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Tulpa por carina_mew12

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Notas del fanfic:

MY HERO ACADEMIA Y TODOS SUS PERSONAJES PERTENECEN A KOHEI HORIKOSHI.

ESTE FANFIC FUE ESCRITO CON EL ÚNICO PROPÓSITO DE ENTRETENER

DE FAN PARA FANS

Notas del capitulo:

Hola a todos!! Es mi primera vez escribiendo para este fandom, tenía la idea de esta historia guardada desde hace mucho y no sabía bien cómo traerla sobre todo porque de BnHA sólo veo el anime y no el manga; quizá algo de lo que escriba salga del canon de la historia, pero aun así espero que les guste

Tulpa

 

1. Parásito

Las pasantías eran una mierda. Bakugo Katsuki apenas llevaba un par de días en la agencia del héroe Best Jeanist y ya odiaba todo respecto a ésta; odiaba los horarios, odiaba la forma ridícula en cómo le obligaban a vestirse y peinarse, odiaba la forma en que debía comportarse, odiaba a su mentor tanto o más de lo que él lo despreciaba, pero lo que más detestaba era patrullar la ciudad porque, más que salvaguardar la seguridad, parecían estar en una pasarela.

A donde quiera que iban, los niños se arremolinaban a su alrededor pidiendo autógrafos y las chicas no dejaban de suspirar al ver al galante héroe Best Jeanist, quien siempre tenía tiempo para todos ellos; se le estaba agotando la vida y la paciencia cada vez que el mayor se detenía a complacer a sus fans.

- ¡¿Podrías dejar de hacer eso?!- las explosiones chispeaban en las palmas de sus manos mientras levantaba sus puños con furia hacia su mentor, pues llevaban más de diez minutos con un grupo de estudiantes- ¡Deberíamos estar patrullando!- toda la ira que acumulaba fue suficiente para alborotar su perfecto peinado, volviendo sus mechones rubios a su estado original

- Te lo he dicho antes, Bakugo. El trabajo de un héroe no es sólo “luchar con los villanos”, la imagen es importante- tras firmar otro autógrafo, Best Jeanist le regaló un gesto amable a una de sus admiradoras y siguió en lo suyo- Si no tienes una imagen positiva, las personas a tu alrededor no se sentirán a salvo

- ¡A la mierda la imagen!- Bakugo no tuvo otra opción que cruzarse de brazos y chistar la lengua mientras esperaba a que el mayor terminara su circo. Para su suerte, eso fue más pronto de lo que esperó.

- Andando- tras recibir una llamada, el héroe se despidió con un ademán de sus admiradores y comenzó a caminar de prisa por la calle, por lo que el joven candidato a héroe no tardó en seguirle

- ¿Qué bicho te picó ahora?- el mayor sólo levantó su teléfono celular para que leyera el remitente de la última llamada: “Detective Tsukauchi”

******************************

Llegaron en auto a la Estación de Policía de la ciudad. Una de las secretarias los recibió y escoltó a la oficina del detective Tsukauchi, quien ya les estaba esperando. Con un ademán, el oficial les invitó a tomar asiento frente a su escritorio para comenzar con la conversación

- ¿Crees que sea correcto que un estudiante esté aquí?- fue lo primero que el detective preguntó, y como era de esperar, Bakugo gruñó en protesta, pero el héroe volvió a serenarlo con un ademán

- Es un aspirante a héroe y yo soy su mentor. Enseñarle cada proceso es mi deber, y la investigación también es parte de ser un héroe- vio cómo el detective asentía y se desabrochaba un par de los botones superiores de su camisa; a simple vista podía notarse lo tenso que estaba- Dijiste que necesitabas ayuda con algo

- Hace un par de días recibimos una llamada de emergencia, encontraron el cuerpo de un hombre en su departamento, un asesinato. Ya hemos identificado a la víctima, pero no sabemos nada sobre la persona que cometió el crimen, salvo una cosa- el detective le entregó una carpeta al héroe, quien enseguida la abrió; era el expediente de la víctima. Nombre, dirección, empleo, familia, quirk; todo se encontraba ahí, incluso las fotografías de su asesinato. Bakugo quiso asomarse, pero el mayor no lo dejó- Su cuerpo fue encontrado en el sofá con veintitrés puñaladas por todo su cuerpo, la mayoría concentradas en el pecho y cuello. Si bien parecen heridas hechas por un cuchillo, los cortes estaban más abiertos; sospechamos que usó otro tipo de arma punzocortante pero no logramos encontrarla en el departamento

- Quizá el arma fue abandonada en los alrededores…- después de chequear la imagen del cuerpo, Beast Jeanist siguió con otras fotografías anexas al archivo sin poder ocultar su sorpresa

- Ya lo has visto, ¿Cierto? No encontramos huellas dactilares en ninguna parte y tampoco ADN que no pertenezca a la víctima. Las puertas y ventanas no muestran forcejeo alguno, probablemente el atacante era un conocido. La única pista que tenemos son esos charcos negros- curioso, el rubio estiró el cuello, logrando ver la esquina de una de las fotografías; nunca en su vida había visto la escena de un crimen, por lo que su primera impresión lo dejó en shock; heridas abiertas mostrando carne palpitante y sangre por doquier, además de unas manchas negras que no logró reconocer- Esa cosa estaba por todas partes, incluso bajo las uñas de la víctima- el detective abrió uno de los cajones, sacando una bolsa de plástico perfectamente sellada que contenía un pequeño tubo de cristal, el cual resguardaba una sustancia negra y viscosa- En el laboratorio tampoco pudieron determinar qué era

- ¿Una sustancia desconocida?- Beast Jeanist tomó la muestra de las manos del oficial, analizándola a contraluz; no se parecía a nada que hubiese visto antes- Podría ser cualquier cosa

- Es por eso que te llamé. Quizá estamos ante un crimen cometido con un tipo de quirk que aún no conocemos

- ¡Detective Tsukauchi!- uno de los policías de la estación interrumpió su reunión, abriendo la puerta de la oficina de golpe- ¡Encontraron otra víctima!

- Vamos- el detective miró al héroe frente a él, quien solamente asintió y se levantó de su asiento junto a su estudiante.

Se dirigieron a la escena del crimen en el auto de Beast Jeanist; los mayores iban adelante, siendo el héroe quien manejaba, y Bakugo estaba sentado en la parte trasera. Después de unos veinte minutos llegaron a uno de los grandes departamentos en el área limítrofe de la ciudad; ya había algunos otros policías custodiando la escena del crimen, la cual ya estaba debidamente delimitada con la típica cinta amarilla.

Bakugo estaba por salir cuando un click se escuchó y las ventanas subieron automáticamente.

- Bakugo, quizás debas quedarte en el auto- el héroe le miró a través del retrovisor

- No me jodas anciano, yo voy con ustedes- no podía sentirse más ofendido; su mentor que hace algunos momentos le había dicho que le enseñaría todo el proceso de investigación de un crimen le estaba impidiendo su participación así sin más- Soy un héroe también y…

- Déjame modificar la oración, Bakugo- le cortó el mayor- Vas a quedarte en el auto. Esto es una escena del crimen, no un parque de juegos

- Aun eres joven para este caso- intentó persuadirle el detective- No queremos exponerte a un peligro innecesariamente. Si te hace sentir mejor, Beast Jeanist te contará los detalles del caso en cuanto los tenga, ¿Te parece bien?-  el héroe sólo asintió, dándole la razón- ¡Entonces todo arreglado!

- Tks- el joven héroe sólo se cruzó de brazos y se tiró contra los asientos, pateando con furia el asiento delantero donde estaba el héroe.

El detective Tsukauchi salió junto con Beast Jeanist, no sin antes terminar de ponerle el seguro a todas las puertas para asegurarse que el chico no saliera. Y Bakugo se quedó ahí, esperando mientras ellos iban a investigar.

Maldito Beast Jeanist. Odiaba que lo menospreciara sólo por ser joven, incluso había puesto el seguro para niños en las puertas como para burlarse de él. Era como un maldito animal enjaulado, y cuanto más tiempo pasaba ahí, su desesperación crecía. Comenzó a maldecir y rechinar los dientes mientras pateaba los asientos, haciendo que el auto se meciera de un lado a otro…al menos podía haberle dejado la radio encendida para matar el tiempo.

Al demonio, tenía al menos derecho a escuchar algo mientras esperaba, así que se levantó y estiró los brazos para encender la radio… lo cual no funcionó.

- ¡¡Carajo!!- debió saberlo, no encendería si la batería no estaba encendida. Quizá podía encenderla si movía algunos cables. Estaba por colarse entre los asientos de enfrente para acceder el cableado del auto cuando vio, a través del retrovisor, una mancha negra trepar por encima de la parte trasera del auto.

Era una masa negra que se movía con lentitud, como ondas sobre una superficie líquida. Bakugo se giró por completo para seguir su camino; después de brincar el auto, siguió serpenteando por el suelo hasta el edificio que estaba justo en la parte de enfrente, donde una persona ya le estaba esperando. A pesar de estar relativamente cerca de él, por alguna inexplicable razón, no lograba distinguir su rostro, ni sus rasgos físicos, ni su expresión o siquiera su género; era como si una especie de neblina densa y oscura estuviera frente a esa persona, y mientras más se esforzaba, la figura se volvía más difusa.

Aquella cosa viscosa se puso a sus pies, y simulando su figura, se convirtió en la sombra de esa persona. Y justo en ese momento, Bakugo le vio levantar la cabeza; ¡Lo habían descubierto! El sujeto sólo se dio media vuelta y corrió, dejando detrás una estela oscura que no tardó en seguirle el paso.  

- ¡Oigan!- Bakugo golpeaba la puerta y gritaba para llamar la atención de los oficiales que custodiaban el departamento, pero nadie parecía escucharlo- ¡Oigan, maldita sea! ¡Ese tipo! ¡Ese tipo es completamente sospechoso! ¡¿Acaso están ciegos o qué?! ¡Maldición!- si no hacía algo el sujeto escaparía, llevándose consigo el secreto de su quirk.

Bakugo hizo volar la puerta con una explosión. No había tiempo para avisar a alguien, ya le perseguirían cuando notaran que acababa de irse y había hecho volar el auto; por ahora la prioridad era atrapar al sospechoso. Con sus explosiones, se impulsó en el aire para ganar velocidad y avanzó por el camino que había tomado aquel tipo. Su persecución fue más sencilla gracias a las pisadas en el suelo; estaban marcadas por una espesa brea negra, la misma que el detective Tsukauchi les había mostrado en la estación de policía y suponía que era la misma sustancia que componía a la criatura que pertenecía al sospechoso.

Lo acorraló en un callejón en cuestión de minutos. Seguía siendo una figura distorsionada, pero Bakugo estaba seguro de poder atraparlo… o al menos eso creyó hasta que notó que el tipo no tenía sombra debajo de sus pies…

Con la vista aun en el suelo, vio cómo su propia sombra se transformaba en un monstruo que saltó del suelo hacia él, emitiendo un grito que retumbó en sus oídos hasta hacerlos sangrar y envolviéndole en una oscuridad de la que le fue imposible salir…

********************

- ¡Bakugo! ¡Oi, Bakugo!- sintió unos ligeros golpes en su rostro, haciéndole espabilar y abrir los ojos. Al principio todo era borroso, pero después de parpadear algunas cuantas veces logró enfocar la vista; estaba dentro de una ambulancia en movimiento, una enfermera chequeaba sus signos vitales mientras Beast Jeans le tomaba del mentón, al parecer había sido él quien le acababa de despertar- Al fin despiertas, muchacho. Creí que te perdíamos

- Tks, no soy tan débil- intentó levantarse de la camilla, mas parecía que sus fuerzas habían sido absorbidas, apenas y pudo acomodarse un poco- ¿Encontraron al villano?

- Lo único que encontramos fue la puerta de mi auto destrozada por un chico imprudente cuya única indicación era quedarse quieto, y no lo hizo- ese muchacho era un verdadero problema. Comenzaba a creer que intentar reformarlo fue la peor idea que se le pudo ocurrir- ¿Qué ocurrió Bakugo? Eres un alumno prodigio de la UA, quizá no tengas la mejor personalidad para ser un héroe, pero eres bastante inteligente

- Había alguien ahí- trató de relajarse, o mejor dicho, no tuvo otra opción; el sólo hecho de respirar le hacía doler los pulmones- Estaba cerca de la escena del crimen, lucía bastante sospechoso, por lo que me escapé para seguirlo. Tenía un quirk extraño… algo parecía cubrirlo porque jamás pude verlo con claridad; además estaba esa cosa que le seguía como un perro faldero. Era una criatura extraña, actuaba como su sombra pero tenía voluntad propia. Me atacó por sorpresa y después no sé… qué ocurrió…

- Te encontramos en el suelo de un callejón a unas ocho cuadras. Había un par de huellas marcadas en negro, era la misma sustancia de muestra que  tiene el detective Tsukauchi, pero nada más- el héroe ladeó la cabeza de su aprendiz de un lado a otro, como buscando algo sobre su rostro, y después lo soltó- Iremos al hospital, y en cuanto nos aseguren que estás bien, te llevaré a casa.

Después de eso, permanecieron en silencio  hasta llegar al hospital. Los médicos disponibles le revisaron y le realizaron algunos estudios de rutina sin encontrar anomalía en el joven Bakugo Katsuki, por lo que le dieron de alta esa misma tarde y, como lo prometió, Beast Jeanist le llevó a casa. En el transcurso el mayor le hizo una serie de preguntas sobre lo sucedido, tomando nota mental de todos los detalles del incidente.

- No se preocupe, yo personalmente vigilaré que mi estúpido hijo no se meta en problemas- Mitsuki sonreía cálidamente mientras decía eso, pero al mismo tiempo le propinó un par de buenos golpes en la espalda a su hijo, haciéndole trastabillar- Gracias por traerlo a casa

- No tiene por qué agradecer, es mi responsabilidad- su mentor los miró una última vez antes de inclinar un poco la cabeza en señal de disculpa y despedida- Si ocurre cualquier cosa no dude en llamarme. Que tengan buenas noches

- Muchas gracias por cuidar de Katsuki, ¡Tú también agradece mocoso!- su madre le dio otro buen golpe, obligándole a inclinarse ante su mentor. Ante los regaños de ella, el joven héroe no hacía más que temblar de impotencia. Beast Jeanist sólo respondió con un ademán y se marchó- Vamos adentro Katsuki, ya has tenido suficiente por hoy

- ¡No me digas qué hacer, anciana!- recibió otro golpe, esta vez con más fuerza que los anteriores

- ¡No llames anciana a tu madre! ¡Ahora ve a tu habitación, te llamaré en cuanto esté la cena! - empujó a su hijo hacia el interior de la casa y cerró la puerta- Te haré tu platillo favorito, ¿De acuerdo? Por ahora, sólo intenta relajarte- la última frase lo dijo en un tono de voz más suave, algo muy impropio de ella- Seguramente tuviste miedo…

- ¡¡Yo no…!!- antes de poder reclamar algo más, recibió otro golpe en su cabeza

- ¡No seas tan necio!- Mitsuki volvió a levantar su mano, aunque esta vez sólo despeinó todavía más el cabello de su hijo- Está bien tener miedo a veces, Katsuki, incluso si eres un héroe. Sube a tu habitación y descansa un poco, tu madre va a consentirte esta noche con una rica cena

A regañadientes, Bakugo subió las escaleras y se encerró en su habitación, dando un portazo al cerrar la puerta. Una vez estuvo fuera de la fisgona mirada de su madre, cayó de rodillas al suelo, estaba completamente exhausto. Pare él no había mayor humillación que haber sido derrotado, y estaba claro que en la pelea con ese villano había perdido kilométricamente. El sólo recordar su patética persecución le daba náuseas.

No, no era eso. En verdad iba a vomitar.

Se cubrió la boca e intentó retenerlo pero fue en vano; las arcadas eran muy intensas y el líquido se acumuló en su boca hasta que ya no pudo frenarlo más… todo aquello se dispersó por el suelo, sin embargo, no eran restos de su almuerzo sino algo más nauseabundo; un líquido negro escurría entre sus dedos, formando un charco que fue creciendo a una velocidad irreal… y eso no fue lo peor. Aquel charco oscuro se arrastró por el suelo y se levantó a más de un metro, moldeándose en una figura humana que se erguía presuntuosa ante él.

- Maldito…- no tenía fuerzas, y aun así estaba dispuesto a pelear. El rubio extendió la palma de sus manos; terminaría todo con una gran explosión. Se apoyó sobre sus piernas para tomar impulso y se abalanzó contra esa cosa, ya con las chispas en sus manos. Sin embargo, a unos cuantos centímetros de su objetivo, se detuvo de pronto. Sus ojos no daban crédito a lo que veía, haciéndole enfadar más- Tú… ¡¿Por qué carajo tienes esa cara?!

- Es la cara que más te gusta- su sonrisa burlona era irritante, pero lo que en realidad le dio escalofrío fue el timbre de su voz- ¿No es así, Kacchan?

Continuará…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado este primer capítulo; ya saben que todas sus opiniones, quejas, dudas y sugerencias son bienvenidas uwu

y si ustedes quieren, nos vemos en el siguiente capítulo!!


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