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90. Buscar y Seducir (04) por dayanstyle

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Lee Gun Woo salió de la cafetería, siguiendo el aroma que hacía que se le alargaran los caninos. Nunca había olido antes, algo tan dulce, y quería encontrar la fuente.

Vio a un hombre sentado encima de su motocicleta, y el chico le resultaba vagamente familiar. Había visto antes, al hombre en algún lugar. Simplemente no podía recordar en dónde.

¿Realmente importaba? ¿El desconocido era quien desprendía ese olor delicioso? Necesitaba averiguarlo, por lo que se dirigió hacia el hombre. Tan pronto como se detuvo, inhaló profundamente y supo que había encontrado la fuente.

Ahora, el aroma, le era familiar. Todos los elfos olían de esa manera, más o menos, era como entrar en una tienda de dulces. Pero este tipo... era como si su olor fuera diez veces más potente. Su lobo gimió, pidiéndole acercarse. 

—No estoy haciendo nada malo, oficial —, dijo el chico. Gun Woo sintió que parecía, sólo un poco, desconcertado, pero podía decir que el tipo estaba tratando de ocultar su curiosidad, con ese ceño fruncido.

—Sentado aquí disfrutando de la tarde.

Gun Woo le dio una mirada al desconocido, de la cabeza a los pies. Chico malo, se le vino a la mente. El tipo tenía una cabeza llena de cabello negro, ojos bastantes azules y un hermoso cuerpo. Tenía músculos. Llevaba botas de motociclista, pantalones vaqueros, camiseta negra, que era de un tamaño demasiado pequeño, y una chaqueta de cuero negro. El extremo de las orejas del hombre, terminaban en punta, diciéndole que el tipo era un elfo, como su olor le decía.

Gun Woo quería tomar un bocado del hombre. —¿Tú nombre?

—¿Qué hice mal?

—¿Quién ha dicho que hiciste algo malo? —Estudió el rostro hermoso desconocido. Olió el aire otra vez, y la realidad lo golpeo de frente, como una ola, cuando se dio cuenta que estaba de pie frente a su compañero.

 

 

El elfo era su compañero. —Tú nombre —, repitió.

—Jack el destripador. ¿Me vas a detener?

Mocoso impertinente. A Gun Woo le gustaba el fuego del hombre. Sacó su libreta de multas y luego un bolígrafo del bolsillo de la camisa.

—Voy a tener que ponerme en contacto con la Interpol, pero parece que su detención, ha sido con ciento veinte y siete años de retraso.

Los ojos del extraño se abrieron un poco. —¿Hablas en serio?

—Ahora, dime dónde has estado escondiéndote todo este tiempo, Jack.

Gun Woo luchó para no sonreír, mientras los ojos del hombre se ampliaban.

—¿Tienes una lista completa de tus víctimas, escondida, en alguna parte? La necesitaré para la evidencia.

Los impresionantes ojos azules del hombre, se ampliaron.

—No estás jugando con una baraja completa—, dijo el chico.

—Las cartas no son lo mío —, dijo Gun Woo. —¿Necesito pedir refuerzos por radio?

El chico estaba tratando de no sonreír. Los lados de su boca se mantenían a una pulgada, antes de deslizarse hacia abajo. —Estoy bastante seguro de que me puedes manejar, por tu cuenta.

Gun Woo asintió. —Estoy bastante seguro de que puedo, pero voy a tener que buscar, para asegurarme de que no transportes armas, como un cuchillo quirúrgico.

—Estoy llevando un arma—, el chico dijo, mientras se relajaba en su motocicleta, cruzando los brazos sobre el manillar. —Tengo un lanzador de cohetes en los pantalones.

Gun Woo echó un vistazo a los pantalones vaqueros del individuo, cuando una de sus cejas se levantó. —No veo un esquema en ningún lugar. ¿Qué tan grande es tu lanzador de cohetes, es como una resortera?

 

—¿No te gustaría saber? —Dijo el chico, con una sonrisa.

Sí, Gun Woo quería. Estaba medio tentado a realizar una búsqueda, en el hombre, por la resortera en el hombre. Le gustaba cómo su compañero utilizaba el humor, en lugar de insultos.

La mayoría no jugaban con él. Le agradaba el rápido ingenio del hombre. Gun Woo se acercó más. —Vas a tener que levantarte, para poder buscar.

El hombre ladeó la cabeza y miró hacia Gun Woo. —¿Por qué no subes a mi moto y vamos a un lugar un poco más privado?

—Lo siento —, dijo Gun Woo. —No voy a caer en eso. Eres Jack el Destripador. No necesito que cortes mi garganta.

—¿Hay algún problema? —Preguntó Lee Taehyung, mientras salía del comedor y se unía a ellos, en la calle. —¿Qué está pasando, Chaejin?

Chaejin.                                                                                                                                  

Ahora Gun Woo tenía un nombre, para que fuera con ese hermoso rostro. Chaejin, se echó hacia atrás y señaló con la barbilla hacia Gun Woo. —El chico me está dando una citación.

Taehyung frunció el ceño. —¿Para qué?

Gun Woo y Chaejin intercambiaron miradas, y fue Gun Woo, quien la retiro primero. Una risa retumbó en su pecho, antes de que su compañero comenzara a reírse. Su compañero se inclinó hacia delante y extendió su mano.

— Kim Chaejin.

—Jefe Lee Gun Woo. —Dijo mientras estrechaba la mano de su compañero. Frotó el pulgar sobre la parte posterior de la mano de Chaejin, antes soltarla.

—¿Me he perdido algo? —Taehyung preguntó, antes de cruzar los brazos, sobre su amplio pecho.

—Sólo familiarizándome con el Sr. Kim —, dijo Gun Woo y luego frunció el ceño.

 

 

—Espera, ¿es éste el tipo del que me hablaste? Taehyung asintió.

—No, no lo haré —, dijo Chaejin. —Ya tengo un trabajo.

—¿Haciendo qué? —Preguntó Gun Woo.

—Es uno de mis mecánicos —, dijo Taehyung.

Gun Woo arqueó una ceja, mientras miraba una vez más a Chaejin de pies a cabeza. Con un mono grasiento. —¿No tienes interés en ayudar al departamento de policía local?

—No, en lo absoluto —, dijo Chaejin. —Aunque apoyo lo que estás haciendo, no es para mí.

—¿Te interesaría cenar conmigo? —Preguntó Gun Woo.

—Esa es mi señal para salir —, dijo Taehyung. Palmeo su bolsillo, y luego saco de allí, las llaves. —Nos vemos en la casa, Chaejin.       

Chaejin agito la mano a Taehyung, mientras miraba a Gun Woo.

—¿Me estás pidiendo una cita?

—¿Y si lo estoy?

—¿Puedo llevar mi cuchillo quirúrgico?

Gun Woo hizo un guiño. —¿Qué tal si llevas la resortera? Chaejin gruño.

Gun Woo sonrió.

—Eres   un   verdadero   sabelotodo—,   dijo   Chaejin, antes  de  arrancar su motocicleta. —Lo pensare.

El hombre retrocedió su motocicleta, antes de llevarla a la calle, dejando a Gun Woo de pie, con una sonrisa en su rostro.

 

 

—Ese hombre, no es nada más que problemas —, dijo Byung Joo, mientras salía del comedor y echó un vistazo hacia la calle, mientras Chaejin, giraba por la esquina.

La sonrisa de Gun Woo se amplió. —Seguro como el infierno, que espero eso.

 

 

A la mañana siguiente Chaejin, estaba trabajando en un Altima, en la bahía, cuando entró Jimin, con una sonrisa arrogante en su rostro.

—Acaban de llegar flores, son para ti.

Chaejin miro por encima del hombro y rodó los ojos.

—Dejen de joder conmigo. Tengo trabajo que hacer.

—Los lirios son bonitos —, dijo Jimin. —¿Por qué no he recibido flores?      

Chaejin dejó la llave a un lado y se limpió la grasa de las manos, con un trapo.

—¿Vas en serio?

—¿Por qué Ho seok jamás me ha enviado flores? —Jimin murmuraba para sí mismo, mientras se alejaba.

Curioso, Chaejin se dirigió a la oficina, y he aquí, había un jarrón de lirios blancos en la mesa. Cogió la tarjeta, que estaba escondida entre los tallos y la leyó

Sonrió.

Jack, La cena será en mi casa, alrededor de las seis. Trae tu resortera. Gun Woo.

La dirección del policía, estaba en la parte inferior. La guardó, en el bolsillo de atrás, antes de tocar uno de los suaves pétalos. ¿Cómo diablos Gun Woo sabía que le gustaban los lirios?

 

Saco uno del jarrón, e inhaló el dulce olor. Su corazón dio un vuelco, y su pecho se sentía ligero, mientras la hacía girar en su mano.

—Alguien tiene un admirador —, dijo Kyung Il, al entrar en la oficina. —Bonitas flores.

—Gracias —, dijo Chaejin, antes dirigirse a su Harley. Fue a la floristería y compró una sola rosa roja. Agarró una tarjeta y escribió un mensaje en ella.

Sonrió, cuando le dijo a la florista que entregara la rosa y una tarjeta, al jefe de policía y luego se dirigió de nuevo a su trabajo.

 

 

—Sólo tienes que ordenar los papeles de mi escritorio, Delores —, dijo Gun Woo a la recepcionista.            

—¿Jefe Lee?

Gun Woo se volvió, para ver a Lydia , cambiaformas cervatillo que trabajaba en la Floristería Heavenly. Llevaba una sola rosa roja en la mano y una tarjeta.

—¿En qué puedo ayudarle, Lydia? —Gun Woo mantuvo su voz suave, como lo hacía con todas las criaturas dóciles, que vivían en Dalton Falls. Le había enseñado al Adjunto Byung Joo a hacer lo mismo. Ellos eran los únicos dos shifter lobo, que trabajaban en el departamento de policía, y era importante para él que sus compañeros de trabajo y los residentes de la ciudad, confiaran en ellos y los respetaran, en lugar de ver a Gun Woo y a Byung Joo como una amenaza.

Ella le entregó la rosa y la tarjeta, mientras le daba una tímida sonrisa.

—Esto es para ti.

—Gracias, cariño—, le dijo, antes de que ella se volviera y se alejara rápidamente.

 

 

Gun Woo abrió la tarjeta, y sonrió de oreja a oreja.

Policía,

Deseas que atraparme, fuera algo fácil. Jack el destripador.

 Se rió entre dientes, antes de meter la tarjeta en el bolsillo y olfatear la rosa. Puede que no fuera fácil coger a Chaejin, pero Gun Woo esperaba con interés, esa cacería.

 

Más tarde, esa misma noche, Chaejin colocó el jarrón de lirios en su tocador.

Tenía la tentación de ir a la casa de Gun Woo, pero aún tenía un montón de preguntas en su mente que no tenían respuesta.               

Gun Woo era dos veces más grande que él. ¿El policía creía que iría arriba? No en esta vida, y Gun Woo no parecía el tipo en permitir que nadie estuviera encima de él. Eso era un problema.

Está bien, quizás esa fue la única pregunta sin respuesta que tenía, y el único obstáculo en su camino. No le molestaba tener que dejar de joder a todo el mundo que se hallaba bajo el sol. Chaejin era un perro caliente, pero una vez que has encontrado a tu pareja, la licencia de soltería expiraba.

—Bonito —, dijo Ho seok, mientras se apoyaba en el marco de la puerta. —¿De quién son?

—Tu papá —, dijo Chaejin. Había conocido al Sr. Lee y le gustaba el chico, como un amigo, por supuesto.

—Tiene buen gusto por las flores —, dijo Ho seok, en broma. —Me pregunto si mi madre tiene dos docenas de flores.

—Le preguntaré, cuando lo vea esta noche —, Ho seok se rió entre dientes. —La cena está lista.

 

—¿Has cocinado? —Maldición. Chaejin nunca había podido hervir agua, por lo tanto, Rasa constantemente lo sacaba a patadas de la cocina. Su estómago se quejó,al pensar en Rasa cocinando. Lástima que el vaquero vivía en la guarida y no aquí.

—No, fue Jay Park quien trabajo como esclavo, para hacer hot dogs y frijoles— Ho seok sonrió, antes de que alejarse.

Chaejin realmente esperaba que Ho seok estuviera bromeando. Tenía tanta hambre, que podía ahora comer, una vaca entera. Se dirigió a la cocina, de estilo rústico e inhaló el aroma de costillas y patatas fritas. Su boca se hizo agua, mientras tomaba un plato y lo llenaba, antes de tomar asiento en la mesa.

—Gracias, Jay —, dijo Chaejin.

—Habría ordenado más, pero en Carla´s estaban faltos de personal —, Chaejin miró a Ho seok, que estaba tratando de ocultar su sonrisa.

Hecha en casa mi culo. Aún así, la comida era buena, y Chaejin estaba disfrutándola

—Entonces, ¿qué está pasando contigo y el jefe?—Preguntó Taehyung, mientras comía. —¿Te pidió una cita?

—Gracias por sacar a relucir, mis asuntos —, Chaejin se quejó, cuando todo el mundo en la mesa miró en su dirección.

—¿El jefe? —Preguntó Jay. —De ninguna manera.

—Es un poco viejo, ¿verdad? —Preguntó Taeyang, cuando metió una patata en el montículo de salsa de tomate, en el plato. —Quiero decir, no tengo nada en contra de los hombres mayores, pero... tiene canas en el cabello.

—No es un maldito viejo —, defendió Chaejin. El tipo parecía casi de cincuenta años. Eso no era demasiado viejo. La pregunta era: ¿Qué edad tenía en años shifter? Esa era la pregunta del millón de dólares.

Jongin tenía más de trescientos sesenta, pero no parecía tener más de treinta años. Si Gun Woo parecía tener casi cincuenta años, ¿tendría quinientos o seiscientos?

¿Qué importaba?

Chaejin no estaba seguro. ¿Debería importarle la edad? No lo creía. Aún así, era una muy, muy grande diferencia de edad.

—¿Es tú pareja? —Preguntó Ho seok, antes de meter unas pocas patatas fritas, en su boca.

—Seguro que tienen, un montón de preguntas—dijo Chaejin. No estaba preparado para hablar de Gun Woo, hasta haber acordado, el aspecto sexual de su apareamiento. Pensándolo bien, no estaba preparado para hablar de Gun Woo, y punto. No era asunto de nadie.

Levantó los ojos, cuando escuchó un golpe en la parte trasera del porche. Era Gun Woo. Mierda. Dio un salto y se apresuró a huir. Estar frente al policía, mientras tenía cubierto de salsa barbacoa, la boca y los dedos... No, eso no iba a suceder.

—No corras —, dijo Jimin, había un trasfondo de risa, en su voz.

Chaejin se lavó las manos en el fregadero, de la cocina y luego se pasó una toalla de papel húmeda, en su rostro. Amaba la barbacoa y hacia un lío, cada vez que comía algo, que estaba ahogado en esa salsa.

—Vi que eres un... —, dijo Gun Woo desde las puertas del patio abiertas. —Comensal descuidado.

El hombre estaba todavía con el uniforme y aún se veía increíblemente precioso. Chaejin observo el cabello oscuro del hombre, cortado con estilo, su uniforme marrón, que, aunque feo, se le ajustaba muy bien, mostrando todos los músculos del policía, y la forma en que miraba a Chaejin era como si estuviera en el menú. Había crecido en torno a los lobos y sabía cuan arrogantes podían ser, pero también sabia, lo posesivos que eran. Así fue exactamente cómo Gun Woo lo miraba, como si fuera el dueño de cada pulgada de Chaejin.

—¿Qué haces aquí? —Con un movimiento de su muñeca, la toalla de papel húmeda voló y aterrizó en el cubo de basura.

¡Y anota!

 

 

El policía sacó un pedazo de papel doblado, de su bolsillo trasero y lo levantó.

—Nos dieron una orden para su arresto, Jack. Chaejin torció los labios, para dejar de sonreír.

—¿Es así?

Tomó el papel de Gun Woo y lo desdobló. No era un documento legal. Era una hoja de papel, con las palabras tengo el derecho de buscar y seducir escrito en marcador negro.

Chaejin se sorprendió, de sentir calor fluyendo por sus mejillas. Nunca se sonrojaba, pero vaya si esas palabras no consiguieron poner su cuerpo en llamas.

—¿Esto es legal? —Chaejin agitó el documento, ante el policía. — No creo que sirva en la corte.

—Lo firmé —, dijo Gun Woo. —Es legal.           

¿Dónde está el sello del notario?

—Justo aquí.

El policía acorto la distancia y clavaba a Chaejin en el mostrador, antes de cerrar sus labios, sobre los de Chaejin. El corazón de este latía con fuerza, detrás de sus costillas, cuando su pene pasó de flácido a estar completamente duro, en un segundo.

Gruñó en la boca del hombre y lo empujó. Cuando el policía dio un paso atrás, agarró al hombre y lo volteó, fijándolo en el mostrador.

—¿Piensas que estás a cargo? —Preguntó el policía, mientras bebía de la boca de Chaejin.

—Maldita sea, lo estoy —, dijo Chaejin, antes de chupar la lengua del policía y luego morderla suavemente.

Gun Woo retiró su cabeza, hacia atrás.

 

 

—Piénsalo de nuevo —, dijo Gun Woo tomando a Chaejin del cuello y tiró de él con fuerza para acercarlo, sus pollas frotándose. Chaejin gimió en la boca del policía, tomando el rostro en sus manos, deslizándolas hacia arriba, hasta que tuvo el cabello oscuro del hombre, en un puñado. Dio un tirón áspero, gruñendo mientras besaba a Gun Woo.

La lucha por el poder, hacía estragos en Chaejin, quien estaba cada vez más caliente. Estaba listo por tomar a Gun Woo, ponerlo en el suelo y coger al hombre, hasta que ninguno de ellos pudiera caminar.

—Tenemos audiencia —, dijo Gun Woo entre besos y lamiendo la boca de Chaejin.

Chaejin se echó hacia atrás, lo suficiente, como para echar un vistazo. Efectivamente, todo el mundo estaba mirándolos. La boca de Ho seok y Jay estaban colgando abiertas, y Taehyung tenía una amplia sonrisa en su rostro. Taeyang se sentó allí, viéndose confundido.

—Vamos a llevar esto a tu habitación —, dijo Gun Woo.  

Las palabras del policía eran tan eficaces, como un balde de agua helada, sobre su cabeza. Dio un paso atrás y se aclaró la garganta, antes de que sacudir ligeramente la cabeza. — Pasaré.

Antes de que Chaejin supiera lo que estaba haciendo, Gun Woo le tomó del brazo y tiró de él a la sala de estar, fuera de la línea de la visión de los demás.

—Los dos sabemos que somos compañeros —, dijo Gun Woo, y Chaejin podía decir que el policía estaba perdiendo la paciencia. —¿Qué pasa con esa mierda de alejarme?

Chaejin se salvó de responderle, cuando el teléfono de Gun Woo comenzó a sonar. El hombre lo miró, antes de arrancarlo de la pinza fijada en el cinturón.

—¿Qué? —Gun Woo escuchó durante un minuto, y luego su expresión paso a ser de cansancio. —Estoy en camino. —Cuando colgó, le dijo. —Aún no hemos terminado.

Chaejin no dijo una palabra, mientras Gun Woo se dirigió hacia la cocina. Se dejó caer en el sofá y se pasó una mano por la cara. Desde el beso en la cocina, sabía que iba a tener en sus manos, una batalla de voluntades.

 

 

continuara...


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