El castaño caminó despacio mientras se dirigía a la cocina del complejo, eran las seis en la mañana y sabía que podría encontrarse con alguno de sus compañeros pero esperaba que no sucediera, después de casi tres meses de tan sólo vivir de donas sabía el sermón que le estaría esperando y no tenía la paciencia para tolerarlo. Entró a la pulcra cocina y tomó una botella de agua antes de dirigirse a su habitación, no era como si su estómago pudiera tolerar algo más después del casi ayuno
-Jefe, el Capitán Rogers pregunta por usted- murmuró la I.A.
-Dile que se puede meter su preocupación por donde le quepa… junto con el prototipo que rechazó- siseó aun dolido por su última discusión, él había estado ocupando sus preciadas nano partículas para protegerle y el imbécil lo había rechazado por miedo… ¡Miedo!
-El Capitán está molesto, se dirige al taller…
-Déjalo querida, por favor bloquea e insonoriza mi habitación, no quiero ser molestado- susurró mientras entraba a aquel lugar que no había pisado en meses
-Como ordene jefe…
Tony se dejó caer en la cama sin fuerzas después de dar un largo tragó al frio líquido. Después de todo ese tiempo su investigación por fin había dado frutos y ahora sólo tenía que esperar a que F.R.I.D.A.Y. terminara de desencriptar aquellas coordenadas por lo que se daría el lujo de un sueño reparador, giró sobre su costado y abrazó su almohada contra su pecho permitiendo que sus fosas nasales aspiraran con fuerza, sabía que ya había pasado demasiado tiempo para que aquel almizcle se conservara pero su mente lo recordaba a la perfección.
I finally found my way
I am bound to you
I am bound to you
Sintió su piel erizarse al recordar aquel aroma impregnado en cada lugar en el que su piel había sido tocada y decorada con preciosas marcas rojizas que evidenciaban la fuerza con las que aquellas rudas manos le había tomado.
-Dijiste que no podría dejar de pensar en ti- susurró a la nada con un suave suspiro
Cada día durante los últimos meses soñó con aquel rubio durante los cortos periodos que se permitía la inconsciencia, cada vez sin excepción despertaba sonrojado, sudoroso y con una incomoda erección… pero esta vez no quería que fuera sólo un sueño. Con calma se quitó la ropa antes de ponerse en cuatro aun abrazando aquella almohada bajo su cuerpo, llevó dos dedos a su boca y los chupó ávidamente con los ojos cerrados imaginando que era aquella gran verga que tanto deseaba y los llevó a su entrada penetrándose de manera lenta pero firme
-Aghhh carajo…- gimió mientras arremetía en su necesitado agujero, podía sentir aquellas manos surcando su piel de nueva cuenta con esa fuerza que hacía notar que ese tacto no era suficientemente íntimo, que al igual que él deseaba que se fundieran en un solo ser, aquellos labios recorriendo su cuerpo y susurrándole lo hermoso y perfecto que es.
-Mierda, sí… más…- susurraba Tony escondiendo el rostro en la almohada sintiendo su vientre tensarse cuando sus dedos encontraron su próstata torturándola incesantemente hasta que sin remedio alguno sintió el delicioso orgasmo golpearle con fuerza haciéndole gritar con la espalda arqueada.
El castaño se dejó caer en la cama con la respiración agitada y una lágrima corrió por su mejilla al sentirse de nuevo vacío. Una vez Yinsen le dijo que era un hombre que lo tenía todo y a la vez nada, era en estos momentos cuando por fin podía comprender a lo que se refería el hombre… Él sólo deseaba amor, deseaba sentirse tan pleno como aquella noche, porque aquel rubio no había profanado su cuerpo, al contrario, le había idolatrado como la cosa más importante del mundo y eso era lo que el genio más anhelaba.
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-F.R.I.D.A.Y. escanea el edificio, quiero los planos completos- ordenó el moreno mientras sobrevaloraba aquel viejo edificio en Siberia
-Listo jefe, he detectado una firma de calor en el interior. Parece que la estructura es segura- declaró la I.A.
-Muéstrame a nuestro anfitrión- ordeno con voz suave
De inmediato tuvo la imagen térmica de aquel hombre que parecía pasearse con calma en una de las cámaras más profundas del lugar
-Tiene que ser él- susurró el castaño sintiendo su corazón acelerarse
-¿Quiere que avise al equipo? Tal vez al Coronel Rhodes…
-No, me encargaré de esto- declaró mientras seguía los planos para llegar hasta él
Unos minutos le fueron suficientes para internarse en aquel refugio, por momentos caminó y en otros tramos tuvo que volar al sentir la ansiedad apoderarse de su ser, no tenía miedo de su anfitrión, lo que temía era llegar y decepcionarse al no encontrar a quien esperaba ver con esos pensamientos en mente finalmente llegó a la amplia cámara.
-Bienvenido Anthony- aquella gruesa voz le saludó desde las sombras
El genio se quedó sin palabras pues le recibía una escena que nunca imaginó, seis tanques criogénicos se alzaban orgullosos, estaban distribuidos a manera que su vista fuera impactante al entrar en el ala, pero lo que más sorprendió al moreno fueron las evidentemente frescas heridas de balas justo en la frente de las personas que reposaban en su interior.
-¿Qué es esto?- murmuró casi asqueado con la escena
-Es un obsequio, pero no tienes que preocuparte querido, si de algo te sirve debes saber que murieron mientras dormían- aquella voz se hizo escuchar notándose como se acercaba poco a poco
-¿Por qué querría un obsequio tan enfermo?- siseó molesto
-Me lo agradecerás en unos minutos- contestó su acompañante
-Deja de esconderte- exigió el castaño descubriendo su rostro de la protección del casco
-¿Me extrañaste?- susurró el rubio saliendo a la luz
Tony no pudo evitar aquel suave jadeo, aquel hombre enfundado en un traje de batalla negro que era idéntico a Rogers, sus facciones, sus cabellos tan rubios como los rayos del sol, la altura y musculatura, pero al mismo tiempo era evidente que se trataba de otro, no sólo era los ojos escarlata los que le delataban, sino también aquel porte altivo y su sonrisa maliciosa
-¿Quién eres?- preguntó el moreno escondiendo su nerviosismo ante la cercanía del hombre que llevaba meses robándole el sueño
-Me parece que has leído lo suficiente para contestar esa pregunta por ti mismo, Anthony- murmuró acercándose despacio, como un felino que acechaba a su presa
-Eres un experimento de HYDRA- dijo sin dejarse intimidar por el rubio- El soldado perfecto que siempre desearon…
-Sí y no- murmuró con una sonrisita- Estos que ves aquí eran sus soldados perfectos. Maquinas asesinas, violentos y sin consciencia, monstruos sedientos que nunca cuestionaban sus órdenes… Yo tenía un destino más importante
-Serías el líder perfecto- susurró Tony con entendimiento
-Bingo… no me decepcionas, de verdad eres un genio…
-¿Cuál es tu nombre?
-Nunca me nombraron, no querían que tuviera una identidad propia, pero dado el tiempo donde comenzaron a usar “Abbadon” para referirse a mí- contestó mientras continuaba acercándose
-Así que Abbadon… ¿Por qué me trajiste a mí? No soy idiota, noté tu rastro de migas
-Quería verte de nuevo- murmuró buscando algún rastro de rechazo en aquel rostro, pero no lo encontró
-Tanto… ¿Tan sólo para verme?- inquirió sin creerle
-Quemé mis barcos aquella noche… Lo siento tanto Anthony- confesó mirándole a los ojos
-Me engañaste…
-No lo planeaba, pero no pude resistir al impulso de cuidar de ti. No puedo decir que me arrepiento porque tomé la única oportunidad que algún día tendría pero lamento haberte engañado- dijo atreviéndose a tomas aquella mano
-¿Por qué habría de creerte?- cuestionó sin hacer nada por alejarse del tacto del otro
-No deberías hacerlo, pero eso no significa que no sea la verdad.- dijo besándole los nudillos- Admito que no me gustó que dijeras su nombre mientras estabas conmigo pero ¿Me habrías permitido amarte de saber que no era Steven Rogers?
So much, so young, I've faced on my own
Walls I built up became my home
I'm strong and I'm sure there's a fire in us
Sweet love, so pure
-… ¿Cómo podría confiar en ti?- susurró evitando dar respuesta a aquella cuestión
-Por eso estás aquí querido…
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No podía con la rabia que le estaba carcomiendo desde lo más profundo, sentía las lágrimas acumularse en sus ojos pero las contenía con puños y mandíbulas apretadas.
-Reúnelos a todos en la sala principal- ordenó mientras llegaba al espacio aéreo de la base de los vengadores
-Todos han sido notificados jefe- anunció la I.A. segundos después
-Quiero un escaneo completo del despacho, habitación y estudio del Capitán- murmuró aterrizando en el jardín posterior e ingresando de manera furtiva mientras las nano partículas de su armadura se retraían hasta el reactor en su pecho
-Señor, encontré un escondite en el despacho del Capitán Rogers…
-Hijo de perra- siseó dirigiéndose a aquel lugar- ¿Dónde?
-Segundo cajón del escritorio, es un doble fondo
Tony tomó el cajón con violencia y sacó todo de su interior quitando aquel fondo falso, rompió el ingenuo sistema de seguridad del anciano para retirar el fondo falso extrayendo de inmediato la carpeta manila que Abbadon había descrito, la hojeo notando de inmediato los reportes que el líder de HYDRA le había descrito casi de memoria. Con furia renovada caminó hacia la sala donde todos le esperaban, el equipo estaba bromeando tranquilamente y de pie al centro se encontraba el rubio.
Cuando le vieron entrar hecho una tromba se quedaron inmediatamente serios.
-Tony… ¿Estás…?- la pregunta nunca terminó de formularse pues la palma derecha del magnate se estrelló con fuerza contra su mejilla haciéndole girar el rostro y tocarse la mandíbula adolorida
El silencio fue avasallador, nadie podía creer la fuerza impuesta en aquel golpe, todo el equipo miraba impactado como la mejilla del Capitán se enrojecía violentamente y el gesto atónito y de dolor del mismo.
-Eres un maldito hipócrita- gritó Tony arrojándole la carpeta al pecho y escondiendo el hecho de que la mano le escocía, probablemente se había lastimado golpeando al rubio
-Tony ¿Qué sucede?- cuestionó Rhodey incrédulo
-Reprodúcelo F.R.I.D.A.Y.- ordenó el aludido de inmediato todas las pantallas en el complejo comenzaron a reproducir la grabación
Todos miraban atónitos mientras en pantalla una motocicleta sacaba del camino aquel auto tan familiar para el genio, observaron como el Soldado de invierno molía a golpes a Howard Stark para después asfixiar a María Stark-Carbonell hasta la muerte
-Quiero que me mires a los ojos e intentes negar que sabías esto- siseó el moreno sin dejar de mirar al mayor.
-Tony…
-¡Quiero que me mientas!- gritó sin poder contener las lágrimas- dime que no sabías que tu amiguito mató a mis padres
-Yo… Tony, él estaba bajo control de Hydra- argumentó el ojiazul
-Lo sé, no estoy cuestionándolo a él sino a ti Rogers- gruñó furioso- ¿cómo te atreviste a recriminarme el no contarte sobre Ultrón cuando tú sabías que fue la palma de Barnes la que sostuvo la garganta de mi madre hasta su último aliento y no me lo dijiste?
-Tony…
-Hablabas de confianza y ser un equipo cuando guardas esta clase de secretos ¿Qué más nos ha ocultado el gran Capitán América?- gruñó
-Stark tienes que calmarte- intervino Sam acercándose a los líderes
-No te atrevas a pedir que me calma Wilson- siseó sin despegar la mirada del rubio
-Dale oportunidad de explicar…
-Creo que el Capitán tuvo tiempo de sobra para explicarse- murmuró Rhodey con voz controlada acercándose a su amigo para respaldarle
-Todos cálmense- pidió Natasha
-¿Calmarme? ¿Cómo tu respecto a Bruce?- siseó el moreno- ¿Saben qué? Estoy harto de dejarme manipular por ustedes, harto de jugar bajo sus reglas…
-Tony escúchame… lo lamento, no quería herirte- murmuró Steve con los ojos anegados en lágrimas de culpa
-No, escúchame tú. –exclamó con furia- No volverás a manipularme en nombre de tus preciados Vengadores, todos aquí sabían de mis sentimientos por ti y se valieron de ellos para obtener algo de mí
-No es…
-Dime que no sabías que estaba enamorado de ti- cuestionó buscando su mirada, de inmediato el rubio la desvió- Sé que están buscando a Barnes, más vale que lo encuentres antes que yo.
El moreno se dio la media vuelta dirigiéndose a su taller seguido del coronel quien no planeaba separarse de su mejor amigo