Tony observa a sus hijos correr en el patio trasero con una enorme sonrisa en el rostro, Harley y Peter pronto regresarían a la universidad y los jóvenes parecían dispuestos a disfrutar cada instante que les quedaba.
-¡Corre Magoona!- gritó Peter “huyendo” de Harley quien fingía ser un monstruo enorme persiguiendo a la niña de cinco años
-¡Ahhh! ¡Papi sálvame!- gritó la niña corriendo en su dirección
-Muy bien, ven aquí- dijo tomándola en brazos y acomodando sus rebeldes rizos
-¡Eso es trampa!- se quejó el rubio acercándose
-Nop, papi prometió que siempre me rescataría- dijo la menor orgullosa
-Claro, y papi nunca rompe sus promesas- exclamó Abbadon uniéndose a la escena con una pequeña rubia de ojos rojizos en brazos
-Miren quien despertó- exclamó Peter estirando los brazos en una muda petición, de inmediato María fue puesta en sus brazos, la pequeña de apenas dos años rio feliz por la atención
-¿Y James?- cuestionó el genio mirando a su pareja
-Con Rhodes y Banner, ese par pretenden robarme a mi hijo- bromeó Abbadon antes de besar la frente de su esposo
-¿Qué cenaremos?- preguntó Harley sobándose el estomago
-Vamos a celebrar el último éxito de Brucie, así que algo de italiano y vino estaría bien- declaró Tony- Y sí Pete, sí puedes traer a Wilson y Beck, pero más vale que tus noviecitos de comporten
El castaño se sonrojó y cerró la boca en una línea apretada, a veces no era tan buena idea tener una conexión tecnopata con tu casi padre adoptivo.
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-Gracias por todo Tony- murmuró Bruce abrazándole con fuerza
-No tienes que agradecer, tu trabajo para el completo control de Hulk son una maravilla, además, tus actualizaciones de EXTREMIS han ayudado mucho a Helmut con los reclutas- declaró el magnate
-Me refiero a que tengo todo esto gracias a ti- declaró el científico- no sabía que esperar después de lo de Thanos, tuve miedo de no tener de nuevo un lugar…
-Siempre tendrás un lugar con nosotros…
***Flashback***
Cuando arribaron a Wakanda nunca se imaginó que las cosas podrían marchar tan bien sin su intervención.
-Vengadores, tenemos trabajo- murmuró Tony de pie frente a su ahora mejorado equipo, todos seguían ahí, las personalidades, habilidades, pero bastaba con ver el tenue brillo amarillento en sus ojos… Tony tenía control de ellos pero seguían sin tener idea y ciertamente jamás la tendrían
-¿Cuál es la misión?- cuestionó Rogers con tono militar
-Traje un amigo para que les hable de ello…
Bruce bajó del quinjet, de inmediato su mirada se posó en cierta pelirroja que tomaba fuertemente la mano de James Barnes
-¿B-bruce?- susurró poniéndose pálida y su mano soltó la del hombre a su lado
-Srita. Romanoff- susurró el castaño con sonrisa triste, Tony le había advertido que cosas habían cambiado, él no había esperado que la mujer le esperara todo ese tiempo pero aun así dolía
-¿Banner? ¿Dónde habías estado?- cuestionó Wilson
-Lejos… - susurró soltando un suspiro antes de cuadrarse y afrontar su nueva realidad- les traigo un mensaje de Asgard…
***Fin flashback***
-Lo sé, fuiste el único que nunca me abandonó, que no se dio por vencido… Gracias hermano- de nuevo se abrazaron con sendas sonrisas en el rostro
-Lo haría de nuevo mil veces, Brucie. Te mereces el mundo entero después de todo lo que tuviste que soportar.- el castaño se separó palmeando con suavidad los hombres de su hermano de ciencias- Ahora vámonos antes de que Rhodey-pooh me reclame la atención de su prometido…
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Por la noche el matrimonio Stark arropaba a sus pequeños, de forma casi ritualista se aseguraron que los gemelos estuvieran cómodos y seguros, besaron sus frentes y mejillas con ternura y se dirigieron a la habitación de Morgan.
-Es hora de dormir linda- exclamó el de ojos rojos entrando al cuarto
-Cinco minutos más- pidió la niña saltando en la cama
-No, dijiste eso hace una hora- intervino Tony tomándola en brazos para hacer trompetillas en sus mejillas.
La arroparon con calma, besaron sus cabellos y le dijeron que la amaban antes de retirarse
-¿Papis?- la vocecita adormilada de la niña los hizo detenerse en el umbral
-¿Sí, cariño?- preguntó el castaño
-Los amo tres mil- declaró antes de bostezar y acurrucarse
La pareja salió del dormitorio con el pecho cálido de la emoción y ojos acuosos por la ternura de su pequeña, en silencio y con las manos tomadas se dirigieron a la sala donde solían pasar parte de la tarde-noche charlando o simplemente acurrucados.
-Tres mil... wow- murmuró el mayor una vez que tomó asiento
-Tan inteligente y amorosa como su padre- declaró el rubio besando los nudillos de su esposo
-Ser tan buen esposo no te salvará del regaño, debías dormirla hace una hora- dijo Tony con una sonrisa divertida, sabía que Abbadon estaba sometido a la voluntad de su hija
-No puedo negarle nada
- Tonto, sometido a la voluntad de una niña de cinco años
-Te dije que me volvería loco de amor…- dijo acercándose para acariciar sus mejillas
-Eres el mejor padre del mundo Ab- dijo tony tomando las manos que acariciaban su rostro
-Eso es gracias a ti, Anthony- murmuró pegando sus frentes y mirándole a los ojos
-Grazie, il mio sole*
-Takket vaere deg, min verden*
Sus labios se unieron en una suave caricia con la que se demostraban cuanto se amaban. Sus vidas eran perfectas, siendo ellos el estandarte de la perfección y bienestar en el mundo entero, con fuertes aliados que les era infinitamente leales, con enemigos de los que ahora no quedaba más que el recuerdo, rodeados de gente que les amaba sinceramente y una familia maravillosa por la que darían todo. Ni siquiera el “Titán loco” había escapado de su furia purificadora.
En un cajón abandonado en aquella casa descansaba un viejo diario que pasaba sus días empolvándose, el hombre que alguna vez escribió ahí ya no existía, ahora era libre, era pleno, amaba y era amado, ya no tenía más miedo, ahora era Superior.
FIN DEL EXTRA