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EL AMOR EN TIEMPOS DE COVID por juda

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Era domingo cuando Francisco llegó al departamento de su compañero vestido con el traje protector.

Era domingo muy temprano cuando se hizo presente la ambulancia y se llevaron al médico pelinegro.

A Ivan se lo trasladó a toda velocidad, el hombre tenía signos de estar con una pleuritis. Antes de salir le dio a su compañero la dirección de su pareja, le dijo que por favor fuera reservado porque los padres de Tomas no sabían lo que pasaba entre ellos dos, le rogó que no abandonara a su pelirrojo, que estuviera atento a su evolución. Con las últimas fuerzas le pidió que no lo juzgara, que no estaba en su poder dejar de amar a Tomas.

Ivan era ingresado en terapia intensiva cuando Fran golpeó la puerta del tercer piso y al conocer a Tomas supo porqué le había advertido sobre no juzgarlo.

-Cuantos años tienes? -le preguntó mientras revisaba al crío que no paraba de llorar porque no era su médico el que estaba ahí sino un extraño.

-Dónde está Ivan? -hipaba intentando girar pero Fran lo ponía derecho para poder seguir con el reconocimiento de su respiración.

-Cuantos años tienes, Tomy? -volvió a preguntar, estaban solos en la habitación del menor.

-17 -gimió él. -dónde está Ivan?

-Tomy... qué tipo de relación tienes con Ivan?

-Ninguna. Lo amo pero el no me deja amarlo -lloró acurrucándose, puso las palmas de las manos hacia arriba, como implorando un pedazo de pan a un dios y preguntó de nuevo -Dónde está Ivan?

Fran suspiró.

-Ivan fue ingresado hace un par de horas en terapia intensiva, tiene covid y sus pulmones están comprometidos.

-¿Pero estará bien? él me dijo que tenían inmunidad, que los médicos estaban vacunados!

Fran elevó las cejas ante la inocencia del niño.

-Tomy, el covid es un virus nuevo, todavía no se sabe mucho de él. No hay vacunas.

-DIOS! -jadeó bajándose de la cama y caminando hacia la puerta, el cabello mojado por la fiebre pegado a su rostro.

-A donde vas? tienes que hacer reposo.

-No. Debo alimentarlo. Ya hace muchas horas que está sin comer. Si yo lo alimento él se recuperará. Mi mamá me dice que si el organismo está fuerte se puede contra todo -gimió mientras salía, el médico se paró para salir detrás de él y escuchó a la madre del muchacho pararlo y que él gritaba que tenía que salir, que debía alimentar a Ivan, que si él no le daba sopa su hombre se moriría.

Fran escuchó cuando los padres forcejeaban por detenerlo y los alaridos del niño.

El sistema nervioso del crío colapsó antes de llegar a la puerta de entrada.

***

Ivan abrió los ojos y lo primero que hizo fue sentir el aire entrar sin problemas en sus pulmones. Miró alrededor, estaba en terapia intensiva y le dolía tanto la garganta que supuso que había estado intubado.

Buscó el equipamiento y lo encontró cerca.

Sí, lo habían tenido con un respirador artificial. Seguramente se lo habían sacado para comprobar que pudiera respirar por sus propios medios.

Se pasó la mano por el pecho porque era hermoso respirar, la función era mecánica y nadie la tenía en cuenta. Sonrió para si mismo. Todos deberían pasar por un episodio de respiración dificultosa para que pudieran luego valorar el aire dentro de los pulmones.

Al tocarse el pecho sintió también sus costillas, estaba muy delgado.

Cerró los ojos y sonrió, cuando Tomy lo viera así de flaco se le instalaría en su departamento para cocinarle mañana, tarde y noche. Sonrió aun más porque a él no le molestaría.

Tocó el botón para llamar a la enfermera y a los segundos se hizo presente Francisco protegido con el traje.

Entró sonriente, en silencio le tomó los signos vitales, luego acercó una silla y se sentó a su lado.

-ya era hora de que despertaras, bella durmiente. Nos tuviste en vilo a todos. -el rostro se le endureció, la sonrisa que tenía se le fue -Te salvaste por un pelo, durante mucho tiempo no supe si lo lograrías -le dijo serio e Ivan apretó los labios.

-Perdón -agregó con voz ronca, se llevó la mano al cuello haciendo un rictus de dolor. Francisco se levantó rápido y le trajo agua, el médico la tomó despacio, haciendo pequeños tragos para que su estómago y la faringe pudieran con el líquido, luego se recostó e inhaló fuerte. Que sensación hermosa poder respirar!!! -no era mi intención esperar tanto para llamarte... Pero tenía que cuidar a Tomy. ¿Cómo está él? -dijo al fin cuando creyó que podría hablar.

Fran lo miró con el ceño fruncido e Ivan desvió los ojos.

-No me juzgues, no fue mi intención enamorarme de él. Fue todo mi culpa pero no lo pude evitar. Cómo está?

-Hasta la semana pasada estaba bien.

-La semana pasada?? Porque hace tanto que no lo ves? -preguntó agitándose un poco.

-Porque ya no tiene el virus y se les dio permiso para salir de la ciudad y cumplir la cuarentena en el campo. Lejos de todo.

Ivan abrió grande los ojos.

-¿Por qué se fueron?

Fran le puso la mano en el brazo y lo apretó.

-Ivan, la primera semana fuiste empeorando lentamente, en la segunda semana de internarte se te llenaron de líquido los pulmones. Te tuvimos en coma farmacológico casi un mes. Tomas mejoró y se curó en cuatro semanas. Pero el niño no paraba de escaparse queriendo venir a verte. Sus padres imaginaron lo que sucedía entre ustedes dos y el niño les dijo que él te había buscado, que no querías tener nada con él pero que tampoco se rendiría. Los primeros 4 días, hasta que la fiebre cedió, tuve que mantenerlo sedado. Estallaba en crisis de histeria cuando no sabía de ti. Así que optaron por llevárselo lejos. Ya no está en la ciudad. La madre me dijo que no te denunciarían porque lo habías ayudado en el peor momento, pero que no permitiría que te arrimes otra vez.

Ivan llevó la mirada hacia el techo.

Las lágrimas le hacían un camino silencioso hacia la almohada.

-Se lo llevaron lejos -susurró más para si mismo, necesitaba convencerse para que el cerebro empezara a planear una estrategia de recuperación en un escenario donde Tomas ya no existiera. -Pero se curó, verdad Fran?

-Se curó. -dijo el médico apretando aun más el brazo.

-Gracias. -susurró y cerró los ojos, quería descansar. Quería dormirse y no despertar.

***

Ivan estuvo internado dos semanas más y cuando fue dado de alta, le dieron una licencia por dos meses más. En el ínterin murió mucha gente. El virus hizo estragos en el país pobre. Mientras el hombre estuvo en coma farmacológico se había decretado la cuarentena y aunque la epidemia estaba medianamente controlada, el hambre también hizo mella en la sociedad.

Ivan se descubrió viviendo en un país triste y no sabía si todo era gris por los rostros abatidos de la gente que luchaba por un pedazo de pan en medio de una crisis que también les había quitado seres queridos o era porque...

Se sentó en el sofá y cerró los ojos...

porque Tomas ya no estaba.

Sonrió porque en realidad debería sentirse bien, había pasado lo que necesitaba... alejaron al adolescente de su vida y de esa manera no podía tentarse de tocar su cuerpito, de besar esa boquita hermosa, de acariciar su pelito.

Ivan estaba sentado solo en el salón de su departamento y lloró.

Hacía dos meses que había despertado en un mundo sin su pelirrojo y por fin se permitía llorar fuerte y gritarse que todo estaba mal. Que no era lo correcto estar sin él!! QUE ÉL LO NECESITABA!

Lloró fuerte, sus vecinos aun no regresaban, era el único viviendo en el quinto piso y pudo desatar su dolor, gritó su dolor, golpeó en cada pared su dolor.

Ni siquiera se había despedido, estaría bien su niño pelirrojo? No le habrían quedado secuelas del virus??

Se durmió en el sofá soñando con él... con él!!!

Despertó a las 9 de la noche y se preparó pollo porque era lo que su niño le decía que lo alimentaba y lo comió sonriente, recordándolo.

A las 9 y media lo llamó Francisco.

-Estoy con tu resultado en las manos, ya no hay vestigios del covid en tu sangre y estás con los glóbulos rojos normalizados. Del directorio dieron verde para la reincorporación de 23 médicos que habían caído enfermos con el virus, entre ellos estás tú. Mañana puedes reincorporarte -le dijo y esperó la respuesta. Sabía que su amigo aun sufría la ausencia del niño, el silencio le dio la pauta que Ivan aun no estaba preparado así que le dio el empujón que necesitaba -Ivan, trabajar y mantener la mente ocupada te ayudará.

El pelinegro suspiró y aceptó.

Al siguiente día retornó a su rutina.

Tres meses después se cruzó con Raul y el niño le dijo que ya no veía ni hablaba con Tomas. Tenía la cicatriz en el cuello de la traqueotomía que tuvieron que hacerle cuando empeoró y no pudo respirar.

Esa fue la señal de que tenía que cerrar ese segmento en su vida.

Seis meses después de despertar sin el pelirrojo, se permitió salir y conocer a otras personas.

Un año después Ivan trabajaba en el triaje nuevamente, el país salía poco a poco de la desolación dejada por el virus y un muchacho ingresaba como enfermero al sector donde se encontraba el pelinegro, su nombre era Marcos.

La atracción fue mutua desde el primer momento y Francisco se alegró cuando se enteró que tendría la primera cita con ese hombre, era el momento de que Ivan pudiese volver a sonreír.

Al mes tuvieron una cita doble: Fran salía con el rector del colegio San gabriel e Ivan con el enfermero.

Eran buenos tiempos para los médicos. Estaban atravesando por un período de calma.

El segundo año encontró a Ivan pasando la primera crisis con su novio. Habían decidido vivir juntos a los 3 meses de conocerse y creían que eso les estaba pasando factura.

La pareja decidió vivir en casas separados y luchar por la relación de esa manera. Se querían y era necesario darse tiempo para poner todas las energías en lo que sentían el uno por el otro.

Una noche cuando salía del hospital pasó por el frente del bar donde atendía la bonita pelirroja y vio a Raul sentado en una mesa junto a un muchacho alto de cabellera semiondulada y negra. El extraño le daba la espalda, pero Ivan no tenía intenciones de saber quien era. Sólo se dedicó por unos segundos en mirar a Raul, le sonreía bonito, le tomaba las manos y se las besaba. El niño le recordaba a otro niño. Sintió nostalgia. Desde la calle se descubrió sonriendo ante la sonrisa de Raul. ¿Cómo estaría el "otro niño"? El amigo de Raul? El que fue su amor un corto lapso de tiempo? Siguió su camino. Ahora tendría entre 19 y 20 años, ni siquiera sabía cuando los cumplía.

Una tristeza pequeña le rascó el ventrículo derecho.

Hacía tanto tiempo que ya no se despertaba soñándolo o lo recordaba!!!

Marcos lo había ayudado a superarlo. Suspiró y sacó su celular, llamó a su novio y quedaron en pasar la noche juntos. Tenía que salvar esa relación a como diera lugar!


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