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87. Seducido por los Gemelos (01) por dayanstyle

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—Prometo volver pronto—le dijo Ho Seok a su madre la noche siguiente, mientras le daba un rápido abrazo y luego se dirigió a la puerta. Jimin se suponía que lo recogiera en unos cinco minutos, pero no le había dicho eso a su madre. No estaba seguro de si estaba listo para que sus padres conocieran a sus parejas. Su madre iba a enloquecer cuando descubriera  que no sólo se había acoplado a un shifter lobo, sino a dos de ellos.


Esa conversación podía esperar durante el tiempo que pudiera evitar que se conocieran. Se quedó frente a la casa de sus padres y respiró hondo, mientras disfrutaba la ligera brisa que susurraba a través de los árboles. No había demasiados momentos que Ho Seok tuviera para sí mismo. Allí, de pie en el patio delantero bajo el sauce llorón lo hacía sentir como si estuviera en  su propio mundo privado, sólo él y el árbol, el viento, y el sol poniente.


Esta era una de las razones por las que a Ho Seok no le gustaba la ciudad. No podías tener momentos de tranquilidad como éste. No había campos abiertos, hierba crujiente, los sonidos de los pájaros escondidos en ramas dentro del sauce. Había pájaros y árboles en la ciudad, pero no así, nunca así. Ho Seok inclinó su cabeza hacia atrás y aspiró el aire fresco del campo. La ciudad tampoco tenía ese maravilloso olor. Aunque muchas empresas habían tratado de atraparlo en botellas de ambientadores y productos de limpieza, todos habían fracasado.


Dalton Falls podría ser un pueblo atrasado, pero era el hogar de Ho Seok, y no podía imaginar vivir en otro sitio, de todo el mundo. Los sonidos de las ramitas rompiéndose llamaron su atención. Ho Seok miró a su alrededor, pero no vio nada fuera de lo normal. El auto de su padre estaba aparcado cerca del puesto de la estación de trabajo, el auto de su madre junto a él. Los dos estaban todavía en la casa. Si ellos hubieran salido al exterior, lo habrían visto y dicho algo. Escuchó con atención, esperando a que el sonido se repitiera mientras examinaba el camino, en busca de Jimin. La carretera estaba vacía.

 

El sonido se repitió, y luego el corazón de Ho Seok comenzó a latir con tanta fuerza que pensó que golpearía justo fuera de su pecho. Un gran tigre de Bengala salió de alrededor de la parte posterior de la casa, en dirección hacia él.


Ho Seok  dio  un  paso  atrás,  su  mirada  lanzándose  desde  el  tigre  a  la casa.


¿Tendría suficiente tiempo para salir corriendo, antes de que el tigre lo atrapara? Tenía que ser un shifter, pero la cosa no parecía de un humor amable. Sus largos dientes al descubierto y sus orejas estaban planas.


—¿Sang Il? —Esa era la única persona en la que Ho Seok podía pensar, la única persona que vendría detrás de él. Pensó en lo de antes, cuando Taehyun había golpeado a Sang Il en el intestino, y Ho Seok hizo una mueca. ¿Sang Il había venido aquí por la revancha?


El bastardo era demasiado cobarde para enfrentar a cualquiera de los gemelos. Tenía que tomar represalias con el humano. Qué maldito  perdedor. El tigre comenzó a moverse más rápido, y él continuó dando marcha atrás. El gato estaba separando a Ho Seok de la casa, poniendo más y más distancia entre él y sus padres. Sang Il podría ser un perdedor, pero era un depredador y no había forma de que Ho Seok pudiera derrotarlo.


Su garganta se le secó, mientras su pulso zumbaba ruidosamente en sus oídos. Girando sobre sus talones, Ho Seok se lanzó al otro lado de la carretera, corriendo sin rumbo por el campo abierto, frente a la casa de sus padres. Él estaba demasiado asustado para mirar hacia atrás, demasiado asustado para respirar siquiera, pero podía sentir al gato siguiendo cada paso suyo.


Si el shifter era verdaderamente Sang Il, Ho Seok temía que no iba a sobrevivir a este ataque. Nunca había visto a Sang Il tan enojado antes, no lo suficiente para que el hombre cambiara y lo persiguiera. Se había puesto áspero, golpeando a Ho Seok y avergonzándolo públicamente, pero nada tan extremo.


Una gota de sudor corría por su rostro. Ho Seok la limpió con el dorso de la mano. Estaba sudando como un cerdo, sin embargo, sentía frío. El miedo  de ser atrapado por Sang Il y de lo que el chico iba a hacerle una vez que lo tuviera casi lo paralizó. Había sentido los puños del hombre antes.

 

Sang Il había sido lo suficientemente inteligente como para herir a Ho Seok en  lugares que nadie más podía ver, pero tenía la sensación de que eso ya no le importaba, no iba a golpear a Ho Seok en cualquier punto oculto. El tigre iba a desgarrarlo en pedazos.


Por más que trató de escapar de Sang Il, no había forma de que su cuerpo humano pudiera correr más rápido que un tigre. Simplemente no era posible. Ho Seok ni siquiera tuvo tiempo de gritar, cuando las patas del gato se estrellaran contra su espalda. Voló por el aire antes de estrellarse contra el suelo. El aire fue eliminado de sus pulmones, mientras rodaba y luego se detuvo.


Ho Seok giró sobre su espalda y miró a los letales ojos. El tigre le enseñó los colmillos, mientras caminaba cerca. Ho Seok trató de alejarse, arrastrándose como un cangrejo, pero Sang Il no le dejó llegar lejos. Él puso una pata pesada en el pecho de Ho Seok, el peso era insoportable.

 

—Sang Il, piensa—dijo Ho Seok con un silbido de aire. Su pecho se sentía como si estuviera siendo aplastado.
—Yo no soy digno para que vayas a la cárcel—Las lágrimas brotaron de  los ojos de Ho Seok.


No quería morir. No aquí, no así. Tal vez cuando él fuera demasiado viejo para preocuparse, pero no cuando apenas había comenzado vivir. No cuando finalmente había encontró a dos hombres que se preocupaban por él. No cuando había encontrado a dos hombres por los que se preocupaba.
Era una locura, francamente ilógico y alucinante, pero Ho Seok se preocupaba por Taehyun y Jimin. Quería una vida con los gemelos, toda una vida para discutir con ellos, para llegar a amar a los dos hombres, para tener muchas noches de sexo apasionado y muchos días de amor y risas. Él no quería que Sang Il le robara nada de eso.


El tigre se inclinó, su cálido aliento soplando el rostro de Ho Seok. Al diablo con la hombría. Ho Seok comenzó a sollozar.
—Por favor, Sang Il, ¡no!

 

El tigre cambió. Sang Il se arrodilló junto a él, su mano todavía presionada en el pecho de Ho Seok, su rostro una máscara de furia. Incluso en forma humana, Sang Il era una fuerza de la naturaleza.
—No puedes ir a la cárcel si no encuentran el cuerpo—dijo Sang Il en un tono bajo y letal.
El cielo nocturno se llenó de los gritos de Ho Seok, cuando Sang Il cobraba su venganza.
 
 
Jimin se detuvo en el camino de entrada, para ver las versiones más viejas de Ho Seok y Jun Yeon de pie en el porche delantero, iguales expresiones de asombro en sus rostros.


Estos debían ser los padres de Ho Seok.


Jimin se limpió las manos en la parte delantera de sus pantalones, antes de salir a saludarlos. Chan Hee y Byung Hyun le habían inculcado buenos modales a los gemelos, e incluso si no lo hubieran hecho, éstos eran la familia de su pareja. Jimin quería dar una buena impresión.


Jimin se dirigió hacia el porche y luego desaceleró. Ellos no lo miraban, sino detrás de él. Se giró, preguntándose lo que los dos estaban mirando.
—Sé que escuché a alguien gritar, Richard—dijo la mujer. —No fue mi imaginación.


¿Gritar? Un peso de plomo se instaló en la boca del estómago de Jimin. Volvió a mirar a los padres y luego arrancó a través del camino, corriendo por el campo. Vio a Sang Il más adelante, desnudo y de rodillas. El puño del hombre subió y luego se estrelló hacia la tierra.
Jimin sabía. Sólo sabía. La brutal verdad fue como un puño en el estómago. Sang Il estaba golpeando a Ho Seok.

 


Echando la cabeza hacia atrás, Jimin aulló, antes de cambiar a mitad   de zancada. La cabeza de Sang Il subió, y luego el hombre también cambió.   El shifter gato se precipito hacia el bosque. Jimin quería seguirlo, para rasgar la piel de sus huesos. Había estado enojado muchas veces a través de los años, pero nada estaba cerca de la furia cegadora girando dentro de él, en ese momento.


Una sensación de ardor pasó por Jimin. El olor de la sangre llegó a sus pulmones. Era espeso en el aire, asfixiante y empalagoso. Cambió y luego cayó de rodillas junto a Ho Seok. Ahogó un grito de alivio, cuando el único daño que podía ver era un moretón alrededor del ojo de su pareja, que se  iba a convertir en una sombra fea de negro y azul.


Había llegado hasta allí a tiempo, antes de que Sang Il pudiera hacer algún daño real. Tiró a Ho Seok cerca y jamás quería dejarlo ir.
—¿Estás bien?


Ho Seok se sacudió en los brazos de Jimin, aferrándose a él. Comenzó a llorar, mientras agarraba los hombros de Jimin. Era un llanto que ningún hombre quería escuchar de la persona que le importaba tan profundamente, un llanto que devoraba al alma misma de Jimin.


—Estás a salvo, cariño—Jimin meció a Ho Seok en sus brazos. —Lo juro, estás a salvo.


—Él iba a matarme—histéricamente dijo Ho Seok, mientras se agarra del  cuello de Jimin, los ojos muy abiertos, las lágrimas rayando sus mejillas.  —¡Sang Il pretendía poner fin a mi vida!


Y Jimin iba a terminar con la de Sang Il. No le importaba lo que dijera Taehyun. A Jimin no le importaba que su hermano estuviera tratando de encontrar una solución más pacífica. Si su gemelo se pusiera en su camino, Jimin tomaría a Ho Seok y dejaría Dalton Falls.


Tiró a Ho Seok contra su pecho y se paró, antes de hacer su camino de regreso a su auto. Los padres de Ho Seok corrieron hacia él, sus ojos muy abiertos.

 

—Oh, Dios mío—la madre de Ho Seok dijo, mientras sus manos   revoloteaban cerca de su hijo. —Ho Seokiie, mi Ho Seokiie Por favor dime que estás bien.


Jimin asintió y se sintió un poco incómodo de que él estaba delante de la madre de Ho Seok sin ropa.


—Sufrió un ojo negro, pero nada más que yo pueda ver —la tranquilizó.
—Fue Sang Il.


El padre de Ho Seok se quedó allí, estoicamente, mientras miraba entre Ho Seok y Jimin. El conocimiento chispeó en los ojos del humano, una chispa que dijo que el hombre sabía quién era Ho Seok para Jimin.


—Júrame que vas a hacer paga a Sang Il por esto—dijo mientras apretaba su mandíbula.


Jimin inclinó su cabeza, mientras la ira crecía dentro de él. —Te doy mi palabra.


—Llévalo adentro—dijo la madre de Ho Seok.
—Creo que tengo que llevarlo a casa—respondió Jimin.


Ho Seok levantó la cabeza y le dio a su madre una sonrisa temblorosa, una sonrisa que Jimin sabía que el hombre estaba forzando.
—Estoy bien, mamá. Lo juro.


Ella no parecía muy convencida, pero asintió. —Llámame más tarde.


—Lo haré—dijo Ho Seok.


Acomodó a Ho Seok en la parte trasera de su auto y luego despegó hacia su casa. Cuando llegó, Jimin tiró a Ho Seok de vuelta en sus brazos y lo llevó adentro. Taehyun estaba en la cocina, junto con Chaejin.
—¿Por qué mierda estás desnudo y llevando a Ho Seok?—Taehyun  le preguntó, mientras trataba de tomar a Ho Seok de los brazos de Jimin, pero este se apartó. Su gemelo lo miró con perplejidad.

 

—Estoy bien —argumentó Ho Seok, pero Jimin se negó a liberar a su pareja.
Lo apretó con más fuerza y Ho Seok se relajó, descansando en los brazos de Jimin. Su pareja no estaba bien. Ho Seok estaba temblando como loco. Jimin fulminó a Taehyun.


—¡Tendrías que haberme dejado hacerme cargo de Sang Il, cuando tuve la oportunidad, así no habría atacado a Ho Seok con la intención de matarlo!


Jimin ya no pudo mantener su ira bajo control. Él sabía que gritar a su gemelo no era la salida correcta para su ira, pero estaba enojado como el infierno con Taehyun. Chaejin agarró una bolsa de hielo del congelador y se la entregó a Jimin, quien la colocó sobre el ojo de Ho Seok. Este cogió el paquete, mientras Taehyun se sentaba a la mesa.


—¿Cómo está tu ojo? —Le preguntó a Ho Seok.


—Se siente como si estuviera a punto de caerse fuera de mi cabeza—le dijo mientras retiraba el paquete y luego lo apretaba contra su ojo de nuevo. Jimin dio las gracias, cuando Chaejin le entregó una aspirina y un vaso de agua.


—Siéntate y toma estos.


Ho Seok hizo lo que le dijo, antes de establecerse de nuevo en los brazos de Jimin.


—¿De qué estás hablando? —Taehyun preguntó con el ceño fruncido.
El chico en verdad no lo entendía, y Jimin estaba cansado de esperar a que su hermano cogiera una pista. Estaba a punto de ponerlo en línea, y si Taehyun se resentía con él por decir la verdad, que así sea.


—Ser alfa es un honor, pero no solo se te entrega. Es algo que tienes que ganar todos los días. Tienes hombres dispuestos a seguirte, Taehyun. Ya no se trata de ti, sino de ellos. Los pones primero. Siendo fuerte y protegiéndolos, y a tu pareja, eso es lo que significa realmente ser un alfa.

 

Taehyun entrecerró los ojos, mientras sus colmillos se alargaban.   Jimin siempre había sabido cuándo presionar a su hermano y cuando dar   marcha atrás. Aunque sólo fuera para sí mismo, Jimin admitió que Taehyun era el más fuerte de los dos, pero hoy no, no cuando se trataba de la seguridad de Ho Seok. No podía sacarse la imagen de Sang Il arrodillado sobre Ho Seok, dispuesto a destruir lo que Jimin apreciaba.


—¿Qué mierda estás diciendo, Jimin?


Apretando su agarre sobre Ho Seok, Jimin dijo—Si alguno de los hombres que quieren seguirte te ven como vulnerable, te retaran para ser alfa porque eso es lo que nuestra especie hace.


Taehyun se puso rígido. —¿Te estás poniendo en esa categoría?
El chico era tan condenadamente cabezota, que Jimin quería golpearlo  en la cabeza con una sartén de hierro fundido.


—¡Estoy velando por nuestra pareja! Deja de tratar de vivir esta vida sedentaria, Taehyun. Haz lo que naciste para hacer y dirige. No esperes a que el enemigo ataque, cuando eres vulnerable. Ataca primero y muéstrale a este pueblo quien está realmente a cargo.


—Dame a Ho Seok—Taehyun se acercó, y Jimin gruñó, con la barbilla inclinada hacia adelante, desafiando abiertamente a su gemelo para que le quitara su pareja.


—Te voy a dar a Ho Seok cuando me demuestres que puedes mantener una manada unida, cuando me demuestres que puedes hacer lo que  sea necesario para mantenerlo a salvo.


Los ojos grises de Taehyun se volvieron calculadores. Era una expresión con la que Jimin estaba familiarizado, aunque su gemelo nunca la había vuelto contra él antes.


—¿Y qué quieres que haga para demostrarte que puedo guiarnos?
—Matar a Sang Il.

 

Taehyun sonrió burlonamente. —¿Algo más?
Esa sonrisa cabreó a Jimin. Quería borrarla de la cara de Taehyun.


—Sí, quítate la maldita falda y actúa como si supieras lo que estás haciendo. Toda tu vida has ido en contra de Jongin. Siempre has intentado demostrar lo que vales ante él. Demuestra tu valía a tu nueva manada. Demuestra que no estabas sólo hablando mierda, cuando quisiste apoderarte de Villa Kim.


Por primera vez, desde que su discusión comenzó, los ojos de Chaejin se agrandaron. Miró a Taehyun con sorpresa.


—¿Piensas que soy débil?—Taehyun le gruñó la pregunta a Jimin.


—Mira —Jimin dijo, mientras trataba de calmarse soltando un largo suspiro. —Es un momento incómodo cuando te das cuenta que tienes hombres dispuestos a seguirte, dispuestos a poner sus vidas en tus manos. Esa es una gran responsabilidad, y está bien estar asustado. Todos somos vulnerables en un momento u otro, pero ¿débil? No. Eres la persona más fuerte que conozco, Taehyun.


—Exacto—dijo Chaejin. —Todo el mundo siempre pensó que yo sería el que algún día desafiaría a mi abuelo, por su posición, pero al crecer, todos nosotros, los niños podíamos ver que serias tú. Somos adultos ahora, y has pedido nuestra lealtad, nuestra confianza. La tienes.


—Incluso los hijos de Jaehyo se han comprometido contigo—dijo Jimin—¿Y Hwan Hee? Tú sabes tan bien como yo, que Hwan Hee no confía en nadie, y él se comprometió contigo. ¿Qué te dice eso, Taehyun?


Taehyun se apoyó en el fregadero, cruzó un brazo sobre el pecho, y levantó la mano para frotarse la mandíbula.
—Simplemente no quiero que esta ciudad nos rechace antes de llegar a conocernos. —A la mierda la popularidad—Jimin espetó. —Gana eso más   adelante.

Ahora mismo lo que necesitas es mostrarles que cubres su espalda, que  vas a deshacerte del tirano que está dirigiendo sus malditas vidas. Una vez hecho eso, todo lo demás caerá en su lugar.


Taehyun cabeceó hacia Ho Seok. —¿Qué pasó?


—Nada—Jimin dijo, mientras miraba hacia abajo a Ho Seok, que tenía los ojos cerrados con fuerza, pero aún estaba temblando como loco.


—Un ojo negro, sería más, si no hubiera llegado a tiempo. Sang Il tiene que ser detenido, Taehyun. No puedes dejar este desafío sin respuesta.


Taehyun se alejó del mostrador, y esta vez, cuando estiró las manos por Ho Seok, Jimin le entregó a su pareja. Vio la dulzura en el toque de Taehyun, en sus ojos. Su gemelo realmente se preocupaba por Ho Seok.
—No va a quedar sin respuesta—Taehyun le dijo a Ho Seok, mientras rozaba sus labios sobre la sien de este, antes de presionar un suave beso en su cabeza.
—Estoy dentro, si me necesitas.


Todos se giraron para ver a Kyung Il parado en la puerta. Era tan grande como un oso Moon, a pesar de que era parte shifter dragón, parte shifter guepardo.
—Y para que lo sepas, también tienes mi confianza y lealtad —dijo Kyung Il. Jimin sonrió.
Ahora la verdadera diversión comenzaría.
 
continuara....

Notas finales:

O_O


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