—¡El equipo de mejores amigos a una nueva aventura!,— dijo Glimmer muy entusiasta.
La pelirrosa colocó su mano encima de la de Adora, Bow fue el que puso la base para juntar todas sus manos, y juntos levantaron las manos al mismo tiempo que gritaban: “El mejor grupo de mejores amigos en acción”, lo hicieron de una forma bastante alegre y animada.
Después los 3 amigos se echaron a reír, reían mucho, y la princesa rubia pensó que éste era el mejor momento del mundo, recordó lo mucho que los extrañaba y ahora mismo se siente muy feliz de que puedan estar todos reunidos.
Porque para Adora no hay nada mejor que poder pasar el tiempo con Glimmer y Bow.
Y dos minutos después se unió Catra quien había regresado a su habitación por algo que olvidó. Pero ya estaba aquí.
La gata morena se quedó un poco lejana viendo como su querida princesa Adora se divertía. Y arqueó una ceja, no cree que haya mucho de bueno en esos dos. Aunque por el amor a su novia los soporta.
—¡Vayamos a por los delfines!— dijo el chico moreno levantando su brazo como superman.
—¡Siiii, vamos con ellos!,— contestó Adora con una sonrisa muy feliz.
—¡A por ellos! ¡Y a acariciarlos!,— expresó Glimmer muy contenta.
Sin duda en ese lugar reinaba la amistad, a excepción de Catra que quería estar muy lejos de ellos y quedarse sola con Adora.
—¡Vamos!,— los 3 amigos se tomaron de las manos y caminaron juntos hacia el auto.
Y Adora se veía tan feliz que ella no quiso interrumpir y simplemente los siguió detrás, pero se sintió que la hicieron a un lado.
—Ven Adora, te ayudo,— Ofreció Glimmer una mano a su amiga para ayudarla a subir a la camioneta.
—Gracias, Glimmer,— contestó la rubia aceptando con gusto la ayuda de la pelirrosa.
Primero entró Adora posicionándose cerca de una de las ventanas, después Glimmer colocándose a un lado de su amiga, y Catra dio la vuelta para abrir la otra puerta y entrar.
Y la gatita quedó en el otro extremo junto a la otra ventana mientras que Glimmer en el medio las separaba.
—Hace calor aquí,— se quejó Catra, hablándole a la nada,—Mejor me bajo,— mencionó abriendo nuevamente el seguro de la puerta del carro que acababa de cerrar.
—¡Oh no, no hagas eso, ya arrancamos!,— comentó Bow desde el asiento del conductor, él se sentía todo un pro manejando y no le importaba jugar a ser el chofer de las tres.
En ese momento el carro ya estaba avanzando.
Catra gruñó.
Realmente Adora se había enfadado por lo que Catra hizo, primero la llenó de preocupación y después no quiso decirle nada acerca de ello, eso le había dolido y en este momento no pensaba hablarle.
—Oye,— dijo Glimmer,—¿Adora qué piensas hacer con el bebé? Sé que quizás es incómodo para ti como para mí,— la chica brillitos se refería a que como Bow, su esposo, había sido el responsable era difícil tocar el tema.
Adora miraba hacia abajo, lo ha estado reflexionando, es un tema complicado a decir verdad.
—Yo…,— pronunció Adora,—Quizás lo mejor sea que ustedes lo cuiden.— dijo finalmente.
Catra agudizó su oído para escuchar mejor, más enseguida notó la inseguridad en la respuesta que daba su princesa Adora..
Algo pasaba ahí, la chica rubia no estaba siendo sincera con sus deseos mismos.
“¿Quiere quedarselo ella?,” reflexionó dentro de su mente la gatita.
—¡Ay, qué bueno!,— gritó Glimmer,—Sabes que yo y Bow no somos capaces de tener bebés… Pero… ¡Gracias a ti lograremos nuestro sueño de ser padres!,— expresó la pelirrosa quedándose contenta con la respuesta de su amiga.
—Sí,— contestó Adora intentando sonreír queriendo convencerse así misma de que es lo mejor,—Quiero verlos felices a ustedes dos, y me alegra poder ser parte de su alegría.— contestó resignada a su decisión.
—¡Nos alegras mucho sí!,— respondió la chica brillitos con una gran sonrisa en el rostro.
Al mismo momento Bow se sentía avergonzado aunque feliz de que su amiga Adora lo haya perdonado, y aún más de que los esté ayudando a ser padres.
—¡Sí, me da mucho gusto!,— contestó Adora sonriendo un poco más alegre.
—¡Y qué, qué va a ser! — brillitos la miraba muy interesada,—¿Ya te lo dijeron, Adora?
—Una niña,— respondió la rubia.
—¡Una niña, yeiiiih!,— gritaron emocionados los 2 futuros padres adoptivos de esa pequeña.
Mientras que Catra miraba por la ventana, las cosas que pasaban rápido: debido al movimiento del carro, el dorso de su mano lo usaba para descansar su cara en el momento en que veía hacia afuera y pensaba en lo que podría hacer.
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Al fin llegaron al sitio de los delfines, y el conductor Bow se bajó primero de la camioneta para ayudar a bajar a Adora debido a que el escalón era un poco alto y no querían que se hiciera daño.
Luego ayudó a Glimmer.
En el momento Catra observó la escena y se sintió tranquila cuando vio que ayudaron a su novia a bajar del carro, más el problema venía con ella porque seguramente nadie la ayudaría, el estado en el que ella también se encontraba le complicaba las cosas fáciles como saltar un escalón..
En ese instante Catra soltó un gesto de fastidio.
—¡Espera!,— una quinta voz se escuchó.
Esa voz familiar resonó alegremente en lo oídos de la morena. Y cuando Catra quitó la mirada del piso para ver al frente la encontró a ella.
—¿Te ayudo gatita?,— ofreció Scorpia para ayudarla a bajar ese escalón del carro. Y la miró con esa sonrisa que sólo se le dedica a las mejores amigas.
—Scorpia,— Catra sonrío,—Sí, muchas gracias.
continuará….
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