Los últimos dos meses han sido largos y terribles, Tony los ha pasado de viaje en viaje y encerrándose en su taller en busca de creaciones que le distraigan, pero nada parece funcionar, para todos es evidente que se encuentra mal…
-Tony- murmuró Pepper mientras entraba a su despacho, el moreno miraba hacia el ventanal, pero era evidente que estaba perdido en sus pensamientos
-¿qué hay Pep?- susurró saliendo de su ensimismamiento
-¿cómo estás?
-Tan bien como siempre, preciosa…
-Puedes mentirle a todos pero no a mí y ciertamente tampoco a tus padres ni Rhodey- dijo la rubia interrumpiéndole
-No es nada Pep…
-Estamos preocupados, ya pasaron dos meses y sabemos que estás bebiendo de nuevo, ¿Cuándo fue la última vez que dormiste? Y me refiero a horas corridas en tu cama y no simples siestas en el taller…
-Yo…- el moreno parpadeó con violencia intentando disipar las lágrimas que anegaban sus ojos
-Oh querido, deja de guardártelo- dijo ella acercándose para abrazarlo- necesitas dejarlo salir…
-¿Por qué Pep?- sollozó aferrándose a su mejor amiga
-Tony, lo que esos tres te hicieron fue despreciable…
-No me importa- sollozó Tony interrumpiéndola
-¿Disculpa?
-La maldita apuesta, de verdad no me importa- murmuró ahogando un suspiro lastimero- Stephen y Peter me dan igual, siempre supe lo que querían de mí…
-¿Entonces?
-¿Por qué me mintió?- lloró de nuevo con voz rota- Steve me hizo enamorarme de él… si sólo quería sexo… por… ¿Por qué?
Baby yo sé que está difícil la decisión
Reconoce que aquí no hay liga, yo soy tu opción
Yo sé que seras mía, ia
Cuando tiro no falla mi puntería, ia
Soy el mejor de esta trilogía, yeah
Pero quien tú escojas, te ganas la lotería
***Flashback***
El genio había llamado de inmediato a su mejor amigo, el Coronel Rhodes quien le ayudó sin dudarlo en cuanto escuchó la desesperación de su amigo. Ahora el castaño caminaba agitado por aquellos pasillos que el rubio tanto le había descrito, miró a la gente y los reconoció de inmediato sin realmente conocerlos, un nudo se instaló en su pecho al pensar cuanto había deseado conocer el lugar, llegar un día para sorprender a su ojiazul con café y almuerzo en mano…
-Señor, disculpe no puede pasar- interrumpió una rubia al verle pasar cual bólido en dirección a aquella oficina
-No te entrometas Sharon- siseó haciéndola a un lado y abriendo las puertas con violencia
-¿Qué demo…? ¿Tiny?- Steve le miró extrañado analizándole por unos segundos antes de dejar la documentación que leía- ¿Amor, qué te pasó?
-¿Por qué?- preguntó el menor entre dientes
-¿Qué?
-Ya me enteré… Peter me contó todo sobre la apuesta- declaró con una entereza que no sentía realmente
-Tony… yo…- el rubio balbuceaba mientras palidecía viéndose casi tan blanco como el papel
-¿Cómo pudieron? ¿Eso soy para ustedes? ¿Un puto premio que ganar?
-No cariño, yo jamás…
-¿Hablaban sobre mí? ¿Se pasaban tips para conquistarme?- siseó con furia
-Amor, escúchame por favor…
-¡No quiero!- siseó sin poder contener más las lágrimas que corrieron libremente por su rostro- Es más… ¡No quiero volver a verte en mi puta vida!
Tony con furia llevó la mano a la fría cadena que colgaba de su cuello, las tomó con fuerza lastimándose mientras las arrancaba y se las arrojó al capitán
-No Tony, amor, por favor…
-Tú y tus amiguitos son de lo peor… Te odio, desearía no haberte conocido nunca- susurró saliendo de la oficina
-¡Tony! ¡Amor espera!- gritó el mayor corriendo tras el moreno, se encontraban a mitad del pasillo y más de media base ya les observaba indiscretamente cuando logró detenerle
-¡Vete a la mierda Rogers!- gritó el castaño dándose la vuelta para estampar la palma contra su mejilla
Steve se quedó helado ante el golpe, las exclamaciones se sorpresa y cuchicheos se hicieron oir mientras Tony se retiraba con toda la dignidad que pudo reunir.
***Fin del flashback***
-Si sólo era un juego… ¿Por qué me hizo creer que me amaba?- sollozó con más fuerza aferrándose a su mejor amiga
Bella y sensual, sobrenatural
Uno de nosotros te tiene que conquistar
Bella y sensual, sobrenatural
Uno de nosotros te tiene que conquistar
Daddy
N-I-C-K
Golden combination
-¡Alto ahí! ¡Deténgase!- los gritos de Pepper hicieron que Tony detuviera su presentación ante algunos socios menores. Las puertas de la sala de juntas se abrieron de par en par mostrando a un pelinegro enfundado en un traje de corte casual
-Tú y yo hablaremos Stark, quieras o no- murmuró el Dr. Strange resistiéndose a los guardias
-Lo sentimos jefe- siseó Happy intentando llevarse al hombre
-No me iré sin que me escuches… ¡Te juro que si algo le pasa a Steve tú serás el responsable!- gritó
-¡alto!- intervino el castaño acercándose- Déjalo Happy, si me disculpan caballeros, tengo algo importante que atender
Tony salió de la sala seguido por el médico hasta una oficina contigua
-Tienes exactamente dos minutos y es más de lo que mereces después de lo que hicieron- murmuró el genio
-Lo siento- dijo Stephen mirándole directo a los ojos
-Eso no cambia nada…
-Lo sé, pero tienes que saberlo todo. Sé que fui un auténtico patán, jamás debí hacer esa apuesta, deje que mi ego nublara mi juicio…
-Suficiente Strange- interrumpió el menor- si no vas a decir nada más quiero que te vayas, ya tuve suficiente de ustedes…
-¡Por un carajo, escúchame!- le interrumpió- Sí, es cierto que conozco a Peter y Steve desde la infancia, somos amigos muy cercanos y sí, los tres quedamos embobados por ti cuando te vimos esa noche en el club. Yo aposté con Peter a que podría conquistarte primero y desde ese día Steve no nos ha vuelto a dirigir la palabra…
-¿Qué?
-¡Ni siquiera le permitiste explicarse, cierto?- inquirió el pelinegro
-Peter dijo…
-Quill es un idiota- continuó- estaba molesto porque había posibilidades de un empate y fue a buscarte abriendo su gran y estúpida bocota. Steve no era parte de la apuesta, estaba sumamente enojado con nosotros, no nos habla, ni siquiera sabíamos que ustedes estaban saliendo
-… ¿De verdad?
-Te lo juro, por mis manos, mi carrera, mi reputación y prestigio… Él no te engañó como crees
Tony se dejó caer sin fuerza contra el escritorio mientras se tallaba el rostro con frustración
-Cuando me enteré dije que no me entrometería, pero imagina mi sorpresa cuando me informaron que el siempre puntual y dedicada Capitán Rogers no ha dado señales de vida en los últimos dos meses…
-¿Qué? ¿Está bien?
-No ha trabajado, no contesta mensajes ni llamadas, y si no me equivoco se rindió incluso en su intento de buscarte porque tus guardaespaldas no le permiten acercarse ¿cierto? Carajo Tony, no sé qué hiciste para lograrlo pero ni siquiera Barnes le afectó tanto
-¿Barnes?- cuestionó el genio sin entender
-No te habló de él
-No…
-Suena lógico, es algo que no le gusta. Crecimos juntos, al principio éramos cuatro amigos inseparables, hasta que llegamos a la pubertad, James y Steve siempre habían sido más unidos y terminaron enamorándose, tenían planes para el futuro, se enlistaron juntos e incluso se iban a casar…
-¿Iban? ¿Qué pasó? ¿Por qué no lo hicieron?
-James se asustó de la seriedad que estaban tomando las cosas, tuvo una gran crisis y huyó, dejó a Steve plantado en el altar.
-¿Cómo pudo…?
-Todos nos preguntamos lo mismo, Steve hubiera cancelado todo si él hubiera sido sincero, le habría dado tiempo y espacio, pero él prefirió hacerlo así. No volvimos a saber de él hasta hace un año, Steve trató con él por una misión que tuvo en Europa del este, al parecer ahora James está casado con una bellísima rusa de ojos verdes.
-¿Si no querías involucrarte por qué viniste? ¿Por qué estás realmente aquí Stephen?
-Porque fui yo quien no permitió que Steve Rogers se derrumbara cuando a quien consideraba el amor de su vida le abandonó, como su amigo tengo una deuda enorme con él y no iba a permitir que sus sueños se vivieran abajo por un idiota que no supo valorar lo que tenían… pero Tony, James Barnes no lo dejó ni la mitad de destrozado que tú con tan solo unos cuantos meses de conocerse, nunca lo había visto perder la fé y la voluntad de esa manera. Además…
-¿Qué?
-Me contaron que le arrojaste las placas
-¿Eso que tiene que ver?
-Eso muestra que hay una gran diferencia entre Barnes y tú…
-¿Cuál?
-A él nunca le dio sus placas…
El moreno esbozó una pequeña sonrisa con los ojos anegados en lágrimas antes de abrazar al pelinegro y salir corriendo de ahí