No pudo dormir bien esa noche y se dijo que era porque había bebido demasiado café mientras veía una película con Marcos. El hombre aun dormía en su cama. Suspiró resignado porque habían decidido que tratarían de no pasar la noche en la casa del otro, pero cuando el enfermero tenía sus ataques de celos, necesitaba dormir con él.
Se vistió, salió del departamento e hizo algo loco! Bajó corriendo las escaleras y se detuvo en el tercero. Miró el pasillo y también aquella puerta. Ahora era el hogar de una anciana, pero antes lo fue de alguien a quien quiso mucho. Se decía que le había costado olvidarle porque lo de ellos no había tenido un final. Los lazos fueron rotos por terceros.
Negó con la cabeza.
Ni siquiera sabía porqué había ido hasta allí. Estaba comportándose como un estúpido.
Ya casi habían pasado 3 años de aquello.
Intentó relajarse, fue al ronroneo por un café y luego, con su latte en la mano. Caminó tranquilo hasta el hospital.
Llegó a su consultorio, se sentó en su escritorio y miró la hora 7,30.
Prendió la pc y se dedicó a terminar con unos protocolos médicos hasta que golpearon su puerta.
-Adelante! -vociferó, la puerta se abrió y entraron los dos estudiantes.
Pasó toda la mañana atendiendo pacientes y explicándoles a los muchachos las patologías y haciéndoles preguntas para constatar los conocimientos, a fin de cuentas luego de la semana junto a él, Ivan debería llenar una planilla dando un puntaje.
En un descanso Javier pidió permiso para ir al baño y apenas ivan lo vio desaparecer, mientras fingía anotar algo en un recetario, preguntó:
-Qué tal te va en la carrera?
Raul elevó los ojitos hacia el médico y dejó su lápiz a un costado.
-Bien. Al principio me encontraba un poco indeciso, pero estoy decidido a seguir con esto.
-Me alegra -contestó mirándolo a los ojos. -Sigues sin tener noticias de Tomas? -preguntó volviendo la vista al recetario y Raul creyó no escuchar bien.
-Qué?
-Tomy -dijo más fuerte, dejando todo de lado para mirarlo -Aun no tienes noticias de él?
Mierda. Si lo había reconocido el día anterior.
Raul lo miró indeciso, no podía tirarse en contra al hombre que daría una evaluación de él. Se arrepintió de haber cambiado de médico. Miró hacia la puerta porque tenía la esperanza que entrara Javier pero el hijo de puta se demoraba. Seguramente había mentido que quería ir al baño y había ido tras alguna enfermera.
Seguía sin gustarle Ivan.
Cuando fue a visitar a Tomas al campo, lo encontró perdido. Estaba en medio de una depresión y lo estaban medicando. Las pastillas lo dejaban un poco apático y somnoliento. Raul le atribuía todo el sufrimiento al médico que ahora estaba ante él preguntándole por su casi hermano.
-No tengo noticias. Nunca más lo vi -respondió con seguridad, pero los segundos que había demorado en responder le servían a Ivan para comprobar que mentía.
-Me habría gustado ver si se repuso bien del virus -dijo mirando la cicatriz de la traqueotomía en Raul -Cuando me desperté del coma él ya se había ido.
Raul asintió mirando de nuevo sus papeles.
-Él se repuso bien del virus, su papá también. Creo que del grupo de chicos que nos enfermamos fue el que mejor lo llevó. Su organismo respondió bien a la medicación que le dio el Dr. Francisco. Al menos en ese sentido se recuperó bien.
-En ese sentido?
Raul se aclaró la garganta y sonrió (o al menos lo intentó).
-Se recuperó. Eso es lo importante. Estuvimos un tiempo comunicándonos por teléfono y luego ya no supe más de él.
-Tienes su número?
Raul elevó las cejas en alto. La puerta se abrió y entró Javier, pidió disculpas y se sentó junto al rubito. Raul le sonrió a su compañero y preparó sus papeles para seguir tomando nota, imaginando que Ivan terminaría con el interrogatorio ahora que había llegado su compañero, pero el pelinegro no le sacaba los ojos de encima y Javier lo notó.
-Pasa algo? -preguntó el recién llegado e Ivan le sonrió.
-No. Sólo estoy reconociendo a Raul como el amigo de uno de mis pacientes.
-Si? -preguntó Javier sonriendo amplio también.
-Si!! Resulta que Raul fue compañero de Tomas Gomez, yo lo atendí hace dos años y medio.
-Con lo del covid?? -preguntó con los ojos inmensos.
-Si!!
-Yo también tuve el virus. Tomas es mi amigo también!!! ¿Ya le contaste que estudia en el profesorado? -preguntó sonriente dirigiéndose a Raul y Raul apretó la mandíbula y bajó el rostro para seguir escribiendo.
A Ivan le temblaba la mano en el papel y la ocultó detrás de la pc, fingiendo que leía algo para que no se le notara.
-Oh! regresó del campo?
-Este año!!! Estuvo haciendo el profesorado en otra ciudad pero hace un par de meses hizo el cambio. Tu te reuniste con él hace dos noches, verdad?
E Ivan recordó haberlo visto con un muchacho de pelo negro ondulado.
Tragó saliva duro. Habría sido él?? No! El muchacho que vio con Raul era alto. No podía ser su pequeño Tomas. Aunque cuando lo vio por última vez hacía dos años y medio tenía 17 añitos... Tomas aun estaba creciendo. A esa edad los adolescentes cambiaban mucho en su proceso de crecimiento.
Le hizo calor, de pronto sintió que el cuerpo le ardía. Cuanto habría cambiado? Cuando lo visualizaba venía a su mente el pequeñito, delgadito, adolescente, ahora estaría convertido en un hombre. Estaría en los 19 o ya habría cumplido los 20?
-Sería bueno saber cómo está! Yo me enfermé con el virus y cuando me recuperé ya no estaba en la ciudad -le informó a Javier y éste afirmó con el rostro. -Si tienes su número de celular yo podría preguntarle, fue mi paciente y me interesa -dijo haciendo esfuerzo para que la voz no le temblara, la sonrisa se le acortó un poco a Javier y negó un poquito.
-Yo no tengo el nuevo número, todavía no lo vi -y giró hacia su compañero con emoción -Pero tu debes tenerlo Raul, estuviste en contacto con él!!
Ivan regresó los ojos al rubito y le vio el rostro rojo.
-Perdón, no puedo dar el número sin preguntarle a Tomas.
-Oh! por supuesto -dijo el médico sonriendo, intentando tragar duro, el cuello y el rostro colorado. -Tu dile que solo quiero saber cómo está.
-Ok -contestó lapidario Raul y Javier arrugó el entrecejo porque no entendía porque no le daba el número al médico al que deberían caerle bien y que les daría una nota al final de la semana!!
-Puedes preguntarle hoy, me dijiste que saldrías a almorzar con él!
Y Raul levantó el rostro y miró de tal manera a Javier que Javier sintió que se le reventaría un huevo y sus futuros hijos estaban a un paso de nunca ver la luz. No entendía qué mierda estaba sucediendo.
***
Javier y Raul se despidieron con apretones de mano e Ivan, apenas cruzaron la puerta de su consultorio, se sacó la chaqueta y corrió hacia el estacionamiento.
Sabía que los muchachos tendrían que ir hasta enfermería, buscar a Marcos y firmar la salida de manera que se metió en su auto, salió y se estacionó al frente del hospital.
Raul no le quería dar el número de Tomas y estaba seguro que no le diría a Tomy que él quería verlo.
Aun ignoraba porqué ese muchachito nunca llegó a aceptarlo pero en ese momento era lo que menos le importaba en el mundo. Respiró agitado esperando que salieran.
Entró un mensaje a su celular y vio que era Marcos.
FUCK!
Tenían que almorzar juntos, supuso que le estaba preguntando si ya se había desocupado de todos sus pacientes.
Iba a responderle que había tenido que salir unos momentos y que regresaría por él cuando vio salir a Raul y Javier así que tiró el aparato a un lado.
Ambos muchachos parecían discutir, seguramente el rubito le sacaba en cara de que había hablado de más. Ivan sonrió. No importaba, quería verlo por última vez. Ese círculo tenía que ser cerrado, seguramente por eso aun no terminaba de olvidarlo... porque no pudo despedirse!! Quería verlo y saber que vivía bien. Tal vez estaba de novio como él! Tal vez era feliz como él lo era con Marcos! Aspiró aire, puso en primera y avanzó despacio cuando Javier se fue hacia la izquierda y Raul a la derecha.
Dio gracias a los cielos que siguió hacia la derecha o habría tenido que doblar en U y tal vez ese movimiento lo pondría al descubierto.
Era una avenida y avanzaba lento, varios vehículos le tocaron bocina.
LA PUTA QUE LO PARIÓ CON RAUL QUE TENÍA QUE PARARSE EN CADA LOCAL PARA MIRAR VIDRIERAS!
Si seguía así no solo lo descubriría sino que lo multarían.
Encontró un lugar en la esquina, estacionó y descendió. Se metió en una panadería y mientras fingía esperar a que lo atendieran, lo esperó, cuando lo vio pasar salió por detrás.
Caminó metiéndose en medio de la gente para que el rubio no lo viera cada vez que paraba a mirar vidrieras, seguramente estaba haciendo hora para encontrarse con Tomas.
"Tomas" dijo en su mente y un cosquilleo en el estómago lo hizo reventarse los nudillos. Estaba nervioso! Estaba nervioso como hacía mucho que no lo estaba!
***
Raul llegó a la esquina y esperó el semáforo en rojo, mientras tanto escudriñó el bar que tenía en frente y lo vio.
Había un hombre de cabello negro semiondulado que lo miraba sonriente. Tenía la sonrisa más hermosa que Raul había visto en su vida.
Estaba por cruzar la calle cuando vio los ojitos del pelinegro desviarse hacia atrás y toda la sonrisa se le borró. Los ojos se ampliaron gigantes y pudo ver con una claridad horrorosa como se enderezaba y se ponía tenso.
Raul en un acto reflejo hizo un paso atrás y miró en la dirección en la que los ojitos del hombre de pelo negro y semiondulado miraban y lo descubrió: Ivan fingía mirar una vidriera.
El rubito hizo crujir los dientes y regresó sobre sus pasos.
-Doctor! está por comprar lencería femenina? -preguntó mirando hacia dentro del local.
Ivan retrocedió cuando se vio descubierto y se puso colorado cuando en la vidriera se dio cuenta de que había minúsculas prendas en colores chillones.
-Raul, vas a encontrarte con él? -preguntó sintiéndose agitado -Sólo quiero verlo una última vez para saber si está bien o no.
-Él está bien doctor. -contestó el rubito con seriedad -Yo le pasaré su mensaje a Tomy pero no le aseguro nada. Rehízo su vida, por favor, doctor. A Tomy le costó mucho superar todo.
Ivan hizo un paso atrás y bajó el rostro.
-Esta bien, estaré esperando a que él decida si quiere verme o no. -gimió y cuando vio que Raul esperaba que se fuera, cayó en cuenta que tal vez Tomas estaba cerca. Recordó que había un restaurante por la zona y lo buscó con los ojos, desesperado.
AL FRENTE!!!
RAUL ESTUVO POR CRUZAR LA CALLE CUANDO LO DESCUBRIÓ Y AL FRENTE HABÍA UN RESTAURANTE!!!
El semáforo por suerte estaba en rojo o algún vehículo le habría pasado por encima al médico que cruzó sin mirar hacia ningún otro lado que no fuera ese local.
-Doctor!! -gritó Raul e Ivan se apresuró porque si el rubio lo intentaba parar es porque ahí estaba Tomas!!
Entró corriendo al lugar, solo unas pocas mesas estaban ocupadas y en ninguna había un pelirrojo y mucho menos un muchacho con el cabello negro semiondulado.
Giró y vio a Raul seguir derecho. No había cruzado detrás de él. Éste no era el restaurante.
Se rindió. ¿Qué mierda estaba haciendo? Se pasó las manos por la cara intentando despertarse o reaccionar porque estaba actuando como un maldito psicótico.
Salió del restaurante y se fue caminando en sentido contrario, tenía que buscar su vehículo y retornar al hospital, Marcos seguramente lo estaría buscando por todos lados.
Cuando Raul lo vio lejos, retornó al lugar y cuando entró se fue directo al baño.
-Tomy? -preguntó parándose en medio del lugar y uno de los cubículos se abrió.
Apareció un muchacho alto de cabello negro ondulado con los ojos inmensos.
-Por qué estabas con él? -preguntó temblando y Raul lo abrazó.
-No quería que lo vieras. Estoy haciendo prácticas en su hospital, con él.
-con él? -jadeó y Raul tuvo que abrazarlo aun más fuerte porque lo sentía temblar. -Casi entra al lugar! qué quería? No entiendo! él trabaja en el hospital??
-Quería verte.
-VERME? A MI? -preguntó retrocediendo -Mi madre me dijo que lo denunciaron por haber estado conmigo, con un menor de edad!! que perdió el trabajo! Que ya no ejercía como médico por mi culpa!!
-Seguramente te lo dijo para que no intentaras escapar más. Entiéndela, es un hombre que prácticamente te duplica la edad.
-QUE LA ENTIENDA? Ivan no perdió su trabajo? -preguntó con las rodillas como gelatina, siempre imaginó que lo odiaba.
-No. Sigue en el mismo hospital. Según lo que me contaron está de novio con un enfermero. Quiere verte para saber como te recuperaste. -susurró Raul y Tomas se llevó la mano al pecho para entender toda la información que estaba recibiendo.
Raul se encargó de limpiarle con los pulgares las lágrimas que caían una detrás de otra.
***
Era viernes cuando Ivan entró al hospital, se cambió la chaqueta y cuando se dirigió a su consultorio, vio a un muchacho de cabello negro ondulado esperando a un lado de la puerta.
Ivan aspiró aire fuerte y se acercó despacio.
El muchacho leía algo y cuando sintió los pasos elevó la mirada y se puso de pie.
Ivan sonrió a punto de estallar en lágrimas.
Su pequeño pelirrojo había crecido, ahora era de su misma estatura y se había convertido en un hombrecito hermoso.