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El profesor. por Alinna

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Notas del fanfic:

Creo que he firmado sentencia, tengo uno en marcha que publico otro.

La parte positiva es que hacia mucho que esto no me pasaba, que tenía demasiadas ideas.

Espero que guste n.n

Notas del capitulo: La pequeña presentación de la vida de Oliver Allen y su amigos.

La pequeña reprimenda de Jackson que será peor de lo que se hubiese imaginado.
Paseaba entre la multitud con tranquilidad, sabía que no podía tardar mucho más o el timbre anunciaría que llegaba tarde el primer día de clase pero no le importaba demasiado. Se colocó bien la bufanda y miró hacia el cielo, pese al frío, el sol de setiembre hacia más ameno el temporal y lo agradecía, no toleraba demasiado las temperaturas bajas. Y como en las típicas historias de los mejores mangas había una frase que resumía su estado: su último año de instituto.

Esa era la vida de Oliver.

Miró el tablón principal donde estaban ubicadas todas las clases con los nombres de los alumnos, sonriendo al poder ver el nombre de su mejor amigo en la misma aula que él. Al menos ese último año estaría acompañado del popular y rompe corazones Kai. Reconociéndolo al instante, no por nada en particular sino porque su amigo era tan grande que costaba no verlo, aún sopesaba la idea de que estuviera engañando a todo el mundo a lo relativo a su edad.

“Podré ver tus aventuras amorosas otro año Kai.” Oliver dándole una palmada en la espalda a su amigo, se quedó mirando como este se volteaba con esa sonrisa inmaculada adornando su rostro. Lo que tenía de grande, lo tenía de atractivo, esos cabellos oscuros cortos le daban un aspecto de delincuente pero su rostro tostado por el sol y esos ojos miel le hacían parecer un ángel. “Odio que seas tan alto… parezco tu hermano pequeño.”

“Para mí, lo eres.” Kai pasando uno de sus brazos alrededor de esos hombros delgados, acercó al menor y lo arrastró prácticamente para dirigirse a la aula. Él también estaba feliz de poder finalizar el año al lado de Oliver, se conocían desde la infancia y no concebía su día a día sin él. “Te llegas a poner dos coletas y te confundo con una colegiala.”

“¡Vete a la mierda!” Oliver intentando no reírse y fingiendo el enojo, intentó atizarle un buen golpe a su amigo. Aunque algo le decía que dada la corpulencia del moreno, de poco serviría. “No quiero saber a quien nos han puesto de tutor, nadie podrá compararse a Marie.”

“Es lo que tiene la baja por maternidad. Quería librarse de nosotros y más el último año.” Kai entrando en el aula, viendo como todos los compañeros estaban haciendo pequeños grupos y poniéndose al día sobre las vacaciones de verano. “Ni en verano consigues broncearte, eres como blanca nieves.”

“Déjalo ya… acabaré enfadándome en serio.” Oliver dejando sus cosas en el pupitre, se sentó en la silla, dejándose caer y mirando por la ventana. Siempre era lo mismo; demasiado bajo para su edad, demasiado blanco y demasiado hermoso. Y encima no podía ni contar con los dedos de sus manos cuantos hombres se le declararon, no le molestaba pero al menos le gustaría haber obtenido alguna confesión de alguna chica. “Espero que este año no tenga que volver a usarte de coartada.”

“Para con eso. La última vez que se te declaró uno de otra clase tuviste los huevos de decirle que era tu pareja y tuve que fingirlo por un mes.” Kai resoplando imitó a su amigo, mirando como este se reía calmadamente y contagiándole esa sonrisa. Oliver tenía ese efecto, era un conjunto místico de belleza, entendía el porque varios compañeros de otros años habían querido probar en salir con él. No era muy alto, tenía los cabellos tan rubios que daban la sensación de estar acariciando el mismísimo sol, ojos castaños y tez sumamente pálida. Su cuerpo y rostro desprendían una fragilidad que era atractiva. “Tienes suerte, los prefiero más mayores y algo retorcidos.”

“Este año pórtate, acosaste tanto al profesor nuevo de ciencias que tuvo que pedir el traslado.” Oliver, escuchando el timbre y viendo como todos sus compañeros empezaban a tomar asiento, le dedicó una última mirada a su amigo que sonreía con perversión. “¿No me jodas…?”

“Este verano fue provechoso pero tuvo que volver a su ciudad, así que nos despedimos bien.” Kai dando por zanjada la conversación cuando vio a Oliver rodar los ojos, sonrió y acalló al ver que uno de los profesores entraba. “Atento el viejo Terry nos va a presentar al nuevo.”

Oliver ladeó la cabeza, no es que le emocionara mucho tener un profesor nuevo y menos el último año de curso. Marie le encantaba, era una profesora genial que congeniaba con todos, inclusive con aquellos alumnos que poco querían aprobar y que siempre intentaban saltarse las clases. Sabía los gustos, trayectorias y carácter de cada uno de sus alumnos, así que a la hora de hacer la orientación para escoger universidades, todos en conjunto estaban felices de poder contar con ella. Pero se quedó embarazada y ahora estaba en casa a punto de tener a su primer hijo.

Y ahora venía la aburrida presentación a manos del viejo Terry para dar paso al nuevo profesor.

“Vamos, vamos… chicos, prestad atención.” Terry movió sus manos para que callaran todos esos chicos que a sus ojos no eran más que hormonas revoloteando por todos lados. “Todos lo sabemos, Marie está en casa reposando para poder dar a luz en cuanto pueda. Y si, seguramente lo planeó para no tener que hacerse cargo de vosotros si esa es la típica pregunta irónica que haréis.” Terry riéndose y viendo que su pequeño momento de relax había funcionado en algunos rostros, prosiguió. “No me andaré con rodeos, tendréis un profesor sustituto, no os lo toméis a burla. Anteriormente estuvo en la universidad K así que os podéis hacer una idea de que no es precisamente estúpido o flexible.”

Terry siguió hablando y alabando al próximo tutor mientras que como siempre, los alumnos hablaban entre susurros entre ellos.

“¿De la universidad K? ¿Esa no es de las mejores de la ciudad?” Kai acercando su cuerpo fornido al de Oliver, mirando el rostro pálido que asintió. “A ver si entra un profesor que te haga temblar las piernas de una vez Oli.”

“No empieces. Estás muy pesado últimamente con buscarme a alguien con quien acostarme.” Oliver realmente se sentía exhasperado, para nadie era un secreto la orientación sexual de ambos y más en Kai que alardeaba de todas sus relaciones tanto con chicos, como con chicas. Pero últimamente al pelinegro se le había metido en la sesera que Oliver conociera a alguien y se soltara. “Vamos presta atención.”

“¡Callaros todos por favor!” Terry exasperado se pasó las manos por el rostro, haciendo que sus gafas se tambalearan. “Sin más preámbulos: Jackson Harris.”

Se formó un silencio sepulcral en el aula, todos los alumnos cuchicheaban entre ellos curiosos, esperando la entrada del nuevo profesor. Y cuando la puerta se abrió las reacciones no se hicieron esperar por ninguna de las partes, más en un aula llena de críos de instituto de diecisiete años. Entró un hombre de piernas infinitamente largas, vestido con un pantalón vaquero oscuro y una camisa blanca inmaculada. Los cabellos negros recogidos en una especie de coleta, ojos grises afilados y por supuesto, era demasiado atractivo.

Así que las reacciones de todas esas mujeres juntas no se hizo esperar.

“No es mi tipo.” Kai como siempre apostillando todo lo que podía, echó la espalda hacia atrás, mirando de nuevo a su amigo Oliver que miraba por la ventana como si fuera lo más interesante de ese mundo. “¿No es más bien el tuyo Oli?”

“Podría...” Oliver apoyando ambos codos y dirigiendo la mirada al nuevo profesor que intentaba contestar a todas las preguntas de sus compañeras de la forma más educada posible, resopló. Era un tipo sumamente atractivo y varonil, parecía más un host que un profesor pero si en algo era hábil Oliver era: primero, en saber que era un crío de diecisiete años que como mucho podría optar a tener alguna fantasía con ese hombre y segundo, en calar a la gente. Y ese profesor, tenía algo que no le gustaba nada. “Solo es un año y por fin la universidad.”

“Y si puedes perder la virginidad este año mejor querido.” Kai tocándole las pelotas a su amigo sonrió.

“¡Cállate ya Kai!” Oliver no fue consciente de su tono de voz hasta que vio como todos sus compañeros se voltearon a verle, mientras que el nombrado se retorcía de la risa encima del pupitre, hasta al muy infeliz se le escapaban las lágrimas. “Pe “ perdón.”

“¿Y tu eres?” Jackson apoyándose en la mesa, agradeció interiormente esa interrupción. Tener que responder a todas esas preguntas indiscretas por parte de todas esas féminas le estaba a punto de provocar un infarto, mirando a ese chico de cabellos dorados ligeramente largos que enmarcaban el rostro pálido.

“Oliver Allen.”

“Bien, un nombre menos al que ponerle cara Oliver.” Jackson sonrió, ese chico era pura belleza andante. Quedándose unos instantes observando como ese niño desviaba la mirada y le daba una reprimenda a su compañero, volviendo su vista a la lista llena de pequeñas fotos de carnet para que le fuera más fácil conocer a la clase. “La primera hora quiero que os dediquéis a presentaros uno por uno, necesito conoceros, poner cara a las voces y por lo menos veros entusiasmados este año que empieza. Después del primer descanso os pediré una pequeña reunión individual para que me digáis si seguís con las mismas intenciones en cuanto a las universidades que me dejó anotado Marie.”

Jackson miró como todos asentían levemente y sonrió complacido, no parecía una clase conflictiva así que pensó que sería divertido y todo ese año con esos críos.
















Jackson salió de la clase después de que terminara el primer periodo y toda esa jauría de hormonas salieran a tomar el aire. Cruzando los pasillos del instituto, mientras saludaba a cada paso a los diferentes profesores con los que compartiría un año, agradeciendo cuando pudo localizar la puerta que sería su salvación y entrando sin llamar. Mirando el rostro curioso del que aguardaba dentro, Michael, el enfermero del instituto y su amigo de la universidad por suerte.

“¿Y si llego a tener algún tipo de paciente?” Michael quitándose las gafas que usaba para leer miró al hombre de cabellos negros, su rostro sonreía pero desde luego que su interior no. “¿Cómo fue la presentación?”

“Bien, son chicos bastante simpáticos. No es que les odie pero joder… el castigo es demasiado para compensar lo que pasó.” Jackson sentándose en la camilla que había al lado de su amigo, movió su cuello para poder quitarse la tensión, volviendo la mirada a su compañero.

Michael y él estudiaron juntos en la universidad. El primero se sacó medicina y pese a poder optar a trabajar en un buen hospital, le encantaba estar trabajando en los institutos. Y no por un amor fraternal sino porque el muy cabrón en cuanto podía devoraba a algún alumno desconcertado y confuso. En apariencia era un chico atractivo de cabellos castaños y ojos verdes, apacible pero por dentro ya que era el mismísimo demonio en persona.

“Eso te pasa por dejar que te pillen follándote a un alumno en el aula de la universidad.” Michael socarrón se levantó de su silla y miró por la ventana, comprobando que no había nadie y encendiéndose un cigarrillo bajo la atenta mirada de su amigo. “Te podrían haber echado Jackson, tómate este año como una pequeña penitencia y no le pongas las manos a ningún alumno.”

“Me habla el que se habrá tirado aquí en esta misma sala a unos cuantos.” Jackson bufando exasperado se acercó a su amigo, cogiendo el cigarrillo que humeaba y dándole también una calada.

“Pero nunca me han pillado. Y los asuntos más mayores intento realizarlos fuera de aquí, aunque si alguno de mis pacientes está muy desesperado no tengo otra que darle el tratamiento.” Michael riéndose se pasó las manos por el cabello. “Ahora en serio, podría haber sido peor Jacks, así que disfruta del año acompañado por mi presencia y por un montón de hormonas revoloteando por cumplir dieciocho.”

“Ah… benditos críos. Somos unos viejos a comparación suya.” Jackson mirando por la venta pudo vislumbrar a uno de sus alumnos al momento. El precioso Oliver que con esos cabellos rubios reía escandalosamente mientras era cargado como una princesa por ese oso corpulento de cabellos cortos oscuros, Kai si podía recordar. Nada más pudo ver ese rostro sonrojado pidiendo perdón, su mente fue más rápida y se lo imaginó pidiendo otro tipo de clemencia en otro tipo de situación. Saliendo de sus ensoñaciones cuando escuchó esa risa malvada de su amigo.

“Te entiendo… Oliver Allen es con diferencia, el chico más hermoso que he conocido.” Michael dándole una última calada a su cigarrillo y apagándolo, se apoyó en el alfeizar de la venta, observando a la extraña pareja. “Aún no he tenido el gusto de atenderle.”

“Mejor para él.” Jackson sin quitarle ojo a ese chico que consiguió bajarse de los brazos fuertes y seguía sonriendo mientras era abrazado, sonrió. Aún recordaba la forma graciosa que tuvo de presentarse en clase y esa voz tan melosa hacía que su cerebro vibrara. “Aunque no te van tan aniñados.”

“Para tu suerte no, todo tuyo. En cambio ese tal Kai debe ser bueno.” Michael viendo como el nombrado se daba cuenta de que eran observados, levantó su mano saludando amigablemente.

“¿Bromeas? Ese te mata… es demasiado grande y normalmente eres el activo.” Jackson deleitándose cuando los ojos castaños de Oliver le observaron, sonrió, le saludaba tímidamente mientras desaparecía de su vista. Volviendo la mirada a su viejo amigo.

“Es bueno probar cosas nuevas.” Michael bromeando abrió uno de los cajones de su escritorio, sacando un montón de papeleo que tenía que poner al día. Nuevo curso y por lo tanto un sinfín de alumnos nuevos con alergias, intolerancias nuevas. A parte de los que las habían desarrollado en el transcurso de las vacaciones de verano. “Debo trabajar y tu volver para las entrevistas individuales señor profesor.”

“Te pediré que me castres si intento algo con ese tal Oliver.” Jackson pasándose las manos por el rostro e intentando calmarse, no le reconfortó para nada que su buen amigo se riera de esa forma tan malévola. “Hazme un post it que ponga en letras mayúsculas: menor de edad.”

“No lo hago ni yo, lo haré para ti...”













Oliver se removía nervioso en su silla. La mañana había transcurrido con tranquilidad y pese a todo el alboroto por el nuevo tutor que tenían en clase, los ánimos se habían podido calmar un poco. Y él realmente lo estaba pero Kai le había estado molestando durante toda la hora del descanso diciéndole que se tenía que fijar más en hombres como ese tal Jackson o su culo no perdería la virginidad. Sonrojándose por lo claro que podía ser su mejor amigo y por meterle esas malditas fantasías en la cabeza, era humano como todos y a esa edad, hablarle de sexo con tanto desparpajo no ayudaba.

En el fondo envidiaba a Kai. No por su experiencia sexual, sino por su carácter desinhibido. Era un chico que caía bien fuera donde fuera, con ambos sexos y siempre sacaba lo mejor de todos, era el típico líder y agradecía tener su amistad. Oliver por su parte se consideraba uno más del montón, uno más de ese rebaño que sigue las normas y las rutinas. Incluso cuando salió del armario sus padres se lo pusieron todo tan fácil que no fue un gran paso para él, parecía que fuera sumamente transparente y legible a ojos de todos.

Y lo único que podía utilizar como arma era su belleza, cosa que ni se le ocurría por los múltiples pervertidos que se le acercaban siempre y que por suerte eran espantados por el grande e imponente Kai.

“Oliver, eres el siguiente cariño.” Erica sacó de sus ensoñaciones a su compañero, tocando sus hombros. “No te preocupes, es súper simpático. A parte de guapo.”

“¿No tiene nada malo ese hombre?” Oliver enarcando una ceja, se levantó y atravesó el aula para poder ir al pequeño despacho que habían improvisado, abriendo la puerta y quedándose unos instantes mirando al profesor. Estaba sumamente concentrado leyendo y algún que otro mechón de un color azabache precioso caía por su rostro, Oliver pudo fijarse en los brazos fuertes y de nuevo, en esas piernas largas. Parecía un actor. “Con permiso señor Harris.”

“Oh… Oliver. No hacen falta tantas formalidades, soy joven.” Jackson tuvo que esconder su sonrisa torcida, cuando escuchó esa voz llamándole de esa forma, no pudo evitar imaginarse una fantasía sexual más que abrasadora en sus pantalones. Haciendo un ligero carraspeo y soltando el aire de sus pulmones con lentitud, volviendo la mirada al chico de cabellos rubios que le observaba con atención. “Veo que quieres estudiar arquitectura.”

“Mmm… sí. Marie me comentó que por mis notas, la universidad pública encajaría.” Oliver intentó acomodarse en esa silla, arremangándose la camisa del uniforme y apoyando sus codos sobre la mesa para acercarse a poder ver esa hoja con anotaciones de su profesora.

“Tus notas son buenas y no deberías tener problemas. ¿No pensaste en la universidad privada? La formación es bastante similar obviamente pero las prácticas suelen encajar más.” Jackson se deleitó mirando a ese chiquillo que ajeno a todo, había acortado la distancia en la mesa y miraba la hoja con atención. Pudo apreciar ese color dorado más de cerca, esos ojos con la mirada baja repletos de pestañas y sus labios, jodidamente carnosos. Maldita sea, era un crío de diecisiete años y él ya iba camino a los treinta y dos.

“Es por el coste… no puedo permitírmelo. Es demasiado cara.” Oliver sin darse cuenta de nada, se llevó la mano al rostro, mordisqueándose las uñas nervioso. Claro que le gustaría poder optar a la privada pero era demasiado costosa para su familia y aunque tenía ahorros de sus trabajos en verano, no eran suficientes. Elevando sus ojos y encontrándose con los de color gris, afilados y dándose cuenta que se había acercado demasiado a esa maldita mesa y a ese maldito profesor que parecía sacado de una comedia romántica. “Pe “ perdón...”

“Es la segunda vez hoy Oliver.” Jackson sin acortar la distancia, le fascinó ese rostro sonrojándose a medida que hablaba. Sintiendo que la sangre corría demasiado rápido por sus venas y su pulso se aceleraba. Apareciendo en su mente el maldito Michael riéndose de forma malévola y apoyando su espalda de nuevo en la silla, mirando a un Oliver que sin entender movía su rostro como si fuera un cachorro. Dios, ese niño lo ponía verdaderamente difícil el que no fantaseara con él. “Habríamos terminado, sé que ha sido breve pero viendo que tus notas son buenas y que la universidad que miraste con Marie está bien. Podemos seguir con el mismo enfoque.”

Jackson necesitaba que ese crío desapareciera de la habitación o tendría una erección en breves.

“¿Ya?” Oliver parpadeando sorprendido, se levantó de la silla, se le había hecho corta la reunión y debía reconocer que ese profesor, de cerca, aún era más guapo. No era estúpido, se había percatado de como le había mirado los labios pero seguramente fue porque su apariencia era confundida muchas veces con la de una chica. “Bien, gracias entonces profesor.”

“Oliver.” Jackson aprovechó que ese chiquillo se levantaba para mirar todo ese cuerpo frágil que se volteaba de nuevo hacia él con una mirada inocente, haciendo que su mente ardiera. “Llama al siguiente… creo que es tu amigo Kai.”

Jackson vio como el pequeño y delicioso Oliver asentía. Suspirando fuertemente y pasándose las manos por el cabello, como si así pudiera arrancar todos esas sensaciones y pensamientos obscenos. Obviamente le habían atraído alumnos suyos y se había acostado con alguno pero a parte de ser universitarios y por lo tanto mayores de edad, también evitaba ese tipo de pensamientos con ellos. Pero Oliver, el maldito y hermoso Oliver con ese rostro angelical parecía una maldita tentación.

Nunca le había pasado, nunca había deseado y fantaseado en tan corto tiempo con alguien. Y menos con un crío de diecisiete años que aún tenía demasiado que experimentar. Volviendo a su mente esos labios carnosos entreabriéndose y deseando morderlos, dejarlos hinchados para pasarle por encima de la boca algo más caliente y duro. Sintiendo como su entrepierna se animaba demasiado e intentando calmarse, no debía mantener más contacto con ese crío fuera de lo habitual o cometería un crimen a ojos de las autoridades.

“Joder… me espera un año de mierda.”
Notas finales: Pues sí, otro original, no tengo suficiente con uno en marcha. Hacia tiempo que no planteaba uno con los personajes algo más jóvenes y con un ambiente más relajado como puede ser el instituto, será que lo añoro ahora que me hago más mayor >.<

Intentaré seguir el ritmo de actualizaciones pero también si estoy animada, últimamente veo que las lecturas son activas pero los comentarios no tanto.

Si habéis llegado hasta aquí, gracias por leer n.n

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¡Gracias!

Att. Alinna

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