Tony Stark caminaba por la acera distraído pues había tenido días muy movidos en la empresa familiar. Stark Industries era una empresa dedicada a la tecnología que aún era joven e iba a la alza, lo que significaba mucho trabajo por doquier. Pepper Potts como su mejor amiga y asistente estaba a su lado en todo momento, apoyándole y siendo el ancla que le permitía no perderse de nuevo.
Era ella quien le insistía en parar su coquetería y buscar de una vez por todas una relación seria, una del tipo que definitivamente no encontraría en las personas que solía conocer en los clubes que frecuentaba. Y hablando de eso… Tony sonrió ácidamente recordando a sus últimas conquistas, Stephen había dejado de mandarle textos tan seguido, de hecho apenas y se habían visto sólo una vez después de haberse acostado, en cuanto a Peter… un completo fantasma, al final él había tenido razón y Pep aún más.
-¡Carajo!- gritó Tony al chocar con alguien, iba tan distraído que se olvidó de su alrededor y ahora estaba en el piso y con su traje cubierto de café
-¡Oh dios! ¡Lo siento tanto! ¿Estás bien? Déjame ayudarte…- decía un hombre rubio casi al borde del colapso nervioso
-No es nada- contestó tomando la mano que le ofrecían para ponerse de pie
-Soy tan torpe, de verdad lo lamento- murmuró el otro con el rostro completamente rojo
-Ya dije que no es nada- dijo Tony permitiéndose admirar el rostro y anatomía del pobre sujeto
Era muy alto, de espalda ancha y cintura estrecha, sus brazos y piernas eran firmes y musculosas, su rostro libre de toda imperfección era increíblemente bello, de piel sedosa y pálida, mandíbula marcada, nariz recta, ojos tan azules como el cielo en una mañana de verano y sus cabellos de un rubio tan claro como el trigo… ¡Por todo lo sagrado! Ese hombre parecía una obra esculpida por los mismísimos dioses y por algún motivo le parecía familiar
-Debe haber algo que pueda hacer…- el rubio evitaba mirarle de frente
-¿Te he visto en algún lado?- cuestionó el moreno
-No… bueno sí… yo… tú… en el club…
-Claro, debí conocerte en algún club y luego me olvidé de ti, Debía estar realmente ebrio para olvidar esos ojos- murmuró
-¡No! Quiero decir… no fue así- susurró tallándose la nuca
-Entonces debes ser mi acosador en turno- bromeó el castaño buscando ver más de esos tiernos tartamudeos
-¡No! Digo… no es que no me gustes, es que, yo no… ehmmm… mierda, mejor me voy- murmuró el rubio sonrojándose tanto que parecía señal de tránsito
-Alto ahí bombón- dijo Tony deteniéndole, tomó una de sus tarjetas de presentación y se la entregó al más alto- Toma, llámame mañana al medio día y tal vez te deje reponer ese café…
Bella y sensual, sobrenatural
Uno de nosotros te tiene que conquistar
Bella y sensual, sobrenatural
Uno de nosotros te tiene que conquistar (You know who it is baby, Daddy)
Tony Stark y Steve Rogers se conocieron hace tres semanas, el castaño nunca fue romántico pero el rubio le hacía sentir cual colegiala con su primer amor. El mayor era un completo caballero a antigua, al día siguiente de aquel incidente con el café le llamó, hablaron por dos horas antes de quedar de acuerdo para esa misma tarde. Se vieron en un bonito y hogareño café de Brooklyn donde platicaron de sus vidas, gustos y pasatiempos y el tiempo voló, ya eran entradas las nueve de la noche cuando salieron del lugar y Steve insistió en llevarle hasta la puerta de su edificio donde se despidió con un suave abrazo y un beso en la mejilla, esa cita siguió a otra, y otra y otra más, se veían casi a diario y cuando no podían se la pasaban hablando por teléfono por horas hasta bien entrada la noche.
-Steve…- murmuró el castaño una vez que estuvieron frente a su edificio
-¿Qué sucede Tony?
-Gracias, fue una tarde maravillosa
-Gracias a ti,,, yo, no estaba seguro si te gustaría- murmuró con aquel adorable sonrojo adornando sus mejillas
-¿Bromeas? Nunca había disfrutado tanto de un museo y creo que es porque nunca nadie me había hablado sobre una pintura con tanto detalle y pasión- contestó sonriéndole mientras se acercaba y tomaba su mano
-Yo… amm… me alegra que lo disfrutaras- susurró el rubio acentuando su sonrojo pero aferrándose a la mano del moreno pues había pasado toda la tarde debatiéndose entre tomarla o no
-¿Quieres subir?- preguntó Tony mordiéndose el labio
-No…- contestó el rubio de inmediato- quiero decir, me encantaría pero…
-Está bien, no tienes que buscar excusas Capitán…- susurró el más bajo un tanto decepcionado y soltando su agarre
-No Tony, no es que no quiera- se apresuró a aclarar tomando de nueva cuenta aquella mano fugitiva
-¿Entonces?
-Dios Tony…- exclamó atreviéndose a tomar el joven rostro entre sus manos- sé que si subo no tendré ni una pizca de control y no quiero arruinar esto
-¿Por qué lo arruinarías?- cuestionó el menor acariciando la mano en su mejilla
-Porque no quiero que pienses que es lo único que busco de ti- declaró el más alto
-Steve…
-Tony, apenas ns conocemos pero realmente me gustas. Eres la persona más bella que he conocido y no estoy hablando sólo de tu apariencia- susurró acercándose despacio
-Tú también me gustas, mucho- confesó el castaño
-Quiero hacer las cosas bien, de verdad quiero que esto funcione…
Con un último suspiro Tony terminó de acortar la distancia entre ellos, sus labios se rozaron en una suave caricia, sus alientos se mezclaron con un suave gemido de completo alivio y satisfacción por aquel beso que tanto habían deseado
Si tú dejas que te invite, te doy lo que necesites
Tenemos algo en común y es que conmigo nadie compite
Me gusta que tienes pique, no te me desubiques
Si quieres una película, mami yo tengo los tickets
Si estás enfermita te doy mi ropa y tu zinc
Conviértete en mi rusa, ponteme media Putin
Nicky vuela como un phoenix, Romeo es bachata king
Pero sigo siendo el mejor libra por libra en el ring
Dos semanas más pasaron como agua pero Tony se sentía como si caminara sobre nubes, el día anterior Steve por fin le había pedido que fuera su novio y obviamente el castaño había aceptado antes de saltarle encima y besarle entusiasta. Hacía tanto tiempo que no se sentía de esa manera, tal vez era ingenuo de su parte pro aquel hombre le hacía sentir tanta esperanza en esa relación, no importaba el poco tiempo en la vida del otro, Steve era SU persona, era aquel que su madre y Pepper le decían que algún día llegaría a revolucionar su vida…
-¡Tony!- gritaban a la distancia mientras el caminaba hacia la empresa del brazo de Pepper
-¿Peter?- susurró al reconocer al otro
-¿Te acostaste con Stephen Strange?- cuestionó el rubio directo y sin siquiera saludar
-¿Qué? ¿Conoces a Stephen?
-Contesta por favor…- siseó el ojiazul molesto
-Sí- contestó sin entender nada- ¿De dónde carajos lo conoces?
-¿Cuándo fue? ¿Fue el mismo día que yo? ¿Quién fue primero?- cuestiono tomándolo de los hombros con fuerza
-No entiendo qué carajo sucede- gritó el castaño alejándose del violento agarre
-¿Quieres que llame al Capitán Rogers?- intervino la mujer mientras sacaba su móvil
-¿Steve? ¡Ese imbécil dijo que no sería parte de la apuesta!
-¿Apuesta?- preguntó Tony sintiendo un escalofrío recorrerle
-¡Sí! ¡La puta apuesta que hicimos al verte en el club!- gritó el rubio- Necesito saber quién fue el primero… ¿Quién ganó?
-¿Qué?... ¿Mi Steve?... – susurró el castaño mientras llevaba la mano a su pecho donde debajo de la camisa descansaban las frías placas con el nombre del militar.