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90. Buscar y Seducir (04) por dayanstyle

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—Todavía creo que deberías quedarte otra noche —, dijo Gun Woo a la mañana siguiente, sosteniendo a Chaejin de cucharita. —No quiero que duermas, en el colchón de plástico inflable.

—Mis muebles deben llegar pronto. —Chaejin estaba estupefacto, por lo mucho que había disfrutado de lo que Gun Woo le había hecho. Había luchado duramente, en contra de ser reclamado. En su mente, no sólo era el acto, dado que también sabía, que implicaba un montón de dolor.

Todavía peleaba con la idea de ser el de abajo, pero al mismo tiempo, a solas con Gun Woo, estaba dispuesto a darle a la experiencia otra oportunidad.

Y lo había hecho.

Gun Woo le había despertado la noche anterior, dos veces más, y tanto como Chaejin tuvo problemas con el conocimiento de que disfrutaba del sexo, se dio en cada momento.

Increíblemente, no le había pedido a Gun Woo cambiar. Había sido codicioso al sentir al hombre dentro de él de nuevo.

—¿Qué estás pensando? —Gun Woo acaricio con su mano, el estómago de Chaejin.

—¿Te arrepientes?

—¿Acerca de estar acoplado, a tu peludo culo? —Preguntó Chaejin. Pasó los dedos sobre la mano de Gun Woo, le gustaba el hecho de que eran tan fuertes. Siempre había sido el tipo que prefería el tipo twink. Estar con Gun Woo, era una experiencia diferente.

 

De manera diferente.

Gun Woo se rió entre dientes, y Chaejin bebió de ese sonido. —Sí, eso también.

Si sabía lo que su compañero quería saber. Chaejin no era el tipo de hablar de sus sentimientos, o tener la charla post-sexo. Había golpeado y dejado demasiadas veces, como para contar.

 

Sin embargo, Gun Woo era su compañero. Esto era para él. No habría ninguna otra persona para Chaejin. Si las cosas fueran a funcionar entre ellos, tenía que enderezar las cosas para que sucediera. Necesitaba dejar de evitar al policía.

—Estuvo bien.

—¿Sí? —Preguntó Gun Woo.

—Sí —, dijo Chaejin. — Por si no lo sabías es la tercera vez que tenemos relaciones sexuales.

Levantando la mano, Gun Woo arrastró sus labios sobre los nudillos de Chaejin.

—Todavía necesitaba un cumplido para acariciar mi ego.

—Creo que tu ego, ya es lo suficientemente grande —, Chaejin codeó suavemente el estómago de Gun Woo.

—Ommmh—, dijo Gun Woo un poco demasiado fuerte. —No tienes permiso para hacerme daño, después de una noche fantástica.

Chaejin rió. Dios, en realidad estaba ruborizado. El calor se apoderó de sus mejillas, mientras agachaba la cabeza. ¿Qué estaba mal con él? Estaba actuando como una maldita adolescente enamorada.

—Oh, mierda. Estás ruborizado. —Gun Woo rodó sobre Chaejin, hasta que estuvieron cara a cara. La sonrisa del policía era tan ancha, como el horizonte.

—Wow... que eres.

—Sigue burlándote de mí y voy a torcer tu pito.

Los bonitos ojos marrones de Gun Woo, se suavizaron. —Cielo, nunca me burlaría de ti. Créeme. Me diste una parte de ti mismo, que nadie más ha tenido, y sé que no fue fácil para ti, hacer eso —, Gun Woo acarició el cuello de Chaejin.

Chaejin arqueó su espalda, listo para la cuarta ronda, pero también tenía que volver a casa. Tenía que hacerlo. También necesitaba una ducha. Toda su mitad inferior, estaba cubierta de aceite de bebé.

 

Gun Woo agarró el culo, sus dedos cavando en profundidad. —Podría tratar de convencerte, para que te quedes.

Sí que podía. Tal vez una ronda más para el camino, no le haría daño. Echó la pierna por encima de la cadera de Gun Woo, su erección tocándolo.

—¿Y cómo vas a convencerme?

La alegría se evaporó y su compañero lo miró con una expresión en sus ojos marrones, que le quito el aliento a Chaejin. —¿Qué?

Gun Woo pasó el dorso de sus nudillos, sobre la mandíbula de Chaejin.

—¿Te he dicho cuán impresionante que eres?

Chaejin se mordió el labio, mientras miraba al pecho del hombre. Jugó con uno de los pectorales de Gun Woo, cuando dijo—Lo siento, actuó como si tuviera la cabeza enroscada hacia atrás.

—Oye, nada de eso —, dijo Gun Woo. Colocando un dedo debajo de la mandíbula de Chaejin y la levantó, hasta que estaban mirándose el uno al otro.

—No te disculpes, por luchar con las cosas. Lo entiendo. Me alegro de que finalmente llegaras al lado oscuro.

Chaejin golpeó el pecho de Gun Woo. —Eres muy extraño.

—Me lo tomaré como un cumplido. —Gun Woo apoyó la mano en la cadera de Chaejin y ese momento se sintió aún más íntimo, que cuando habían tenido relaciones sexuales. Chaejin disfrutaba de la cercanía, mientras disfrutaba de los rasgos del hombre, ahogándose en los bellos ojos marrones de su compañero, y disfrutando de cómo Gun Woo lo tocaba.

—¿Es demasiado pronto para decir, que he desarrollado profundas emociones por ti? —Preguntó Gun Woo, mientras sus dedos trazaron la cadera de Chaejin.

—¿Es que su forma de decir que estás cayendo por mí? Gun Woo se encogió de hombros. —Tal vez.

 

 

El corazón de Chaejin golpeó violentamente en su pecho, mientras le devolvía el encogimiento de hombros. —¿Qué pasa, si lo que tengo que decir, es que esas emociones son mutuas?

Gun Woo tomó la mandíbula y una sonrisa juguetona, estaba en la esquina de su boca. El estómago de Chaejin dio un pequeño vuelco por sentir el simple placer del estar tendido allí, hablando. Era un territorio desconocido para él, pero descubrió que le gustaba.

—¿Round cuatro? —Preguntó Gun Woo bajando la cabeza, los labios flotando cerca, esa sonrisa atractiva todavía en su lugar.

—Si tienes tiempo —, dijo Chaejin. Sonaba sin aliento y no le importaba. Estaba cansado de ocultar lo que sentía por Gun Woo. Quería que su compañero supiera hasta qué punto el hombre lo afectaba.

Antes de que pudieran ir más lejos, llamaron a la puerta. El primer impulso de Chaejin era saltar de la cama y vestirse, para que no se descubriera su pequeño secreto. A pesar de que era imposible que alguien pudiera saber que había tocado fondo, se sentía como si estuviera escrito en toda su cara.

Gun Woo le dio una palmada en el muslo. —Quédate aquí, tigre. Me desharé de quien quiera que sea.

Su compañero se levantó y se subió los pantalones, antes de ponerse su camiseta sobre la cabeza.

La cama estaba lo suficientemente lejos, para que quien estaba de pie en el pasillo no lo viera, pero aun así, Chaejin se deslizó de la cama y se puso sus pantalones vaqueros, en cuanto Gun Woo abrió la puerta.

—Necesito hablar con usted. —Era la Sra. Betty.

—¿Qué es? —Preguntó Gun Woo. Su compañero apoyó una mano en la puerta y la otra en el marco de la puerta, impidiendo que la Sra. Betty pudiera ver en la habitación.

 

 Chaejin se abrocho los pantalones, antes de agarrar su camisa del suelo. Probablemente, había llegado a la habitación para castigarlos por el ruido que habían hecho, la mayor parte de la noche. Chaejin quería unirse a Gun Woo en la puerta, pero sentía que sus mejillas ardían a niveles nucleares.

 

 

Ella les había advertido de no despertar a los otros huéspedes. ¿Alguno de los invitados se había quejado? Oh Dios. ¿Y si se hablaba y se difundía la noticia por la ciudad, entre sus allegados y los de Gun Woo? No es que les importaría que dos hombres habían dormido juntos, pero la gente los miraría y al instante sabrían qué había pasado entre ellos.

No, eso no estaba bien. Chaejin tenía que dejar de preocuparse por la dinámica de su relación con el jefe. Nunca antes le había importado la opinión de nadie.

¿Por qué empezar ahora? No era como si su abuelo lo averiguaría. Vivía a cuatro horas de distancia.

—Nunca antes alguien a molestado, a alguno de mis huéspedes —, dijo Betty, picando la curiosidad de Chaejin. Se acercó más, cuando agregó—Pero me temo que algo, le ha sucedido a su camioneta.

Las cejas de Chaejin alzaron.

—¿Mi camioneta? —Gun Woo abrió la puerta y se fue por el pasillo. Chaejin alcanzó a ver a la mujer, cuando los dos desaparecieron por allí. Metió los pies en las botas, antes de unírseles, en la planta baja.

Cuando salió a la calle, Chaejin tuvo que parpadear un par de veces, mientras miraba la camioneta de su compañero. Alguien le había sacado la mierda fuera. Había líneas onduladas, corriendo desde la parte trasera de la camioneta hasta al frente. Pero eso no fue lo peor de todo. También habían pinchado los cuatro neumáticos.

Gun Woo se quedó con la boca colgando, con una expresión de incredulidad. Se pasó una mano por la cabeza, de pelo negro, mientras caminaba alrededor de su camioneta, midiendo el daño.

—¿Tiene alguna cámara? —Preguntó Chaejin. —¿Hay alguna forma de que podamos ver quién hizo esto?

 

 Esto se está saliendo de control. No sólo era la persona que trato de matarlo, ahora el culpable estaba apuntando a Gun Woo. Chaejin tendría que encontrar al responsable y hacerle pagar.

 

 

 

 

Taehyung se subió a la terraza de atrás y había empezado a regar la multitud de plantas, cuando un coche de policía aparco en la parte posterior de la casa. Era Byung Joo.

 

—Adjunto. —Taehyung dijo, mientras hacia la regadera a un lado. —¿Qué te trae por aquí?

—El mismo asunto —, dijo Byung Joo, mientras caminaba por las escaleras y apoyaba una cadera uniformada en la barandilla de madera.

—Recibí una llamada del jefe. Su camioneta estaba estacionada fuera del Daisy Inn. Alguien pincho los cuatro neumáticos y la aplasto, como la mierda.

—¿La misma persona que fue por Chaejin?

Byung Joo levantó los hombros, encogiéndolos. —No lo sé.

La semilla de la sospecha, comenzó a florecer en Taehyung. Byung Joo odiaba a Chaejin. Hasta un ciego podría ver eso. Mientras que el jefe había sido un blanco, no había sido herido.

Chaejin sí.

Byung Joo había admitido que Chaejin le recordaba a alguien. ¿Y si ese alguien era enemigo mortal de Byung Joo? ¿Qué pasa si Byung Joo odiara a Chaejin, sólo por ser un elfo? ¿O, peor aún, por estar con el jefe? Taehyung había ahondado en que el hecho de que a Byung Joo no le gustaba que su jefe y Chaejin estuvieran juntos.

—¿Dónde están ahora? —Preguntó Taehyung.

—Aún en la ciudad. El jefe está remolcando su camioneta a tu taller.

 

Byung Joo se apartó de la barandilla. —Le voy a dar un aventón al Jefe Lee, a casa. Es posible que desees recoger a tu amigo.

Dijo la palabra “amigo” como si se quemara la lengua con ácido. Taehyung vio a Byung Joo irse, antes de que entrar en la casa para encontrar a Kyung Il.

El cambiaformas estaba descansando en el sofá, viendo Netflix.

—Tengo un trabajo para ti.

Kyung Il había velado por el jefe, ya que Byung Joo le había dicho antes de que alguien estaba jugando con el chico. Sin embargo, puesto que no había ocurrido nada, en más de una semana, Taehyung había relevado a Kyung Il de ese deber. Ahora, lamentaba esa decisión. Si el cambiaformas se hubiera quedado con el jefe, puede ser que hubieran descubierto quien estaba detrás de todo esto.

Kyung Il apagó la televisión y se levantó del sofá. —¿Qué pasa? Taehyung explicó sobre la visita de Byung Joo y sus sospechas.

—Quiero que sigas el adjunto, para ver si es él, el que está detrás de todo esto.

—¿Piensas que Byung Joo le disparo a Chaejin? —El tono de Kyung Il resultó letal.

—No estoy seguro —, dijo Taehyung. — La balística de los casquillos de bala, se ha retrasado. Hasta que vuelvan, no lo pierdas de vista.

Kyung Il fue a la puerta principal y la abrió, antes de desnudarse y cambiar a su forma de guepardo. Taehyung abrió la puerta y dejo salir al gato. Kyung Il corrió a través del patio frontal, desapareciendo en el bosque.

Si Taehyung estaba en lo cierto, esto iba a ser algo grande. No quería creer, que el odio de Byung Joo fuera tan profundo como para jugar este tipo de juegos. Pero no le extrañaría, que alguien tirara algo de mierda en nombre del odio.

Gun Woo se quedó con él, hasta que llegó Taehyung. Chaejin no quería dejar a su compañero, pero Gun Woo dijo que necesitaba llegar a casa. A pesar de que Sabrina era una gran niñera, tenía que comprobar a Myoung Jae. Chaejin entendía eso, pero odiaba tener a Gun Woo fuera de su vista. El culpable estaba todavía por ahí, y si algo le sucedía a Gun Woo...

 

 —¿Has visto a alguien? —Preguntó Taehyung, cuando Chaejin se metió en el Charger.

 

—No —, Chaejin estaba lívido. Quería encontrar al bastardo y desollarlo vivo.

— El dueño vino a nuestra habitación y nos informó.

—Me he estado devanando el cerebro, pero no tengo nada —, dijo Taehyung.

—No has estado aquí el tiempo suficiente, para ganar a un enemigo que te odie tanto.

—He estado pensando en eso —, dijo Chaejin. —Tal vez necesitas un beta y un poco de músculo. Si vamos a hacer de esta nuestra ciudad, no podemos dejar que este tipo de cosas suceda. La gente tiene que saber quiénes somos y cómo nos encargamos de la mierda.

—Y Kyung Il se ha convertido en alguien indispensable para mí —, dijo Taehyung, mientras tomaba la rotonda y se dirigía hacia Webster Road.

—¿Piensas hacerlo tu beta?

—Creo que sí —, dijo Taehyung.

—¿Qué hay de Jimin? —Chaejin se movió en su asiento. Su culo estaba adolorido, como el infierno, tanto que necesitaría un buen baño, en la bañera, una vez que llegara a su casa, pero vaya si la noche no había sido espectacular. Lástima que algunos pendejos habían arruinado su mañana.

Chaejin todavía estaba perplejo, en cuanto a su actitud recién descubierta, cuando se trataba de estar abajo. Había estado tan en contra de la idea, sin embargo, la idea de dejar a Gun Woo tenerlo de nuevo hizo, endureció su polla. Su cuerpo ansiaba a su compañero dentro de él, mientras en su mente lo llamaba gatito. Dios, realmente era un individuo jodido. Se sentía como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Hola, doble personalidad.

—Tengo mucho que aprender —, dijo Taehyung, y no parecía molestar al hombre admitirlo. —Voy a necesitar que mi gemelo, me ayude a dirigir las cosas.

 

 —¿El resto de nosotros somos el músculo? —Chaejin todavía no quería mirar a Taehyung a los ojos. Temía que el hombre fuera capaz de ver toda su noche, a través de su iris. Era un pensamiento estúpido, pero no dejaba de ser cierto.

 

—Somos una manada —, Taehyung declaró con firmeza. —Trabajamos como una manada. Sí, el resto de ustedes será el músculo.

—Puedo vivir con eso—, dijo Chaejin. —Esta es nuestra casa, ahora, y no quiero ningún culo, perturbando la paz.

Chaejin se removió en su asiento, de nuevo. Necesitaba salir del coche. Estar sentado, no era bueno para su dolor de espalda.

—¿Por qué demonios te estás moviendo? —Le preguntó Taehyung, mientras bajaba su mirada, hacia Chaejin. —Pareces como uno de esos niños estimulados por la azúcar.

—Me duele la pierna. —Chaejin se obligó a quedarse quieto. Volvió la cabeza hacia la ventana que se encontraba a su lado e hizo una mueca. Gracias al cielo que no tenían mucho camino por recorrer.

—Tengo a Kyung Il vigilando los alrededores —, dijo Taehyung. —Hasta entonces, quiero más vigilancia a tu alrededor. No necesito que el culpable, mejoré su puntería.

—No me digas. —Chaejin se frotó el brazo. Se había excedido la noche anterior. Ambas heridas dolían como una perra. Afortunadamente, su brazo no había sangrado de nuevo.

Cuando se detuvieron en la unidad, Chaejin vio un Lexus negro, con vidrios polarizados. La matrícula decía Bite Me. J.Jun había llegado. No había duda de que el vampiro, estaba profundamente dormido, en su coche.

—¿Por qué demonios no espero hasta que llegara la oscuridad? —Taehyung dijo, mientras se ponía al lado del Lexus. —Va a tener que permanecer en el coche, todo el día.

 

Las ventanas eran resistentes, a los rayos UV. El padre de J.Jun, Kwangmin, se había asegurado de ello.

 

 

También había otro coche, aparcado en el camino de entrada. Era un impala marrón. —Veo que también Yi Jeong está aquí.

—Justo a tiempo —, dijo Taehyung. —Kyung Il se pondrá feliz.

Tan pronto como Taehyung estaciono, los dos bajaron, Yi Jeong estaba al lado de Chaejin. —¿Dónde diablos está Kyung Il? Lo he estado llamando, pero no responde.

—Caray, lo sé porque tengo control sobre él. —Chaejin irrumpió con buen humor. —He tratado de poner una puta campana sobre su cabeza, pero el bastardo resbaladizo, siempre huye.

Las manos de Yi Jeong  aterrizaron sobre sus caderas cuando una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro. —Es bueno verte, también, Chaejin.

Chaejin le dio, al hombre, un abrazo. Al crecer, Yi Jeong se había introducido el mismo, en su vida. El tipo era caprichoso, gritón, y Kyung Il besaba el suelo que Yi Jeong pisaba. El humano no era muy alto y verlos interactuar, era como ver una pequeña hada con un oso gigante alrededor. En verdad, Chaejin siempre pensó, que los dos se veían adorables.

Kyung Il también era sobreprotector con Yi Jeong. Si alguien veía al pequeño humano, de alguna forma errónea, el dragón escupiría fuego.

—¿Él sabía que ibas a venir? —Taehyung preguntó, mientras cerraba la puerta del coche.

—Bueno, vine unos días antes—, admitió Yi Jeong. —Tío Minwoo y Tae Heon, estaban acabando con mi último nervio. Sólo porque soy ahora un adulto, no significa que los dos pueden perseguirse por la casa medio desnudos.

¿Podemos decir hay niños y niñas en la sala?

Chaejin se rió entre dientes, mientras cerraba su brazo alrededor del cuello de Yi Jeong y en broma lo arrastró por las escaleras. —Así que ¿viajaste por tú cuenta, sin que tú compañero lo sepa?

 

Los hombros de Yi Jeong se hundieron, sólo un poco. —Me va a matar.

 

 

Chaejin sabía que Kyung Il no lo haría. El hombre estaría enojado, pero sería por corto tiempo. Todo lo que Yi Jeong tenía que hacer, era poner esos ojos de cachorro a su compañero y el cambiaformas se derretiría.

—¿Por qué no te instalas? —Preguntó Chaejin y luego le dijo a Yi Jeong, cuál era la habitación de Kyung Il. Entraron en la cocina, y los ojos de Yi Jeong se abrieron.

—¿Qué ha pasado aquí?

Chaejin se preguntaba lo mismo. Sabía que las tablas del suelo fueron arrancadas, para evitar el moho y para prepararlo para las nuevas, pero estas aún no se habían colocado.

—Kyung Il se enojó y se comió las tablas.

Guió a Yi Jeong a través de la cocina. Lo último que necesitaba, era que el pequeño humano se torciera un tobillo o algo así. Kyung Il se volvería loco.

Chaejin volvió, cuando alguien llamó a la puerta del patio. No reconoció al hombre, pero había una etiqueta roja, en su camisa que decía “Expertos en mudanzas”.

Sus cosas habían llegado. Después de cruzar con Yi Jeong a través de la cocina, regresó al patio, para decirles a los hombres, que tendrían que utilizar la puerta de entrada, para llevar sus cosas.

Estaba resultando un día agotador, y no aún era mediodía. Como si las cosas no pudieran ser más locas, Byung Joo se detuvo en el camino de entrada y aparcó en la parte trasera. No estaba de humor para hablar con el bastardo.

El chico se había negado a sacarlo de la pensión y lo veía de forma amenazante todo el tiempo. El Adjunto necesitaría superar lo que fuera, que le molestaba sobre Chaejin. Gun Woo era su compañero, y él no iba a ninguna parte.

Chaejin estaba en la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho.

—¿Qué demonios quieres? —Le preguntó, cuándo Byung Joo se bajó de su coche.

 

—Hablar contigo —, dijo Byung Joo, mientras corría por las escaleras y se detenía a unos pies de Chaejin.

—Estoy un poco ocupado. Si quieres a alguien para hablar mierda, hay un montón de paredes en la casa, que puedes utilizar.

—Estoy aquí para hablar sobre el jefe.

Eso llamó su atención. Se apoyó en el marco de la puerta, mientras entrecerraba los ojos. — Esto se pone bueno.

—Estoy hablando en serio —, dijo Byung Joo. —Mierda, nada le había pasado, no a mi jefe, hasta que te interesaste en él. Creo que es necesario que te alejes de él.

No sólo las palabras de Byung Joo lo enfurecieron, fue el tono de la voz del hombre. Si hubiera ido hacia a él, como un amigo preocupado, lo hubiera escuchado. Pero había demasiada acusación en la voz del cambiaformas, para su gusto.

—¿Con quién carajo te crees que estás hablando? —Chaejin, bruscamente, se enderezó. Era unas buenas dos pulgadas más alto que Byung Joo y un infierno de mucho más voluminoso. El hombre podía ser un cambiaformas lobo, pero Chaejin no era que, no tuviera ninguna habilidad. No sólo contaba con los conocimientos de lucha, que sus numerosos tíos le enseñaron, sino que también, había tenido a Jongin.

Puede que fuera incapaz de cambiar, pero tenía un buen derechazo. Pondría a Byung Joo en su culo, antes de que el hombre siquiera supiera qué le había golpeado.

Byung Joo se enderezó, y no era alguien al que se pudiera ignorar. Chaejin sintió la autoridad saliendo de ese tipo. Sólo que no le importaba.

—Ni siquiera sabemos quién está detrás de ti —, dijo Byung Joo.

—¿Podrías realmente manejarlo, si el jefe quedara atrapado en el fuego cruzado? Tu no sólo estás poniendo en peligro su vida, también la de Myoung Jae. Si ese tipo está dispuesto a ir tras el jefe, piensas que va a detenerse cuando se trata del niño?

—Lárgate de mi propiedad. —Chaejin gruñó las palabras. Estaba enojado porque Byung Joo tuviera un punto válido. Si era cierto, que habían dañado la camioneta de Gun Woo porque el chico estaba con Chaejin, si ese fuera el caso, en este punto, Chaejin no tenía idea de quién era realmente el culpable.

Aún así, ¿Qué pasaría si la persona supiera que Gun Woo tenía un hijo? El pensamiento envió escalofríos, por su espina dorsal.

—Me voy, —Byung Joo dijo, mientras señalaba con un dedo a Chaejin, —pero piensa en lo que he dicho. Al menos aléjate, hasta que atrapemos al chico.

Chaejin estaba volviéndose loco, por golpear algo. Se dio la vuelta y cerró la puerta del patio.

El cristal se hizo añicos.

Chaejin gruñó, negó con la cabeza, y se fue arriba, para ayudar a los de la mudanza.

 

continuara...


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