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87. Seducido por los Gemelos (01) por dayanstyle

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Taehyun  estaba  en  medio  de hacerse  algo  de comer,  cuando  su  teléfono  sonó. Había estado sonando toda la mañana. Primero su papa Chan Hee había llamado para asegurarse de que él y Jimin habían llegado a Dalton Falls, y luego su papá Byung Hyun había llamado tres veces, le decía una y otra vez que si alguno de ellos necesitaba volver a casa, él amaría tenerlos de vuelta.


A pesar de que amaba a sus padres muchísimo, eso no iba a suceder. No había nada peor que finalmente mudarse la casa de su familia, sólo para regresar a ella. ¿Podemos decir perdedor, chicos y chicas?


—¿Sí papá? —Preguntó tan pronto como respondió a su teléfono. Lo acunó entre la mejilla y el hombro, mientras armaba su sándwich.


—Sé que soy bienvenido de vuelta a casa, y sé que nos extrañas, pero por favor, déjanos arreglar las cosas aquí.


—¿Papá de nuevo?—Preguntó Jimin.
—¿Cuántas veces ha llamado Byung Hyun?


Taehyun gruñó, mientras dejaba a un lado el cuchillo de mantequilla.
—¿Dónde diablos estas con mis cosas? Esta casa no va a arreglarse a sí misma. Se suponía que estarías de vuelta hace dos horas.
—Me topé con Ho Seok—dijo Jimin. —Almorzamos juntos.


El hombre sonaba demasiado condenadamente contento. Taehyun tiró el cuchillo de mantequilla en el fregadero y luego mordió su sándwich, mientras escuchaba, haciendo todo lo posible por no estar enojado sobre el almuerzo que Jimin había tenido con Ho Seok y él se quedó allí con un sándwich de mortadela en la mano.
—Pero podríamos tener un problema.

 

Lo  último  sobre lo  que Taehyun quería oír hablar, era de otro   problema. Había estado pasando través de aquellos toda la mañana, cuando   encontró un problema tras otro con la casa. Afortunadamente, no había encontrado  nada importante... todavía.


—¿Qué sucede?
—No estoy muy seguro—dijo Jimin. —Acabábamos de sentarnos, cuando noté que Ho Seok se tensaba. Seguí su mirada hacia un tipo que actuaba como un idiota con la anfitriona.


—¿Un problema del que tenemos que preocuparnos?
—Una vez más, no estoy seguro. Ho Seok acaba de salir para terminar sus diligencias, y yo seguí al desconocido al gimnasio local. Estoy parado afuera,  mirándolo golpear un saco de boxeo.


—Estoy de camino. No lo dejes fuera de tu vista hasta que sepamos quién  es y por qué nuestra pareja parecía asustado del hombre.
—No voy a ninguna parte —dijo Jimin antes de colgar.


Taehyun buscó a Chaejin, sólo para encontrar al hombre tendido en uno de los pisos de las habitaciones vacías, medio desnudo, una botella de tequila tumbada a su lado.
Borracho de mierda.


—Hey, tengo que pedirte prestada la motocicleta —dijo Taehyun.


Chaejin gruñó y levantó un brazo, hizo un gesto, y luego el brazo cayó al suelo con un ruido sordo. Taehyun buscó, hasta que encontró las llaves en el bolsillo delantero de los pantalones vaqueros que yacían junto al semielfo. Taehyun había destrozado su auto en la autopista helada, el invierno anterior y no lo había reemplazado todavía. Había estado utilizando el Charger de Jimin. Tal vez podría ver sí conseguía un auto nuevo, mientras estaba en la ciudad.

 

Se había engañado a sí mismo pensando que podía relajarse durante unos días, en esta nueva ciudad, antes de que empezara el trabajo real.


Supongo que no.


Cogió las costosas gafas de sol de Chaejin y luego se dirigió hacia atrás. No se sentía bien con que los problemas ya se estuvieran gestando y ellos simplemente había llegado a la ciudad la noche anterior. Y él había pensado que había dejado toda esa basura en Villa Kim. No es que la villa fuera un mal lugar para crecer. No lo había sido. Pero había sido un punto de acceso para todo tipo de locura en los últimos años. Todo lo que Taehyun quería era paz, tranquilidad y pertenecer a un pueblo donde él y sus amigos no necesitaran ocultar quiénes eran.


Taehyun se puso las gafas de sol y luego condujo hacia la ciudad. Tardó un minuto o dos para encontrar el gimnasio. Vio a Jimin antes de que a las letras en negrita “Dalton Falls Gym” por encima de la gran ventana.
Era un poco difícil pasar por alto a Jimin. Estaba de pie como un merodeador corpulento, por la ventana de gimnasio, como si fuera un pervertido viendo a los hombres que se ejercitaban. Ellos tenían cuerpos agradables, pero el gusto de Taehyun corría más hacia lo delgado y más bajo.


Taehyun rodó la motocicleta hacia a la acera y luego apagó el motor, antes de que desmontara.


—¿Qué hombre es?
—El que trabaja con las pesas libres—Jimin dijo, mientras inclinaba la barbilla hacia el lado derecho de la habitación. La mirada de Taehyun se precipitó al hombre en cuestión y notó de inmediato su construcción maciza. Su pelo castaño era corto, de corte bajo. También parecía que había pasado horas en un salón. No había ni un pelo fuera de lugar. Le recordó a Taehyun a alguien que debería trabajar en una oficina corporativa, en lugar de estar allí en un gimnasio.

 

El chico ya era lo suficientemente grande, como si se pasara horas al día en el gimnasio.


—¿Cuál crees que es su relación con Ho Seok? —Jimin preguntó, cuando se giró para mirar a Taehyun sobre su hombro.
—¿Piensas que el Sr. Corporativo está acosando a Ho Seok?
Jimin le había dicho que el chico había estado actuando como un idiota. Miró al tipo. Estaba de pie frente al espejo flexionando, antes de besar un bíceps. Taehyun negó con la cabeza.


—No estoy seguro de cuál es su conexión —Taehyun admitió, mientras el Sr. Corporativo intimidaba a un hombre más pequeño sacándolo de la caminadora. No era como si esa fuera la única. De lo que Taehyun podía ver, había cinco cintas vacías en el lugar. El tipo era una porquería total.


—¿Intentaste preguntarle a Ho Seok?
—Le pregunté a Ho Seok si conocía al tipo, y lo negó—dijo Jimin. —Pero  su lenguaje corporal lo decía todo.


Taehyun respiró profundamente por la nariz y soltó el aire por la boca. No iba a saltar a conclusiones. Averiguaría lo que estaba pasando, antes de actuar. Después de todo, estaba haciendo todo lo posible para girar a una nueva página. Dalton Falls era ahora su casa, y él y sus amigos iban a tener un tiempo bastante difícil para ser aceptados, sin golpear la mierda fuera de un local.


Piensa antes de actuar.


Eso era más fácil decirlo que hacerlo. Con voluntad de hierro, Taehyun se dio la vuelta. —Vamos, vamos a encontrar a Ho Seok.
—¿Qué pasa con el imbécil allí?
Jimin parecía a punto de entrar y golpear la cabeza del chico con una pesa. Ese era Jimin. El chico actuaba primero y luego pensaba las cosas, después de haberse hecho el daño.

 

Taehyun había sido de la misma manera por años, pero una vez que   había decidido volver a empezar en una nueva ciudad, para tratar de formar una    manada propia, necesitaba usar la lógica, no los músculos. 
Uno de ellos tenía que usar su cerebro.


—Es un residente. Vamos a ponernos al día con él más tarde. Ahora quiero comprobar a Ho Seok.


Jimin nunca debió dejar a Ho Seok fuera de su vista, después de la reacción de su pareja al Sr. Corporativo. No sabía el nombre del hombre, pero la descripción de Jimin había encajar el chico como una T.


—Hwan Hee llamó. Dijo que tendrá las cosas empacadas en unas pocas semanas, y luego vendrá hasta aquí —dijo Taehyun.


Hwan Hee, también conocido como Ahn Hwan Hee Espelimbergo, hijo de Youngmin y Minwoo. Era del tipo silencioso y mortal, que no había sonreído en años, pero el hermano era leal hasta la muerte. Si el vampiro tiraba de una persona a su círculo íntimo, ellos estaban allí para toda la vida.


—¿Dijo si traería su hermana? —Preguntó Jimin, a medida que pasaban a un par de residentes, sólo para que las personas se movieran un poco lejos, dándoles la mirada del apestoso. Pueblos pequeños. Tienes que amar sus maneras atrasadas.


—No, Jisoo no quiere mudarse aquí—dijo Taehyun. —Pero todos sabemos que es porque su pareja dijo que no.


Eunji vivía y respiraba por Holland. El chico adoraba al suelo que ella pisaba, así que todo estaba bien. Además, Holland no quería cabrear a Hwan Hee. No lo había dicho él mismo, pero estaba escrito por todas partes en su cara, cada vez que el hermano de Eunji estaba cerca. Holland y Hwan Hee tenían un entendimiento tácito.


“No jodas a mi hermana, y yo no haré que dejes de respirar”
Simple, pero eficaz.

 

Y Hwan no era nada comparado con su padre Youngmin. El vampiro torturaría  lentamente a la pareja de Eunji, por toda la eternidad, si el chico incluso pensaba en hacerle daño a la princesita de Youngmin.   


Él podría decir eso porque era otra persona. Taehyun estaba tratando con una situación, con la que nunca había tenido que enfrentar antes. Él había salido, jodido, y vivido la vida, pero nunca pensó que cuando encontrara a su pareja, que él y su hermano tendrían que compartir al chico. Sin embargo, eso no era lo que lo molestaba. Era la forma en que había actuado ayer por la noche, cómo había asustado el infierno de Ho Seok.


Taehyun seguía cuestionándose si había manejado correctamente esa situación. Sin embargo, la reacción de Ho Seok lo había dicho todo. El chico se había cabreado y no quería volver a verlos. Pero si Ho Seok le había dado a Jimin otra oportunidad, había esperanza para Taehyun. Doblaron la esquina, y Taehyun vio a Ho Seok de pie, en la acera discutiendo con alguien. Ambos no eran ruidosos, pero el lenguaje corporal era muy claro. Un Ho Seok agitado estaba allí, mirando hacia un tipo que era unas pocas pulgadas más alto y llevaba, un profundo, ceño fruncido.


—Parece que todo el mundo está cabreándolo hoy—dijo Jimin.
—Si este tipo está discutiendo con Ho Seok, ¿quién diablos era ese en el gimnasio?
—Buena pregunta—Taehyun dijo, mientras cerraba la distancia y se  detuvo a un pie de distancia de Ho Seok y el extraño.
—¿Todo está bien?
El desconocido volvió el ceño fruncido hacia Taehyun.
—Métete en tu propio maldito asunto.
Piensa primero. Reacciona después. Taehyun repitió el mantra varias veces, en su cabeza, mientras rodaba sus hombros.
—Yo estaba hablando con Ho Seok.

 Jimin había tomado su lugar al otro lado de Ho Seok. Le dieron a su pareja un poco de espacio, mientras lo intercalaban al mismo tiempo.

—¿Conoces a estos payasos? —Preguntó el desconocido.
El idiota estaba poniendo a prueba la paciencia, ya poca, de Taehyun. El crecer en la manada Kim, le había enseñado bastantes cosas, y una de ellas era nunca dejar que alguien jodiera con lo que te pertenecía. Ho Seok  pertenecía a Taehyun y a Jimin, y Taehyun enterraría a este imbécil, si  el chico no paraba de hablar mierda.


—Sang Il, no lo hagas—dijo Ho Seok en advertencia, pero su tono no era fuerte. Levantó una mano y se inclinó un poco hacia delante, sólo para  retroceder.


—Solo vete.
—Ya lo has oído —le dijo Jimin a Sang Il.


—No necesito tu ayuda —Ho Seok le espetó a Jimin, con fuego en su tono. No tenía miedo de Jimin, pero parecía carecer de una columna vertebral con Sang Il. ¿Por qué?


Taehyun disimuladamente olio el aire y olía a shifter gato. Él simplemente no estaba seguro de qué raza. Se preguntó si Ho Seok sabía con quién estaba tratando. Jimin también debió haber olido a Sang Il. Su expresión pasó de curiosidad a mortal.


—Ve a jugar con un ovillo de lana —dijo Jimin, bajo y profundo. —Deja en paz a Ho Seok.
—¿No acabo de decirte que no necesito tu ayuda?—Ho Seok le preguntó acaloradamente a Jimin.
Jimin se encogió de hombros, pareciendo imperturbable a la ira de  Ho Seok.
—También dijiste que no querías volver a verme, pero almorzamos juntos.
—¿Tuviste un almuerzo con este perro? —Sang Il espetó, mientras su tez se volvía rojo rubí.
—Me dijiste que estabas demasiado ocupado para parar y comer.

 

—Toma la indirecta —dijo Taehyun.
—Vete a la mierda —respondió Sang Il. —Yo no tomo consejos de lobos.                
La cabeza de Ho Seok se giró a su izquierda y luego a la derecha, con los ojos muy abiertos. —¿Ustedes dos son shifters?


—¿Sabes sobre shifters? —Taehyun le preguntó con cautela.
—Genial, simplemente genial—Ho Seok se movió alrededor de Jimin y comenzó a alejarse, sus pasos desiguales debido a la ira.


—Justo lo que no necesito en mi vida, más machos dominantes. Jimin despegó detrás de Ho Seok, mientras Taehyun miraba a Sang Il.


—No sé quién eres, pero ve alrededor de Ho Seok de nuevo y me voy a olvidar de mi mantra.
—Yo soy su novio —Sang Il se burló.
—Y yo soy su pareja—Taehyun sintió una medida de satisfacción, cuando la cara de Sang Il se aflojó por un segundo, antes de que recompusiera.
—Mentiroso—Sang Il dijo antes de que girarse y dirigirse a la dirección opuesta.


Taehyun sabía que no había visto lo último de Sang Il. El hombre era demasiado arrogante para hacerse a un lado.
Esto en cuanto a un nuevo comienzo.
—Hey, espera—dijo Jimin, mientras alcanzaba a Ho Seok. —No estoy seguro de que es ese tipo para ti, pero…
—Vete a la mierda—dijo Ho Seok.

 

No podía creer que los gemelos eran lobos. Y aquí él había pensado... No  estaba  seguro  de qué  pensar  después  de  almorzar  con  Jimin. Habían reído, y realmente lo había disfrutado.      


¿Por qué su suerte con los hombres era tan jodida?
Comenzó a moverse hacia adelante, pero Jimin por segunda vez en el día bloqueó su camino.


—Lamento que ese imbécil jodiera tu cabeza, cuando se trata de shifters, Ho Seok. Realmente lo hago. Pero no somos todos como Sang Il. Te puedo prometer eso.


Ho Seok se mordió el labio inferior, y una parte de él quería creerle a Jimin, quería creer que estaba diciendo la verdad, porque estaba enfermo y cansado de tener una vida sexual tan apestosa. Una vida sexual inexistente.


—Sólo danos una oportunidad—Taehyun dijo, mientras caminaba detrás  de él, y de repente Ho Seok no podía respirar.
Los dos estaban de pie, tan cerca, que podía sentir el calor de sus cuerpos. Era el sándwich Ho Seokiie que había imaginado en el club. Era su porno cobrando vida.


—Dame un respiro.


No era capaz de obtener suficiente aire en sus pulmones. Sus piernas se debilitaron. ¿Qué había en estos dos? Ho Seok todavía tenía ganas de decirles que se jodieran, pero otra parte de él, golpeó ese pensamiento fuera de su cabeza. Ho Seok no había querido admitirlo antes, pero también había sentido alguna conexión extraña con ellos. Era como si los hubiera conocido toda su vida, lo que era ridículo. Sólo los había conocido la noche anterior.


—Lo sientes, ¿verdad?—Jimin le preguntó, mientras cepillaba sus nudillos sobre la mejilla de Ho Seok. —Admítelo.
Taehyun se presionó más cerca, en vez de darle a Ho Seok el respiro que había pedido. Su pecho sólido estaba caliente contra la espalda de Ho Seok. El sudor comenzó a correr por su espina dorsal, por el calor del día y de los gemelos.

 

Ho Seok abrió  la boca,  dispuesto  a  negar lo que  sentía,  y luego  la cerró. Por  alguna extraña razón, no quería mentirles. Como cuestión de hecho, quería derramar todo lo relacionado con su vida a los gemelos.        
El calor debió freír mi cerebro.


Vive al límite. Ho Seok escuchó el consejo de Jong Bin en su cabeza, mientras sentía el calor de Taehyun de pie detrás de él y miró a los ojos grises de Jimin.


—¿Por qué no vienes a cenar? —Le preguntó Taehyun, y Ho Seok se estremeció al oír la voz cálida, como la miel, del hombre. Era profunda y áspera, como debía ser un hombre.


Ho Seok se encontró asintiendo, antes de que supiera lo que estaba haciendo. Debería estar diciéndole a estos dos que no, pero su cabeza tenía otras  ideas. Siguió subiendo y bajando como si estuviera en un resorte suelto.
—¿Cuál es tu comida favorita?—Jimin le preguntó, mientras esos hoyuelos sexy aparecieron en su rostro, como si supiera que había ganado esta ronda.


—Comida—Ho Seok murmuró. No podía pensar, y los gemelos no deberían esperarlo, no cuando estaban presionados tan cerca.


Taehyun se rió entre dientes, y las vibraciones retumbaron sobre el cuerpo de Ho Seok. Estaba a cinco segundos de rogarles que lo tomaran allí mismo, en Naples Avenue, justo allí donde todo el mundo sería testigo de su lujuria.
El calor había desaparecido de repente de la espalda de Ho Seok. Taehyun apareció frente a él, viéndose igual de delicioso que Jimin.
Los dos colocados lado a lado del otro, sólo eso, remarcó el punto de que Ho Seok estaba siendo seducido por gemelos.
Dos hombres. No uno. Dos. Sueños húmedos idénticos.

 
Ho Seok no estaba seguro de si necesitaba examinar su cabeza o si esto era lo correcto a hacer, la cosa sensata a hacer, pero mientras miraba a los dos,   a él realmente no le importaba.     


Es cierto que ellos lo intimidaron, y Ho Seok sentía como si el otro zapato caería en cualquier momento, que despertaría y todo esto habría sido un extraño sueño.
Pero hasta que eso sucediera, se quedaría allí y considerada seriamente entregarse a ambos, y la idea ya no lo asustaba.
Lo excitaba.
 
 
continuara....


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