Marcos no regresó al hospital, le dijo a Marcos que se sentía cansado que luego de tomar algo en un bar cercano había decidido ir a su departamento.
Marcos leía los mensajes con la mandíbula dura, respirando agitado.
Estaba estacionado al frente del edificio y miraba la luz prendida en el departamento 104 del quinto piso.
-Quieres que vaya a verte? podría comprar el café latte que te gusta y lo tomamos en tu balcón. O hacemos esas sopas de pollo que tanto te gusta preparar y las tomamos mientras miramos una película -escribió y envió.
Vio cuando Ivan salía al balcón, se apoyaba en él y miraba el cielo mientras tomaba una infusión.
El médico pelinegro sacó el celular del bolsillo cuando llegó la notificación del mensaje y Marcos hizo crujir los dientes cuando el hombre le echó una mirada al aparato y lo guardó en su bolsillo.
Ivan tomó con calma lo que fuera que estaba tomando, luego desapareció dentro del departamento. Marcos temblaba al volante y no por el frío sino por la impotencia y el odio que sentía en ese momento.
Luego de 20 minutos, el hombre respondió.
-No. Estoy cansado, me acostaré a dormir. Mañana nos vemos en el hospital.
-Ok. -respondió el hombre con las manos temblando en el teclado del celular -te amo.
Ivan respondió a los 15 minutos.
-Te amo también.
***
Ivan intentó seguir con su vida.
Su chiquito hermoso le había dicho que cuando se sintiera dispuesto, lo contactaría para que fueran amigos y si eso quería él, eso tomaría.
Durante la semana que pasó desde que lo vio, se descubrió en más de una ocasión preguntándose qué sentía por Marcos.
Comparando lo que sentía por ese hombre y lo que supo sentir por el niño... pero no había manera de establecer un paralelismo. Lo que vivió con su niño hermoso fue profundo, ardiente y muy corto... demasiado corto. La interrupción fue abrupta. Con Marcos tenían una relación de un año, tal vez no era la mejor, pero era distinta.. era tranquila. Se comportaban como una pareja de ancianos: miraban películas, leían libros, conversaban sobre los casos de los pacientes, sentados formalmente en el comedor. Marcos era en cierta forma parecido a Ivan, en cambio Tomy era fuego, era informalidad, distopía, imprevisibilidad.
Aun sentía algo por Tomas?
AUN SENTÍA ALGO POR TOMAS?
El domingo le propuso a Fran que cenaran en el departamento del moreno y cuando Fran abrió la puerta esa noche y descubrió solo a Ivan, elevó una ceja.
-De nuevo problemas en el paraíso? -preguntó
Ivan pensó si en realidad era un paraíso lo que tenía con el enfermero.
-No. Todo en orden. Necesitaba salir solo.
Francisco largó una carcajada fuerte y lo hizo pasar.
-Si te llega a escuchar tu hombre pondrá el grito en el cielo.
-Entonces que no se entere -respondió sonriente, mientras entraba y buscaba con la mirada al novio de Fran.
Lo encontró saliendo de la cocina, de ahí salía olor a ramen picante y se le hizo agua la boca.
-Ivan -gritó Dany e Ivan se acercó y lo abrazó.
-Y Marcos? -preguntó el hombre de rostro hermoso y el médico pelinegro rió con ganas.
-Si siguen preguntando por él pensaré que yo no les agrado.
-Están de nuevo con problemas? -cuestionó Daniel, allí se dio cuenta de que la relación que tenía con el enfermero no era tan calma. Marcos estaba ahí siempre para él y el hombre se había acostumbrado a su compañía, pero lo que sus amigos decían era cierto... tenían problemas con asiduidad.
-No estoy con problemas con él, pero necesitaba venir solo para hablar contigo -le dijo señalando al rector del colegio y Dany elevó las cejas.
-Qué pasa?
Ivan giró.
-Le contaste algo sobre Tomas? -le preguntó a Fran y Daniel se asustó un poco.
-Tomas? qué pasa con Tomas? Está enfermo?
El invierno había llegado y como todos los años, con él venía el covid. Pero la gente estaba preparada, las vacunas hacían que si el virus entraba en el organismo no fuera mortal. La población no necesitaba que se emitiera un alerta sanitaria para salir con barbijos o cuidarse de lugares atestados de gente. La pandemia de aquel año había cambiado las costumbres de la población mundial.
-Le pasa algo a Tomas? -volvió a preguntar preocupado.
Fran negó con la cabeza e Ivan supo que su amigo nunca hablaría de más sin su consentimiento. Fran era fiel.
-Falta mucho para la comida? podemos conversar ya?
Daniel ahora tenía la mano en el pecho.
-No podré comer, Ivan. Dime que le sucede a Tomas.
-No pasa nada -lo tranquilizó y cuando vio que Fran iba a la cocina para ocuparse de la cena, Ivan se dirigió al salón con Daniel.
Le pidió que lo dejara hablar sin interrumpirlo y que si luego quería mandarlo a la mierda o tirarle con algo por la cabeza, lo aceptaría... y le contó su historia de amor.
Daniel no decía nada mientras Ivan hablaba, por ratos miraba a Fran y Fran se mantenía apoyado en el marco de la puerta que daba a la cocina y jugaba con una servilleta.
Fran sabe todo esto! pensaba el hombre bello y se le hacía chiquitito el corazón.
-Hace dos semanas, un estudiante de medicina me dijo que había vuelto a la ciudad y estaba estudiando en un profesorado y haciendo las prácticas en tu colegio. El futuro médico es Raul. -terminó Ivan y quedó a la espera de alguna reacción.
Daniel respiró hondo.
-Ya terminaste de hablar? puedo hablar yo?
Ivan miró de reojo a Fran y Fran se metió en la cocina.
-Ya terminé de hablar.
-Cuando Tomas se recuperó y se lo llevaron al campo sin dejarlo terminar el año escolar, se corrieron muchos rumores. Algunos decían que había quedado tan mal después del covid que lo llevaron a un lugar pacífico para que pasara sus últimos días y otro rumor que circulaba era que sus padres intentaban alejarlo de una pareja que le duplicaba la edad.
Daniel elevó el rostro y miró a Ivan.
Ivan bajó el rostro y miró el piso.
-No me gustan los chismes y no quise guiarme por ningún rumor. Su mejor amigo era Raul y cuando regresó al colegio para rendir las materias que debía, estaba mal, el virus había sido durísimo con él y sufría por su amigo también. No quería presionarlo, pero la familia de Tomas había cortado toda forma de comunicación con el resto del mundo y yo debía saber qué le había sucedido al niño así que le pregunté y me lo confirmó: Tomas se había enamorado de un hombre mayor y estaba enloquecido por regresar con él pero su madre se lo había prohibido. Nunca me llegué a imaginar que conocía a ese hombre. Tomas era una criaturita Ivan!!! tu un hombre adulto!!!
-No creo que Ivan haya realizado algo ilegal, no tuvo relaciones sexuales con el niño. Hay algo que se llama "edad de consentimiento legal" y en nuestro país el límite es 13 años. Tomas tenía 17. De todas maneras, según el niño, no hubo penetración. Tampoco se lo puede juzgar por estupro, en nuestro país las relaciones están penalizadas con niños entre los 13 y 16 años. Tomas sobrepasaba el límite y lo que tuvieron fue de mutuo consentimiento. No podemos juzgarlo!
Ivan miraba a su amigo con las cejas en alto: Fran se había tomado el trabajo de analizar las consecuencias legales, algo que él no había hecho porque desde un principio consideraba que lo que hacía con su pelirrojo hermoso, estaba mal.
-No entiendes, Fran! -sentenció Daniel mirándolo con dureza -Cuando hablo de que Tomas era un niño e Ivan un adulto, no me refiero a que esa relación estaba mal. Yo mismo conocí al Ivan de aquella época, yo vi como sufría por ese amor perdido sin saber que era uno de mis alumnos. ME REFIERO A QUE IVAN ERA UN HOMBRE Y PODRÍA HABER PUESTO LAS CARTAS SOBRE LA MESA Y EVITAR QUE TOMAS SUFRIERA TANTO! Ivan era el adulto, Tomas todavía no estaba capacitado para luchar contra el mundo por él, en cambio tu amigo tenía el empirismo de su parte. Se rindió fácilmente y un niño es mucho más fácil de destruir. Sabías que Tomas estuvo internado en un centro psiquiátrico por depresión? -le gritó Daniel al pelinegro e Ivan tembló entero ante esa certeza. Su niño! su niño dulce y hermoso! ¿qué había sucedido mientras él estaba en coma? -Y me enfada más tu confesión. No sé porqué me lo estás diciendo. No entiendo qué quieres! espero que no sea lo que estoy pensando, HABLA! -tronó mientras se paraba y ponía las manos en la cadera.
Fran tragó saliva y se escondió en la cocina.
-Cuando fue al hospital no pude hablar con él. Se presentó Marcos y fue difícil conversar, quería saber como estaba.
-¿Crees que algún tiene el virus? ¿quieres hacerle más estudios? -preguntó fulminándolo con la mirada.
Ivan negó apenitas, las manos le sudaban.
-Quería conversar con él.
-¿Y por qué no conversaste delante de tu novio? de qué querías hablar con él?
-no sé yo...
-Pues no me agrada que aun no sepas que carajo quieres hablar con él. Estás de novio, Ivan. El muchacho ya sufrió demasiado. NI SUEÑES QUE INTERVENDRÉ A TU FAVOR PARA QUE LO HAGAS SUFRIR MÁS!
-lo amé mucho! -jadeó Ivan, rogando por misericordia. Pero Daniel seguía parado delante de él, con las manos en las caderas y el ceño fuertemente arrugado.
-y por lo que tengo entendido él te amó también, pero pasaron varios años y ahora estás de novio. No quiero ni pensar en lo que sintió mi niño cuando te vio junto a Marcos!! ERES UN CERDO ESTÚPIDO!! -y dicho ésto, tomó su bolso y se fue, dando un portazo.
Fran apareció con las cejas elevadas por la puerta de la cocina y miró a Ivan que tenía la cabeza entre las manos.
-Dany se fue? -preguntó Fran e Ivan asintió sin elevar la cabeza.
Luego se sintió otro portazo cuando Nam salió corriendo por detrás de su hombre.
***
"Ivan donde estás? salimos a tomar algo?"
"Estoy cansado, Marcos, perdón por no avisarte. Me retiré apenas se fue el último paciente. Iré a mi departamento y me acostaré a dormir."
Tardó unos 10 minutos en responder.
"ok"
Ivan esperaba en su auto en medio de la oscuridad del extenso playón de estacionamiento del nosocomio. Había cambiado la posición de su vehículo llevándolo al fondo. Vio entrar a Marcos, tomar su propio vehículo y cuando se fue, esperó 5 minutos más y se apeó.
Regresó al hospital, llegó al sector de enfermería y buscó a Marylu.
-Ey! Niña! -le gritó y ella giró sonriente.
-Ivan qué haces aquí? pensé que estarías en tu casa tomando sopita de pollo!
Ivan sonrió, hacer esa sopa de pollo era lo único que lo había conectado en todo ese tiempo de ausencias con ese amor perdido. Ya estaba convencido que a Tomas lo había escondido en lo más profundo de su alma y eso... eso no era superarlo.
-Necesito un favor.
-Dime!
-Tengo que hablar con uno de los estudiantes que tuve hace dos semanas. Me olvidé de pasarle un papel.
-Tu novio tiene los datos.
-Si, pero mi novio me hará mil preguntas sobre porqué necesito contactarme con él y quiero saltar esa burocracia que me estresa.
Marylu sonrió y se paró frente al computador que usaban los enfermeros.
-Se te nota que ese tipo de burocracia te estresa, no sé porqué la sigues aguantando.
Ivan la miró mientras la muchachita se concentraba en la pantalla.
Vaya! aparentemente todo el mundo se daba cuenta de que las cosas estaban mal, salvo él. Él estaba adormecido en una relación tirante. Por qué? tal vez porque no tenía energías para cambiar su estado actual.
-Raul o Javier?
-Raul!
La muchachita tomó un bolígrafo y escribió un número.
-Listo.
-Te debo una!
***
-Hola?
-Jimin, soy Ivan.
Silencio.
-Quien?
-Raul, soy Ivan rodriguez.
Lo escuchó suspirar.
-Ah, ya. Qué quiere?
-Que le des mi número, nada más. Sólo dáselo, si él quiere me puede llamar. Dile que necesito verlo.
-Ya lo vio!
-Dile que al menos una vez deberá aceptarme que le devuelva una sopa.
-Qué?
-Tu dile eso y dale mi número. Por favor!
Escuchó una voz gruesa que preguntaba "Qué sucede?" y todo el cuerpo se le electrificó.
-Es él? estás con él? Puedo hablar con él?
-No, pero le daré su número. Él decidirá si llamarlo o no.
Colgó.
Era un jueves, cuatro días después de hablar con Raul, que recibió un mensaje.
"Hoy no trabajo. Dime donde nos encontramos. Soy Tomas "
y cuando Ivan leyó el mensaje sintió que le faltaba el aire. Estuvo a un tris de buscar su inhalador, pero se rió de si mismo, el salbutamol no solucionaría el lío de mariposas que tenía en el estómago haciendo presión sobre su tórax, dejándolo sin poder respirar con normalidad.