Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

92. Plumas y Piel (06) por dayanstyle

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Jung Shin olía la cerveza en el aliento de Jong Hyun. De cerca, los ojos del tigre habían cambiado de marrón, a una extraña especie de marrón azulado. La llamarada, de color, era hermosamente cautivante.

Cuando Jong Hyun se rascó, la ligera barba en su rostro, Jung Shin vio una la botella de cerveza en la mano del hombre. Todo sobre el tigre gritaba peligro, sin embargo, Jung Shin se sintió atraído al depredador. Parecía del tipo de tomarse una milla, cuando se le ofrecía sólo una pulgada.

El chico exudaba confianza, pero era un tigre de poca confianza, una combinación peligrosa, si le preguntaban a Jung Shin.

- No pensé que fueras a presentarte. - Su voz lo hizo temblar con ganas. El instinto le dijo que corriera, pero permaneció inmóvil, tenía miedo de respirar, no digamos de moverse. Se sintió envuelto por la presencia de Jong Hyun, tragándolo todo. Jung Shin alejó su temor, regañándose por permitir que el shifter llegara a él. Era un gran ligón y le gustaba tomar el pelo, pero tenía la sensación de que burlarse de este tigre, sería perjudicial para su salud. Aún así, se obligó a no parecer afectado por la presencia del hombre.

- No sabía que ibas a estar aquí - sonrió Jung Shin.

- Si lo hubiera sabido, me habría quedado en casa.

- Vaya forma de herir los sentimientos de un hombre - Jong Hyun tomó un trago de cerveza, sus ojos se fijaron en Jung Shin.

No le importaba el hecho de que ambos habían sido invitados a la misma cena. Eso no significaba que tenían que tratar uno con el otro. Ahí había un montón de gente con quien mezclarse. El tigre podía ir a jugar con un ovillo de lana en el tráfico, por todo lo que le importaba.

 

 

 

- ¿Un tipo duro como tú?- Jung Shin dio un paso hacia la terraza.

- Dime que tus sentimientos no se dañan tan fácilmente.

Jong Hyun se apoyó un brazo en la barandilla. El movimiento hizo que su chamarra de cuero se moviera, mostrándole a Jung Shin el poderoso pecho, dentro de una apretada camisa.

Algo tenía que estar muy mal con Jung Shin. Incluso con el conocimiento de que Jong Hyun tenía algo que ver con esos extraños recuerdos, quería al chico, estaba atraído por él de la peor manera. Jong Hyun no sólo era de su tipo, sino que también destilaba sensualidad, sus penetrantes ojos prometían pecaminoso sexo.

Y Jung Shin estaba a cinco segundos de aceptar la silenciosa oferta. Necesitaba alejarse del chico.

- Bueno, fue agradable encontrarme contigo. ¡Esfúmate!

Se dio la vuelta y comenzó subir las escaleras, pero Jong Hyun lo agarró del brazo impidiéndole huir.

- ¿Cuál es la prisa?

La mano de Jong Hyun, en su piel, hizo que esta se le pusiera de gallina, en todo su cuerpo. Se mordió el labio inferior, mientras se decía a sí mismo, que el sexo no estaba en el menú.

Él estaba a cargo de sus hormonas, y un sólo toque de su compañero era lo suficiente para hacer que se fundiera en un charco de baba.

Se dijo eso, pero su cuerpo no lo estaba escuchando. Su pene se puso medio duro, mientras el pulgar de Jong Hyun se deslizaba hacia atrás y hacia adelante, sobre su brazo.

Mirando hacia la puerta del patio, vio a Jay y Ho Seok en la cocina riendo y hablando. Xiao estaba allí, abrazando a uno de sus hijos, mientras que Jong Bin mecía al otro niño en sus brazos.

 

Los hombres, sentados en la terraza de atrás, parecían estar pasando un buen momento, si sus sonrisas eran indicativo de algo.

Nadie se dio cuenta, del aumento de la tensión entre Jong Hyun y Jung Shin.

- Podríamos ser una parte de eso - La profunda voz de Jong Hyun lo trajo de vuelta a la realidad.

- Si eso es lo que realmente quieres.

¿Qué clase de pregunta era esa? ¿Quién no quería familia y amigos a su alrededor, disfrutando de la compañía de otros? Observar a todo el mundo, relacionarse entre si, le hizo extrañar a su propia familia, aún más. No los había visto en semanas y tenía que rectificar eso.

Pero hasta entonces…

- Entonces dime la verdad.         

No estaba seguro de por qué había susurrado, pero sentía como si el mundo se hubiera reducido a ellos dos. Contuvo la respiración, esperando que Jong Hyun le dijera lo que había pasado esa noche.

Jong Hyun lo liberó y dio un paso atrás. Jung Shin estaba empezando a creer, que algo horrible había sucedido. Tenía que ser. Si no fuera gran cosa, entonces Jong Hyun habría llenado los espacios en blanco.

- Creo que se supone que los compañeros, no deben mantener secretos uno del otro.

Jung Shin apretó los dientes, ante la obstinación del hombre. No le rogaría que le dijera. A partir de la expresión en los ojos marrón de Jong Hyun, no le contaría, no importando cuánto Jung Shin rogara y pidiera.

- No tengo idea, de lo que estás hablando.

- ¿En serio?- Jung Shin no podía creer el descaro de ese hombre.

- Creo que me hiciste algo horrible. Tengo sueños que me despiertan, dejándome sudando frío. Imágenes borrosas en mi mente que...

Apretó los labios y sacudió la cabeza. - No importa. Es obvio que no te importa, que sienta que me estoy volviendo loco.

La tensión era palpable, en la corta risa de Jung Shin.

- Ve y jódete.

- Lo he hecho, más veces de las que sabes.

¿Por qué estaba siendo tan críptico? Esa era la segunda vez, que el chico había dicho algo extraño y confuso. Jung Shin estaba sintiendo un dolor de cabeza, por hablar con Jong Hyun. - Si no tienes ni idea de lo que me pasó, entonces no necesitamos molestarnos el uno al otro, de nuevo.

Su aliento se quedó atrapado, cuando Jong Hyun se inclinó, sus labios a pulgadas del oído de Jung Shin.                         

- Podemos molestarnos entre sí, de formas más placenteras.

- Ya quisieras - Jung Shin se inclinó hacia atrás, lejos de la magnífica tentación. Odiaba el hecho de que Jong Hyun revolvía sus plumas.

- Utiliza tu propia maldita mano.

- ¿En ti?

El hombre era imposible. - ¿Vas a decirme?

- Nopi.

- Bien- dijo Jung Shin, dando un resoplido. - Mantén el secreto.

Espero que te ahogues en él.

 

Jung Shin, se precipitó escalera arriba furioso y entró en la casa, cerrando la puerta del patio, tras sí Jong Hyun maldijo entre dientes. No sabía de lo que Jung Shin estaba hablando, pero si admitía eso, sus posibilidades de proteger el cisne serían reducidas a cero.

 

 

Tal vez si hubiera jugado más, haciendo que Jung Shin creyera que sabía, el chico se quedaría cerca, queriendo respuestas.

Jong Hyun tenía que mantener su pasado enterrado, a toda costa. Incluso si eso significaba mentirle a su compañero. Infiernos, le había mentido a los hombres con los que vivió durante años. No, había mantenido su pasado en secreto, incluso antes de que se hubiera trasladado a Villa Kim.

Ni siquiera su primo, Yong Hwa, sabía la verdad.

- Ese, cisne esta encabronado- dijo Woo Shin, desde el porche.

- No me gustaría estar en tu lugar.      Si sólo el lobo supiera. Jong Hyun  se   encogió   de  hombros,  mientras   se unía   a los   hombres en la terraza. Cambió su vacía botella de cerveza, por una nueva antes de tomar asiento, inclinándose para que pudiera mantener un ojo en Jung Shin. Su compañero estaba en la cocina, hablando con Ho Seok, pero no dejaba de mirar hacia él, como si el tirón le impidiera ignorarlo de plano.

Tal vez no había perdido por completo la oportunidad de ganarse a Jung Shin.

- Cómo iba diciendo- dijo Taehyung, jalando la atención de Jong Hyun lejos del cisne.

- La contratación de ese detective, no le hizo a Chi Hoon ningún bien, por lo que ahora, ha recurrido a intimidar a la gente en la ciudad, para tratar de encontrar respuestas.

Jong Hyun no tenía idea de lo que el gemelo estaba hablando. Algunos de los hombres que se sentaban ahí, también parecían confundidos.

Taehyung se explayó.

 

- Cuando llegué, por primera vez a Dalton Falls, había un tipo llamado Sang il, que no sólo intimidaba a la ciudad sino también a Ho Seok. Para acortar la historia, Sang il fue tras Ho Seok, y terminé con la vida del hijo de puta. Chi Hoon es hermano de Sang il y está investigando la “desaparición” de su hermano.

- ¿Quién enterró el cuerpo?- Preguntó Woo Shin. El shifter lobo se inclinó hacia adelante, parecía cautivado por la historia. Lo que picó la curiosidad de Jong Hyun.

- Kyung Il y Chaejin. Woo Shin resopló.

- Entonces, no tienes nada de qué preocuparte. Ese cuerpo nunca será hallado. Kyung Il, probablemente se lo comió.

El shifter dragón probablemente lo había hecho. Jong Hyun había  conocido a la mayor parte de estos hombres toda su vida. Kyung Il había crecido en la casa Manchester, siempre pisoteando, casi nunca visto sin Yi Jeong a su lado. El niño tenía una vena salvaje  en él, pero también era tan mortal como su padre dragón.

- Me ofende esa observación- dijo Kyung Il, mientras daba un paso hacia el patio, un plato con una dieta equilibrada por un lado, el postre en la otra.

- No me comí a Sang il. Tenía miedo de que el cabrón, me diera indigestión.

- ¿No es esta la cuarta vez que te sirves? - Preguntó Woo Shin.

- Soy un chico grande - dijo Kyung Il, mientras dejaba sus platos en la mesa.

- Necesito un montón de carbohidratos.

Yi Jeong salió con la bebé Momo en sus brazos. Había cambiado a humana y Jong Hyun juró que era la bebé más bonita que jamás había visto. Tenía la cabeza llena de cabello rubio, como el de Yi Jeong, pero tenía los ojos lila de Kyung Il. Volvió su cabeza y se quedó mirando a los hombres, fascinada.

 

- Y vas a ser un hombre aún más grande, si continuas comiendo así - dijo Yi Jeong. - Pronto voy a tener que rodarte por las escaleras.

Kyung Il se levantó y se flexionó, ganando abucheos y silbidos de algunos de los chicos, mientras que otros se reían.

- Todo musculo, hjertet mitt drage.

Yi Jeong rodó los ojos, pero Jong Hyun vio el amor en ellos. Miró hacia la cocina, para ver a Jung Shin observándolo. Le guiñó un ojo, lo cual hizo ruborizar al cisne, antes de que apartara la mirada.

Jong Hyun empezó a sonreír, cuando la mirada de Jung Shin vagó de nuevo derecho a él. Se miraron el uno al otro, por un largo tiempo, antes de que Ho Seok le dijera algo a Jung Shin, haciendo que su compañero apartara la mirada.

- Ho Seok y Xiao prepararán la habitación de invitados para ti.

Le tomó un segundo darse cuenta, de que Yi Jeong había estado hablando con él.

Jong Hyun asintió. - Gracias.

Yi Jeong se inclinó y dijo: - No te rindas. Jung Shin recuperará la sensatez. Eres un gran partido, Jong Hyun. Él se va a dar cuenta de eso.

Si Yi Jeong sólo supiera, que él era lo peor que podía pasarle al cisne. Si Jung Shin recuperará el sentido, correría tan lejos y tan rápido como pudiera.

Encontrar a su compañero, había complicado las cosas. Jong Hyun había vivido fuera de la red, desde que podía recordar. Sus cuentas estaban a nombre de Cory.

No poseía ninguna tarjeta de crédito, y Doo Joon le había pagado debajo de la mesa, desde el primer día.

 

Ni siquiera tenía una licencia de conducir. Jodidas gracias, nunca lo habían detenido. Su camión había sido pagado en efectivo, registrado bajo un alias y mantuvo todo su dinero y documentos importantes, en una caja con seguro que guardó bajo una tabla del suelo, debajo de la cama.

Si alguien trataba de buscar su nombre, no encontrarían nada. Nada. Se había asegurado de ello.

Le había enseñado el mejor y había sido un fantasma, durante los últimos doscientos años. Con toda honestidad, se sorprendía de que había podido ser invisible durante todo este tiempo.

Pero tenía la sensación, de que su suerte se había terminado. Una vez más, la búsqueda de su compañero complicaba las cosas. Más de lo que quería admitir.

- Tierra a Jong Hyun- Yi Jeong agitó una mano, delante de su rostro.

- ¿Qué? - Jong Hyun parpadeó y miró al humano.          

Yi Jeong sonrió.

- Chico, cuando entras en la zona, lo haces  profundamente

- Jong Hyun miró hacia la cocina, pero Jung Shin no estaba a la vista.

Jung Shin no pudo aguantar más. Mientras más tiempo pasaba, la tentación de ir a la terraza trasera aumentaba. Odiaba el hecho, de que hubiera ido con Jong Bin. No traer su propio coche lo dejó con una de dos opciones, ya sea quedarse o caminar hasta su casa.

Eligió caminar. No vivía cerca de los Lee, pero ya antes había caminado mayores distancias. Nunca había caminado dentro de la oscuridad, y las sombras a su alrededor eran un poco desconcertantes.

 

A su juicio, era un hombre valiente cuando tenía su Taser con él, pero la había dejado en su coche. Jung Shin no había esperado que Jong Bin lo obligara a ir a la cena y no pudo agarrarlo antes de que lo secuestrara y lo acarreara a casa del alfa

Sacando su teléfono celular, Jung Shin marcó a su madre. Ella era noctámbula y estaría despierta hasta tarde.

- Hola, extraño - le dijo cuándo contestó.

- Por un segundo, pensé que te habías olvidado de que tenías una madre.

Jung Shin hizo una mueca, por la reprimenda. Amaba mucho a su familia mucho y odiaba escuchar la decepción en su voz.

- Lo siento, he estado muy ocupado.

En realidad no, pero había momentos en los que no se sentía como para tratar con ellos. Su familia podía agotar sus nervios.

- ¿Demasiado  ocupado  para  decir  hola?  Podrías  haber

enviado al menos un texto, diciéndome que todavía vivías.

- Estoy vivo- dijo en un tono burbujeante, aunque no se sentía ni un poco feliz. No cuando su vida se había convertido en un complicado lío.

- Sólo llamaba para ver como están todos.

Lee Yezi amaba los chismes. Como su tío Park Hyung Seok había dicho una vez, no podía retener ni el agua, lo que significaba que no podía mantener un secreto, ni para salvar su vida. Esa fue una de las razones por las que no le había dicho acerca del lío en el que estaba. Preguntar acerca de la familia, parecía calmarle los ánimos. También le impedía preguntar sobre su vida.

- Tú tía Linzy  nos presentó a su quinto novio, en los últimos dos meses. Juro que esa mujer cambia de hombre tan rápido, que no puedo seguirle el ritmo.

 

Jung Shin no estaba escuchándola, pero oír la voz de su madre lo ayudaba a calmar sus nervios, mientras caminaba a casa. Sí, él era un hombre adulto y todavía necesitaba que su madre le diera consuelo. Demándenlo.

Disminuyó la velocidad, cuando oyó crujir las hojas. Jung Shin miró alrededor, al campo de maíz segado, pero no vio a nadie.

Es sólo tú imaginación. Deja de ser un cobarde.

Esperaba que su voz interna, estuviera en lo cierto. Estar en un camino vecinal desierto, era francamente espeluznante.

Tal vez, debería haberle insistido a Jong Bin de que lo llevara hasta su vehículo, él había sido el que lo forzó a ir con los Lee, en primer lugar. No le habría permitido irse temprano.

Cuando no escuchó la charla de su madre, Jung Shin alejó el  teléfono,   para    ver  que  se había cortado.   Terriblemente espeluznante. Ahora estaba aquí, afuera, en una granja  rural sin ninguna forma de pedir ayuda, si un animal salvaje lo   atacaba.

Empujando su teléfono, en el bolsillo de atrás, Jung Shin apresuró el paso. Casi había llegado hasta el final de Webster Road, cuando unos faros iluminaron la oscuridad. Se dio la vuelta, para ver un vehículo que venía detrás de él. El camión llegó rodando lentamente, y Jung Shin gimió, cuando vio a Jong Hyun detrás del volante.

- ¿Acechando mucho?

A través de la ventana abierta, Jung Shin vio que Jong Hyun estaba enojado. Sus labios se adelgazaron y sus cejas se juntaron

- Entra.

- No - Jung Shin comenzó a caminar de nuevo. Oyó el golpe de la puerta, de la camioneta, al cerrarse y sabía que Jong Hyun había salido.

 

Caminó más rápido, aunque sabía que las probabilidades de dejar atrás a su compañero, no estaban a su favor.

- Aquí, no es seguro para ti.

- ¿Por qué? - Preguntó Jung Shin, mientras rodeaba a Jong Hyun.

- Pretendes que nada está mal, pero ahora estás aquí, actuando como si mi vida estuviera en peligro.

- Cuanto menos sepas, mejor.

- ¿Ves? Eso es exactamente de lo que estoy hablando. Quieres que confíe en ti, pero no cedes ni un ápice. No voy a meterme en un camión, con alguien que no me dice nada.

Además, no sé nada de ti. El hecho de que el destino nos ha juntado, no significa que no tienes intenciones de matarme

Los puños de Jong Hyun se cerraron a los costados, y Jung Shin vio como los nudillos se volvían blancos.

- No soy el malo de la película.           

Lanzando sus manos al aire, Jung Shin le dio a Jong Hyun una mirada exasperada.

- ¡Quieres que te crea, pero sin embargo, no me vas a decir nada! Ni siquiera sé tú apellido. No sé absolutamente nada acerca de ti.

La paciencia de Jung Shin se estaba agotando, pero no hizo alarde de continuar con su paseo solitario. Cuanto más tiempo se quedaba allí, más juraba que las sombras se movían. Jong Hyun podría no ser su apuesta más segura, pero prefería arriesgarse con el tigre, que con la oscuridad.

- ¿Y piensas que llegar a conocerme mejor, me ayudará a protegerte? - preguntó Jong Hyun.

- ¿Protegerme de qué? Por lo que sé, tú eres el único psicópata, aquí afuera.

 

Jung Shin estaba cansado del juego de las veinte preguntas, especialmente porque Jong Hyun no le daría una respuesta directa. Nunca nadie lo había frustrado tan mal antes. Quería envolver sus manos alrededor del cuello del hombre y estrangularlo.

- No soy un maldito psicópata - alegó Jong Hyun.

- La mayoría de la gente loca niega que lo están- señaló Jung Shin.

- ¿Psicópata? ¿Sociópata? ¿Tendencias homicidas? ¿Alguna vez has torturado gatitos, por diversión? Quiero decir, un chico tiene que saber estas cosas por adelantado.

Sabía que estaba forzando su suerte, cuando la mandíbula de Jong Hyun se tensó nuevamente.

A Jung Shin no le importaba. Dado que Jong Hyun, no le decía nada,  él iba a adivinar quién era el tipo. Por la mirada salvaje en los ojos de Jong Hyun, muy encabronado era una apuesta segura.

- Voy a torturar a un cisne, en un segundo.

Jung Shin estaba más allá de frustrado y listo para morder al bastardo. - Ese declaración no me hace amarte. Sólo solidifica mi teoría de que eres un hombre muy peligroso.

Los ojos oscuros se estrecharon. - No tienes ni idea.

- ¿Vuelves a ser críptico?- Preguntó Jung Shin.

- Lo siento, realmente nunca he aprendido a decodificar la locura.

- ¡Maldita sea! - Jong Hyun dio un puñetazo en el capó de su camioneta, dejando una abolladura. Jung Shin dio unos pasos hacia atrás y casi cayó en una zanja. Mantuvo el equilibrio y se irguió. Estaba de espalda al camino, en la oscuridad, discutiendo con un shifter tigre. ¿Tenía deseos de morir?

Jung Shin se negó a ser intimidado, incluso si Jong Hyun lo hacía. Él podría ser una criatura dócil, pero eso no significaba que permitiría que el tigre lo intimidara.

 

- Para un tipo que quiere convencerme de que estoy seguro con él, eres muy agresivo.

Jong Hyun cruzó los brazos sobre el pecho.

- Y para un hombre que parece muy inteligente, no lo estás pareciendo.

Jung Shin ladeó la cabeza. - Creo que sólo me alabaste e insultaste en la misma frase.

- Creo que tenemos que salir de este camino. Jung Shin miró a su alrededor. - ¿Por qué?

- Haces muchas preguntas.

- Y no has contestado ninguna.

Era como perseguir su cola. - No voy a ninguna parte  contigo, hasta que empieces a responder a algunas de las preguntas.   

Una de las cejas rubias, de Jong Hyun, se arqueó.

- ¿Incluso si tu vida dependiera de confiar en mí?

- ¿De verdad? - Preguntó Jung Shin. ¿El chico en serio estaba tratando de atraerlo con una falsa sensación de seguridad? Jong Hyun miró a su alrededor, haciendo que él hiciera lo mismo.

¿Qué estaba el tigre buscando?

- ¿Qué no me estás diciendo?

- Que eres excepcionalmente guapo.

Había una chispa de diversión en los ojos de Jong Hyun. El tigre de verdad estaba loco. Había pasado de agresivo a juguetón, en menos de un segundo.

Jung Shin no le creía. - Coquetear, no logrará que salgas de esto.

Encogió los hombros. - Es la verdad.

 

El tipo parecía tan serio, que Jung Shin quería creerle. No confiaba en Jong Hyun, no cuando el hombre no había sido honesto.

- Normalmente, la adulación te llevaría a la segunda base, pero tengo una regla en contra de estar involucrado con hombres locos.

No importaba lo guapos estaban aquellos hombres locos.

La ira cruzó por el rostro del hombre. - Los días de invitar a los hombres a tu hogar, han terminado.

Jung Shin utilizó el humor, para aplacar la ira de Jong Hyun. No quería estar a solas con un tigre cabreado.

- Discreto, peligroso y exigente. Sigue así y podría enamorarme.

Como si supiera lo que estaba haciendo, Jong Hyun siguió el juego.            

- Coqueto, guapo y con una lengua afilada. Creo que lo tengo.

Una sonrisa amenazaba con extenderse. - Mentiroso.

- ¿Cómo sabes que estoy mintiendo?- Preguntó Jong Hyun.

- ¿Lo estabas?

- Tenemos que salir de este camino.

Jong Hyun miró a su alrededor, otra vez, y Jung Shin quería golpearlo. Ya era bastante malo, que se hubiera dejado intimidar por el hombre, pero Jong Hyun no tenía necesidad de seguir haciendo pasar la situación como si fuera de mal agüero. Incluso si lo parecía. Jung Shin no estaba seguro de nada. Tal vez había una verdadera amenaza, por ahí. No lo sabía, ya que Jong Hyun se negó a dar detalles de cualquier cosa.

Mirando por encima de la altura de Jong Hyun, Jung Shin no estaba seguro de qué hacer.

 

- Todavía creo que estás tratando de meterme en tu camión, para que puedas hacerme alguna cosa horrible.

- Si te quisiera muerto, ya lo estarías.

Algo extraño pasó tras los ojos de Jong Hyun. Lo miró, como si estuviera dolido, antes de que enmascarara rápidamente la expresión.

La mirada, hizo Jung Shin sólo asumiera lo peor.

- ¿Qué tan mala fue esa noche?

- ¿Qué tengo que hacer, para convencerte de que no soy el chico malo?

- Dime la verdad. - ¿Qué más sencillo podría ser, y cuantas veces tendría que repetirlo, antes de que Jong Hyun le contara?

Jong Hyun parecía tan nervioso, como se sentía Jung Shin. - Además de eso.

- Dame tu arma.                  

- ¿Qué arma?

Jung Shin no era un idiota. Tenía un tío, que se rumoreaba que estaba conectado con la mafia. Él sabía cuándo alguien llevaba una, y Jong Hyun la estaba llevando. La había escondido bien, pero la había visto.

- La que se esconde bajo tu cuero.

Jong Hyun lo estudió, por lo que se sintió como una eternidad. Jung Shin vio al hombre, luchando para tomar una decisión. Si Jong Hyun entregaba su arma, podría confiar en el hombre. Por otra parte, podría ser una táctica para ganárselo. Era una situación verdaderamente jodida, cuando ni siquiera podías confiar en tu propio compañero.

Jong Hyun metió su mano en su chaqueta, y el corazón de Jung Shin comenzó a golpear como un loco. ¿Y si el tipo sacaba la pistola y le disparaba?

 

Jong Hyun sacó una pistola, que era completamente negra y parecía ruda. - ¿Alguna vez has sostenido una antes?

- No- Pero Jung Shin moría por hacerlo. La emoción y el miedo lo llenaron, cuando sus manos empezaron a sudar. ¿Su compañero realmente le dejaría sostenerla?

Mejor   aún,   ¿sería   Jong Hyun  capaz de  dejarle  disparar?

Probablemente no.

Jong Hyun maldijo, antes de entregarle el arma. - Ten cuidado.

- Pesada - Jung Shin le dio la vuelta en su mano. Se sentía como un verdadero chico malo, con el arma en su mano. Sonrió y apuntó al pecho de Jong Hyun.

- Dame todo tu dinero, vago.

No iba a dispararle al tipo, pero se sentía envalentonado, y se le había subido a la cabeza.

Jong Hyun se quedó completamente inmóvil. Cuando habló, sus   labios apenas se movieron, pero la ira era palpable en su voz y ardía vivamente en sus ojos.

- Tienes cinco segundos para bajar el arma, o voy a hacer que te arrepientas de haberme apuntado con la maldita cosa.

- ¿Y si no lo hago?- La adrenalina no había desaparecido aún, convirtiendo a Jung Shin en un verdadero idiota.

- Entrega tu cartera, nadie tiene que salir lastimado.

- No está cargada - Jong Hyun dijo tan casualmente, que casi le cree.

Agitó la pistola hacía él. - No tendrías una pistola vacía.

Jong Hyun envolvió su brazo, alrededor de la garganta de Jung Shin y lo desarmó con un movimiento fluido. Sus labios se presionaron al oído de Jung Shin, cuando le gruñó las palabras.

- Si alguna vez me apuntas con un arma, otra vez, es mejor que descargues a esa hija de puta en mí. ¿Entendido?

 

 Jung Shin asintió rápidamente, con el corazón en la garganta. Su compañero apuntó el arma, hacia su camioneta.

 

- Ahora entra en mi maldito camión, antes de que olvide que eres mi compañero y te enseñe una jodida lección.

- No tienes por qué hablarme de esa forma - dijo Jung Shin, mientras se zafaba del agarre de Jong Hyun. Hablando de un niño caprichoso. Jung Shin estaba molesto, porque Jong Hyun le había quitado el arma. Que le había hecho sentir un poco más seguro, y ahora se sentía terriblemente vulnerable, de nuevo. No sabía cómo usar un arma, ¿qué tan difícil podría ser? Apuntar y apretar el gatillo. Juego de niños.

Jong Hyun gruñó.

Fue tan impresionante, como podría ser, pero Jung Shin estaba demasiado enfurruñado para atender ese detalle. Quería que le regresara el arma.

Entrecerró los ojos. - No tienes que enseñar tus colmillos, todo el tiempo.

Jong Hyun alzo sus brazos. - ¿Entonces, qué puedo hacer?

- Dime la verdad.

- Eres insistente- Jong Hyun jaló, para abrir la puerta del acompañante y esperó a que Jung Shin subiera al interior.

- Una de mis mejores cualidades- Jung Shin dijo, mientras miraba al interior de la camioneta y se preguntó si realmente iba a ir con Jong Hyun. Parecía que no tenía elección. Jong Hyun no le estaba dando una.

Jong Hyun cerró la puerta, una vez que Jung Shin se había instalado en el interior. El tigre se metió en el lado del conductor, antes de sacar el camión de nuevo a la carretera, yendo a quien sabe donde.

- Si eso es una de tus buenas cualidades, odiaría ver las malas - dijo Jong Hyun, cuando regresaron a la carretera.

 

 

- La noche aún es joven - Jung Shin se quejó, mientras cruzaba sus brazos y se quedó mirando por la ventana. Empezó a creer que el destino lo tenía verdaderamente jodido. No existían los finales felices, y el que pensara lo contrario, era un completo pendejo.

 

- Huyó de aquí, a toda prisa - Taehyung se puso de pie, en la terraza trasera cerveza en mano, mientras miraba al lago en el otro lado estacionamiento de grava.

Kyung Il se encogió de hombros.

- He conocido a Jong Hyun, toda mi vida. Es un buen tipo. Jung Shin y él, simplemente están teniendo un difícil comienzo.

- No, creo que hay algo más que eso.

Taehyung lo sentía en las tripas, y había aprendido, hace  mucho tiempo, a escuchar a su intestino.

Algo más estaba ocurriendo, y tenía la intención de descubrirlo, sobre todo, si el tigre decidió hacer de Dalton Falls su hogar.

- Quiero que mantengas un ojo en el cisne.

- ¿Hasta?

Taehyung se giró y miró a su beta, antes de comenzar a alejarse.

- Hasta que descubra lo que realmente está pasando.

 

continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).