Domingo 9 de la mañana.
Ivan le escribió a su novio para que tomaran un café en el ronroneo y Marcos aceptó con la condición de que no quería pelear.
Ivan fue sincero "no discutiremos".
No debían discutir pero sí necesitaban aclarar la situación. Más allá de que Tomas quisiera darle o no una oportunidad a él, la relación con Marcos no daba para más.
Le temblaban las manos con solo pensar en su niño adorado, no le había preguntado si estaba con alguien más, pero si le decía que estaba solo, intentaría volver a estar con él.
Ese viernes habían cogido como dementes sin hablar de nada más. Sonrió llevando una manta a la nariz. La noche en cuestión le había hecho el amor sobre esa manta en el sofá y tenía el perfume del cuerpo de su niño adorado de manera que ahora la tenía en su vehículo y cuando podía se la llevaba a la nariz e inhalaba profundo. Lo recordaba y se excitaba! Después de tantos años por fin había probado su cuerpo y sabía a mermelada de universos.
Marcos le preguntó si pasaría a recogerlo e Ivan le respondió que mejor se encontraban en el Ronroneo, que él prefería caminar.
Se fue a paso lento, disfrutando de esa mañana fresca.
El covid estaba de nuevo presente, ya se habían presentado los primeros casos y a él le habían puesto un refuerzo de la vacuna. El virus estaba controlado pero de todas maneras cada año la gente entraba en un pequeño ataque de pánico.
El covid y la pandemia quedarían en los anales del mundo y de la psiquis de los sobrevivientes.
Ingresó al Ronroneo e hizo un pantallazo del lugar para elegir dónde se sentaría y lo vio: su niño hermoso estaba ahí con alguien más. Tenían cuadernos sobre la mesa, parecían trabajar en algo y su chiquitito precioso llevaba puesto el abrigo que le dio.
Se quedó parado mirándolo y cuando Tomas elevó la mirada y los ojos se encontraron, los dos sintieron aguijones en medio de las tripas.
El muchachito de cabello semiondulado levantó la mano tímidamente y lo saludó.
Ivan hizo lo mismo, levantó la mano y lo saludó con una sonrisa estúpida. Luego dudó. No quería que Tomas lo viera con Marcos. Giró para salir pero la puerta se abrió e ingresó su novio, venía sonriente y lo primero que hizo fue abrazarlo con fuerza y besarle la boca.
Retrocedió dos pasos al recibir el impacto del cuerpo de su novio sobre el de él y se puso tenso. Marcos lo notó, arrugó un poco el entrecejo cuando se separó de él y lo observó.
-Me dijiste que veníamos a pasarla bien. Si sabía que te iba a encontrar con esa cara me habría quedado en mi cama.
-Te dije que teníamos que encontrarnos y no discutir -aclaró Ivan y Marcos endureció la mandíbula y se apartó, lo hizo a un lado con el brazo para entrar y se topó de frente con la mesa donde estaba el mierdita de Tomas conversando con una chiquilla. Parecían estudiar. Le clavó los ojos pero el muchachito estaba concentrado en lo que le decía su amiga. Hacía frío y el crío de porquería vestía solo una remera de mangas cortas. ¿Qué mierda buscaba? ¿enfermarse para que Ivan lo cuidara?
-¿Quieres que vayamos a otro bar? -le preguntó Ivan despacito y el enfermero lo miró de costado.
-Por qué? tienes miedo de que te vean conmigo?
Ivan suspiró cansado y se fue hacía una mesa que estaba en un rincón alejado de su niño hermoso.
Ya no sabía si ese era el mejor momento para hablar con su novio.
Se sentaron, la pelirroja que Marcos odiaba les tomó el pedido y cuando tuvieron el desayuno en la mesa, Ivan tomó aire.
-Marcos, tenemos que hablar.
***
Por suerte la calefacción estaba fuerte o se habría muerto del frío. Cuando vio entrar al enfermero con cara de psicótico se sacó el abrigo de Ivan y lo escondió entre sus piernas.
Ivan le había dicho que se lo quedara y aunque amaba olerlo y sentir el perfume de su amor, había pensado en que le escribiría para devolvérselo... sería una excusa para verlo de nuevo. Habían pasado dos días desde la última vez que lo viera y necesitaba con alma y vida tocarlo de nuevo. Aunque más no fuera rozarle la mano al entregarle el abrigo.
Isabel le estaba preguntando qué artilugios utilizaría para que los estudiantes le presten atención cuando escucharon el grito de un hombre.
-POR QUÉ ME HABLAS DE ÉSTO AHORA? ES POR ESE CRÍO DE MIERDA? ESTÁS CUESTIONANDO LO QUE TENEMOS POR SU CULPA?
Todos en el bar giraron a mirar, Marcos estaba de pie con el rostro rojo y las manos cerradas en puños a los costados del cuerpo.
-Marcos, por favor -habló Ivan levantándose y el enfermero hizo un paso atrás.
-NI PIENSES QUE ME RENDIRÉ.
-Marcos!!
-MARCOS NADA. NO SÉ POR QUÉ DESAPARECES, NO ME AVISAS DONDE ESTÁS Y AHORA DAS A ENTENDER QUE NUESTRA RELACIÓN ESTÁ MAL! NO ES MI CULPA QUE ESTÉ MAL!
-Marcos!! -volvió a decir el médico y le tomó el brazo con delicadeza para calmarlo pero el enfermero estaba en una crisis de histeria. Se sacó la mano de encima de un manotazo, hizo otro paso al frente y le pegó una bofetada que retumbó en todo el bar.
-DEBERÁS REVER LO QUE ESTÁ MAL! DEBERÁS PENSARLO IVAN! PORQUE YO ESTOY PONIENDO TODO DE MÍ PARA QUE ÉSTO FUNCIONE! NO SOY EL CULPABLE!
-Marcos por favor, cálmate, todos en el maldito bar nos están mirando!! -jadeó con el rostro rojo.
-ME IMPORTA UNA MIERDA!! -chilló histérico y elevó el brazo de nuevo para abofetearlo otra vez pero una mano lo detuvo y lo empujó hacia un costado.
-DEJA DE GOLPEARLO, PERRA! -gritó con voz gruesa alguien.
Marcos había salido despedido hacia un costado por el empujón y cuando recobró el equilibrio y miró, vio a Ivan alejando al pendejo de mierda. Lo había abrazado con todo el cuerpo y se lo llevaba hacia afuera. El dueño del local gritaba que no podían armar esos escándalos y la mesera pelirroja había llegado con la bandeja en alto lista para repartir bandejazos en caso de que no se calmaran.
Salió mostrando los dientes, afuera Ivan le gritaba para que se calmara pero el crío quería volver a entrar al bar y "voltearle los dientes a trompadas"
-A QUIEN VAS A GOLPEAR, PUTITO DE CUARTA? -gritó Marcos apenas salió e Ivan se puso frente al niño y elevó las manos.
-Marcos, sabes que estoy en contra de la violencia pero si le levantas un dedo al niño, no te dejaré ni un hueso sano -rugió mostrando los dientes y Marcos aspiró aire horrorizado ante la advertencia.
-Es por él?? por él estás cuestionando lo que tenemos?
- Tomas no tiene nada que ver! Lo nuestro no venía bien. No tengo nada con Tomas!
Marcos temblaba. No podía controlar ni siquiera sus piernas, comenzó a hiperventilar e Ivan se dio cuenta de eso.
-Vete Tomas -rogó -Abrígate y vete.
Tomas dudó pero Ivan lo tomó por los brazos y lo obligó a entrar al bar para que se abrigara.
El niño hizo lo que le ordenaron y desde adentro, mientras su amiga pagaba lo que habían consumido y corría a preguntarle a Tomas qué había sido todo ese escándalo, vio como Ivan abrazaba el cuerpo del enfermero que se hacía pequeño entre llantos y espasmos musculares, y se lo llevaba en el vehículo.
Tomas arrugó la naricita. Si esa bestia creía que podía golpear a su Ivan estaba muy equivocado. Había ganado haciendo un berrinche propio de una zorra e Ivan tuvo que auxiliarlo pero eso no quedaría así. Ahora sabía que tenía oportunidades con su hombre, la relación que tenía con ese psicótico no estaba bien, aprovecharía esa oportunidad.
Él no le temía al loco ese.
***
-Dejaste que me golpeara -lloraba despacito acurrucado en la cama, aun temblaba pero ya no tanto. Ivan le había dado un calmante suave junto con un té.
-Él no te golpeó.
-Y me amenazaste.
-Estabas fuera de control.
-Tú me pones así. Tú me haces sufrir. Mira como estoy ahora! te gusta verme así?
-No Marcos, por eso creo que debemos terminar -respondió lapidario y Marcos se escondió debajo de la almohada y lloró fuerte.
***
-Qué pasó? -preguntó Daniel poniéndole una crema en el pómulo, el golpe de Marcos le había dejado morado ese sector.
-Le pedí que nos distanciáramos un poco.
-No es la primera vez que se hace el "desbordado" y te agrede -vociferó Fran.
-Tampoco es como que me golpea cada vez que me ve!! no soy un hombre golpeado!!
-Si lo eres! -sentenció Daniel -no importa si en un año te golpeó una o dos veces, la realidad es que lo hizo. Y estás minimizando lo sucedido. Dijiste "fue una bofetada" pero un golpe es un golpe!!
-Siempre soporté a ese hombre porque te veía bien, ahora no sé si eras feliz o el tipo ese te tenía controlado.
-No exageren! -susurró Ivan alejándose de ellos. Tenían razón: cuando Marcos estallaba con celos, solía romper cosas, en más de una ocasión lo empujó y era la segunda vez que lo abofeteaba. Se estaba negando una realidad: Marcos era violento.
-Lo peor es que Tomas estaba en ese bar y cree que lo dejé por él.
Daniel se asustó y se puso de pie.
-MI TOMAS ESTABA AHÍ? IVAN TE PARTIRÉ TODOS LOS HUESOS SI EL PSICÓTICO DE TU EX DAÑA A MI NIÑO POR TU CULPA! ESE NIÑO YA HA SUFRIDO DEMASIADO!
-no hay manera de que le haga daño, no sabe donde trabaja ni donde vive. De todas maneras le escribiré para que si llega a verlo, me hable.
***
Tomas escuchó sonar el celular y corrió hacia el cuarto, tiró todo lo que había sobre su cama y cuando lo encontró y vio quien lo llamaba, se desesperó en atender.
-AMOR! TENÍA LA ESPERANZA QUE ME HABLARAS! -jadeó y a Ivan se le destruyó el esqueleto cuando su niño hermoso lo llamó así. -TENÍA MIEDO DE LLAMARTE Y QUE ESTUVIERAS CON ÉL! TENÍA MIEDO DE METERTE EN LÍOS!
- Tomas, mi niño. No te preocupes por mí. Quería pedirte que si llegas a ver a Marcos no te le acerques.
-No solo me voy a acercar sino que lo voy a desarmar a patadas si llego a ver que te levanta de nuevo la mano. POR QUÉ NO TE DEFENDISTE, IVAN? DE QUÉ TE SIRVEN TODOS ESOS CUERPOTE QUE TE CARGAS?
-No soy violento -respondió sonriendo.
-Ok. Tu no lo eres, pero yo si, y le voy a bajar todos los dientes si...
-TOMAS!
Tomas respiraba agitado.
-Qué?
-Quieres pasar la noche conmigo en mi casita del bosque?
Tomas se llevó la mano a la boca y se la tapó con fuerza para que no se le escapara un quejidito. ¡Cuanto había anhelado por esa llamada, porque su amor lo invitara a estar con él.
Ivan se inquietó ante el silencio.
-Si no tienes problemas, por supuesto!! estás en alguna relación? -preguntó con el estómago encogido y Tomas, con el teléfono temblando en el oído, negó con la cabeza en medio de un llanto chiquito. - Tomas, no te estoy obligando a nada mi niño hermoso. -susurró Ivan y Tomas quería responderle pero no podía.
-aun sigues ahí? -preguntó el médico con el puño cerrado en su cabello, ¿el silencio de Tomas era porque no se animaba a decirle que estaba de novio? De pronto le dolió el cuerpo.
Escuchó un lloriqueo y se dobló en dos, estuvo tentado de cortar la comunicación y no escuchar lo que Tomas tuviera que decirle... tenía pánico, de pronto tuvo terror de la respuesta.
-No.
-No qué?
-No estoy de novio y sí quiero pasar la noche contigo. -susurró en medio de hipidos e Ivan largó todo el aire de sus pulmones.
-Mi niño hermoso! mi pequeño adorado. Te busco en el mismo lugar del otro día?
No le iba a decir que una noche lo había seguido y sabía donde vivía. Lo que menos quería era que lo viera como un acosador!
-Si! -susurró.
-Ok, en media hora?
-No. Dame más tiempo para que pueda ducharme, estoy sucito.
Ivan largó una risita nerviosa ante la vocesita de su niño y negó tocándose el pecho porque el corazón le iba a abrir un agujero y se le escaparía del cuerpo.
-Nos bañamos en mi casa.
-Ok -respondió chiquito con esa vocecita de niño mimado.
-Te espero en media hora -terminó el hombre y cortó porque no podía con la ansiedad.
Tomas tiró el celular en la cama y corrió a cambiarse, se puso el abrigo de su amor más dulce y hermoso y mientras cantaba y bailaba a lo loco apagó las luces de su departamentito.
Corrió dando saltitos hacia la puerta y cuando la abrió, un puño le dio de lleno en la cara, retrocedió mareado y un segundo y tercer golpe lo dejaron fuera de combate, tirado en medio del comedor.