III. Un acercamiento no es nada.
Un puñetazo en la cara al chico de ojos verdes fue tan certero que su cuerpo no tuvo de otra que caerse al suelo por el impacto. Un hilo de sangre salía de su labio inferior, y la mejilla estaba de un color rojizo casi rozando lo morado. No solo su cuerpo estaba hecho trizas, todo su cuerpo estaba en las mismas condiciones; sus ropas rasgadas por los bruscos forcejeos, moretones en sus brazos y muñecas producto de los constantes golpes y agarres, el pómulo izquierdo estaba lesionado y ya se estaba comenzando a inflamar, y su cuello presentaba severos signos de estrangulamiento. Era de noche, nadie transitaba, por lo que era muy sencillo realizar el interrogario allí mismo sin que nadie los interrumpiera.
-Naruto, ¿de verdad vamos a trabajar para esos sujetos? No me agrada en nada la idea. -decía Lee parado detrás del rubio que estaba muy ocupado golpeando al pobre chico, Ranmaru, quien casualmente un hombre los había contratado para matarlo y era exactamente el mismo chico a quien dejaron escapar hace unos días del FBI.
-Claro que si 'ttebayo, ¿Sino porqué razón estaría haciendo esto? -dijo el rubio tomando a Ranmaru del cuello de su camiseta y volviendole a dar otro puñetazo en la misma mejilla, el chico no tenia fuerzas ni para responderle los golpes al Uzumaki, ni siquiera para pedirle que se detuviera, y los nudillos de Naruto estaban comenzando a sangrar.
-Hubiera sido mejor que me consultaras al respecto. -dijo Lee en un tono de voz suave al mismo tiempo que suspiraba, se sentía triste y fuera de lugar, se suponía que eran un equipo y ver que el rubio ya comenzaba a tomar decisiones por él, lo hacia sentir inferior y como que su opinión no valiera.
-Oye, cejotas, ¿que te ocurre? -preguntó preocupado el rubio, dejando al chico tomarse un respiro en el suelo de tantos golpes. -No pensé que te afectara tanto esto, vamos a ganar mucho dinero si este caso se lleva a cabo con éxito, pensé que era buena idea aceptar este trabajo 'ttebayo.
-No es el trabajo, es el FBI lo que me inquieta, principalmente ese oficial Hyuga. -dijo poniendo una mirada seria y dura, lo que a Naruto le sorprendió. -Aquella vez, cuando nos pusieron contra la patrulla para inspeccionarnos, justamente él no estaba chequeando que no tuviera nada escondido entre mi ropa, me estaba manoseando más de la cuenta.
-¡Maldición, Lee, ¿porqué no me lo dijiste?! -gritó el rubio colérico al enterarse que uno de los oficiales tuvo el descaro de ponerle un dedo encima a su amigo.
-Traté de decirtelo, pero estabas tan ocupado gritando e insultando que no me prestaste atención. -Naruto se quedó mudo ante la confesión, si bien era cierto que aquel día solo se dedicó a gritar a los cuatro vientos lo mal que el FBI estaba tratandolos, que no prestó atención cuando su amigo le llamó para tratar de decirle que ese tal Hyuga lo estaba manoseando. Una fuerte ira se apoderó de él al ser tan tonto y no ir en su ayuda. -Aunque...me sentí muy raro. -confesó con un leve sonrojo.
-Cejotas, escuchame, no tienes que hacer este trabajo si no quieres 'ttebayo. -dijo el rubio colocando una mano sobre el hombro de Lee, pasando por alto el sonrojo que tenía en sus mejillas, quizo pensar que ese sonrojo era producto de la verguenza que siente al confesar que otro hombre lo tocara en forma íntima, y no porque realmente le haya gustado. -Puedes irte a casa y sufrir las consecuencias por ello.
-¿Y dejar que tu te lleves todo el crédito? -dijo Lee con una sonrisa desafiante, por mal que se sienta, jamás dejaba a medias un trabajo, y eso Naruto lo sabía. Se sintió ofendido cuando el rubio le ofreció tal cosa.
-Estoy muy indignado con este asunto, chicos. -de repente aparecía Kiba con una mochila colgada en uno de sus hombros al mismo tiempo que con una mano se agarraba la cabeza en un signo de estar sufriendo un terrible dolor. -Yo solo les hice el favor de conseguir esos expedientes, no para que también me involucraran. -Kiba dirigio sus ojos hacia los chicos, que los encontró en una escena de lo más innovadora. -¿Me perdí de algo? -ambos chicos se miraron y en una sonrisa negaron con la cabeza, ya todo estaba bien.
-Llegas justo a tiempo para ver como le saco toda la información a este idiota 'ttebayo. -dijo el rubio caminando nuevamente hacia Ranmaru, quien en el momento que estaba consolando a Lee, aprovecho los míseros minutos para recobrar algo de fuerza y tratar de irse de allí arrastrándose, Naruto lo tomó del cuello de la camsieta nuevamente y lo obligó a verle a la cara. -¿Para quién trabajas?
-No...no se de que hablas. -dijo el chico malherido y haciendo todo lo posible por poder hablar, se le hacia una tarea muy dificil despues de los quien sabe cuantos golpes recibidos por el Uzumaki. Otro golpe a la cara fue la única respuesta que se le dedicó, y vendrían muchos más si no colaboraba.
-¿Para quién trabajas? -volvió a preguntar el rubio con la esperanza de que con el primer golpe, el pobre Ranmaru escupiera de una vez lo que querían escuchar.
-No...no trabajo para nadie.
-Kiba. -llamó al Inuzuka mientras su mano libre era extendida hacia atrás, esperando que el chico entendiera la señal de que quería que algo fuera puesto en su mano. Afortunadamente Kiba captó la señal y en menos de un minuto, el Inuzuka abrío la mochila que recientemente traía en el hombro y le extendío una Beretta 92, el rubio al sentirla en su palma dirigió el arma bajo la barbilla de Ranmaru.
-Niño, si no le respondes a la tercera vez que te lo pregunte, se encargará de que ya nunca vuelvas a hablar. -explicó Lee detrás de Naruto con los brazos cruzados y mirada fría.
-¡Es-esta bien, esta bien, hablaré! -gritó atemorizado Ranmaru al sentir el frío de la punta del arma acariciar su barbilla, levantó ambos brazos en signo de rendición y que haría todo lo que los chicos le pidiesen. -Yo...yo solo me encargo de venderla, recibo la mercadería de una chica llamada Ino que vive a tres calles de aquí. -los tres chicos sonrieron al mismo tiempo que se dedicaban miradas cómplices entre sí.
-Espero que no estés mintiendo, Ranmaru. -dijo el rubio golpeando amistósamente la punta de su arma contra la barbilla del jóven, lo soltó bruscamente hasta hacer que su espalda chocara contra el suelo. -Puedes irte 'ttebayo. -en cuanto el rubio le dio la posibilidad, el chico se levantó como pudo rápidamente para comenzar a correr como un loco. Naruto, en cuanto vio que ya estaba medianamente lejos, levantó su arma y sin necesidad de apuntar le disparó por la espalda, lo que el chico debido a la velocidad con la que iba corriendo cayó ruidosamente contra el pavimento, muerto.
-¡¿Por qué le disparaste?! -gritó colérico Kiba al ver semejante escena.
-Era un trabajo que teníamos pendiente.
... ... ... ...
Sasuke estaba sentado en el sillón de la sala con al televisión encendida, a pesar de no estar mirando nada al respeto, no podía dejar de pensar en el rubio, ni mucho menos podía sacarselo de la cabeza. A cada rato se repetía de que era un inmaduro, que no le llegaba ni a los talones, encima se atrevió a tirarle encima el resto de caldo del ramen que amablemente él mismo había comprado. Sin embargo, la sonrisa que le dedicó al haber acertado casualmente a su comida favorita fue suficiente como para hacer derretir un poco el frío corazón del Uchiha, algo raro se removió en su interior en el instante que pusó sus manos encima del rubio para inspeccionar que no tuviera armas que pusiera en riesgo su vida; y no solo eso, Neji hace poco le habia confesado que él también sentía cosas por el chico de cejas gruesas desde el momento en que lo vio, pero que no estaba seguro de confesar hasta que él también puso sus manos sobre el Rock, comprobando de que tenía un cuerpo de infarto y muy bien trabajado y que sería un buen motivo para no dormir en las noches.
La puerta prncipal comenzó a sonar, alguien habia llegado repentinamente tocando la puerta de forma insistente al no ser atendido con rapidez. Dio una mirada al reloj de la pared, eran las 23:05 PM, lo cual hizo que todos sus sentidos estuvieran alerta, nadie visitaba a nadie a esas horas de la noche, y el modo por el que el misterioso sujeto detrás de la puerta tocaba, debería ser algo con suma importancia. De repente, todo volvio al silencio, Sasuke arrugó el entrecejo, seguramente el tipo ya se aburrio de que nadie lo atendiera y se tuvo que ir.
El Uchiha saltó en su sitio al sentir que algo se caía en el piso superior, especificamente ese ''algo'' estaba en su habitación, y fue ahi cuando Sasuke decidio tomar cartas en el asunto y silenciosamente tomó su arma que se encontraba escondida contra la mesa ratona y sin hacer ruido comenzó a subir las escaleras al mismo tiempo que apuntaba su arma al frente, por si el intruso se atrevia a enfrentrarlo. Los ruidos se hacian cada vez más constantes y fuertes, lo que obligaba al Uchiha a no entrar en pánico y respirar hondamente tratando de bajar su frecuencia cardíaca. A solo unos pasos de la puerta entreabierta de su habitación, podía ver como la luz de su velador encendido dejaban en evidencia la repentina sombra que iba y venía por la habitación, y eso Sasuke lo podía ver debajo del orificio de la puerta. Respirando hondo por última vez, se armo de valor y rápidamente entró a la habitación para no dejarle escapatoria al supuesto intruso y así dejarle menos opciones como para pensar en algun contraataque, y dispuesto a disparar se encontró con la escena más escandalosa y extraña que pudo haber visto.
-¿¡Qué...haces aqui?!
-Esto es tela, que lindo 'ttebayo. -pensando en el Rey de Roma, el Uchiha se encontro con el Uzumaki sentado en su cama con la espalda apoyada en la cabezera de la misma, con su laptop encendida sobre sus muslos y acariciando ridículamente las cortinas de su habitación.
-¡Casi te disparo! -gritó el Uchiha bajando el arma que estaba apuntando al rubio.
-Ooh, lo siento, ¿acaso no te gusta que invadan tu privacidad 'ttebayo? -oreguntó sarcásticamente, lo que el Uchiha lo miró confundido.
-¿De qué estas hablando?
-Hablo de esto. -dijo en tono serio y frío, tomando su laptop y girandola para el Uchiha viera la pantalla. Se trataba del expediente del Uzumaki, quien el Uchiha torpemente olvido cerrar y apagar el computador como correspondia en lugar de solo bajar la pantalla y dejar el documento aún abierto para que cualquier persona lo viera. No era un expediente cualquiera, era el expediente carcelario del rubio, que mostraba su foto de frente sosteniendo una especie de pizarrón con unos cuantos números escritos en él.
-Ay, por favor, le di un vistazo a tu expediente. -dijo el Uchiha cruzando los brazos y mirando hacia otro lado, restandole importancia al asunto. -En cambio tú, te metiste a mi hogar.
-Estuve tocando muchas veces la puerta y nadie contestaba 'ttebayo. -dijo llevando sus brazos hacia atrás de su cabeza. -Y me resulta muy...extraño ver que te interes por mi al punto de usmear mi expediente.
-No fue difícil encontrarte, solo me bastó con poner tu nombre en los archivos y automáticamente me dirigió a eso. -Naruto solo lo miró arqueando una ceja, esperando escuchar alguna otra cosa. -Me interesa saber con que clase de persona estoy trabajando, eso es todo. -dijo el Uchiha en suspiro mientras se apoyaba en el marco de la puerta abierta.
-Mmm...-asintió el Uzumaki, cerrando la pantalla de la laptop y dejandola justo sobre la cama a un lado de éste. El Uchiha se sintió intrigado, una ligera incomodidad de hablarle hacia que su temperatura interna ascendiera y se depositara en su rostro, por lo que la única forma de salir de ese calor, era simplemente hablando.
-¿Que pasó? -dijo el Uchiha, manteniendose firme en su postura de seguir apoyado sobre el marco de la puerta. El Uzumaki ya sabía que esa pregunta iba diriguida a otra dirección. -¿Por qué te encerraron?
-No vine hasta acá para hablar de mis problemas 'ttebayo. -dijo frunciendo el entrecejo y levantandose de la cama para tomar asiento dentro de la ventana abierta. -Solo vine para que le dejes un mensaje a ese inútil compañero tuyo, ese Hyuga.
-¿Neji? ¿Qué pasa con él? -preguntó Sasuke confundido, era extraño que la gente tuviera problemas con el Hyuga, ahora que lo sabía, el rubio sería esa persona la primera en tener pleitos con él.
-Dile que se mantenga alejado de Lee a un mínimo de 500 metros si no quiere sufrir la ira de Naruto Uzumaki. -dijo en tono serio mientras apretaba los dientes, estaba molesto por lo que recientemente se enteró por boca de su amigo, que debía tomar cartas en el asunto antes de que el Rock salga lastimado.
-¿Y porqué no se lo dices tu? -dijo el Uchiha acercandose hacia el Uzumaki. -O mejor aún, que vaya tu amigo a decírselo.
-Mi amigo esta tan en estado de shock por lo que le hizo que su sola presencia lo pone incómodo, en cuanto a mi, si voy personalmente es probable que termine utilizando su cuerpo inerte como abono para las plantas 'ttebayo.
-Suena interesante, pero lo que me llama la atención todavía más es...-una vez cerca del Uzumaki, colocó ambas manos a los lados de la ventana en donde el rubio estaba sentado, evitando así que pudiera escaparse hacia la puerta principal. -...¿que me pasará a mi, si no se lo digo?
-So-solo dícelo, teme. -era tal el calor que sintió el rubio ante ese acercamiento que optó por darse media vuelta y salir de un salto por la ventana, aterrizando de pie como si fuera un gato. No sabía porque el comportamiento del Uchiha en ese instante, pero creo que sus mejillas se acaloraron un poco, pero eso no significaba para el rubio, no iba a tolerar que el Uchiha lo fastidiara al igual que Neji fastidiaba a Lee. ¿Qué otra cosa faltaría para cubrir con el cuadro novelero? ¿Qué el oficial Nara fastidiara a Kiba?