-Qué pasó? lo asaltaron? -preguntó Ivan mientras esperaba que el farmacéutico regresara con los medicamentos.
-No! estaba por salir, abrió la puerta y alguien entró y le dio una tanda de golpes, no entiende qué mierda sucedió. No se llevaron nada de su casa.
-Tendría algún enemigo por la zona? -preguntó arrugando profundamente el entrecejo.
-No creo. Tomás vive en un lugar jodido pero el hijo de puta se hace querer por todos. Tomás es un bebé. No sé quien querría hacerle daño -dijo mirándolo profundo, pronunciando lentamente las últimas palabras y a Ivan se le puso la piel de gallina.
Marcos sería capaz de tanto? No! Era imposible, no tenía que ponerse paranoico!!! Su ex ni siquiera sabía donde vivía!! De todas maneras, no le gustó haber dejado a su bebé solo en el consultorio.
El farmacéutico regresó con los medicamentos pero les dijo que tendrían que esperar por los calmantes porque no tenía y había hecho el pedido, en 20 minutos las podrían retirar. Ivan sabía que durante la noche le dolería la cabeza a su bebé. No podía no llevarlos así que dejó a Raul esperando por las pastillas.
Cuando ingresó al consultorio encontró a su bebé girando en su sillón, se detuvo de inmediato y cruzó las manitos en las rodillas.
-Perdón -susurró y el médico sonrió.
-Traje todo -dijo levantándolo de un brazo, lo hizo sentar sobre el escritorio y le puso una bolsa fría con gel desinflamante en la boca, lo sostuvo ahí durante unos segundos y luego lo pasó hacia la ceja. Estaban cerca y no dejaban de mirarse.
-¿Estoy feo? -preguntó Tomás e Ivan no contestó, tomó una de las manos del niño y la puso sobre la bolsa para que él mismo la sostuviera. El médico se fue a su cuello y comenzó a lamerlo.
Fue tan repentino que a Tomás se le estremeció todo el cuerpo, jadeó fuerte, se cayó de las manos el sobre de gel frío e Ivan lo levantó presuroso.
-No lo sueltes, tenlo en la ceja -ordenó.
El niño tragó grueso, se lo sostuvo de nuevo e Ivan volvió a la carga. Se fue a su cuello, se prendió como sanguijuela y lo chupó. A Tomás se le cayó de nuevo el gel pero cuando Ivan intentó levantarlo, el niño lo impidió, puso ambas manos en el culo del médico y lo aprisionó a él. Ambas entrepiernas duras se chocaron y ambos gimieron, fuerte. El pelinegro un poco ido quiso besarlo y Tomás se alejó quejándose mientras hacía un puchero y se tapaba los labios.
-Bebé!!! perdón bebé -susurró el hombre regresando a la realidad, se alejó, levantó el gel y se lo puso en el rostro. -Perdón amor, perdón. Mejor voy a ver qué pasa con esos medicamentos, ya llamamos a la policía, están viniendo para tomarte declaración.
-Vienen? pero yo no quería denunciar. No quiero meterme en líos con nadie. No sé quien me atacó, si fue alguno de los drogadictos de mi zona será peor!!
-Bebé, harás la denuncia he irás a vivir conmigo hasta que todo esto se solucione!
-Contigo? -preguntó arrugando la frente. -No Ivan. Prefiero vivir con Raul!
-No quieres estar conmigo? -susurró con los ojos inmensos -ya no estoy de novio. Por favor! Pasó mucho tiempo Tomás, no debimos separarnos aquella vez, necesito estar contigo. Nnnno quieres tu? -preguntó tartamudeando.
Tomás sonrió y afirmó con la cabecita, y lo hizo tan fuerte que su pelito le cubrió los ojos. Con ese movimiento Ivan confirmó que su niñito aun estaba ahí, siendo chiquito y necesitando de cuidado.
-Quiero estar contigo pero ir a vivir juntos es demasiado. Podemos ir despacio?
Cuando comenzó a salir con Marcos a los pocos meses vivieran juntos e Ivan no sabía si ese había sido el detonante para que la relación entrara en un círculo de rutina y hastío pero no quería cometer el mismo error con Tomás. No le gustaba ni mierda que se fuera con Raul, pero no tenía opciones, no lo quería viviendo solo en esa pocilga.
-Esta bien, iremos despacio -aceptó -pero donde pasarás la noche? -preguntó masajeandole la pija semierecta por arriba del pantalón. Tomás nuevamente se estremeció y tiró el gel, Ivan lo levantó, se lo dio y cuando su niño lo tomó, él le desabrochó el pantalón y sacó la pija del niño.
Tomás lo miraba con los ojos inmensos (uno sin poder abrir por completo y violeta), respiraba agitado, estaba atento a lo que su doctor le hacía.
El médico se agachó y lamió la pija.
Tomás puso los ojos en blanco y volvió a tirar el gel.
Ivan le lamió el glande, luego lo abarcó con los labios y lo chupó haciendo presión. Tomás lo agarró del cabello e hizo una leve presión para que se lo metiera entero en la boca, el médico obedeció, lo tomó por la cadera y haciendo ruido de succión, se la tragó casi por completo.
Tomás gimió fuerte, subió la cadera para que entrara un poco más, Ivan elevó la boca babeándose y volvió a bajar sobre esa pija que latía dolorosa.
La puerta se abrió y entró Marcos.
Todo fue caótico.
Contarlo es difícil porque sucedió demasiado rápido.
Tomás apenas vio que la puerta se abría, empujó a Ivan y se tapó la pija con la remera.
Ivan retrocedió y giró.
Marcos quedó con los ojos inmensos mirando la escena, la boca semiabierta. En segundos las lágrimas comenzaron a mojarle el rostro.
-Ayer me dejaste y hoy vienes a coger con este puto al lugar donde ambos trabajamos? Ni siquiera me respetas. -Jadeó temblando e Ivan elevó las manos intentando que se calmara.
-Marcos!
-NI SIQUIERA ME RESPETAS -gritó y cuando Ivan quiso acercarse, elevó el fichero que tenía en la mano y lo golpeó con el produciéndole un corte en el pómulo izquierdo. Tomás gritó y se tiró sobre el médico que estaba agachado sosteniéndose el rostro que sangraba. -ESTÁS BUSCANDO QUE ME MATE? ESO BUSCAS? QUIERES QUE ME MATE?? -gritó histérico y se le abalanzó para seguir atacando pero Tomás fue más ligero, se puso enfrente y le asestó un puñetazo en la mandíbula. El enfermero retrocedió chillando, Ivan se dio cuenta de lo que Tomás había hecho y se tiró sobre el crío para calmarlo.
Ivan se tiró sobre el crío.
Marcos lo vio horrorizado, el putito lo había golpeado a él e Ivan se había lanzado al cuerpo del crío para calmarlo, no le importaba otra cosa que no fuera ese putito de clase baja que había regresado solo para destruirles la vida.
Salió histérico del consultorio y corrió hacia la izquierda.
Ivan se acercó al pasillo y lo vio subir las escaleras. Su consultorio se encontraba en un ala nueva del hospital. Arriba no había nada, era una zona destinada a ser un laboratorio pero aun no se habían comenzado las construcciones.
Lo escuchaba llorar a los gritos amenazando que iba a matarse e Ivan corrió detrás de él.
Todo es tan difícil de contar!
Todo es tan caótico y violento!
Marcos estaba destrozado, había apostado todas sus fichas a la relación que tenía con Ivan.
Cuando el médico le pidió que se dieran un tiempo y que vivieran separados nuevamente, el enfermero aceptó porque estaba convencido que Ivan no soportaría estar sin él. Marcos no lograba respirar lejos de ese hombre y estaba convencido que lo mismo le sucedería a su pareja. Habían nacido para estar juntos! Eran el uno para el otro! Era cuestión de tiempo para que Ivan se diera cuenta y justo en ese momento llegaba ese putito para destruirles la vida.
Marcos sentía que tenía el cuerpo en carne viva, que el dolor que experimentaba internamente había logrado salir y todas sus terminaciones nerviosas refulgían dolorosas.
Llegó al tercer piso y pasó directo hacia el borde, sorteando palas y baldes que habían dejado los albañiles que tenían previsto comenzar con el trabajo la semana entrante.
Marcos lloraba a los gritos, se tambaleaba destrozado entero y antes de llegar al final lo tomaron del brazo y lo alejaron del borde tirándolo hacia el centro del lugar, tropezó y cayó de rodillas.
-Estás loco! No hagas esto! No puedes tomar esta decisión solo porque no podemos estar juntos! -chilló Ivan y Marcos se paró con los puños cerrados fuertemente.
-ME VAS A ABANDONAR. NO NECESITO SEGUIR VIVIENDO SI ME VAS A ABANDONAR!
-No te abandonaré, Marcos. Seguimos siendo amigos!!
Marcos volvió a gritar en medio de un llanto grave e intentó ir hacia el borde pero Ivan lo interceptó de nuevo de manera que el enfermero tomó una pala y la levantó en el aire para golpear al médico.
Ya les dije... fue todo tan caótico y violento!!
Es difícil describirlo.
Tomás apareció en el umbral cuando vio a Marcos con la pala en alto listo para descargar su furia contra Ivan.
Ivan había elevado los brazos para soportar lo que fuera que debiera de soportar con tal de que el enfermero desistiera de lanzarse desde el tercer piso.
Tomás agarró un palo y le asestó un golpe en la espalda al hijo de puta que tenía pensado seguir agrediendo a su hombre sin que su hombre hiciera nada para frenarlo.
Marcos cayó unos metros hacia la derecha, pero antes de perder el equilibrio logró golpear con el arma a Ivan y el médico estaba tirado a un lado, agarrándose el hombro que en el ínterin se había salido de lugar.
Ivan vio correr a Tomás hacia Marcos y le gritó que no le hiciera daño.
-NO MAS VIOLENCIA TOMAS! -gritó el médico -TOMAS! BASTA! -volvió a gritar.
Y Tomás que era un niño obediente volteó a verlo.
Su niño hermoso que se asustaba y hacía caritas tiernas cada vez que su hombre levantaba la voz.
Ivan vio sus ojitos enormes cuando giró.
Ojitos que demandaban que no lo regañara. Que estaba defendiéndolo.
Lo siguiente fue tan rápido!
Ni Ivan ni Tomás lo predijeron.
Sucedió sin ser planeado.
Los actores estaban parados de manera estratégica en la escena y Marcos solo aprovechó el momento para que todo volviera a la normalidad. Lograr eso era fácil, solo debía desaparecer de la escena el actor que sobraba.
Cuando el niño giró a ver al médico, el enfermero se levantó y corrió hacia él con los brazos levantados. Fue necesario un simple empujón.
Así de sencillo fue.
Y el actor que sobraba... desapareció por el borde del edificio.
Ni siquiera gritó, Marcos solo lo escuchó aspirar aire por el susto repentino.
El que aulló fue Ivan que se arrastró un poco ayudándose por el brazo que le funcionaba, el otro estaba laxo y fuera de lugar a la altura del hombro.
¿Cómo es que una historia de amor en tiempos de covid y reencuentros luego de algo tan atroz como una pandemia, se convierte en una historia sangrienta?
El enfermero miró unos segundos al médico que aullaba ronco e intentaba acercarse al borde pero no podía, las fuerzas le fallaban, temblaba sacudido por potentes espasmos y se agarraba del cabello con su brazo bueno y se lo tiraba totalmente histérico.
-No debiste hacerme sufrir. No debiste abandonarme. No debiste! Eso que sientes es el karma, todo lo malo, regresa. -sentenció.
El ser humano nunca aprenderá, cuando la naturaleza se vuelve en su contra y algo tan simple como un virus decide destruirlos, ellos aun siguen en su intento de auto destrucción. Colaborando con la tragedia para que la oquedad del fatalismo se abalance sin tregua.
Ivan por segunda vez perdía a su niño adorado.
Los vecinos del edificio contrario vieron cuando Marcos había intentado suicidarse y llamaron a la policía, pero la policía ya estaba cerca porque tenían que tomarle declaración a Tomás, por eso cuando recibieron el nuevo llamado hicieron sonar las sirenas.
Marcos las escuchó e intentó huir. Ivan se aferró con su brazo bueno a su pierna y escuchó la voz del rubio que subía gritando el nombre de Tomás.
Raul había regresado con los medicamentos y escuchó el aullido que dio Ivan y se le estremeció el alma... QUE SUCEDÍA? QUÉ PASABA?
Cuando Raul apareció en el tercer piso en construcción, Marcos pateaba a Ivan para que lo soltara e Ivan entre gritos le pidió a Raul que no lo dejara huir.
-Dónde está Tomás? -gritó Raul cuando tacleó al enfermero y pudo apoyar una rodilla sobre la espalda del hombre histérico.
Ivan logró pararse, se acercó tambaleándose y le dio una patada a la altura de las costillas.
El médico lloraba histérico y eso a Raul lo estaba llevando a un ataque de pánico... DONDE ESTABA TOMÁS?
-Que no se vaya! -gritó Ivan y salió corriendo. Bajó como desesperado, les gritó a los policías que había un asesino en el último piso y que un muchacho rubio lo tenía reducido.
Intentaron pararlo pero estaba enloquecido, se deshizo de los brazos de los policías y salió del edificio, corrió hacia la izquierda, dobló en el recodó y quedó estático cuando lo vio.