Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

97. Pareja del Millón de Dólares (11) por dayanstyle

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Estaba tratando, deliberadamente, de sacarme de la carretera—Hong Seok cerró el puño, contra el escritorio de Taehyung. —Quiero saber quién era y qué carajo estaba tramando.

—Ahora, estamos tratando de averiguarlo, —dijo Taehyung, mientras se sentaba detrás de su escritorio—. Tenía que ser un demonio o vampiro. Ningún cambiaformas puede moverse tan rápido.

Negó con la cabeza. Sabía lo que había visto. Demonios, había estado malditamente cerca de atropellar al chico, un par de veces, dándole una mirada cercana y personal al rostro del hombre. —No era vampiro.

—Estoy de acuerdo—dijo Kyung Il, apoyándose contra la pared, mientras miraba por la ventana. —No corrió lejos. Lo vi desaparecer en el aire. También olía a azufre, cuando intenté agarrarlo. La cuestión que debemos averiguar, es si el tipo era un demonio o un sabueso.

—Sea lo que sea, ¿qué demonios quiere? —preguntó el sheriff  Byung Joo. En uniforme, estaba parado en la oficina de Taehyung, todo negocios. —Si era una criatura del infierno, estoy bastante seguro de que habría hecho más daño que solo asustarte y jugar a la gallina en la carretera.

—No me asusté—dijo Hong Seok, mientras apretaba las muelas traseras. EDawn era una historia diferente. El hombre había enloquecido, cuando llegaron a casa. Por mucho que había querido consolar a su pareja, necesitaba respuestas, y las demás parejas habían estado allí, para EDawn, ayudándole con las preguntas que había tenido.        

Estaba bastante seguro, de que cuando las parejas terminaran, EDawn lo sabría todo. Ese era su trabajo, pero necesitaba saber quién lo perseguía y por qué. Su prioridad ahora era mantener a EDawn a salvo –aunque no tenía ni idea de quién era el demonio o el sabueso, que los había perseguido y del por qué-.

—Hasta que sepamos lo que está pasando, quiero que alguien vigile la casa, en todo momento, —dijo Taehyung. —Kyung Il, prepara una lista de quién vigilará y cuándo.

Este asintió.

—Chi Hoon, había contratado a algunos perros del infierno, —le recordó a todo el mundo. Chi Hoon seguía siendo un tema delicado, y sabía que nadie quería escuchar sobre el tipo, pero necesitaba mirar todos los ángulos posibles. —¿Y quién dice que el tío de EDawn, no contrató a esa criatura?

—¿Pero por qué? —Los brazos de Taehyung se extendieron. —Me dijiste que su tío era un pedazo de mierda, borracho y abusivo, pero ¿por qué contrataría a un demonio o un sabueso, sólo porque su sobrino se fue?

Esa era una muy buena pregunta, pero no descartaba nada. Llamaría a su padre y tendría a Jaehyo investigando al tío de EDawn.

Preferiría descartar esa posibilidad, antes de rechazarla. Había conocido algunos personajes, bastante sombríos en su vida, y a veces no había rima ni razón para lo que hicieron. Tal vez Ken Leung era una de esas personas miserables, que amaba hacer sufrir a todos a su alrededor. No estaba seguro, pero no iba a desechar la idea.

—Puedo hacer, que los hermanos Remus nos ayuden. —dijo Byung Joo.

 

Taehyung sacudió la cabeza. —Ya han sido arrojados en nuestra mierda lo suficiente. Nos encargamos de esto internamente. Creo que con todos los hombres que viven aquí, podemos vigilar las cosas.

Moría de ganas de volver con EDawn. Todavía estaba recién apareado, y estar separado de su pareja, lo ponía inquieto. No había querido que EDawn fuera incluido en esta reunión. El hombre había estado bastante traumatizado.

—Mantenme en informado—se levantó de la silla. —Voy a comprobar a EDawn.

Dejó a los hombres discutiendo sobre el demonio o perro, cualquiera que fuera, y se dirigió arriba. Pronto amanecería. Aunque amaba la noche, amaba quién y qué era, él odiaba el hecho de que el sol lo atrapara durante las horas del día. Si algo salía mal, mientras el sol estaba arriba, estaría incapacitado para hacer cualquier cosa.

Antes de llegar al dormitorio de Hoseok, sacó el teléfono. Marcó a Jaehyo.

—Hola.

—Hey, papá—se apoyó contra la pared, comprobando arriba y abajo el pasillo. No quería socavar a Taehyung, pero quería saber qué diablos pasaba. Taehyung llamaría a Niel, y aunque el ser humano era muy bueno para desenterrar información, tampoco le dolería tener a otra persona investigando al tío de EDawn.

—¿Hay algún problema? —preguntó Jaehyo.

Como su padre sabía, estaba más allá de él. —En realidad, lo hay.

Le dijo a su padre acerca del apareamiento con EDawn, sobre el tío, y el demonio o perro. También le dijo a Jaehyo, acerca de su sospecha de que el tío estaba detrás del misterioso hombre que apareció.

—Voy a enviar a algunos hombres. —dijo Jaehyo.

—No, no lo hagas—le dijo. —No quiero que Taehyung crea que no puede proteger su propia manada.

—Podría ser el alfa, pero eres mi hijo, —dijo Jaehyo, con calor. —No me importa pisarle los dedos de los pies. Voy a mandar a D.K., y haré que Mino se una a él.

—Te estoy pidiendo, que no lo hagas, —insistió. —Sólo necesito, que averigües sobre el tío. Se llama Ken Leung.

No era un experto en ordenadores, como algunos lo eran. Diablos, no sabía nada sobre hackear, correr nombres u obtener información vital. Conocía los medios de comunicación social, cómo enviar mensajes de texto y recuperar su correo electrónico. Lo que era triste, teniendo en cuenta que era joven y vivía en una era digital.

Pero nunca se había molestado con esas cosas. Había estado demasiado ocupado ayudando a manejar The Manacle, persiguiendo traseros, y manteniendo un ojo en su hermano menor. Habría deseado haberse vuelto más inteligente, en lo que se refiere a los ordenadores, pero eso era lo que hacían la familia y los amigos.

—Lo haré investigar—dijo Jaehyo. —Hasta entonces, mantente a salvo y a tu pareja.

Sin embargo, no me gusta el hecho, de que no me dejes enviar a alguien.

—Esta es la manada de Taehyung, —le recordó a su padre. —Si creo que se pondrá tan mal, entonces, llamaré.

—Y para entonces, podría ser demasiado tarde.

 

Amaba a su padre, pero el hombre necesitaba cortar las cuerdas. Él podía proteger a su pareja. Sólo necesitaba información. —Prométeme que no enviarás a nadie.

Un gruñido bajo, se oyó por teléfono. —Bien, lo prometo. Pero si tu o tu pareja son heridos, me voy a enojar.

—Gracias, papá—Terminó la llamada y luego se dirigió al dormitorio. Encontró a EDawn, sentado en una silla, mirando por la ventana. Su pareja estaba solo en la habitación.

EDawn levantó la vista, cuando entró Hong Seok. El hombre parecía tan perdido, que hizo que su pecho doliera. —¿Por qué estás solo?

—No lo está—Hoseok dijo, mientras salía del baño. —Estoy aquí.

Un humano protegiendo a un humano. Frunció el ceño. —¿Dónde están las otras parejas?

—Les pedí que se fueran—dijo EDawn. —Necesitaba pensar.

Ho Seok asintió hacia el pasillo. Lo siguió. —Ahora, él sabe todo. El chico estaba lleno de un montón de preguntas, y las respondimos.

Algo que él debería haber hecho. Le había dado algunas respuestas, pero no había explicado todo en su totalidad. —Gracias, lo tomaré desde aquí.

Ho Seok caminó por el pasillo, sin duda dándoles privacidad. Hong Seok entró en la habitación y puso a EDawn de pie. Su pareja no dijo una palabra, mientras llevaba a EDawn a su dormitorio.

Una vez que se aseguró de que la habitación era hermética, no entraba la luz,  Empezó a desvestirse. —¿Hay algo que quieras saber?

—Ya sabía que eras un vampiro y que somos pareja y que los hombres pueden transformarse en animales. Lo que me jodió fue el hecho de que hay un Reino de los Demonios –que todavía no estoy seguro de entender-. Hay perros del infierno, que te hacen sentir como si toda la felicidad en el mundo ha sido aspirada, y hay demonios que están dotados de ciertas habilidades. Creo que lo cubrieron todo.

El hombre parecía un poco pálido. Se sentó en la cama y se quedó mirándolo.

—Eso, prácticamente, lo resume todo. —le dijo.

—Pero creo, que lo que más me confunde, es que los dragones son reales, —dijo EDawn, mientras le mordía el labio inferior. —Y que eres un vampiro, los hombres pueden convertirse en animales, perros del infierno, y hay un Reino de los Demonios.

Se rió entre dientes. —Así que, todo.

—Sí—EDawn asintió. —No puedo conseguir mi cerebro asimile todo eso.

—Sólo tienes que darte tiempo. —le dijo.

—Y eso es otra cosa, —dijo EDawn. —Me dijeron, que viviré para siempre, ahora que estoy acoplado. ¿Es eso cierto?

Después de quitarse la ropa, se metió en la cama y tiró a EDawn en sus brazos. Su pareja se quitó los zapatos y se enroscó alrededor de él. Se sentía bien sostener a su pareja, el saber que EDawn estaba a salvo, y sentir al humano contra él. —No diría, que vivirás para siempre.

 

—Entonces, ¿qué querían decir esos chicos?

—Inmortal es la palabra que deberían haber usado, porque podemos morir, —le dijo.

—Pero los vampiros, viven por la eternidad, siempre y cuando no seamos asesinados.

EDawn bostezó. Sabía cómo se sentía su pareja. Estaba exhausto, después de todo lo que habían pasado. Quería respuestas, pero sabía que tenía que esperar hasta la oscuridad. Su padre y Niel eran buenos, pero no eran tan buenos, como para tener información en la siguiente hora.

—Duerme, amor—besó a EDawn, en su cuello. —Abordaremos todo, después de que ambos descansemos.

EDawn bostezó, de nuevo. —Tan loco como es tu mundo, me alegro de que me mantengas.

Sonrió. Poco sabía EDawn que era al revés. Se alegró de que este no se hubiese marchado, después de que se hubiera asustado. Aunque lo hubiera encontrado, el tenerlo dispuesto a quedarse aliviaba algunas de sus preocupaciones. Se sentía como el hombre más afortunado. EDawn era dulce, inocente, y vaya si no era precioso, y el humano le pertenecía.

La respiración de EDawn se calmó. Tiró de su pareja más cerca, abrazo fuertemente al chico, y cerró los ojos, esperando que las respuestas que buscaba estarían allí cuando se despertara.

 

 

Inati estaba parado en el bosque, mientras observaba cómo el cambiaformas hacía rondas. Podría haber sido contratado para recuperar el ser humano, pero ¿quién dijo que no podía tener un poco de diversión?

La persecución de ese vampiro, en la carretera, había sido útil. Le permitió evaluar a quién se enfrentaba. Le había sorprendido que el hijo de Jaehyo hubiera estado al volante del conductor.

Tenía que tener cuidado para que el Ultionem no se involucrara. Había oído historias sobre el Inframundo, y ese era el último lugar en el que quería estar. No se había escapado de las entrañas del infierno sólo para ser encerrado de nuevo.

 

 

Después de abrir los ojos, Hong Seok tardó un momento en darse cuenta de lo que estaba pasando. Miró hacia abajo y contuvo el aliento cuando vio a EDawn entre sus piernas y sintió el hombre lamiendo su polla. Nunca pensó que su pareja tomaría la iniciativa. EDawn parecía tan tímido, tan inocente y muy renuente.

Extendió sus piernas, abriéndolas más, mientras pasaba los dedos por el cabello de EDawn. Sus lamidas eran tentativas, como si el hombre estuviera simplemente explorando.

Eso estaba bien para él. EDawn podía explorar cualquier parte de su cuerpo, que quisiera.

Aunque los toques del hombre eran ligeros, sutiles, estaban conduciéndolo a la locura.

Levantó la mano, para cubrir la mejilla de EDawn, para hacer que su pareja se girara y lo mirara. EDawn bajó las pestañas mientras una capa de color rojo coloreaba su rostro. Tomó a Hong Seok en su boca y succionó la cabeza antes de tomarlo más profundo.

—No te avergüences—Le pasó su pulgar, alrededor de la boca, su polla enterrada profundamente entre los labios del hombre. Su corazón se aceleraba, mientras sus piernas temblaban. Su estómago se sacudió cuando EDawn se retiró y lamió la hendidura de la cabeza.

Tomó todo su control el no follar la boca del hombre. Agarró de nuevo la cabeza de EDawn, mordiéndose el labio inferior, luchando contra el impulso.

Cuando EDawn retrocedió de nuevo, gruñó, se volteó y colocó a EDawn debajo de él.

—¿No te gusta? —Le preguntó.

—Jodidamente me encantó—mordiéndole el labio inferior. —Pero me muero por enterrar mi polla en tu culo.

Los ojos de EDawn se ensancharon, cuando los iris se oscurecieron. Asintió, mientras extendía las piernas. —Vale.

 

Cogió el lubricante del cajón, se mojó los dedos y lo estiró, mientras besaba, lamía y mordisqueaba la boca de su compañero. Apartó los dedos, con gemidas protestas de EDawn.

—Espera, amor. No te dejaré desesperado, por mucho tiempo—sintió que el cuerpo de su pareja, le daba la bienvenida, con un abrasador calor y una húmeda compresión, mientras empujaba su polla en el culo de EDawn, lentamente. —¿Mejor?

Los ojos de EDawn rodaron hasta la parte posterior de su cabeza, mientras sus uñas se clavaban en los bíceps de Hong Seok. Desde el crudo placer en la cara de EDawn, la respuesta era sí.

Extendiendo los muslos de EDawn de par en par, retrocedió y luego golpeó sus caderas en el culo de su pareja, sintiendo su escroto apretarse contra la base de su polla, mientras se conducía profundo y duro, dentro de su pareja.

Apretó los dientes, el placer pulsando a través de él, mientras veía su polla desaparecer una y otra vez. Se sintió primitivo ante la necesidad de mostrarle a EDawn a quien pertenecía. Su pareja había pasado por el infierno, todavía estaba siendo perseguido, y el miedo que se apoderó de Hong Seok, amenazó con ponerlo de rodillas.

—Hong Seok—EDawn jadeó. Sus piernas esbeltas, se envolvieron alrededor de la cintura de Hong Seok, y cada uno de sus propios empujones, fue correspondido con el mismo entusiasmo.

Sus cuerpos se hicieron resbaladizos, por el sudor. Las manos de Hong Seok le mordieron las piernas a EDawn. Sus caderas golpearon hacia adelante, mientras veía la polla de EDawn rebotar con cada empuje.

—Mastúrbate, bebé. —Hong Seok observaba, su hambre creciendo cuando EDawn cerró su puño en su eje y empezó a acariciarse a sí mismo. El placer se sentía tan bien, que Hong Seok quería aullar con él.

 

Si alguna vez perdía a EDawn, si uno de los hombres que perseguía a su pareja tuviera éxito, sabía que su mundo se desmoronaría. No podía imaginar su vida sin el pequeño humano en ella. EDawn había llegado a significar todo para él, y podría matar, mutilar, y hacer lo que fuera necesario, mantenerlo a salvo.

Fallar no era una opción.

EDawn gritó, mientras su espalda se arqueaba. Chorros de semen se dispararon sobre el pecho del hombre, mientras se retorcía y se sacudía bajo Hong Seok. Inclinándose hacia delante, casi doblando a EDawn por la mitad, hundió sus colmillos en el cuello de su pareja y bebió.

Su cuerpo se convulsionó con su liberación, cuando selló los agujeros gemelos, lamió el cuello de su pareja, y luego comenzó a desacelerar. Se balanceó dentro de EDawn, tomó el rostro del hombre y besó a su pareja, con todas las emociones que bullían dentro de él.

No, no podía perder a EDawn. Si lo hacía, no podría continuar.

 

 

continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).