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Luz y Vida por sora-sempai

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Notas del capitulo:

pues, vamos con la segunda parte de esta historia :D

 aver como le va.

Inseguridades.

 

Dos meses pasaron desde que la ciudad capital se tuvo que enfrentar al asedio de los muertos andantes, los arreglos avanzaban con rapidez, sin embargo, debido a la magnitud de los daños aún quedaba mucho por reconstruir. Las personas volvían a su vida cotidiana y las entidades escolares iniciaban un nuevo semestre después de la temporada vacacional.

Adam con el fin de conseguir ingresos extra para suplir sus gastos diarios, se inscribió en un programa de tutorías donde él ayudaba a estudiantes de primeros semestres con las materias que más se les dificultaran, y aunque para Adam esto era un alivio para sus finanzas para Alejandro significaba que su novio tendría mucho menos tiempo para verlo, llevándolo a estar de muy mal humor.

-Bro deja esa cara de culo, que no es tan grave- le reclamo Mateo mientras estaban sentados en una de las cafeterías de la universidad.

-No te atrevas a decir que no es grave, si no fuera por esas estúpidas tutorías yo estaría con él y no acá contigo-  se dejó caer sobre la mesa cruzando los brazos.

-Uy que terrible, que tragedia tener que pasar tiempo conmigo- se quejó el rubio -sabes, eso no fue muy gentil de tu parte para con tu mejor amigo – Mateo estaba ligeramente indignado.

-Maty no te enojes, sabes a lo que me refiero, me encanta pasar tiempo contigo- Alejandro le pellizco una mejilla a su amigo-Pero, novio mata amigo… - levanto los hombros restándole importancia.

-Pues para tu información yo estoy saliendo con una linda chica, y aun así estoy acá haciéndote compañía en tu desgraciada existencia – Mateo se burló mientras decía esto- ya ves lo mal amigo que eres…-

-Si, si ya entendí, soy un desconsiderado, ¿cómo me perdonará el gran Mateo?- el chico levanto las manos mientras decía esto en un tono cargado de sarcasmo-oh ya sé, déjame adivinar… ¿un brownie de triple chocolate? – su amigo asintió con ganas al escuchar como le ofrecían el postre, Alejandro solo rodo los ojos levantándose de su silla para ir a traer el pedido de su querido amigo.

-Mira ahí está el más grande que tienen- coloco el postre sobre la mesa, haciendo que al rubio se le iluminaran los ojos.

-Gracias Bro, eres el mejor de todos…- agradeció para comenzar a comer con ganas el brownie.

-Si sigues tragando dulce de ese modo vas a terminar más panzón de lo que ya estas- se burló Alejandro, volviéndose a sentar.

-No molestes Alejo, que no todos tenemos tu cuerpo- contesto el chico, sin levantar la vista de su adorado postre.

-lo sé, estoy buenísimo, pero igual deberías cuidarte más- Mateo lo miro con el ceño fruncido.

-Ya sí- contesto de mala gana -y hablando de lo “buenísimo” que estas, ¿no crees que estas vestido un poco descarado para alguien con novio?- contrataco Mateo echándole en cara la vestimenta de Alejandro, el cual iba con una camiseta ajustada,  una chaqueta deportiva de algodón, una pantaloneta tan corta que se podría hacer pasar por ropa interior y tenis.

-Alto ahí campeón, que yo me visto como me da la gana- respondió el comentario de su amigo -Además, si me visto así es precisamente para que mi novio me vea… yo sé que le gusta, aunque no lo diga, lo siento en su mirada-

-¿Cuál novio, el que no has visto por dos semanas?- volvió a atacar Mateo

-Auch, eso fue un golpe bajo…- respondió Alejandro -se suponía que nos veríamos hoy, pero me acaba de escribir que sigue ocupado en esas mugrosas tutorías, yo podría pagarle el triple por ser mi tutor exclusivo- continuo con su queja.

-Alejo, no son de la misma carrera, además sabes que a Adam no le gusta que andes de SuggarDaddy- Alejandro lo miro mal, era cierto ya habían tenido ligeras discusiones por ese tema   -más bien toma- Mateo le entrego unas cuantas revistas y un libro.

-¿Qué es esto?- Alejandro empezó a ojear lo que su amigo le acababa de entregar

-Comics asiáticos de amor entre chicos y una novela del mismo tema- contesto Mateo sin muchas ganas.

-Creo que se llama Manga, pero ¿y tú qué haces con esto? -

-Ritta, la chica con la que estoy saliendo, me los regalo para que leyera, pero si te soy sincero ver dos chavos haciéndolo no me llama mucho la atención y para ver romance de telenovela los tengo a ustedes dos- descolgó los hombros – así que te los doy a ti, para que leas algo si te sientes muy aburrido de no tener a tu amorcito-

-pues, gracias… supongo…- Alejandro no sabía exactamente como contestar, sin embargo, en ese momento su celular vibro, avisándole la llegada del mensaje que había estado esperando todo el día, haciéndolo gritar de emoción-Bueno Maty, un placer hablar contigo peeero, me tengo que ir – guardando las revistas en su mochila se dispuso a salir corriendo.

-Ya te hablo tu amorcito, ve galán- se despidió el rubio con la mano, viendo como su amigo salía corriendo en dirección a la biblioteca.

Alejandro corrió lo más rápido que le permitía su estado de civil, esquivando estudiantes y llevándose de paso insultos de algunos a los que casi estrelló.  Al llegar al lugar presento su carnet en la entrada, con ansias camino los pasillos hasta divisar su objetivo, Adam estaba sentado en una de las mesas que miraban a la ventana, dándole la espalda, junto a él se encontraba un chico de pelo castaño, quizás un metro setenta de alto, vestido con un pantalón ajustado y una camisa de corte Slimfit.

No supo exactamente la razón, pero ver la escena de su novio hablando con este chico mientras le explicaba le ocasiono una oleada de celos, quizás era solo el largo tiempo en que no se habían visto o que el endemoniado chico era bastante atractivo.

-Obviamente mucho menos que yo- dijo en voz alta sacando su lado arrogante, aún parado a varios metros de la mesa donde se encontraba Adam junto al extraño.

Regañándose mentalmente por pensar tonterías decidió acercarse a la mesa, interrumpiendo la conversación.

 -Hola amor- saludo Alejandro a Adam acercándose para besarlo enfrente del otro chico, obviamente con la intención de que el otro lo viera. Adam no opuso resistencia alguna y le devolvió gustoso el gesto.

-Hola grandulón, hace rato no te veía- retuvo con sus brazos al chico para que no se separara. -extrañe tanto abrazarte- le susurro al oído logrando estremecer al chico, eliminando por completo cualquier rastro de celos.  -Bueno, Rafa… espero te haya ayudado lo que te explique, nos vemos la próxima semana- Adam se despidió del chico saliendo de la biblioteca junto a Alejandro.

Rafael se quedó mirando como su tutor se alejaba junto con ese otro chico.

-obviamente, todos los chicos por los que me intereso tienen novio- suspiro dejándose escurrir en la silla.

Mientras ambos se alejaban caminando de la biblioteca Adam abrazaba a Alejandro por la cintura.

-¿ya se te bajaron los celos?- pregunto de repente Adam.

-¿Tanto se notó?- respondió el más alto, a lo que el otro chico solo rio.

-Eres demasiado obvio algunas veces, pero también es mi culpa no había logrado sacar tiempo para estar juntos- Adam se giró sin soltar la cintura del otro chico cercándolo con sus brazos -No sabes cuánto te extrañe – Adam recostó su frente entre los pectorales de su pareja, abrazándolo con fuerza.

-Yo más- respondió el más alto sintiendo como su pareja lo halaba -¿Qué estás haciendo amor?- pregunto soltando una leve risa.

-intentando cargarte como tú lo haces conmigo, pero erres muy grande-respondió Adam alejándose ligeramente -encógete un poquito- bromeo empinándose sobre la punta de sus pies para besar al chico.

-Prometo intentarlo -respondió siguiéndole el juego

-bueno grandulón, hoy cancele el resto de las tutorías, no tengo más clases y sé que tú tampoco. Qué tal si me invitas a tu casa, que también extrañe otras cosas- dijo bajando sus manos de la cintura hasta el trasero del más alto. -¿no tienes ropa interior?- pregunto al pasar su mano por la zona.

-sí, si tengo… solo que es la que te gusta-Respondió Alejandro, rojo de la excitación, para suerte de ambos estaban en un sitio con poca gente y nadie les prestaba atención -Me la puse especialmente para ti hoy-

-eh picarón, pero ¿y si no nos hubiéramos visto? -

-Ya me lo habías prometido, estoy seguro de que habrías hecho el esfuerzo, así fuera faltando un minuto antes de medianoche. -  Adam lo miro sorprendido, realmente Alejandro confiaba en él y eso lo hacía sentir un ligero cosquilleo en el pecho. -Bueno ya basta de charla, me excitaste así ahora te haces responsable- Alejandro halo del brazo a su pareja directo a los parqueaderos donde se encontraba su automóvil.

 

Al mismo tiempo en otro lugar de la universidad se encontraba Mateo siendo regañado por Ritta por haberse desecho del regalo que con tanto cariño le había sido entregado.

-Pero como me pudiste hacer eso, no ves que te los regale con mucho cariño…- lloraba la chica, mientras el rubio no sabía que decir o hacer para que se calmara.

-Linda, no me deshice de ellos se los regale a un amigo que tenía problemas con el novio- justifico Mateo. La chica al escuchar la oración paro su llanto seco sus lágrimas y formo una sonrisa un tanto retorcida.

-¿Dijiste amigo y novio?- 

-¿No estabas llorando hace unos segundos?- la chica solo lo ignoro, esperando respuesta  -sí, pues Alejo andaba un poco bajo porque no había podido encontrarse con su parejo, así que se los di para que los leyera y no se amargara tanto, si lo vieras parecía un perro abandonado-

-Espera, ¿Qué Alejo?.... te refieres a Alejandro Lux- Mateo solo asintió -El papasito de Alejandro Lux OMG ¿eres amigo de él? Por qué no me lo dijiste antes- Ritta vociferaba emocionada. Mateo solo la veía extrañado, no sabía si sentirse ofendido por que la chica con la que estaba saliendo le dijera “papasito” a su mejor amigo, o sentirse muy ofendido porque: aunque él pasaba sus días junto a Alejandro, nadie notaba su presencia.

-sí, ese mismo- contesto de mala gana -Creí que todo esto se trataba de tus comics no de las Fans de Alejo-

-Se llaman mangas y ya se cómo te voy a perdonar por haberlos regalado – Mateo la miro con una ceja levantada -Me vas a presentar a tu amigo- el chico, la miro aún más confundido, no sabía si él era muy obtuso o ella muy liberal.

-Te repito, tiene novio-

-Si ya te escuche-

-No va a salir contigo-

-Si ya lo sé, no entiendo que estas insinuando, yo solo quiero conocerlo… es como un modelo – Mateo empezó a entender que Ritta era una Fangirl, así que dejo de preocuparse por el asunto.

-Vale linda, ve mañana a las 9 de la mañana a la cafetería de ingeniería, yo salgo de clase junto a él y te lo presento- Cedió Mateo, logrando que la chica se emocionara y le agradeciera con un abrazo y un pequeño beso en los labios.

 

La mañana siguiente fue maravillosa para Alejandro, había pasado toda la noche junto a su amado donde se habían puesto al día después de las dos semanas de abstinencia, durmió con el abrazado, desayunaron juntos y vinieron juntos a la universidad, separándose para ir a clase, odiaba ese momento si por el fuera mantendría con Adam cargado en sus brazos todo el día.

-Igual hasta buen ejercicio de bíceps es- pensó en voz alta

-¿De qué hablas cabeza de musculo?- interrumpió Mateo, cuando estuvo a punto de entrar al salón de clases.

-Nada, que estoy muy enamorado….- suspiro para luego sentarse en su silla.

-Uy… suena a que alguien ayer le dieron hasta para llevar- bromeo Mateo

-Y no te imaginas cuanto, mejor no te cuento o me dices que soy un pervertido- respondió Alejandro.

-Ay no necesitaba saber eso… demasiada información- se quejó fingiendo estar asqueado. Alejandro solo se burló de su reacción hasta que llego el docente al aula y tuvieron que hacer silencio. La clase empezó y termino con tranquilidad, una vez acabada la clase los dos amigos salieron con rapidez.

-Bueno Maty voy a aprovechar que mi chico está trabajando así que me voy a ir al gimnasio de la universidad - comento Alejandro mientras salían del edificio.

-Alejo, no te vayas necesito que me hagas un favor…- Mateo se rascaba la nuca un poco nervioso.

-¿por qué tan nervioso amigo? Dime en que te puedo ayudar- sonrió el más alto.

-Bueno recuerdas los comics que te di ayer…-

-Mangas, y si los recuerdo ¿los necesitas de regreso? -  abrió su maleta -Acá los tengo-

-No tranquilo, quédatelos- rio nervioso -Bueno en resumen la dueña original de esas cosas te quiere conocer- Mateo cerro los ojos esperando el regaño de su amigo, en tiempos pasados muchas chicas intentaron acercarse a Alejandro sobornando a Mateo y pues al pelirrojo no le gustaba nada eso.

-Carajo Mateo otra vez….- Alejandro lo miraba enojado -¿Recuerdas que estoy con Adam? Ya habíamos tenido esta discusión Mateo, por favor- renegó por casi un minuto.

-Tranquilo Bro, yo le dije que tenías novio y todo, pero aun así ella siguió insistiendo, solo vamos la saludas y luego te vas al gimnasio- Intento conciliar Mateo.

-Vale, vale creo que puedo hacer eso-

-Gracias bro- Mateo sonrío, sabía que su amigo no lo haría quedar mal, aunque obviamente esta situación tampoco le gustaba mucho a él -quedamos de vernos acá cerca, ya son las 9 seguro ya está esperándonos- Alejandro asintió siguiendo su amigo.

Y como era de esperarse, al llegar a la cafetería estaba Ritta sentada en una de las mesas esperándolos, los chicos se acercaron y la saludaron con cautela, la chica mantenía una sonrisa que rayaba en lo perturbador.

-Qué alegría por fin conocerte Alejandro, soy una de tus fans- comento Ritta haciendo que el pelirrojo se sienta ligeramente incómodo.

-¿tengo fans?- pregunto, temiendo arrepentirse de la respuesta.

-obvio si pareces un modelo- ok, ahora Alejandro estaba incomodo totalmente.

-Más bien parece un fisicoculturista- interrumpió Mateo, la chica solo ignoro el comentario, mientras Alejandro le recriminaba con la mirada por seguirle el juego a la loca.

-tranquilo, no estoy loca ni soy una desquiciada- comento la chica -en realidad solo, quería conocerte y saber si leíste los mangas- el semblante del chico, se relajó ligeramente.

-Bueno, de hecho sí leí algunos ayer junto a mi chico- respondió el aludido.

-¿Y qué piensas, te gustaron?- pregunto emocionada.

-bueno de hecho, las historias eran lindas y a Adam le gustaron los dibujos- comento -Pero, hay algo me molesto, quizás tu sepas… ¿Por qué todos los pasivos son tan femeninos y delicados? O sea, no tengo nada en contra de que se exprese la feminidad, pero el cliché repetitivo no me gusta- Mateo lo miro sorprendido, no esperaba que enserio los leyera o que se tomara tan enserio esas historias.

-Bueno- sonrío un poco incomoda -Es un poco complicado de explicar, pero básicamente es el estereotipo que vende entre el público femenino, es lo que toda chica quiere, Activo grande y fuerte junto a su pasivo delicado y hermoso - Respondió la chica.

- Me parece poco realista- contesto Alejandro un poco indignado. Ritta no supo que más responder, realmente nunca se había puesto a pensar en esas cosas, ella solo disfrutaba el contenido. -Bueno, se me hace tarde me iré a entrenar. Así que me despido, que tengan lindo día- El pelirrojo se retiró del lugar dejando a la pareja solos.

-Creo que lo hice sentir mal- menciono la muchacha.

-¿Tu crees?- respondió con ironía – creo que la próxima vez deberías disculparte- Mateo la miro con severidad.

-Ay, tienes razón…. Es que solo me emocione mucho- se lamentó la muchacha empezando a sentir culpa por su actuar.

-Tranquila, ya lo arreglaremos- Mateo la consoló tomando sus manos -Vamos por un chocolate caliente- Ritta asintió, se alegraba de contar con alguien tan dulce.

 

Alejandro se sentía molesto y no entendía porque, él tenía muy claro que esos mangas era solo fantasía ridícula, pero la espinita no se iba. Así que decidió canalizar ese enojo levantando pesas, sin embargo, mientras estaba en el banquillo, en la prensa o en la barra por cada repetición que hacía más se enojaba, a su mente vinieron muchos recuerdos en donde su altura había sido un problema en su relación, incluso ayer Adam había hecho el amago de cargarlo sin éxito. De repente un pensamiento se le vino a la cabeza, “y si en realidad no eran compatibles y si él no era suficiente para Adam”.

-No puedo con esto…- gruño mientras hacia un press de banca con mancuernas de 50 lb en cada mano. Soltó las pesas haciendo retumbar el suelo, tomo su celular y escribió un mensaje que no espero enviar nunca. “lo siento Adam, no me siento bien… nos vemos después”.

Al terminar su rutina se dirigió a su automóvil, tenia más clases ese día, pero la verdad no le importaba, se sentía enojado y triste.

 

Adam había terminado sus clases de la mañana, adelanto una pequeña tutoría y se encontraba más que dispuesto a verse con su grandulón, miro la hora y eran las 11:45 am, faltaba aun 15 minutos para la hora acordada así que fue a calentar su almuerzo, encontrándose en su camino con su vieja amiga Martha.

-Hola Guapo, hace tiempo no te veía- Saludo la chica caminando junto a él.

-Hola linda, pues he estado bastante ocupado, sabes que me metí en este cuento de las tutorías- la chica asintió -Bueno, pues me consume mucho tiempo,  pero ya  le voy cogiendo el ritmo para poder volver a entrenar y aún más importante tener tiempo para compartir con mi chico- sonrió al decir lo último.

-Ay quien te viera, estas re-enamorado…- puyo la chica-ves te dije que te dieras una oportunidad, yo siempre tengo razón- comento soberbia, a lo que su amigo solo le siguió el juego.

-Pues, para que te digo que no si, sí; pero como no estarlo si Alejo es la mata de la ternura, es adorable- respondió con ilusión en su mirada.

-No sé si “adorable” sea la mejor palabra para describir a un chico de casi dos metros de alto y que de un puñetazo puede tumbar un caballo- Martha hizo las comillas con los dedos.

-Él es adorable y me pelearé con quien sea para mantenerlo- contesto Adam en un tono entre broma y realidad.

-Vale, vale… pero no te enojes- se burló la chica -y hablando de eso, ¿dónde está el tierno cachorrito?-  pregunto haciendo referencia a Alejandro.

-Oye, que buena pregunta- reviso su reloj de pulsera viendo que ya eran las 12:05 y no había señal de su pareja, así que saco su celular para ver si tenía algún mensaje.

-¿Paso algo?- Pregunto la chica al ver como la expresión de su amigo cambio radicalmente.

-No estoy seguro, pero creo que es grave, mira- le mostro el mensaje a su amiga.

-Bueno dice que no se siente bien, seguro le duele el estómago- la chica le restó importancia.

- No lo conoces, si el estuviera enfermo lo primero que haría seria llamarme a que lo cuide, algo malo le paso- el rostro de Adam mostraba desespero -Ven acompáñame- halo a la chica hasta una pequeña arboleda detrás del edificio donde estudiaban.

-¿Por qué estamos acá? Deberíamos estar buscándolo-

-Eso haremos, hace años hice crecer raíces por todo el subsuelo de la ciudad, conectando a todos los seres vivos- Adam cerro sus ojos concentrándose mientras dejaba salir una pequeña cantidad de su poder. -puedo ver todo lo que ocurre en cada punto de la ciudad-

-eso suena aterrador…- Adam solo la ignoro, pudiendo al fin conectar con el circuito de raíces, empezó a revisar la universidad y los alrededores sin éxito, así que se expandió a toda la ciudad, miles de imágenes empezaron a saturarlo.

-¡Lo encontré!-  abrió los ojos, mientras se sobaba la cabeza, tanta información en tan poco tiempo podía llegar a ser abrumadora.

-¿Dónde está?- pregunto la chica ayudándolo a sostenerse, pues Adam se tambaleaba ligeramente.

-Va en su auto, por la dirección en la que conducía supongo que va para su casa… necesito llegar antes que él, se veía un poco ¿enojado? –

-bueno y ¿cómo vas a llegar antes que él? – Adam le sonrió de manera maliciosa, la chica entendió inmediatamente que le iba a pedir

-Puedo ayudarte, pero recuerda que no soy muy buena con los portales, Mateo es mejor en eso… además él sabe dónde está la casa de tu novio, yo no- se excusó la muchacha.

-Martha, eres tan buena como tu hermano, además yo te digo donde hacer el portal, el tiempo apremia- Adam la tomo de las manos -Pooooorfaaaaaaa- rogó.

-Vale, vale… pásame la ubicación en un mapa- Adam marco en su celular el punto para mostrárselo a la chica. Martha alejó a su amigo, cerciorándose que no hubiese curiosos, empezó a invocar el portal, pronto se empezó a romper el espacio abriendo una grieta en el aire, que rápidamente estabilizo con un anillo hecho con runas. -Bueno, ya esta no es muy grande… pero servirá, ve rápido aun me cuesta mantenerlo-

Adam asintió saltando dentro del portal el cual se cerró inmediatamente, la chica quedo agotada sentada en el pasto, definitivamente las brechas en la realidad no eran su especialidad, ella prefería los goleen elementales.

El otro lado del portal se abrió a cinco metros del suelo en el jardín de la casa de los Lux, haciendo caer al chico contra el terreno, rompiéndose de paso un par de costillas, por fortuna suya su extrema regeneración lo sanó de inmediato, así que simplemente se levanto se limpio sus ropas observando la enorme casa que se erguía frente suyo, ubico el balcón de su novio y de un salto lo alcanzo, la ventana estaba cerrada pero no importaba ahí lo esperaría.

Al cabo de diez minutos sintió como la puerta de la habitación se abrió tan fuerte que hizo retumbar la habitación, Adam observaba sentado desde el balcón como Alejandro entraba en el recinto enfurruñado de rabia, incluso parte de sus ropas estaba quemadas, quizás por el excesivo calor que desprendía el chico al enojarse.

-Amor, vas a quemar la cama- Grito desde el otro lado del vidrio golpeándolo para que el otro le prestara atención. Alejandro al escuchar el llamado levanto la cabeza sorprendido.

-Adam que haces acá… ¿no tienes clases? -

-Primero que todo, ¿me abres? - Alejandro se levantó y abrió la puerta del balcón -Gracias, y respecto a lo que me preguntas, si tengo clases pero después de ese mensaje estaba muy preocupado por ti, y por lo que veo mi preocupación tenía fundamento- Adam se acercó, pero Alejandro retrocedió un paso -¿Qué paso? Cuéntame para estoy acá para apoyarte amor- esta vez Adam tomo la mano de Alejandro antes de que este lograra retroceder otra vez.

-son idioteces mías, no quera involucrarte- Adam lo miro suspicaz-Sí ya sé lo que me vas a decir que el problema de uno es de los dos, pero enserio, me siento enojado por algo tan ridículo que solo necesito tiempo para pensarlo y superarlo- justifico mirando hacia otro lado.

-uhmmm bueno, puede ser, pero no crees que es mejor si entre los dos buscamos una solución- Adam hacia gala de su aplomo y seguridad.

-Vale, pero no te vayas a reír – Alejandro agacho la cabeza de vergüenza, gesto que se le hizo adorable a Adam. -Adam, tú qué piensas de nuestra diferencia de altura y de contextura- por un breve instante el chico pensó que se trataba de una mala broma, pero al ver la expresión seria de su pareja supo que debía tomárselo enserio.

-¿te molesta que sea más bajo que tú?-

-¿Qué? ¡No! Obviamente no, me encantas tal como eres- respondió rápidamente -mi pregunta va más hacia: si a ti te incomoda que yo sea más alto que tu- Alejandro estaba rojo de pena, en su cabeza sonaba a un dilema muy grande, pero cuando salió de su boca se oía estúpido.

-Amor, Si a ti no te molesta mi estatura, porque a mí me molestaría la tuya- respondió Parsimonioso.

-Porque, así como a mí me gusta cargarte mimarte y demás… creo que tu también quieres hacer eso con tu pareja y pues conmigo no puedes…- ahora Adam entendía por dónde iban los tiros.

-ven, siéntate- el pelinegro palmeó la cama, Alejandro se sentó junto a el -Amor, mira tú siempre me has pedido que sea sincero contigo, no voy a mentirte obviamente dificulta algunas cosas- Alejandro iba a decir algo, pero Adam lo interrumpió antes -Pero, no me importa me lo absoluto, yo te quiero tal y como eres, es más me encantas, adoro todo tu, eres mi grandulón adorable- beso el dorso de la mano izquierda del chico sentado junto a él.

-¿estás seguro?- pregunto aun inseguro.

-Si, muy seguro, así que deja esa inseguridad, eres el chico que amo- Adam se acerco a besar la nariz del más alto.

-Vale, digamos que te creo, pero necesito pruebas- sonrió con picardía mientras su mano se dirigía a la entrepierna de su novio.

-ah claro, para ti soy solo un dildo con patas- Adam fingió seriedad en su reclamo.

-Nooo, amor obviamente no, solo quería…. Ay lo siento….- Respondió con desesperación el pelirrojo, el otro chico solo rio disimuladamente.

-Estaba jugando, no creo que me veas como un dildo con patas- Alejandro lo miro ceñudo por la que a su parecer fue una mala broma.

-Eres un tonto, me asustaste – Respondió aun con el ceño fruncido y haciendo un puchero.

-Ya, no te enojes… -empujo al mas alto de los hombros tirándolo en la cama y quedando él encima -Más bien, regresemos a esas pruebas-

Notas finales:

saludos a los que llegan acá ojala se encuentren un billete en la calle 

<3


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