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EL AMOR EN TIEMPOS DE COVID por juda

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-Si creías que podías entrar a mi vida y cagármela sin consecuencias, entonces estás equivocado. PENDEJO DE MIERDA! -escuchó en una semiinconsciencia.

Creyó que desde las trompadas hasta abrir los ojos en el piso había parpadeado. Se llevó la mano a la nariz, se hizo a un lado y escupió la sangre que se le estaba acumulando en la faringe y que lo estaba asfixiando. Tosió, hizo una arcada profunda y vomitó. Tenía sangre reseca en la nariz... no había solo parpadeado! se asustó al cerciorarse que estuvo desmayado un buen tiempo.

El celular sonó y se sobresaltó.

El atacante aun estaría ahí? retrocedió en el piso arrastrándose con el cuerpo, mirando en todas direcciones. La puerta estaba cerrada y al menos en el comedor no había nadie más. Se levantó asustado. Como pudo llegó hasta una esquina donde había dejado el escobillón y lo agarró para poner el palo en alto. Su departamento era mínimo, tenía un comedor, baño y una habitación. Si lo habían atacado ladrones seguramente estaban buscando su sueldo.

"Mi mochila" pensó horrorizado, no podía perder ese dinero, todavía no había pagado la renta de ese mes!! Trastabillando se acercó al dormitorio, caminando de costado por los mareos. Entró de golpe, blandiendo el palo de un lado al otro, pero no había nadie. Su celular seguía sonando en el comedor. Se arrodilló para buscar debajo de la cama, hizo a un lado la manta, se agachó y un mareo lo tiró de cabeza al piso. Vio estrellas cuando quedó con la cara estampada en el suelo. Se levantó como pudo y revisó el closet, su mochila estaba ahí... con su dinero!

"gracias diosito santo" jadeó besando el sobre.

Giró y se dirigió al baño, era el único habitáculo que faltaba revisar.

Vivía en una zona peligrosa y aunque sus vecinos ya se habían acostumbrado a su presencia y se saludaba con todos los "maleantes" del lugar, siempre temía que algún drogadicto entrara y terminara matándolo por un par de monedas.

Nada.

¿Habían llegado a su casa solo para golpearlo? Se miró en el espejo, tenía el labio partido he hinchado y lo mismo pasaba con una ceja, el ojo derecho lo tenía violeta... HIJO DE PUTA! el que lo golpeara se amparó en el ataque sorpresa, hizo un pucherito y corrió al celular que seguía sonando.

El que lo llamaba era Ivan y ya habían pasado casi 40 minutos de la hora en la que debían encontrarse. Cortó el llamado, buscó un nombre en la agenda y llamó.

-Bebé!

-Raul! me pegaron! -chilló y se puso a llorar a los gritos, abriendo grande la boca como niño pequeño. Escuchaba chillar a Raul del otro lado de la línea pero no podía entender lo que decía. -Me pegaron Raul!! me dejaron la cara super feaaaaaa!!! Vení a buscarmeee, no se si me quebraron la nariz! vomité y todo Raul!

Tomás lloraba con el celular en la mano, sentado en el piso, y mientras le iba contando todo a la línea muerta, se señalaba las partes que le dolían. Raul por supuesto ya no lo escuchaba, ya había tomado su vehículo y evitaba matarse en la calle en su lucha por llegar a la casa de su bebito tikitito.

Intentaba no pensar.

No quería pensar. Porque dos noches atrás Tomás lo había llamado para contarle con lujo de detalles la cogida monumental que había tenido con Iva y Raul temía por ese novio que tenía, en el hospital se corría el rumor de que los celos del enfermero tenían a todo el mundo alejado del médico. Apretó las manos en el volante... Ivan aparecía siempre para crear problemas en la vida de su bebé. Rogaba que fueran ladrones y no algo relacionado con el médico sorete ese.

Estacionó el auto como pudo, corrió y entró como demente haciendo estrellar la puerta en la pared. Tomás pegó un alarido por el susto, estaba sentado justo al lado de su vómito y cuando vio que el que entraba era su amigo, volvió a llorar con la boca abierta mientras señalaba el charco y después su cara.

-ME PEGARON, RAUL, ME PEGARON. MIRA AQUÍ RAUL, VOMITÉ!

El rubio lo hizo sentar en una silla y le ordenó que dejara de gritarle en los oídos porque no lograba concentrarse. Lo revisó con las manos temblando.

-No tienes quebrada la nariz, pero los golpes fueron en la cabeza y me asusta que se te haya desprendido el cerebro.

Tomás abrió grande los ojos mientras se sorbía los mocos.

-Crees que me descerebró?

Raul le pegó con el puño en el brazo y luego le tiró del cabello.

-COMO CREES QUE SE TE VA A DESPRENDER EL CEREBRO Y VAS A ESTAR HABLÁNDOME, PELOTUDO!? Pero me gustarían que te hicieran una tomografía, más que nada por el vómito. Me falta experiencia Tomás, todavía soy un estudiante. Vayamos al hospital!

Raul lo ayudó a levantarse y cuando estaban por salir el celular de Tomás volvió a sonar. El muchachito de cabello semiondulado ya sabía quien lo llamaba, tenía muchas llamadas perdidas de él.

-Hola -dijo haciendo pucheritos mientras Raul lo acomodaba en el asiento del copiloto y cerraba la puerta de su lado para correr hacia el otro puesto.

-Amor… te arrepentiste? qué pasó? -preguntó el hombre en un susurro desilusionado y Tomás volvió a llorar fuerte, Raul lo miró sonriente. Ya estaba más tranquilo y podía disfrutar de ver al crío inmaduro de su amigo comportándose como un niño de 5 años.

-Me pegaron Ivan -chilló y Raul arrugó el entrecejo.

-Está en el hospital?? dile que hacia ahí vamos, que nos espere para que te revise -gritaba Raul tratando de hacerse escuchar por entre el chillido de Tomás y los gritos que salían del otro lado de la línea.

-Aquí y aquí -chillaba Tomás señalándose la cara, Raul puso los ojos en blanco y le quitó el aparato.

-Ivan! Ivan! -gritó para hacerse oír porque del otro lado el médico gritaba también.

-QUIEN HABLA?

-Ivan, soy Raul, está golpeado pero no se está muriendo. De todas formas lo llevo al hospital, me gustaría si es posible que le hicieran una tomografía.

-YO SE LA HARÉ, BÚSCAME EN MI CONSULTORIO -vociferó el médico y cortaron la línea.

Raul le devolvió el celular a su amigo y lo miró de costado.

Tomás tenía los labios hinchados estirados en un pucherito.

-No le dijiste que también vomité!

-Ya te revisará y ahí le contarás todo. Qué pasó? te robaron?

El muchachito negó con la cabeza.

-Pero te dijeron algo?

Si, recordaba que alguien lo había amenazado diciéndole que no le cagaría la existencia, pero ahora no estaba seguro si lo escuchó o solo lo sonó.

-No, Raul, abrí la puerta y alguien me molió a golpes.

Qué crees que pasó?

-No sé!

-Te llevabas mal con alguien del edificio?

-No.

-Alguien te tenía bronca por algo?

-Raul, tu me conoces, a mi todo el mundo me ama!

El rubio no quería especular porque saldría y mataría al enfermero hijo de mil puta, prefería que Tomás dijera todo en la policía y que ellos se encargaran.

-Haré la denuncia mientras te revisan.

-La denuncia?

-POR SUPUESTO TOMAS!! ALGUIEN TE CAGO A PIÑAS PORQUE SI!

Tomás saltó en el asiento cuando su amigo le gritó y quedó quieto y callado hasta que el vehículo dobló para entrar en el estacionamiento y vio a Ivan con cara de susto esperándolos. Ahí se puso a llorar de nuevo mientras se señalaba la cara y el médico corría al lado del automóvil.

Raul tuvo que detenerse antes de encontrar un lugar para estacionar porque el hombre luchaba desde afuera por abrir la puerta y Tomás lo hacía desde adentro.

-Mi vida, mi vida! -jadeaba el hombre tomándole el rostro con ambas manos y besándole la frente.

-VOMITÉ IVAN!

El médico se asustó, giró y miró a Raul, después estiró el cuello para mirar dentro del auto.

Luego de un golpe en la cabeza, el vómito podía ser el indicador de que algo serio había ocurrido en el cerebro. Pero Raul lo tranquilizó.

-Vomitó cuando se despertó, lo dejaron inconsciente. Vi el charco y era sangre, creo que fue el excedente que quedó en la faringe. Fue una suerte que vomitara. Pero está bien y lúcido. De todas maneras creo que no estaría de más hacerle el estudio.

-Si, yo también lo creo, ya hablé con el encargado de las tomografías, lo están esperando. -respondió abrazando a su niño hermoso que se le había acurrucado en el pecho. A Raul no le hizo gracia que entraran los dos de esa manera, no sabía si se daban cuenta que iban casi enroscados uno en el otro, no entendía cómo hacían para caminar así y no matarse cayendo. Si el enfermero los veía se iba a armar la gorda!

-Disculpe doctor! su pareja está de guardia en este momento? -preguntó serio, fulminándolo con la mirada e Ivan comprendió.

-Ya no estoy en pareja Raul.

Tomás giró para mirar a su amigo intentando una sonrisa de labios hinchados y partidos.

El rubio no supo si sentirse aliviado o peor... había cortado con el psicótico por Tomás??? eso no era peor??

-Entonces no entren así de abrazados por respeto a la ex pareja -siseó y Tomás se separó medio centímetro. Ivan lo tenía casi aprisionado a su cuerpo, le encontró razón a lo que Raul decía así que apartó su cuerpo otro centímetro más y así, aun enredados, entraron.

Eran las 11 de la noche, en el hospital solo funcionaba el sector de emergencias y ellos estaban en el ala contraria de manera que se dirigieron a un lugar poco iluminado y solitario.

-El hospital de noche da miedo -susurró Tomás e Ivan que estaba hablando por teléfono a un metro de él, vio de reojo como Raul lo abrazaba y le besaba la frente.

-Ya bebé, te examinarán y nos iremos a mi departamento. Te cuidaré esta noche, ese golpe en la cabeza no me gusta.

A Ivan, del otro lado de la línea, el médico encargado del aparato le respondió que ya llegaba así que cortó y observó a los amigos: Los dos estaban sentados en sillas distintas, pero las habían juntados hasta estar pegadas. Raul lo tenía aprisionado por los hombros y Tomás había rodeado los brazos alrededor del abdomen de su amigo y se dejaba consolar mientras el rubio le besaba una y otra vez la frente.

Ivan era un hombre tranquilo, cerebral, pero inesperadamente sintió un cosquilleo en las yemas de los dedos: qué ganas que tenía de sacar al enano que estaba encima de su hombre a patadas.

Raul vio que Ivan los observaba y se alejó un poco.

-Le teme a los lugares oscuros -le explicó, pero el médico no apartó los ojos de él. -Aquí está oscuro -volvió a insistir apartándose un poco más de Tomás pero Tomás no parecía darse cuenta de la mirada asesina que le estaba enviando al médico y seguía metido en su pecho... ¿Ivan aun podía pedir el formulario para cambiarle las notas? no! ya estaban computadas en la universidad! pero de igual manera no quería tener un mal comienzo con el tipo que parecía que ahora iba a ser pareja de su mejor amigo. Ivan no le agradaba porque había hecho sufrir a su bebé, pero ya era hora que lo dejara volar.

Apareció un médico por el extremo derecho, iba apurado.

-Me debes un favor -le dijo a Ivan señalándolo con el dedo.

Y mientras abría la puerta, miró al par de muchachitos agazapados uno al otro. Los hizo pasar y procedió a hacerle el estudio al que tenía la cara como compota.

Tomás sintió alivio cuando lo sacaron de ese tubo y abrazado a Raul salieron del consultorio para esperar los resultados.

Ivan y el médico miraban la pantalla con las imágenes del cerebro de su niño hermoso.

Al recién llegado le había bastado una simple mirada para corroborar que todo estaba bien pero el pelinegro quería estar absolutamente seguro y seguía mirando.

El médico largó una risita por lo bajo e Ivan lo miró: su compañero tenía la vista clavada en el par de muchachos que esperaban afuera.

-Qué? Qué pasa?

El recién llegado se acercó y habló despacio.

-Aun con la cara hecha tomate se nota que está bien bueno. El otro no es pareja, seguramente es algún hermano. No se comportan como novios... me voy a tirar un lance y le daré mi número. Le viste ese culito que se carga?? está como para partirlo en dos. Le diré que si le duele algo durante el fin de semana puede hablarme directamente. Gracias por traerme este paciente, Ivan. Ya no me debes nada. -y quiso hacer un paso en la dirección de su niño adorado. Quiso, porque Ivan no dejó que hiciera más nada, lo tomó por la muñeca con fuerza y siseó.

-El tipo con la cara hecha tomate y el culo para partirlo en dos, es mi pareja.

El médico le vio la cara de asesino serial a su colega y tragó duro. Ok. ¿Qué había pasado con su compañero amable y distendido?

-No estabas con el enfermero? -preguntó en voz ridículamente finita, Ivan se elevó en todo su metro ochenta y sacó pecho.

-Ya no estoy con él, si quieres puedes partir en dos a Marcos, pero al que tiene la cara como tomate lo dejas de lado y más te vale que no te vea acercándote.

Cuando el recién llegado hizo un paso atrás con los ojos como plato, Ivan se dio cuenta de que se estaba comportando como un energúmeno. NO ERA CELOSO! NO SOLÍA SER CELOSO! PORQUE DE PRONTO SE COMPORTABA COMO UNA BESTIA? No quería comportarse con Tomás como Marcos era con él.

Echó una última mirada a los estudios de su niño y luego le dio la mano.

-Gracias por tu tiempo. Te debo una.

Y finalmente salió con su niño y se dirigió a su consultorio, lo abrió y dejó a Tomás adentro. Le pidió a Raul que lo acompañara para traer los medicamentos necesarios para el rostro de su niño hermoso y partieron al sector de farmacología.

El médico encargado de la tomografía salía confundido del hospital, había conocido el lado oscuro del colega más tranquilo del hospital

Estaba por salir cuando vio en la distancia a Marcos haciendo el recorrido obligatorio entre pacientes internados, se apresuró hacia él.

-Hace cuanto que cortaste la relación que tenías con Ivan?

La sonrisa que Marcos tenía cuando lo vio acercarse, se le cortó.

-Qué?

-Siempre me pierdo de todos los chismes del hospital. Estaba convencido que eras el novio de Ivan, pero acabo de hacerle un estudio a la pareja. Alguien lo golpeó!!! -informó, feliz de ser él el que por fin tuviera algún chisme bueno.

-Ivan y su pareja están aquí? -preguntó intentando que no se le notara que las piernas le temblaban y el corazón le bombeaba litros de odio.

-Si!!! los vi saliendo hacia el consultorio de Ivan!! qué le habrá pasado al muchacho?? andará metido en algo raro?? E Ivan está como perro en celo, le tiré un piropo al chico sin saber que era su novio y casi me arranca el corazón y me vivisecciona!

Marcos no sonrió y el médico se arrepintió de haber contado el chisme.

Se aclaró la garganta, saludó y se fue.


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