Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

rayito de sol por tobio

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

que onda

— ¿Por qué están tan cerca ustedes dos? —Aomine se adentra a la habitación, mirando a ambos con ojos entrecerrados y juiciosos.

—Estábamos charlando —responde Kuroko, alejándose dos pasos de Kagami. Aomine es terriblemente territorial cuando se trata de su novio, y Tetsuya no quiere comenzar una discusión que ponga tenso a Kagami—, ¿Qué haces aquí?

—Mi alfa dijo que estaría de regreso para la cena, ¿Pero adivina qué? No fue así. —Mira a Kagami con reproche—, Entonces pensé que podría haber sucedido algo, y decidí venir. —Se encoge de hombros y camina directamente hacia Taiga. Se sienta junto a él y le da un beso en la mejilla―, Entonces… ¿De qué estaban hablando con tanto misterio? —Apoya su cabeza en el hombro de Kagami, y éste procura que su aroma se mantenga suave y agradable. No quiere que Aomine se dé cuenta que está muerto de miedo.

—Era una conversación privada —responde Kuroko, inmutable.

—Ya veo —tararea—, ¿Y qué es eso que estás intentando ocultar en tu bolsillo? —pregunta con curiosidad y Kuroko se queda quieto, exhala un suspiro resignado y saca el test. Aomine lo mira fijamente y luego silba con asombro—, Tetsu, no me habías dicho que ya tenías pareja —dice juguetón y su mano derecha palpa la pierna de Kagami, buscando la mano ajena para poder tomarla. Kagami no duda en entrelazar los dedos con los de su novio.

—No tengo pareja —responde tranquilo.

—Bueno, pero supongo que el bastardo que te embarazó, se hará cargo ¿Verdad? —Alza una ceja y Kagami se muerde el labio al oírlo. Kuroko camina hasta su escritorio y desliza la silla, para poder sentarse frente a sus luces.

—Él no sabe sobre el bebé. —Aomine se queda pensativo.

— ¿Tienes miedo de decirle? —pregunta, su voz ahora es más suave y se podría decir, que está tratando de animar al omega.

—Algo así, no sé si él se lo va a tomar bien. —Se encoge de hombros y mira de reojo a Kagami—, ¿Qué me aconsejas tú?

—Yo creo que deberías decírselo —explica serio—, Escucha Tetsu, si tu novio, follamigo, o lo que sea fue capaz de tener relaciones contigo sin utilizar la protección necesaria, supongo que tendrá las bolas bien puestas, como para hacerse responsable del cachorro. —Kuroko sonríe al ver lo serio que está Daiki—, Y si no quiere al bebé, bueno, que se vaya al demonio. Tienes a un montón de alfas a tu alrededor, está más que claro que no te va a faltar apoyo.

—Muchas gracias Aomine-kun, ahora estoy más tranquilo. —Hace una reverencia de agradecimiento, y Aomine sonríe feliz. ¡Qué divertido será tener un pequeño bebé para enseñarle baloncesto! Ojalá Tetsu lo lleve a su casa, para cuidarlo o enseñarle malas palabras sin que nadie lo sepa.

— ¿Y quién es el padre? —Pregunta curioso y Kuroko se queda en silencio—, Bien, no me digas. Adivinaré. —Chasquea la lengua―. ¿Podría ser Kise? Él ha querido cortejarte desde Teiko y siempre ha sido un dolor de culo cuando se trata de ti. Ahora que recuerdo… ¿No me habías dicho que estabas pensando en pasar tu celo con él? —Alza una ceja en dirección a Kuroko y Kagami se queda mirándolo con asombro.

—No me miren así por favor, aún no he discutido nada de esto con Kise-kun, agradecería que mantengan el secreto —dice inexpresivo, pero el aroma a vainilla hace que ambos alfas sonrían.

—Si no es Kise, voy a suponer que es Murasakibara. —Alza ambas cejas de forma sugerente y Kuroko suspira—, En la secundaria te llevabas bien con él, siempre compartía sus aperitivos contigo y hasta te pedía que lo acompañaras a comprar más.

—No veo a Murasakibara-kun desde la fiesta de Halloween.

— ¿Akashi?

—Está en una relación con Midorima-kun.

—Bah, entonces ya sé quién es. —Mira a Kuroko con una sonrisa maliciosa. Kuroko cierra los ojos y niega levemente con resignación—, Seguramente el bebé es de…

—Es mío —irrumpe Kagami, y la enorme sonrisa de Aomine se borra al instante—, Quería decírtelo cuando llegáramos a casa, pero tu estúpido juego de “Adivina quién” me estaba poniendo nervioso.

Aomine suelta la mano de Kagami inmediatamente y se pone de pie.

— ¿Cómo que es tuyo? —Pregunta con voz ronca, su mirada es sombría y el aire está insoportable—, Responde —Ordena con su voz de alfa, y tanto Kagami como Kuroko bajan la cabeza con respeto. Aomine es una alfa pura sangre.

—Lo siento —murmura nervioso y carraspea—, No sé cómo es que pasó, no fue mi intención, yo solo-

— ¿No fue tu intención? —repite con una sonrisa burlona, y sus rasgos se endurecen. Está muy enojado—, ¡¿Cómo mierda no iba a ser tu intención?! ¡¿Acaso te caíste encima de él y lo embarazaste por arte de magia o qué?!

Kagami frunce el ceño ante lo último y ladea la cabeza con duda.

— ¿Pero de qué mierda estás hablando? —pregunta confundido y Aomine gruñe, ¡Le gruñe! Con una expresión que asesinaría a cualquiera.

— ¿Crees que soy estúpido? —Pregunta serio—, No respondas. —Irrumpe de inmediato, porque está claro que Kagami diría que si—. Escucha Kagami, ni siquiera sé cómo reaccionar a todo esto porque me parece muy extraño y desagradable. —Lo mira fijamente a los ojos—, Si me dices que alguno de los dos estaba en celo y no pudieron controlarlo, te voy a perdonar, ¿Si?, porque es algo inevitable, ¡Pero no puedo creer que te hayas acostado con Tetsu! ¡Tú! Quien siempre dice que no sabe cómo acercarse a los omegas y…, no, no puedo imaginarlo, ¡Dime que no es cierto! ¡¿Por qué lo hiciste, maldito infiel?!

— ¿De qué celo estás hablando? —Le dedica una mirada a Kuroko, y éste solo se encoge de hombros.

—Embarazaste a Tetsu, acabas de decírmelo —murmura dolido, y Kagami se queda mirándolo con asombro, luego mira a Kuroko y a Aomine nuevamente. Se pone de pie con rapidez y le propina un tremendo puñetazo a su novio—, ¡¿Pero qué ocurre contigo?!

— ¡¿Conmigo?! ¡Tú fuiste el idiota que malentendió la situación! —Exclama rojo de la ira, y Aomine se acaricia la mejilla lastimada, sintiéndose confundido—, En primer lugar, el test de embarazo es mío, yo soy el que posiblemente está esperando un cachorro, no Kuroko, animal sin cerebro, ¡¿Cómo crees que yo me iba a acostar con él?! ¡¡Eres un maldito estúpido!! —Se acerca para darle otro puñetazo, pero Aomine lo esquiva y se pone detrás de Kuroko, buscando protección.

—Me estás diciendo… ¿Qué vamos a tener un bebé? —Pregunta con ojos brillantes e ilusionados y Kagami se cruza de brazos, sin responder nada—, ¿Tetsu? ¿Es verdad? ―Sujeta el hombro de Kuroko y el omega suspira.

—Es una posibilidad, Aomine-kun. —Las mejillas de Daiki se coloran de rojo y Kagami refunfuña un montón de groserías en inglés.

— ¡Santa mierda! —Exclama asombrado y Kagami se queda quieto cuando siente el aroma a felicidad de su pareja—, Maldita sea, Kagami, ¡¡Vamos a ser padres!! —Rodea a Kuroko con una velocidad digna de un alfa pura sangre, y se acerca a darle mucho amor a su novio.

—No es nada seguro, ¡No seas idiota! —Le da la espalda y Aomine aprovecha de abrazarlo, posando ambas manos sobre el estómago de Kagami y apoyando su mentón en el hombro de éste. Taiga siente un extraño escalofrío recorrerle la espalda y muerde la uña de su dedo pulgar, sintiéndose inquieto.

Aún no está listo. Tal vez es demasiado joven y un bebé es mucha responsabilidad. Tal vez serán padres terribles y su bebé sufrirá. Tal vez él se está ilusionando demasiado con la idea de tener un pequeño entre sus brazos, para que finalmente no esté embarazado.

—Oye, ¿Qué pasa? —El aroma de Kagami ha cambiado drásticamente a uno triste e inseguro. Es realmente leve, porque Kagami no es muy fanático de que la gente huela sus sentimientos y mierdas así, pero Aomine puede. El aire tiene un toque de flores, pero flores de cementerio, marchitas y muertas.

—Tengo miedo —susurra con voz temblorosa—, ¿Y si tratan de quitarme al bebé? Yo no tengo instintos maternos como los omegas, yo no podré arrullarlo para que se calme porque no sé cómo hacerlo, y mi aroma solo lo pondrá nervioso. No seré un buen padre, no me siento listo yo…, no quiero defraudarte a ti, ni al bebé —murmura lo último, y apoya su sien contra la de Aomine.

—Es verdad, apestas en muchas cosas —dice serio, y Kagami suspira, el aroma a angustia se incrementa un poco—, Pero yo tampoco soy perfecto, ¿Sabes? —Masajea con suavidad el estómago de Taiga―. No sé cocinar, ni ordenar, ni dibujar, ni cambiar un pañal y mucho sé cómo ser el alfa de una manada, porque jamás lo he sido…, y también tengo un poco de miedo… —Hace una pausa—, ¿Y si el cachorro resulta ser un omega y yo no puedo protegerlo? ¿Y si tú enfermas y no tengo los recursos para comprarte medicina? ¿Y si te das cuenta que en realidad, no soy tan genial cómo todos creen y decides irte? Tú puedes vivir sin mí, pero yo no puedo vivir sin ti —susurra con un suave rubor, y el aire se pone suave, con aroma dulce y agradable.

—Eres un maldito cursi —dice Kagami con una sonrisa divertida y Aomine frunce el ceño, entierra su nariz en el cuello ajeno y da una fuerte mordida—, ¡Idiota!

Ambos se ponen a discutir como siempre, desafiándose a hacer cosas estúpidas, y tratando de demostrar quién es el mejor de los dos, y Kuroko solo los observa en silencio, sintiéndose feliz de que sus luces se amen tanto.

**

—Según el resultado —comienza Fujimaki, doctor de cabecera de Kagami—, Estás embarazado, de quince semanas. —Le dedica una sonrisa amable y Kagami se queda en silencio, con la mirada baja.

— ¿Quince semanas? —pregunta Aomine con asombro y el doctor se queda de pie en medio de su despacho.

—Tres meses y dos semanas para ser más precisos. —Asiente con la cabeza, mientras Aomine se acerca a Kagami con una sonrisa resplandeciente—, Necesito que Kagami-kun se recueste y levante su camiseta a la altura de estómago —pide el beta con voz seria, mientras saca unos guantes de látex del bolsillo de su bata.

Kagami le dirige una mirada a Aomine, y éste simplemente le sonríe, cómo si su estúpida y galante sonrisa le afirmara que todo está bien.

—Si. —Taiga se recuesta en la camilla que está cerca de una maquina muy rara (monitor fetal), y levanta su camiseta, dejando a la vista su estómago.

Los ojos de Aomine inspeccionan el torso de su novio con curiosidad, y un cosquilleo le recorre todo el cuerpo cuando ve que ahí, en el estómago de Kagami, de su Kagami, hay un pequeño bulto. Ni siquiera es tan grande, en realidad, pareciera como si Kagami estuviera hinchado y tuviese muchos gases, ¡Pero está ahí!

—Vamos a ver el estado de éste pequeño —dice Fujimaki, y se acerca con una botella en la mano enguantada. Vierte una generosa cantidad de gel y lo esparce suavemente por el estómago del paciente.

Kagami suelta un suave jadeo y mira a Fujimaki con molestia, el gel está congelado y odia el frío. Entonces Aomine frunce el ceño también y mira al beta con los ojos entrecerrados, ya que al aparecer está siendo una amenaza para su pareja.

—Todo está bien —dice el hombre mayor—, Tranquilos he sido obstetra por más de diez años, ésta reacción es normal —explica con voz suave y cálida, una voz que genera confianza. Aomine calma a su lobo y mira a Kagami, quien luce alerta, observando con cuidado las acciones del doctor.

— ¿Para qué es eso? —pregunta el moreno, con ambas manos metidas en sus bolsillos y manteniendo cierta distancia, para que el doctor pueda hacer bien su trabajo y no se sienta intimidado.

—Revisaremos el estado del bebé —explica sonriente, se nota a leguas que ama su trabajo—, Aquí vamos. —Toma un pequeño aparato, el cual está conectado con la extraña máquina que Kagami vio hace rato. Fujimaki presiona con cuidado sobre el estómago de Taiga, y éste aprieta los labios, desviando la mirada y buscando algo con que entretenerse—, Ahí está.

Aomine fija sus ojos en la pantalla y observa una pequeña mancha blanca. Ladea la cabeza de un lado hacia otro, porque esa mancha no tiene mucha forma de bebé, entonces intenta darle forma con su imaginación, pero también falla. Su imaginación es un puto asco.
Entonces, un golpe de realidad le llega al pecho, y se da cuenta que ese pequeño punto blanco es su cachorro, su hijo, una personita creada por él y Kagami, y no puede evitar que sus ojos se pongan vidriosos, respirar se vuelve un trabajo difícil también.

—Mide 10 centímetros, y pesa alrededor de 30 gramos —indica el doctor y Kagami ladea la cabeza, observando la mancha blanca. Su pecho se infla de orgullo y emoción, así que decide mirar a Aomine, quien está mordiéndose el labio y secándose discretamente las lágrimas.

—Es más pequeño que el control de la televisión —comenta el moreno, riendo como el tonto que es y mira a Kagami, quién está igual, con sus ojos llorosos y una estúpida sonrisa en su rostro.

La habitación se llena de un aroma agradable, a felicidad y menta con limón.

—Ahora, veremos cómo está su corazón —explica con calma y regula algunos botones de la máquina para lograrlo.

Aomine se acerca a Kagami y entrelaza sus dedos de forma cuidadosa. Entonces cuando se escucha el rápido palpitar del cachorro en la máquina, el propio corazón de Aomine da un vuelvo y comienza a latir desbocado, tratando de que sus piernas dejen de temblar. Una risa nerviosa brota de lo profundo de su garganta y con sus ojos chorreando lágrimas, mira a Kagami, el cual está con los ojos cerrados y una enorme sonrisa en sus labios.

Más tarde, cuando el doctor les explica algo sobre unas vitaminas y todas las precauciones que deben tomar por el bebé, Kagami tiene ambas manos sobre sus ojos, tratando de que el maldito llanto se detenga.

**

Aomine propone, que la mejor idea para decirles a todos sus conocidos sobre el bebé, es hacer una fiesta para navidad. Todos asisten, por supuesto, nadie sería tan tonto para perderse una fiesta con la deliciosa comida de Kagami, y su olor hogareño y cálido, sin mencionar su enorme televisor de pantalla grande, el alcohol y los posibles regalos.

— ¿Podría tener su atención? —Taiga carraspea ruidosamente, y todos guardan silencio, incluso Akashi—. Bueno…, estoy esperando un bebé —dice, encogiéndose de hombros al terminar. En realidad, Kagami jamás ha tenido mucho tacto para decir éste tipo de noticias.

Aomine palmea su frente cuando ve que todos empiezan a mirarse confundidos, cómo esperando que Kagami diga que es una broma navideña, o mierdas así. A Kagami se le ocurrió la excelente idea de dar la noticia, justo después de la entrega de regalos, cuando todos estás más concentrados en otra cosa.

—Uhm… ¿Quieren ver el video que nos dio el doctor? Se escuchan los latidos de su corazón —comenta el moreno, tratando de dar credibilidad a la situación, y el aroma a sorpresa aparece de golpe, aturdiéndolo un poco.

— ¡Kagamin! —Momoi grita en medio de todo el silencio y el mencionado da un ligero respingo. Satsuki no duda en acercarse al alfa y mirarlo con emoción—, ¿Cómo pasó esto? ¡Muchas felicidades!, cielos, éstas son excelentes noticias. —Con cuidado lo abraza, y Kagami envuelve sus brazos alrededor de la pequeña omega.

—Satsuki, no seas una molestia —gruñe Aomine, celoso de la cercanía de Momoi, pero él no espera que ella se despegue de Kagami, para pegarse a él—, Retiro lo dicho, abrázalo a él, ¡Quita! —Regaña molesto, pero después de unos minutos exhala un suspiro y sujeta el puente de su nariz—, Ya, ya, está bien, me quieres y estás emocionada por el cachorro. —Le da suaves palmadas en la espalda y Momoi ríe divertida.

Seirin se acerca para saludar a Kagami, dándole un caluroso abrazo grupal. Kiyoshi le palmea la cabeza como siempre hace cuando ganan un partido y Kagami se queja, Mitobe frota su mejilla cariñosamente contra la del alfa, y Koganei lo abraza por la espalda, teniendo mucho cuidado con el estómago de Kagami. Izuki cuenta chistes sobre bebés, mientras que Riko y Hyuuga lo regañan por no haber tenido cuidado, pero después lo abrazan cariñosos, porque Kagami es el más joven del equipo después de todo. Y hacen lo mismo con Aomine, aunque el alfa pura sangre se pone un poco nervioso y huraño cuando Koganei intenta frotarse contra su mejilla, después de un rato lo acepta y se queda quieto, dejando que el equipo lo apriete y abrace y regañe. Kagami se ríe durante todo el proceso.

Too hubiera sido igual de cariñoso, sino fuera porque Aomine es un idiota. El moreno se burla de Wakamatsu cuando se éste acerca a felicitarlo por el bebé e Imayoshi tiene que calmar al furioso rubio, mientras Susa le dice a Sakurai que deje de pedir disculpas por todo. Con Kagami es distinto, porque Aomine no deja que se acerquen mucho a su pareja, lo cual provoca que Kagami se enoje, y entonces ambos comienzan a discutir y terminan peleándose. Solo logran darse un puñetazo cuando los demás se acercan a detenerlos.

La generación de Milagros también se acerca a felicitarlos. Midorima mira a ambos con desagrado (porque los odia y de igual manera los respeta) y murmura una felicitación, para después comenzar a decir algo sobre Leo y Virgo juntos, y Cáncer también aunque no le toman mucha atención. Murasakibara es un poco más agradable y les obsequia unos caramelos a ambos (de los que a él no le gustan, claro) y luego es regañado por Midorima, ya que se ha comido casi todo los aperitivos. Kise es el más amable, les felicita como corresponde y promete una cantidad infinita de obsequios y sesiones de foto para bebés y quizá para ellos también. Por otro lado, Akashi sonríe tranquilo y les felicita, diciendo que el bebé tendrá padres excepcionales y que cree en el potencial de cada uno.

—Taiga —llama Himuro con voz suave y el mencionado se voltea a mirarlo—, Bro, no sabes lo feliz que me siento justo ahora, dame un abrazo. —Tatsuya se acerca con los brazos abiertos, y cuando abraza a Kagami, ríe divertido al escuchar el gruñido celoso de Aomine—, No tengo palabras para expresar la felicidad que siento, y, mierda, Taiga, ¡Tendrás un bebé! —Se aleja levemente, y mira al pelirrojo con orgullo. Su pequeño hermanito ha crecido mucho.

— ¿Llamamos a Alex por video llamada para decirle? —propone con una sonrisa y Himuro asiente, acomodándose junto a Kagami, quien está buscando el contacto en su celular.

Horas después, cuando la reunión ha terminado y todas las luces han sido apagadas en la casa, Aomine se permite mirar a Kagami, tranquilamente y sin que el pelirrojo lo regañe. Está dormido, roncando con la boca entreabierta y una pequeña línea de saliva cayendo por su barbilla. Aomine sonríe enternecido y lo abraza, posando su mano suavemente sobre el vientre ajeno.

 

Notas finales:

HERMANOOOOOOO AMO TANTO EL AOKAGA


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).