No puede evitar encogerse en su lugar cuando Genma lo menciona. Su voz es más una risa que una voz y pronto todos siguen sus palabras y la escena se llena del bullicio hilarante de su respiración.
Por primera vez desde que comenzó la reunión Kakashi parece genuinamente sorprendido. Sus ojos se abren grandes, su boca traquetea extraña detrás de su máscara y siente un leve sonrojo por alguna razón.
Para su suerte, nadie lo nota. Su gesto pasa desapercibido y Kakashi gira al mismo lugar donde todos ahora miran atentos y divertidos mostrando sus largas y maliciosas sonrisas, ambiciosos todos por una información que no les incumbe en primer lugar.
Gai está sonrojado hasta la punta de las orejas. Los comentarios de Ebisu solo lo hacen empeorar y por un momento parece atragantarse con su propia lengua en un balbuceo inconexo que los mantiene a todos pegados contra la mesa.
— Entonces, ¿de verdad lo has hecho ya? — Es Genma el más sorprendido de todos y con su risa torcida se acerca al costado de Gai — ¿Cómo fue? ¿Con quién?
Izumo murmura algo. Dice que no puede creerlo, que Gai está mintiendo y que no hay alguna forma de que Gai pudiera estar con alguien de verdad.
— No es que no pudieras tener a alguien — Sigue Kotetsu — Es que eres demasiado… ¿cómo decirlo?
— Demasiado inocente — anuncia Ebisu y se acomoda brevemente las gafas sobre su cabeza — Simplemente no podemos imaginarte así, ya sabes… no creo que supieras como llevarlo.
— Sin duda acabarías llorando — se burla Asuma y suelta una risa. El humo del cigarro se escapa de sus labios antes de que todos puedan reír también.
— Yo diría, demasiado meloso, romántico — habla Raido, aunque parece más un comentario forzado y demasiado formal para la palabra que quiere decir de verdad. Santurrón—. A las chicas no les gusta eso, ¿sabes?
— Sí, para hacerlo tienes que ser firme — Genma parece jactarse y vuelve a su lugar en la silla —. Tienes que ser caballeroso al mismo tiempo que pones sobre ellas un poco de dominio y masculinidad.
Gai está en su sitio con la misma expresión de mejillas rojas y la mirada tensa contra al suelo, parece a punto de soltar lágrimas de vergüenza y quizá algo cercano a la frustración.
Kakashi no puede creerlo, no puede entender como alguien puede lucir tan avergonzado y tenso al respecto cuando es la misma persona que lo ha tirado sobre sí mismo, que le ha pisado la cabeza mientras lo obliga a lamer sus fluidos del piso.
Siente el impulso de aplaudirle por su actuación. Pequeño bastardo. Piensa cuando Gai comenta lo amable que debería ser en el acto, como si hubiera olvidado la forma en la que lo ahorcaba, como si hubiera sido otro el que había atado cuerdas alrededor de su cuerpo y lo había tomado de esa manera a mitad del sillón.
— Gai, nunca aprenderás — se ufana Genma — Deberías dejar de sentir tanta vergüenza. Un poco de dominio no te vendría mal.
Gai se encoge y baja la mirada. Asiente con docilidad. Es el recuerdo de sus palabras sucias sobre sus oídos lo que lo hace mirarlo con admiración y una mezcla de fascinación.
— No creo eso que sea para mí — niega y Kakashi puede recordar al mismo tiempo su propia mirada lasciva entre el ángulo de sus piernas. Las mordidas marcadas sobre sus muslos parecen ahora una extraña ilusión.
— Es verdad, Gai es demasiado blando — se ríe Ebisu y su mirada finalmente recae a su lado — ¿Tú qué dices, Kakashi?
— ¿Eh?— Kakashi se encoge y de su chaleco saca rápidamente su novela sucia — Bueno, en realidad no me interesa.
— Ah, siempre tan frío — Izumo se queja — No sé cómo lo soportas, Gai.
— Bueno, yo…
Kakashi no da tiempo para que lo hagan el centro de sus burlas y se gira de inmediato para comenzar a caminar. Gai detrás de él le grita que lo espere mientras se despide de sus amigos y se lanza detrás de su espalda como un pequeño perro asustado y cohibido.
Para todos, es la típica escena donde Gai le insiste y le ruega y Kakashi lo trata mal. Casi puede escuchar a los demás decir que era demasiado duro con él. Casi puede oírlos acusarlo de ser indiferente y cruel.
Detrás de sus miradas, Kakashi sonríe y suspira mientras sigue evadiendo a Gai en el camino y no responde a sus palabras.
El propio Gai ríe entre dientes. Ambos saben que cuando Kakashi hace eso Gai siempre le da su merecido. Esa noche habría castigo, un castigo carnal. Se había portado mal.
Por la tarde, Kakashi sabía que estaría de rodillas frente a la cama mientras lo llamaba amo y suplicaba que lo perdonara.
Pero eso eran cosas que no tenían que saber los demás. Eso era parte de su intimidad.