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EL AMOR EN TIEMPOS DE COVID por juda

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Esa noche regresó al hospital y se acostó a dormir en una camilla vieja dentro de una habitación que no se usaba porque el baño estaba en condiciones deplorables.

El martes a la mañana regresó a su departamento, ingresó tranquilo sabiendo que el "hombre" que lo había enamorado, seguramente estaba en el colegio.

Encontró una nota debajo de su puerta, la abrió y en cuanto vio que comenzaba con un "me tienes que dejar que te explique" la hizo pedazos y la tiró a la basura.

Tomas era un crío encaprichado, ya se le pasaría y lo olvidaría. Ivan se dirigió hacia su cuarto y se tiró sobre la cama... lo malo es que él no era un crío y no podría olvidarlo tan fácil.

Estaba desanimado y se mintió que era por el trabajo que lo abrumaba, la gente en crisis de paranoia y pánico. Sintió hambre y recordó que debía comer. Sacó una manzana del refrigerador y comió la mitad, se sintió satisfecho y fue a recostarse nuevamente.

Era irónico pensar en como el pelirrojo hacía unas semanas le había devuelto las ganas de vivir y ahora se las sacaba de un soplido.

A las 11 de la mañana se quedó dormido, abatido por el cansancio y la tristeza. Se despertó a las 3 de la tarde con la llamada de Fran.

-Ivan tenemos reunión en el hospital dentro de una hora y media.

-Qué pasó?

-Tenemos los 9 primeros casos confirmados de covid y están en nuestro hospital. Te sacarán del triaje.

-Nueve!!??

-Si, es el grupo de amigos de un muchacho que regresó de Europa con los síntomas y salió a bailar. Esta semana se triplicarán o quintuplicarán los casos diariamente. El nivel de alerta aumentó en el hospital. Nos reubicarán. Tú tienes asma, no podrás estar en contacto directo con los enfermos, estás dentro de la franja de personas vulnerables.

-Tuve asma cuando era niño, Fran!!

-Estás entre los que están en peligro y lo sabes.

Ivan se refregó los ojos hinchados y miró la hora.

-Me baño y voy.

-La reunión es dentro de una hora y media, tómalo con calma, creo que eso necesitaremos a toneladas para soportar lo que se viene. Al presidente ya se le comunicó que el virus ingresó al país. En estos momentos se está realizando una reunión de gabinete para ver cuales son las normas que se implementarán para que el virus tenga la menos repercusión posible en la sociedad.

-Ok. Voy ahora, de paso tomo algo en el hospital, me arde el estómago. Creo que podría estar con una gastritis nerviosa.

-Nerviosa?

-He estado tenso, todo esto del virus me está afectando más de lo necesario.

-Ok, ven, te revisaré y tal vez necesites algunos ansiolíticos.

-Ya voy.

Se bañó intentando que el agua caliente lo relajara, se vistió y cuando abrió la puerta, el cuerpo de Tomas sentado del otro lado, cayó hacia adentro.

Se asustaron los dos.

A Tomas le rodó la mochila y antes de levantarse se cercioró de que el taper no se hubiese destapado, luego se puso de pie ante la atenta mirada de Ivan.

-Te traje comida -jadeó extendiendo el recipiente con las manos temblorosas. El crío tenía los ojitos rojos e inflamados.

Ivan miró lo que el niño le ofrecía, negó e hizo un paso hacia atrás.

-Tengo que ir a trabajar. No necesito que me sigas trayendo comida, estoy alimentándome bien.

Tomas abrió desesperado la mochila, sacó duraznos y se los ofreció con los deditos temblando.

Ivan volvió a negar.

-No, Tomas. No quiero. Ahora por favor, vete, necesito ir a trabajar. No vuelvas más.

-Tenemos que hablar, Ivan.

-Tuviste que ser sincero desde un comienzo, niño! -espetó y la mirada era tan dura!!! y Tomas estaba sintiéndose tan destruido!!

-Ivan... perdón!! perdón!! -gimió llorando, llevando los duraznos al pecho, rogando clemencia.

El pelinegro le puso una mano en el hombro y suave pero decididamente lo instó a salir y cuando el cuerpo del crío se puso tenso, hizo más esfuerzo. Puso ambas manos en la espalda del niño y lo obligó a abandonar el departamento pero Tomas se resistía, tiró los duraznos y se agarró del marco de la puerta para que no lo sacara.

-Me tienes que perdonar, Ivan!!! -gritó histérico, llorando y el pelinegro se sobresaltó.

-Niño!!! Sal de mi casa o tendré que hablar con tu madre. -dijo en voz baja para que sus vecinos no salieran a mirar qué sucedía pero Tomas giró su cuerpo con rapidez y se prendió al pecho del hombre.

-Ivan... perdón!! perdón!! -chilló y a Ivan le dolía todo el cuerpo ante esos ojitos.

Cerró la puerta y abrazó su cuerpito adherido a él.

Le acarició el cabello mientras el niño hipaba en un llanto descontrolado.

-Perdón -hipó.

E Ivan le besó el cabello.

-Está bien, estás perdonado. Ahora regresa a tu casa.

Tomas elevó la carita roja de ojos hinchados y lo miró, hipando.

-Me perdonas?

-Estás perdonado -contestó con el ceño fruncido, acariciándole el pelo y Tomas intentó besarlo.

Se puso en puntas de pie desesperado e intentó llegar a sus labios pero Ivan fue más ligero, le puso las manos en la cintura y lo alejó.

Retrocedió llevándose ambas manos a la cabeza porque tener al niño ahí lo estaba torturando, se había enamorado del niño!! ¿quien convencía al centro de su pecho que no podía? ¿que eso era incorrecto?

-Me dijiste que me habías perdonado -jadeó haciéndose chiquito sobre si mismo e Ivan se apoyó en la pared contraria, respirando duro, intentado no ponerse a llorar por los nervios y el sentimiento de impotencia.

-Te he perdonado. Pero eso no quita que eres un niño, lo que pasó aquí estuvo mal, fue mi culpa. Te dije que no parecías de 23 y decidí creer tu mentira. Espero que me disculpes, no fue mi intención tocarte.

-Ivan... quiero seguir viéndote -susurró acercándose despacito.

-Tomas, regresa a tu casa, llévate esa comida. Aliméntate bien, no andes desabrigado, cuídate, hay un virus potencialmente peligroso en el país... y ya no regreses a buscarme, por favor.

-Si crees que me rendiré sin luchar, estás equivocado.

-Tomas, vete.

-Es por mi edad o por esa Marylu?

Ivan se destapó la cara. Lo miró con los ojos inmensos y las cejas levantadas. Tomas vio sus ojos redondos y grandes cristalizados y el vestigio de una lágrima. Ivan lloraba por él! Si Ivan lloraba por él es porque sentía algo!!!

No es así??? o lloraba porque no sabía como deshacerse de él??

-Marylu en mi compañera en el hospital, Tomas!! Es la enfermera que te vacunó en el colegio!! Te dije que era solo eso. Yo no miento Tomas! Yo no engaño a la gente, Tomas!

Y otra lágrima cayó de esos ojos oscuros con el firmamento metido en ellos y Tomas corrió hacia él, se colgó de su cuello y estampó sus labios sobre los suyos. Ivan lo tomó por la cintura e hizo el esfuerzo por sacárselo de encima, puso el rostro hacia el costado pero Tomas se aferró más al él y le buscó la boca como desesperado, dejando restos de su saliva por el rostro del adulto inmisericorde que no le tenía piedad.

-No me dejes, Ivan -rogó intentando meter la lengua en su boca y el pelinegro tembló ante esa lengua, ante ese aliento caliente. Las manos en su cintura acariciaron la zona unos segundos antes de alejarlo con fuerza.

-Soy un hombre mayor y tu eres menor de edad. Vete de mi casa, Tomas. Debo ir a trabajar y no puedes estar aquí.

Tomas trastabilló cuando el pelinegro lo alejó de su cuerpo con violencia.

Hizo un puchero y se limpió las lágrimas con fuerza.

-Desbloquéame en tu celular.

-Tomas...

-Desbloquéame, quiero saber de ti. No te besaré, no te abrazaré, pero quiero seguir siendo tu amigo. No me rendiré, Ivan.

El pelinegro suspiró desesperado. Se alejó aun más de ese cuerpo que lo martirizaba.

-Está bien, te desbloquearé, pero debes irte. Tengo que ir a trabajar.

-Te traeré comida todos los días, no es necesario que te cocines esa porquería de ramen.

-Tomas...

-TE TRAERÉ COMIDA! -gritó zapateando, comenzando a llorar de nuevo e Ivan elevó las manos para tranquilizarlo.

-Está bien. Ya veremos como arreglamos eso, ahora necesito ir a trabajar.

Tomas tomó el taper con comida que había quedado tirado, lo llevó al refrigerador y guardó en su mochila el que ya estaba limpio de la última vez que le había traído la cena. Guardó los duraznos en el sector de la fruta pero mantuvo uno en la mano. Antes de irse se arrimó al pelinegro con el brazo extendido para que no huyera de él.

-Toma. Come. Mi madre me dice que las frutas tienen vitaminas -susurró y cuando Ivan la tomó, Tomas se tiró sobre él, lo besó en la boca y salió corriendo.

 ***

Los médicos llegaron a la reunión, se habló sobre las nuevas normas ahora que el virus había ingresado al país. A Ivan lo sacaron del triaje. El hospital fue dividido en dos, los pacientes que llegaban con síntomas de covid eran redireccionados hacia el ala este y los restantes al oeste. En esta última estaba Ivan, se lo destinó a hacer consultorio con aquellos casos que no eran sospechosos. Se implementaron medidas para que la sala de espera no estuviera abarrotada de gente y no se contagiaran entre ellos, pero en un país que se desmoronaba económicamente y cuya población, en su gran medida, carecía de seguro social... eso era imposible. Las salas de espera bullían y entre personas con dolores de estómago y otros con resfríos fuertes... estaban aquellos con tos y dificultades respiratorias.

El virus había llegado y no sabían si estaban preparados para contenerlo.

Cada uno de los médicos fue revisados por otros para descartar posibles síntomas y ese ritual se repetiría diariamente, controlando saturación de oxigeno y temperatura antes de entrar a los consultorios.

Ese día, el presidente dio la noticia a la población: la primera medida fue declarar emergencia sanitaria. A la población se le pedía abstenerse de salir a las calles a menos de que fuera absolutamente necesario y cerraron los colegios. Todavía no se descartaba una cuarentena.

Tomas se enteró de todo eso en la cena, mientras escuchaba a sus padres y veía la televisión.

-Nos salvamos de la prueba de inglés -chilló Raul en un audio y Tomas no respondió, lo único en lo que podía pensar era en Ivan en el medio de ese conflicto sanitario.

Se estaría alimentando bien? Estaría descansando?

Había estado horas sentado delante de su departamento y no lo había visto volver.

Sabía por el conserje que Ivan regresaba a las 3 o 4 de la madrugada, lo esperaría de nuevo y si no aparecía, le llevaría comida al hospital.

Raul le escribió de nuevo.

-Los padres de Martin se fueron para ver a sus abuelos, tiene la casa para él solo. Van Javier y Exequiel entre otros, será una reunión en secreto porque con esto de la emergencia sanitaria no sabemos si permiten fiestas. Será un par de horas para tomar unas cervezas, nada más! Te busco?

Tomas se tentó.

Podría ir con sus amigos y regresar a las 3 para hacer guardia en la casa del amor de su vida.

Porque Tomas sabía con una claridad horrorosa, que Ivan era el amor de su vida y que él era el amor de la vida del médico, solo que ese hombre aun no se daba cuenta de eso y el pelirrojo no descansaría hasta que aceptara que tenían algo que iba más allá de una simple diferencia de edad.


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