- ¿Los tienes identificados? -
-Sí, comencé a sospechar desde que los vi hace meses, pero ya estoy 100% segura- respondió Paulina a una luz de color azul pálido que estaba justo al frente de ella mientras ensamblaba en una camilla una de las monstruosidades del nuevo ejército.
-y que esperamos a captúralo- inquieto la luz
-Te has vuelto desesperado, siempre están los dos juntos… sería una locura atacarlos a los dos a la vez- menciono mientras le arrancaba un brazo al cadáver de un hombre que tenía en una jaula, parecía que el joven dueño de la extremidad había muerto hace poco. -con el fin de semestre y las vacaciones a la vuelta de la esquina seguro se separarán-
-¿Cómo estas tan segura de ello?- cuestiono la luz.
-¿Bromeas? Conozco la familia Lux, todas las vacaciones se van fuera del país – ahí podremos atacar al otro bastardo.
La luz se movió inquieta, luego parpadeo tres veces.
-creo que te tengo malas noticias, parece ser que irán los dos juntos a una casa en la playa-
-Maldita sea- gruño la mujer -ahora necesitamos otro plan, no tenemos mucho tiempo – tiro todos los implementos de cirugía que tenía sobre la mesa.
-yo… tengo un plan- comento la luz, la mujer la miro confundida -primero termina esa monstruosidad, la necesitamos…-
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El lunes en la mañana, Adam estaba guardando sus cosas en la cajuela del automóvil de Alejandro.
-Amor estas seguro de este viaje, me preocupa la ciudad… hay tantos criminales y sin nosotros la policía no dará abasto- Adam aún estaba reacio a salir.
-Lindo… no te preocupes por nada, mi hermana me prometió que estaría pendiente de la ciudad – Tomo a Adam de la cadera, el más bajo aún no estaba convencido.
-Relájate hijo, si es necesario yo también puedo estar pendiente de la ciudad, disfruta tus vacaciones- hablo la abuela Rose que salía de la casa a entregarle unos bocadillos a los dos chicos.
-¡Gracias Abue!- se lanzó a abrazar a su familiar, Alejandro los miraba con ternura mientras caía en cuenta que la mujer mayor también tenía poderes, más adelante le preguntaría a Adam sobre ello.
-Vamos amor, que se nos hace tarde- Afano Alejandro, Adam se despidió de su abuela y entro al asiento de copiloto esperando que su novio se subiera al auto.
Alejandro se acercó a la mujer para despedirse de su ¿suegra? ¿suegra-abuela?
-hasta luego Señora Rose, nos vemos en una semana- sonrió a la mujer mayor-le prometo dejarlo acá en la puerta. –
-Vale cariño- la mujer se veía un poco inquieta -cariño, cuando llegue el momento recuérdale a mi nieto, que la vida y la muerte son parte de un mismo ciclo - dicho esto la mujer se despidió con un beso en la mejilla para luego entrar en la casa. Alejandro no entendió el mensaje, pero no le dio importancia simplemente se subió al auto comenzando el recorrido, una vez se encontrarán con Martha y Mateo, tenía que pasar por su propia casa a recoger el equipaje que le había pedido preparar a Angela.
Al anochecer llegaron a la casa de playa de la Familia Arévalo, estaban cansados el viaje fue demasiado largo.
-ahhhhh- bostezo Alejandro bajando del auto - me duele el trasero y no por lo que me gusta- se quejó sobándose la cadera.
-¡Gatito! No seas impudente- regaño Adam, también bajando del auto.
Mateo que estaba escuchando la conversación, se partió de la risa jamás imagino que los roles serian de esa manera.
-chicos su habitación está en el primer piso al fondo del pasillo- comento Martha al bajar del coche. -iré a dormir, estoy cansada, mañana salimos juntos-
Los dos asintieron para dirigirse al lugar indicado, cambiaron sus ropas por unas más cómodas, eran cerca de las ocho de la noche, por lo que decidieron salir a dar una vuelta, quisieron invitar a Mateo, pero no lo encontraron por ningún lado.
Los dos caminaban por una calle bastante concurrida, llena de negocios de recuerdos y comidas rápidas, se notaba que era un sitio bastante turístico.
-Mira amor- Alejandro le mostraba a Adam una camisa de flores bastante fea- ¿no te parece bonita? -
-Ehh….-Adam no sabía cómo decirle que estaba horrible, el otro chico solo se rio
-Sé que es horrible, te estaba molestando- Adam ignoro el comentario, halando al chico a un puesto que vendía jugos de frutas tropicales.
Compraron dos vasos y fueron a sentarse en una de las bancas de uno de los parques llenos de vegetación. El clima de la zona era perfecto, aunque estuviera de noche no se sentía frio y eso relajaba completamente a los dos chicos.
-Amor- llamo Adam, el otro chico estaba mirando el cielo estrellado, este volteo a verlo. -he estado pensando en el caso de los cadáveres andantes- Alejandro bajo su vaso para prestarle atención.
-¿Qué has descubierto?-
-Sabemos muy poco, pero ya tengo varias cosas claras- pensó un momento, el otro chico lo miraba fijamente – primero, que hasta ahora nos hemos enfrentado a simples pruebas, esto lo puedo deducir porque cada vez las criaturas de carne son más poderosas, no estoy seguro… pero creo que nos están midiendo-
-o sea están probando que tanto poder necesitan para vencernos- concluyo Alejandro
-Exacto- golpeo su palma con el puño - Hay algo más, pero de eso no estoy seguro-
-¿Qué es bebé?- Adam lo miro sin estar seguro si decirle, odiaba especular.
-Ese tipo de magia, la de los sellos y la que emiten las monstruosidades mientras luchamos, la he sentido en la universidad- el más alto lo miro sorprendido, esa no las esperaba -al principio no lo creí, pero cada vez que tenía clase con esa profesora volvía a sentir esa horrible peste-
-¿Te refieres a la doctora Paulina?- Adam asintió ante la pregunta, Alejandro recordó algo que había omitido hasta el momento -Amor, ¿recuerdas la vez que me salvaste el trasero de la primera amalgama gigante que apareció?- de nuevo el chico asintió -Bueno esa vez yo destruí el sello, cuando llegue no había ningún fetiche sin embargo si vi en medio del polvo la figura de una mujer de cabello largo y de color negro- Adam abrió los ojos sorprendido
- ¿Por qué no me habías dicho antes? - Alejandro bajo el cabeza apenado
-Lo olvide, lo siento –
-Perdóname gatito no te estoy recriminando- se disculpó Adam acariciando el mentón del otro chico -Pero esto que me cuentas resuelve el misterio definitivamente esa mujer está detrás de todo esto- por su puesto ahora todo encajaba -Tenemos que regresar de inmediato, si le damos más tiempo las cosas pueden salirse de control- se levantó de la silla alterado, Alejandro lo tomo de la mano mirándolo con ojos de súplica.
- ¿Podemos esperar a que acabe la semana? En verdad quiero pasar este tiempo contigo- Adam lo miro, él también quería pasar tiempo juntos y esta era una oportunidad valiosa, además su abuela y Camila prometieron cuidar la ciudad. Así que se volvió a sentar, confiando en que todo saliera bien. Pero la calma no duro mucho tiempo, empezaron a escuchar gritos proviniendo del bazar, intentaron preguntar a las personas que corrían despavoridas lejos del lugar, pero en medio del pánico ninguno fue capaz de decirles algo, al final decidieron ir a ver qué ocurría.
Vasta fue la sorpresa cuando al llegar el lugar, que por cierto ya estaba deshabitado, apareció una enorme criatura hecha de agua y hielo, la cual avanzaba rápidamente por la calle.
Alejandro no traía su armadura, por lo que solo invoco su espada para hacerle frente al monstruo acuoso, por su parte Adam si desplego sus alas y se transformó en el aire con sus ropas hechas de corteza y hojas. Ambos lucharon contra la criatura, pero era complicado acertarle un golpe efectivo ya que, al estar hecha de agua sus golpes la atravesaban.
-Amor, creo que es una invocación- Grito Alejandro cortando uno de los brazos del monstruo que se volvió a regenerar.
-Tienes razón- respondió Lifeleaf, pensó durante un momento -tengo una idea- gritó para luego con sus manos invocar su famoso huracán de hojas encerrando de este modo a la criatura -Evapórala, cuando se haya dispersado toda el agua buscare el sello que la mantiene- Alejandro asintió para luego volar por encima del tornado, una vez estuvo en la parte más alta concentro su energía en un potente rayo de luz que golpeo contra la masa de agua, al no poder dispersarse por el tornado, el calor se empezó a acumular evaporando el agua. De inmediato Lifeleaf desvaneció el tornado encontrando en medio del todo el vapor un sello mágico dibujado en un caparazón de una almeja, destruyo el caparazón sintiendo como la magia se dispersaba.
-la magia de este sello es diferente- Dijo Adam regresando a la normalidad.
- ¿A qué te refieres? - pregunto acercándose al pelinegro.
-las marcas del sello son muy diferentes a los de los muertos, y la magia se siente… - pensó un momento -serena, sin enojo… ordenada- Alejandro lo miro confundido. -por ejemplo, tu magia inspira adrenalina, emoción, alegría… no digo que sean las únicas emociones que se manejen, pero si son los componentes principales para controlarlas- El más alto le entendió, sabiendo que sus poderes eran muy sensibles a las emociones, quizás así funcionaban todos los demás.
- ¿No me digas que ahora tenemos otro loco atacándonos? - se quejó Alejandro sentándose en el suelo. -suficiente tenemos con la loca de los cadáveres- hizo un puchero, que le resulto adorable al otro chico.
-Vamos, que ya es tarde- comento Adam al ver su reloj de muñeca-además no quiero que nos encuentren acá cuando venga la policía- Alejandro asintió y ambos salieron corriendo en dirección de la casa de playa.