiará la vida.

—Nos cambiará la vida a nosotros cuando nos despidan por llegar tarde—exclamó Sam viendo la hora.

Todos se pusieron a recoger sus cosas, pero Tony se había quedado pensando en lo último dicho por Gamora.

— ¿Estás pensando en lo que te dije? —Dijo ella cuando lo vio, el solo apretó los labios al sentirse descubierto—recuerda que dije cambiar la vida, debes estar pendiente, a veces es para algo bueno, y otras para algo… malo. Pero esperemos que sea para mejor.

Quill tomó la mano de Gamora para que empezara a caminar, y Natasha le dio un toque a Tony en el hombro para que se levantara, todos estaban llegando tarde.

 

……………………………………

 

Cuando Tony y Sam llegaron al sexto piso ambos se separaron. Tony se dirigió hacia la oficina de presidencia y vio a Wanda sentada en el escritorio y recordó que aún le debía una foto a su amigo y decidió aprovechar. Redujo la velocidad de sus pasos y saco su teléfono abriendo la cámara. Hizo el gesto de que mandaría una nota de voz y apretó el botón de la cámara. La foto se tomó y guardó el teléfono rápidamente, eso mantendría contento a Stephen por un tiempo.

En la oficina de Steve también estaba Bucky —parecía que a Bucky le gustaba demasiado estar con Steve— y ambos discutían acerca de cambiar de proveedores para reducir los costos.

—Si hacemos eso bajaremos la calidad—decía Bucky al tiempo que Tony entró para dirigirse a su propia oficina.

—Lo sé—respondió Steve. Fijó su vista en el recien llegado antes de volver a hablar—. Tony, cítame a los ejecutivos en la sala de juntas en 10 minutos.

— ¿A Killmonger también? —preguntó Bucky elevando una ceja.

Steve lo pensó un segundo y asintió.

—A Killmonger también.

—De inmediato señor—dijo Tony y caminó a su propia oficina para hacer lo que le habían pedido.

Tony no pudo ignorar que su corazón latió un poco más rápido cuando vio a Steve al momento de entrar a la oficina. Quiso achacarle eso al asunto de las cartas y del beso de esa mañana, así que ignoró todo y se sentó en el pequeño escritorio para marcar las extensiones de las diferentes oficinas para avisar de la reunión.

Diez minutos habían pasado cuando ya estaban en el salón de reuniones.

Steve estaba sentado en la cabecera de la mesa, y Bucky en la silla de la izquierda, pero le habían agregado una silla extra a Tony en el medio de ambos. Los tres estaban discutiendo algo de unos papeles. Phil Coulson estaba dos sillas a la derecha de Steve, había llegado hacia unos minutos y se mantenía revisando su teléfono.

—Buenas tardes— dijo Loki entrando por las puertas dobles y posando sensualmente, ninguno de los presentes le hizo caso y fue a sentarse con el ceño fruncido a un lado de Steve —. Pero que maleducados están todos hoy.

Killmonger llegó un segundo después y se sentó lo más alejado de Loki que pudo. El “genio creativo” le ponía nervioso a propósito cuando le tocaba de más y no lo soportaba. A Loki no le gustaba Killmonger y sabía que el hombre no era gay, pero le gustaba fastidiarlo un rato, así que sonrió abiertamente cuando vio que el hombre se sentó bastante lejos de donde se encontraba.

Tony se sentía un poco fuera de lugar, todos ellos vestidos de forma muy formal, con trajes elegantes, y el traía un abrigo de cuello de tortuga algo pasado de moda y un pantalón negro. Pero sacudió esos pensamientos para concentrarse en lo que Steve le estaba contando.

En eso llegó Sharon acompañada de Wanda, y las dos no pudieron evitar ver a Tony y pensar “¿Que hacia ese ridículo asistente en esa reunión y sentado al lado del presidente?”.

Sharon, que normalmente se sentaba a un lado de Steve en esas reuniones, tuvo que sentarse junto a Bucky y guardar su enfado.

Cuando Steve se dio cuenta que estaban todos, le pidió a Wanda que les llevara cafés y comenzó la reunión. Maximoff, que ya estaba harta de pedir cafés, salió con el ceño fruncido.

—Empezando— dijo Steve mirando a todos los presentes—, quiero decir que esta mañana se puso un poco en duda mis gestiones como presidente. Por eso convoqué una reunión con T´Challa y Erik Killmonger y esas dudas quedaron resueltas, —Steve miró a Erik y este solo pudo asentir de mala gana—por consiguiente creo que ya puedo empezar formalmente con mis atribuciones de presidente, puesto que ya no hay más dudas con respecto a mi persona. Y he decidido empezar por usted Killmonger. De ahora en adelante, para hacer algún movimiento bancario, o algún movimiento de tesorería le va a tener que consultar a mi asistente, el joven Anthony Stark.

Todos en la sala quedaron sorprendidos, pero Bucky y Steve habían hablado acerca de eso durante el almuerzo y estaban preparados para cualquier objeción. En la reunión de esa mañana quedó demostrado que Killmonger le rendía cuentas a T´Challa, y que estaría al pendiente de cualquier mal movimiento que hicieran. Incluso discutieron la posibilidad de que Erik hiciera algo a propósito para hacer quedar mal a Steve aun a costa de la empresa por instrucciones de T´Challa, así que debían tomar medidas extremas, y lo más sensato era hacer que Anthony, el cual sabia bastante del tema, fuera el encargado de mantener vigilado los movimientos que Erik hiciera dentro de la empresa.

Pero ni siquiera Tony estaba enterado de esa decisión tan drástica, y se asombró tanto como los demás.

— ¿Pero qué dices? —Protestó Erik claramente ofendido— ¿Tengo que rendirle cuentas a un simple asistente?

—No—dijo Steve de forma calmada—. Le estas rindiendo cuentas a presidencia, a través de MI asistente, y eso no es lo mismo.

— ¿Pero de que hablas Steve? —preguntó Sharon totalmente confundida por lo que acababa de escuchar.

¿Steve estaba colocando al patito feo por encima de un alto ejecutivo?

—Lo que pasa es que Erik al parecer no confía en nuestras propuestas—dijo Steve encogiéndose de hombros—. Y es difícil tener a alguien que no es de confianza en un puesto tan alto, sin que sea supervisado. Y ahora, si es tan amable salga de esta reunión, no sabemos a dónde podría llevar la información que voy a discutir ahora.

Killmonger estaba furioso, prácticamente lo habían destituido de la gerencia y le habían dado su puesto al nuevo asistente. Tomó los papeles que había llevado y salió rápido del salón directo a su oficina, tendría que llamar a T´Challa y contarle lo sucedido.

La reunión continuó su curso a pesar de lo sucedido, las informaciones fueron dadas de forma normal. Pero cuando Steve mencionó, en algún punto el “bajar costos de producción”, Loki, que hasta ese momento estaba callado, decidió hablar.

—Me parece que estoy en una cueva de murciélagos—dijo Loki mirando a Tony mientras remarcaba la palabra “murciélago” —. Y no escucho bien por el eco, ¿estás hablando de comprar telas baratas? ¿De perder calidad en los materiales?

—Cálmate Loki—respondió Steve, sabía que ese iba a ser el punto más difícil— solo queremos ver si podemos variar proveedores, buscar la misma calidad pero con mejores precios.

Loki pareció calmarse por el momento y Steve procedió a seguir hablando con Phil acerca de que esperaban aumentar la producción, por lo tanto necesitaban contratar a más personas y quería que Coulson estableciera un plan para los nuevos contratos que serían fijos o temporales.

—Entonces me gustaría discutir eso con Anthony—dijo Phil —, debería discutirlo con Killmonger pero en vista de lo que ha sucedido…

—Háblalo con Tony—afirmó Steve.

La reunión terminó media hora después, Steve y Bucky salieron juntos y Tony los siguió. Sharon se quedó un momento hablando con Loki hasta que Wanda entró a buscarla.

Tony se fue a su pequeña oficina mientras que sus dos jefes —porque ya sentía que Bucky y Steve eran lo mismo— se iban a la oficina de vicepresidencia.

Un momento después, mientras pasaba unos números a la computadora, sintió que alguien abría la puerta de su pequeña oficina.

—Tony—Sam entró a la oficina y le entregó unos papeles junto con una carpeta—. Tu jefe te manda esto. Dice que los pongas junto a los que te dio en la reunión.

Tony asintió y tomó la carpeta, había algo que rondaba en su cabeza así que antes de que Wilson se fuera le dijo que quería hacerle una pregunta.

— ¿Qué tanto se cumplen las predicciones de Gamora? —preguntó sintiéndose ridículo, obviamente Sam se daría cuenta por qué estaba preguntando eso.

—A veces sí y a veces no—respondió sencillamente—nunca se sabe. Pero por ejemplo, a Clint le predijo que le robarían a la esposa, a Natasha que un noviecito que ella tenía la dejaría, y que T´Challa no iba a ganar la presidencia de la compañía. También hay cosas que no se cumplen, a Thor le dijo que su novia volvería y… bueno, no lo ha hecho.

Tony asintió comprendiendo, sin saber que más decir.

—Gracias—terminó diciendo.

—En todo caso, si preguntas por tu amigo, ¿Stephen cierto? Ten fe, quizás te resulte que su predicción sea acertada.

Sam le dedicó una pequeña sonrisa y salió dejándolo solo con sus revueltos pensamientos.

 

………………………………

 

A la hora de salida, Bruce estaba recostado del escritorio de recepción, intentando convencer a Natasha para que saliera con él a dar una vuelta. Estaba más que enamorado de la recepcionista y siempre se lo demostraba, pero ella no podía verlo más que como un amigo, cosa que claramente Bruce no quería.

Sabía que en el fondo él le gustaba a Natasha, pero el afán de ella de salir con hombres con dinero no le dejaba enamorarse del todo de él. Ella quería hombres de oficina y él trabajaba como mensajero, ella quería un hombre con carro y el solo tenía una moto algo vieja, ella quería un hombre muy guapo con dinero y él era medianamente atractivo y medianamente quebrado. O eso era lo que él pensaba…

Pero Bruce amaba verdaderamente a Natasha, siempre le ofrecía llevarla a casa en la moto, sacarla a bailar aunque no tuviese ni un centavo, le decía que aceptaba a su hijo como propio —cosa que ningún hombre con los que salía Natasha querían—, que daría la cara por ella frente a su familia y muchas cosas más.

—Vamos a bailar Natasha, al sitio que te gusta tanto.

—Aun no te han pagado Bruce—dijo ella mientras recogía sus cosas para irse.

—Ahorré un poco, y podemos comprarle algo de comer a Leonid en el camino.

Natasha sonrió, Bruce era uno de los pocos hombres que conocía que sin ser su padre, adoraba a Leonid y siempre quería darle algo.

Ella lo pensó, en verdad que estaba de humor para salir a bailar un rato, Leonid estaba con sus abuelos y ellos generalmente no le decían nada cuando salía con Bruce. Antes de que pudiera contestar su celular sonó, era un número que no conocía.

—Alo?

— ¿Natasha? —la voz le resultaba bastante familiar.

— ¿Quién es?

—Soy yo, James Howlett, ¿no te acuerdas de mí?

Natasha casi salta de la emoción. James Howlett era un apuesto y fuerte hombre que había salido con ella unos meses antes. Lamentablemente solía viajar mucho y no vivía en esa ciudad, pero a ella le encantaba. Le había llamado para ver si estaba disponible para salir, y por supuesto que ella aceptó. Solo había un problema, James estaba con un amigo, y no quería dejarle solo, así que le preguntó a Natasha si ella tenía algún amigo gay que le hiciera compañía, y Romanoff aceptó sin pensarlo demasiado.

Bruce escuchó toda la conversación y suspiró resignado a que esa noche no saldría con Natasha.

 

………………………………………….

 

—Natasha, no voy a caer en tus juegos—Sam se cruzó de brazos, en cuanto había bajado a recepción para irse a casa Natasha le pidió que la acompañara en una salida doble.

—Vamos Sam, será divertido, y así te despejas un poco.

—Que no—dijo firme— ¿Por qué no le preguntas a Tony? Quizás esté interesado en ir…

La chica no esperó respuesta y sacó su teléfono para llamar a Tony que aun debía seguir en el sexto piso recogiendo sus cosas, ella estaba desesperada y James pasaría a buscarla en poco tiempo. Le dijo rápidamente que cuando bajara a recepción no se fuera de inmediato por que tenía una cosa urgente que hablar con él, y cortó.

—Ya verás como él es buen amigo y me acompaña—dijo ella mientras sacaba su maquillaje y lo retocaba, Sam solo pudo suspirar.

Convencer a Tony no fue tan difícil, un poco sí, pero no demasiado. El chico no estaba muy seguro de la idea de salir en una especie de cita doble con alguien que no conocía, pero Natasha se lo estaba pidiendo en forma de favor. Ella le explicó que si no conseguía a alguien, James no podría salir porque no quería dejar a su amigo solo, y Tony podía ver claramente que ella quería salir con ese tal Howlett.

— ¿Ese Howlett es tan importante para ti? —preguntó cuándo ella se le quedó viendo expectante.

—Es todo una fiera—dijo con una amplia sonrisa—. Ssi lo vieras, es alto, apuesto, siempre va en autos hermosos y en la cama…

—Ya entendí—cortó bastante ruborizado.

—Además—dijo ella para terminar de convencerlo—así te tiras unas cuantas fotos con ese chico amigo de James, las posteas y le das celos a ese tal Stephen.

Tony asintió pensando en su mentira, y por un segundo tuvo la ridícula idea de que le gustaría darle celos a Steve Rogers, cosa que era ilógica e imposible. Así que intentó arreglarse un poco en el baño y llamó a su casa para avisar que llegaría un poco tarde. Por suerte contestó su mamá, cuando era su padre quien contestaba tenía que darle demasiadas explicaciones.

Cuando el amigo de Natasha llegó para recogerles, le presentaron al que sería su “cita” con el nombre de Víctor Creed. Realmente los dos eran muy atractivos, y se notó desde un inicio que a Víctor no le hizo mucha gracia que Tony fuera su cita.

Aunque no pudo quejarse, el hombre fue más o menos amable durante un rato y habló de cosas triviales con Tony mientras Natasha y James bailaban y se besaban en la discoteca. En un momento de la noche Víctor fue al baño y luego de 20 minutos de no volver, le dijo a James vía WhatsApp que se había encontrado con alguien apuesto en el baño y se había ido a la casa con el desconocido. James se echó a reír y Natasha se murió de la vergüenza con Tony, pero él le repitió varias veces que no pasaba nada malo y que en cierta forma, ya estaba acostumbrado.

La chica le dijo que le llevaría a casa, le habría gustado seguir bailando con James, pero Tony no se quedaría solo sentado en la discoteca, y tampoco dejaría que el chico tomara un taxi a esa hora de la noche. Así que le pidió a James que se fueran del sitio y llevaran a Tony a casa, y que podrían continuar la noche en algún lugar más calmado.

Tony agradeció el gesto, aunque le habría gustado irse en taxi cuando tuvo que soportar todo el trayecto hasta su casa viendo como James manejaba con una mano y con la otra le tocaba las piernas a Romanoff. Y aguantar que se besaran en cada semáforo en rojo o en cada señal de stop. Pero cuando por fin llegaron y abrió la puerta de su casa, supo que había algo peor: su padre esperándolo en pijama.

— ¿Has visto la hora Tony? —Exclamó Howard— ¿No pudiste volver a llamar para decirnos que seguías vivo por lo menos?

—Me quedé sin carga luego de hablar con mamá.

— ¿Y es que todo mundo se quedó sin carga que no pudiste pedir un teléfono prestado?

—Papá, estaba bien. Me iban a traer a casa.

Su padre se cruzó de brazos, jamás estaba bien cuando no sabía si su pequeño estaba seguro o rodeado de personas mal intencionadas. Tony subió a su cuarto antes de que su padre siguiera discutiendo.

Unos minutos después María entró a su habitación llevando una taza de té humeante. Ella sí había estado emocionada al saber que su hijo había salido con amigos.

— ¿Cómo te fue?

—Bien, una compañera del trabajo me invitó a estar con unos amigos de ella, estuvimos en una discoteca y…

— ¿Bailaste? Qué bueno—dijo ella sonriendo— ¿Y algún chico interesante del que deba saber?

—Quizás—mintió, pero no le diría a su madre que ni bailó y que su “cita” se había ido con otro—. Por ahora quiero descansar. Estoy algo agotado.

María entendió y salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí. Tony se dejó caer en la cama, pensando que esa noche tenía mucho que escribir en su diario.

 


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