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Buscando la belleza por OldBear

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Capítulo 21. Entre chantajes y sobornos.

 

No fue ninguna sorpresa encontrarse a Howard esperándolo en la sala con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

— ¿Estas son horas de llegar?

Tony suspiró pensando cuando podría dejar de ser tratado como un niño pequeño.

—Le avisé a mamá que llegaría tarde porque estaba en un cóctel de negocios con mis jefes.

— ¿Con tus jefes? ¿A esta hora? ¿Quién te trajo a casa? ¿Viniste en taxi a esta hora?

—No papá, me trajo mi jefe.

—Por lo menos. Estas no son horas de andar sólo en un taxi. Pero aun así estar en un carro sólo con tu jefe...

Decidiendo que ya ya había tenido suficiente por aquella noche, Tony dio media vuelta y levantó dos dedos haciendo la señal de paz.

—Buenas noches papá. Nos vemos mañana.

Howard se quedó solo discutiendo en voz baja, hablando de los peligros de la noche y los taxis.

 

 


 

Eran las siete de la mañana cuando Wanda se presentó en la oficina de T'Challa. Ni siquiera a su puesto en Shield era tan puntual.

La secretaria, una joven muy bonita y de mirada aguda, la observó por un momento y le dedicó una sonrisa de cortesía.

—Pase señorita, la está esperando.

Maximoff no lo pensó demasiado y se dirigió a donde le indicaba la joven. Por su parte T'Challa sonrió cuando vio entrar a Wanda con un minivestido rosado; y supo que aunque había perdido a su infiltrado, la pelirroja le serviría de algo.

El moreno supo que había algo demasiado raro en Shield. Aun con todos los problemas de Erik, el hombre era un excelente financiero, y era demasiado observador. Todo lo que Erik le dijo que estaba sucediendo en la empresa no salía de su cabeza, y el informe de Steve se veía demasiado perfecto, así que suponía que estaban ocultando algo. Tenía la ligera sospecha de que estaban alterando los números. Killmonger le mencionó que estaban tomando préstamos en los bancos y que la colección no estaba yendo tan bien debido a la competencia, y aun así estaban cumpliendo las metas, eso no le cuadraba para nada a T'Challa.

Ofuscado como estaba dio con la solución cuando Killmonger le contó lo ocurrido, y T'Challa no tuvo que pensar demasiado para descubrir que la amiga de su hermana había tenido bastante que ver en todo eso. Los problemas de ira de Erik eran un secreto, pero no algo imposible de descubrir.

Había decidido mandarle el mensaje a Wanda como una carnada, y ahora, viendo la cara de angustia de la pelirroja mientras entraba en su oficina, supo que había estado en lo correcto. Y gracias a eso podría conseguir un nuevo espía en Shield.

—Provocar a un gerente para que golpee a un pobre trabajador—dijo sonriendo invitándola a sentarse—eso es algo muy reprochable, mi quería Maximoff.

— ¿Qué quieres T'Challa?

—Nada Wanda—dijo poniéndose de pie y acercándose a ella—solo te invité a conversar.

—No creas que me vas a chantajear.

T'Challa rió, Wanda sería más fácil de lo que había pensado.

— ¿Chantajear? Para eso yo tendría que tener algo que pudiese usar contra ti, ¿lo tengo acaso? —Su expresión provocó un estremecimiento en la pelirroja— además, solo te invite a conversar, me gustaría que me tuvieras confianza, que me contaras lo que sucede en Shield.

— ¿Me estás diciendo que quieres que sea tu espía? —Preguntó, recordando que había un rumor de que Killmonger rendía cuentas a T'Challa— eso decían acerca de Killmonger y tú.

—Espía es una palabra fuerte, me gustaría que me mantengas al tanto de lo que sucede, pero solo por curiosidad.

—Ajam. ¿Eso acaso no es ser un espía?

—Te conviene, Wanda. Recuerda que lo que yo diga lo pueden corroborar por la cámara que está en cada pasillo. Solo necesitaran ver el momento en que vas al piso de Killmonger, y luego cuando Erik sube enojado.

La sonrisa de T ́Challa provocó en la pelirroja un escalofrió.

—Yo...

—Además, el mismo Thanos se vio bastante afectado por la situación, le molestó tanto que me enteré que habló con Steve para saber lo que le harían a Erik. Y se disculpó personalmente con Stark.

Wanda apretó los labios, conocía muy bien todas sus posibilidades y sabía le tocaba aceptar si deseaba quedarse en Shield.

—Está bien—suspiró— ¿Qué quieres que haga?

Volvió a sentarse en su escritorio, sonriendo. Le encantaba cuando obtenía las cosas facilmente.

—Infórmame de los movimientos de Rogers y Barnes, lo que digan cuando creen que no son escuchados, con quienes están haciendo más tratos o acuerdos. Tú eres una de sus asistentes, tomas sus llamadas, no será tan difícil averiguarlo—T'Challa lo pensó por un momento, y luego agregó—vigila también a Stark.

— ¿A ese niño feo?

—Rogers parece tenerle mucha confianza, incluso pareciera que lo idolatra. Sharon me ha contado que ha visto a Steve pedirle opinión a Stark antes de hacer algún movimiento. Si ese muchacho hace un movimiento en falso, Steve cae con él.

Wanda no pudo negar que esa parte le interesó. Si bien T'Challa quería derrocar a Steve, ella quería sacar a Anthony de la empresa. Así que quizás no estaba tan mal ser una espía.

— ¿Es todo?

—Bueno, aprovechándome de esta situación—dijo sin vergüenza—cuando quieras darme el reporte de lo que está sucediendo recuerda que puede ser en tu departamento, o directamente en un motel.

Los ojos de Wanda se ensancharon ante esas palabras, tantas veces había deseado gustarle a T'Challa, siendo que el moreno era un hombre rico y muy apuesto. Pero ahora, siendo chantajeada con tener que ser un espía y acostarse con él—por que literalmente era lo que le estaba diciendo— lo único que quería era golpearlo en la cara.

La pelirroja aceptó su suerte y salió de la oficina, iba tarde para llegar a Shield.

 

 


 

 

Cuando despertó esa mañana, tuvo el presentimiento de que algo malo iba a ocurrir, y supo que estaba en lo cierto cuando bajó a desayunar y su padre estaba discutiendo con alguien por teléfono.

María estaba sentada en la mesa del comedor con semblante preocupado.

—Siéntate a desayunar Tony—le dijo en cuanto lo vio.

— ¿Qué le pasa a papá? —Tomó un sorbo de su café mientras alternaba la mirada entre sus padres.

—Parece que la empresa donde trabaja va a cerrar, al parecer se declararon en banca rota.

Howard cerró el teléfono luciendo muy afectado. Se dirgió hacia la mesa y se sentó junto a su familia.

—Es un hecho—dijo mirando a su esposa e hijo—cerraron, están en la quiebra. Al parecer perderé los 30 años de prestaciones sociales que llevo trabajando si esa gente no responde.

— ¿Y qué le dicen a los trabajadores?

El patriarca de la familia se encogió de hombros luciendo frustrado y muy cansado.

—Nada, se están escondiendo como perros olvidándose de que nosotros somos humanos.

—Tranquilo papá, mira que yo no gano mucho, pero yo puedo hacerme cargo de ambos, incluso me subirán el sueldo, no se los pude decir ayer por la hora que llegué.

Por suerte su aumento había llegado en un momento justo. Steve vio necesario que ya que ocuparía tanto trabajo y se encargaría de la parte financiera, necesitaba un aumento de sueldo. No era algo muy grande, ni siquiera se acercaba al que tenía Wanda, pero iba a mejorar su situación.

—No Tony, por mucho que te suban el sueldo no te puedes encargar de todo lo básico de la casa, y sin hablar de las cuotas del carro que tenemos. Además—dijo irguiéndose —yo no puedo permitir que me mantengas mientras yo tenga fuerzas para trabajar. Que nadie podrá decir que yo exploto a mi hijo.

—Pero papá, nadie dirá eso.

—Mi orgullo lo dirá, y no me lo puedo permitir. Me voy, los empleados nos reuniremos en la empresa para exigir que nos den respuesta.

—Pero Howard, —exclamó María preocupada— aun no has desayunado.

—Se me quitó el hambre.

Howard tomó solo un sorbo de café y caminó hasta la puerta dejando a su familia preocupada por él.

A Tony no le gustaba ver a su papá de esa forma, y apuntó que hablaría con su jefe de inmediato para que le arreglaran lo del aumento. Necesitaban el dinero en su casa con urgencia.

 


 

 

Bucky y Steve habían llegado temprano ese día para revisar unos papeles. Estaban ambos instalados en la oficina del segundo, y revisaban a fondo los documentos que se extendían ante ellos.

— ¿Vas a llevar a Tony para que le autoricen la firma en los bancos? —Bucky veía a Steve sentado tras el escritorio de presidencia. Rogers firmaba unos papeles que debían entregar ese día y le prestaba poca atención a su amigo.

—Ya te dije que sí. Si Tony va a ejercer las funciones de gerente financiero, eso incluye tener potestad frente a los bancos para girar cheques. Va a cumplir las funciones de Killmonger y esa es una de ellas.

—Esa potestad frente a los bancos solo la tenemos tú y yo, y la tenía Killmonger, pero él era gerente, Tony solo está supliendo funciones.

—No importa, está haciendo un excelente trabajo y así no tiene que estar tras de mi para que le firme un simple cheque. Además, recuerda que pronto debemos hacer un viaje para concretar el punto de venta que pondremos en Miami.

— ¿Entonces compraras ese punto? —preguntó levantando una ceja. No había estado seguro de la decisión de Steve respecto a ese tema.

—Así es, y si tú y yo vamos a ese viaje, la empresa no se puede quedar sin nadie que firme los cheques.

Bucky movió la cabeza de forma afirmativa. En eso tenía razón.

—Es un buen punto, pero mira, tú le estas dando bastante poder en esta empresa a Tony, prácticamente pasó de ser un simple asistente a solo estar un escalón por debajo de ti y de mí. Tiene incluso más poder que Sharon, ¿confías tanto en él?

Steve levantó la vista de los papeles, no tuvo que pensar demasiado para responder.

—Así es, confió bastante en Tony.

—Creo que ni siquieras buscaras a otro gerente financiero por un largo tiempo. ¿O me equivoco?

Steve le sonrió divertido, debido a que su amigo había dado en el clavo. No veía la necesidad de buscar a alguien que supliera aquellas funciones cuando ya Tony lo hacía, además de que no necesitaría preocuparse de que alguien viera los numeros maquillados.

En ese mismo instante Tony entró en la oficina y Steve le dijo que se alistara para ir a los bancos. Salieron unos 10 minutos después, tenían que recorrer varios bancos y lo mejor era hacer todo temprano.

Sharon los vio entrar al ascensor y les preguntó a donde iban.

—Registraré la firma de Tony en los bancos.

— ¿Pero qué?

—Claro mi amor, recuerda que nos vamos de viaje para lo de Miami, y alguien tiene que quedarse con la firma autorizada para emitir los cheques.

A Sharon no le agradaba para nada eso, resultaba darle demasiado poder al asistente ese. Pero no pudo decir nada cuando las puertas del ascensor se cerraron y ellos dos desaparecieron de su vista.

 

 


 

La gerente del último banco al que fueron —y quizás el más importante—, Shiera Sanders, conocía muy bien a Steve Rogers. Shield había trabajado con ese banco desde bastante años atrás, mucho más antes de ella convertirse en gerente incluso. Por eso era que le resultaba muy extraño lo que el presidente de Shield le estaba diciendo.

Rogers se había presentado con un muchacho al cual denominó asistente de presidencia. Luego, pasó a contarle que por ciertas razones, Erik Killmonger, quien ella sabía era el gerente financiero de Shield, ya no estaba trabajando con ellos y necesitaban remover esa firma de las autorizadas, hasta ahí todo bien.

Lo extraño fue cuando Steve comenzó a decirle que ahora su asistente tendría la firma autorizada para emitir cheques. Al parecer Steve iba a hacer un viaje a Miami y James Barnes, el vicepresidente—Shiera debía saberse los nombres y los cargos de todos los clientes importantes— también iría, así que Steve estaba dejando a Tony a cargo de absolutamente todo y le estaba informando que tendría potestad para hacer desembolsos, sobrecanje, sobregiros entre otras cosas más para las cuales ni siquiera Killmonger, siendo gerente, podía hacer sin la autorización firmada de Steve. Y ahora ese joven, con solo el cargo de asistente, tenía más potestades que un gerente financiero.

Shiera les buscó los papeles necesarios para establecer la firma de Anthony, pero cuando estuvo todo firmado, con una sonrisa de cortesía le pidió a Steve hablar un momento a solas.

—Por supuesto. Tony, espérame fuera ¿sí?

—Señor Rogers—comenzó Shiera cuando se quedaron solos—usted sabe que este banco es incondicional con Shield, y es por eso que debo preguntar esto y asegurarme que usted esté tomando una decisión de forma libre y no bajo presión. Usted le ha dado más poder al joven de lo que tenía el mismo señor Killmonger, y por eso necesito reconfirmar que está de acuerdo con eso.

—Si señorita Sanders, puede confirmarlo. Anthony Stark tiene toda mi autorización.

Shiera asintió y le deseó un buen día a Steve, luego se sentó y pensó que ese tipo de cosas no se veía muy seguido.

 


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