-No deberías ir solo- susurró Steve una vez que estuvieron solos en la sala de juntas
-Agradezco la preocupación Cap pero puedo hacerme cargo solo- susurró Tony cruzando los brazos
-Lo sé, pero no tienes que hacerlo- el rubio comenzaba a molestarse por su testarudez
-Sí tengo, ustedes se hacen cargo de la misión en Centro américa y yo me hago cargo del General Ross en Washington. Tú mismo lo dijiste, no tenemos tiempo que perder- declaró el genio con seguridad
-El General puede esperar, iremos juntos…
-No, iré yo- interrumpió el moreno- Esto es algo delicado Steve, tengo que negociar con el hombre
-Estamos hablando de Bruce, no de uno de tus tratos multimillonarios- siseó el Capitán
-Lo sé, justamente por eso tengo que ir sólo, no confío en Ross pero sé que tú solo terminaras discutiendo con él sin llegar a ningún acuerdo y sólo seguirá metiéndose y estorbando en nuestra búsqueda
-Vas a tratar la situación como un simple negocio- susurró el rubio indignado
-Haré lo necesario para asegurar el bienestar y seguridad de Bruce Banner- declaró Tony cuadrándose, molesto ante el tono de reproche del mayor
-… creí que había cambiado Stark, pero sigues siendo sólo el magnate egocéntrico que conocí- la voz de Rogers llegó a los oídos del menor llena de decepción haciendo que Tony luchara por fingir que eso no lo destrozaba
-Lamento decepcionarte Capitán, pero la vida es una perra desalmada y tenemos que adaptarnos a ella- murmuró
-No busques justificarte…
-Fácil hablar en tu posición, podrás ser el líder del equipo pero mientras tú vas y luchas a base de ideales y rompes de gente mala soy yo el que tiene que hacerse cargo de la parte real, de lidiar con políticos y asegurarme que todos ustedes tengan el dinero y equipo necesarios para continuar dedicándose a esto sin preocupación alguna- el castaño siseó furioso y le dio la espalda saliendo de la habitación conteniendo las lágrimas que luchaban por salir
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El rubio veía dormir a Tony de manera agitada, se removía y su ceño se fruncía mientras una tenue capa de sudor perlaba su frente
-No, lo siento… por favor… no…- el castaño comenzó a sollozar tenuemente y eso fue el límite para el hombre que le observaba en silencio
-Shhh… es sólo un sueño, tranquilo Anthony- susurró tomando asiento a su lado y paseando los dedos por las suaves hebras color chocolate
-¿Qué?- el menor despertó asustado por la inesperada presencia
-Tranquilo, estas bien… fue un sueño- murmuró el otro sin dejar de tocarle
-¿S-steve?- murmuró sin saber si seguía dormido, el rubio le miraba envuelto en la penumbra y le costaba definir sus rasgos
-Hola Anthony- saludó el aludido acariciando su rostro antes de robarle un casto beso
You're all I need when I'm holding you tight
If you walk away I will suffer tonight
El roce de sus labios fue tenue pero Tony tuvo suficiente con eso, una sensación cálida se instaló en su pecho y cerró los ojos mientras una traicionera lágrima corría por su mejilla, había soñado con eso tantas veces desde su adolescencia…
-lo lamento- susurró el rubio al separarse pero sus manos se negaban a dejar de tocar la suave piel de sus mejillas
-¿Por qué?- cuestionó mientras su mirada intentaba seguir aquel suave perfil que tanto le hacía suspirar en secreto y aquellos ojos que en la penumbra parecían negros
-Por invadir tú intimidad, por no protegerte como debería…
-Hey Cap, soy un niño grande y puedo cuidarme solo- le dijo tomando su rostro
-Lo sé, es una de las cosas que me fascina de ti- confesó el rubio con una tenue sonrisa
-¿Sólo eso?
-Sí me lo permites, podría mostrártelo…
-¿Sabes? Me alegra que volvieras antes- declaró Tony antes de besarle de nuevo, esta vez sus labios se tocaron de manera ruda, sus lenguas chocaron y el calor se apoderó de sus sistemas
-Anthony… mi Anthony- susurraba el Capitán entre sus besos mientras sus manos se colaban bajo las sabanas y recorrían lentamente la piel acanelada
El millonario abrió las piernas invitando al otro a acomodarse mejor sobre su cuerpo mientras sus manos se perdían debajo de la ajustada camiseta negra sintiendo los tensos músculos bajo sus palmas
-Steve… por favor- susurró con voz necesitada haciendo que el mayor gruñera desde el fondo de su pecho
El rubio se separó de aquel jadeante millonario para tomarle de las caderas y girarlo cual muñeca de trapo, arrancó los boxers ajustados con fiereza mientras sus labios y manos recorrían con rudeza cada palmo de piel a su disposición como si estuviera adorando a un ídolo. Se quitó la camiseta y bajó sus pantalones con prisa antes de delinear la suave curva de la espalda que el magnate le ofrecía con una suave caricia de su húmeda lengua, sus manos estrujaban los redondos y respingados glúteos dejando rojizas marcas que le excitaban aún más.
-Eres tan perfecto querido- gruñó con voz gruesa a su oído mientras buscaba a tientas en la mesa de noche
-Date prisa- murmuró el castaño meneando las caderas buscando restregarse contra la palpitante erección del Capitán
-Tranquilo precioso- contestó encontrando por fin aquel pequeño bote y los envoltorios plateados-
Abrió el bote con cuidado y dejo caer una gran cantidad entre aquel delicioso trasero antes de introducir un dedo
-Mierda sí- gimió el menor
-Me encantas Anthony, verte así es una delicia- siseó introduciendo otro dedo mientras sus dientes marcaban aquellos hombros y cuello
-Cap… por favor….- murmuró el genio trazando círculos con las caderas intentando profundizar el alcance de aquellos dígitos
-Te voy a follar tanto que no dejaras de pensar en mí nunca más- gruñó el rubio retirando su mano, con prisa abrió un preservativo y se lo colocó- Pídelo Anthony…
-Follame… por favor, follame duro Cap…
Sin decir nada más el rubio le penetró de golpe haciendo que se arqueara de forma exagerada. Una mano tomó los brazos del genio y los apresó a su espalda mientras la otra le tomaba del cuello inmovilizándole contra el colchón a la par que aquellas caderas arremetían en su contra en un ritmo casi frenético
-Carajo… se siente t-taan bien- gimió el moreno mientras aquel macizo pedazo de carne se abría paso en un interior
-Agh mierda… estás tan estrecho- gruñía el soldado con las mandíbulas apretadas mientras ajustaba el ángulo de sus penetraciones
-¡Oh dios! ¡Ahí! H-haz… hazlo de nuev-voo…- gritó Tony al sentir su próstata ser golpeada de lleno haciéndole ver estrellas
-Eres mío, solo mío…- gruñó el rubio aumentando el ritmo
Tony se sentía desfallecer, podía sentir el orgasmo abriéndose paso en su ser sin necesidad de tocarse, su piel hervía donde su rubio le tocaba y la habitación se llenaba del morboso sonido de sus pieles al chocar, estaba siendo tomado de una manera casi bestial por el Capitán, nunca se habría imaginado a Steve capaz de tal lujuria y pasión, era como si fuese un hombre completamente distinto pero en ese momento no le importaba.
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La luz del día se coló por el ventanal despertando al magnate quien se removió despacio al sentir el dolor sordo en sus caderas y piernas, una sonrisa se extendió por su rostro mientras abrazaba la almohada que aún conservaba el aroma del rubio que la noche anterior no sólo había poseído su cuerpo sino su alma misma porque a pesar de la pasión y rudeza aquel hombre se había asegurado que cada una de sus caricias transmitieran el sentimiento exacto y Tony fue feliz al sentir que le hacían el amor por primera vez en su vida.
Con calma se levantó y duchó, se vistió con una camiseta sin mangas de color blanco y unos pantalones de chándal negro, aún descalzo salió en dirección a la cocina donde sonrió al ver a Steve preparando el almuerzo
-Buenos días Capitán- murmuró con voz coqueta
-Buen día Tony- contestó el aludido girando para verle de frente dejando al menor impactado
De inmediato el moreno le recorrió con la mirada, sabía que el suero del súper soldado le hacía sanar rápido pero eso era demasiado…
-Tony… ¿Estás bien?
-S-sí… -susurró observando aquellas manos sin cicatrices y aquellos labios impolutos
-¿Estás seguro?- el rubio se acercó preocupado
-¿Cuándo regresaste Steve?- cuestionó intentando controlar sus emociones
-Llegamos esta mañana… ¿Tony estás bien?
-Sí, sólo… debo hacer algo- dijo saliendo de la cocina a toda velocidad dirigiéndose a su laboratorio
Una vez en su taller se encerró y comenzó a dar órdenes a su I.A. de inmediato aparecieron grabaciones de la noche anterior frente a él, se vio a sí mismo en su cama con aquel rubio, observó sus uñas clavarse en aquellas manos que esta mañana no tenían marca alguna, miró sus dientes mordiendo aquellos jugosos labios hasta hacerlos sangrar dejando un pequeño pero profundo corte en la comisura derecha que el hombre en la cocina no tenía…
-¿Qué demonios significa esto?- susurró intentando controlar su errática respiración mientras veía a cámara rápida todas las veces que hicieron el amor, convenciéndose que no había sido sólo una alucinación
-Detenlo ahí F.R.I.D.A.Y., córrelo normalmente- ordenó para observar en la grabación a aquel rubio levantarse mientras él continuaba dormido.
El hombre besó sus cabellos con cariño haciendo que su pecho se llenara de calidez, el supuesto Cap tocó con cuidado su labio partido y comenzó a vestirse y entonces vio de frente a la cámara haciendo que el genio jadeara y se dejara caer en la silla cuando sus piernas no fueron capaces de sostenerle de pie. Aquel rubio definitivamente no era Steve, no importaba cuanto se parecieran, no había forma en la que fueran la misma persona, no cuando el sujeto en la imagen llevaba un enorme cráneo con tentáculos de pulpo tatuada en el pecho.