Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No hay dos sin tres por Aranel Poli

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Después de unas copas de vino y haber vuelto esa situación algo menos tensa, ambos hombres se encontraban sentados terminando su segunda botella de vino y terminando de cenar el delicioso sushi que el pelilila había llevado.

-¡Lo tengo!- gritó Mu de pronto provocando el azabache lo mirara extrañado.

-¿Qué tienes?

-Pues que tienes la casa perfecta, eres el hombre perfecto y seguro puedes quitarte la ropa en este instante y no tendrías ningún defecto y estarías completamente depilado, listo para la acción- dijo con la voz algo distorsionada por el alcohol mirando al español con una sonrisa.

-Bueno, mi situación de depilación está controlada, es cierto- dio Shura alzándose de hombros.

-¿Lo ves? Yo no lo estoy, necesito una semana de preparación- el azabache le dedicó media sonrisa para después levantarse por su tercera botella de vino.

-¿Acaso Saga no te ve siempre desnudo?

-¡No!

-¿No te ve?- preguntó casi indignado mientras Mu negaba con una sonrisa.

-No, para nada.

-¿Viven en los 70’s? ¿Cómo es que lo tienes?

-Al natural- aceptó sonriendo haciendo un círculo con sus manos sobre su entrepierna.

-A nadie le gusta eso, Mu, no digo que tenga que ser completo, pero al menos pódate un poco.

-Como sea- dijo el pelilila restándole importancia- No estoy listo para competir con hombres como tú. Aunque técnicamente lo he estado haciendo todo este tiempo.

Shura chistó yendo hasta el frigorífico mirando a Mu con un poco de lástima, él nunca buscó aquello y se sentía molesto por el hecho de que el pelilila pensara que sí.

-No estamos en competencia- dijo cerrando la nevera con dos botellas en la mano -Fuimos engañados por el mismo tipo. Lo llamo un empate- sonrió llegando hasta Mu, quien asintió sonriendo -¿Tequila o vodka?

------------------------------

Después de unos tragos de vodka, ahora se encontraban en el lujoso armario de Shura, con el pelilila paseando de un lugar a otro poniéndose encima todo lo que veía haciendo sonreír al azabache, quien se encontraba sobre el suelo empinándose la botella de alcohol.

-No puedo creer que esté en el armario del amante.

-No soy un amante. Un amante sabe que sale con un hombre casado, yo no lo sabía, así que no soy un amante.

-No eres un amante- sonrió Mu poniéndose un reloj mientras ya llevaba una corbata, un sombrero, un blazer…

-Gracias.

-Siento haber dicho que lo eras- Shura negó con media sonrisa mirando a su alrededor levantándose enseguida.

-Ten, ponte estos. Son especiales- dijo tomando unos tenis de diseñador muy lindos y exclusivos.

-No puedo creer que seamos de la misma talla- dijo Mu tomando aquellas bellezas sentándose en el suelo para colocárselos.

Después de eso comenzó a ver la ropa interior del azabache sonrojándose con cada prenda que encontraba.

-No sé si a los hombres les guste esto- dijo tomando una pequeña prenda de encaje rosa.

-Es muy sexy- Mu negó.

-Se aplastarían mis testículos- el español lanzó una carcajada contagiando al pelilila, pronto ambos se encontraban en el suelo con un ataque de risa.

------------------------------

La luz se colaba de una manera molesta a través de sus párpados con una luz molesta que sólo hacía que su cabeza doliera aún más. Se removió sobre sus brazos quejándose en silencio moviendo su cabeza para evitar el sol y esperar que el dolor de su cuerpo también desapareciera.

Por otro lado, Mu soñaba con Saga, con su boda y aquél hermoso día en el que se juraron amor eterno sellándolo con un beso de amor verdadero…

-¡Mu, despierta! Estás besándote con tu perro- escuchó de pronto la voz de Shura hablarle, además de que la lengua de Kaiser había humedecido todo su rostro… rayos, no había sido Saga.

-Diablos- susurró mirando la cara de su perro frente a él, después se giró observando a Shura, quien le dedicaba una mirada adormecida.

Se habían quedado dormidos sobre los sofás de la sala y al parecer se habían emborrachado o al menos eso le decía la terrible resaca que sentía.

Bostezó desperezándose estirando sus músculos mientras Shura se dejaba caer de nuevo sobre el sofá. Se talló los ojos y de pronto, Kaiser daba vueltas sobre su eje.

-No, no, no, no- soltó, pero fue demasiado tarde. El hermoso caniche había hecho sus necesidades sobre el suelo del departamento del español.

Mu torció el gesto girándose lentamente a ver a Shura, quien había visto todo eso dedicándole una mirada molesta con los ojos entrecerrados.

-Maldición, Mu.

-¿Quieres que lo limpié?- Shura miró al pelilila con obviedad.

------------------------------

-Te enviaré la factura de la limpieza- se disculpó el pelilila sosteniendo la correa de Kaiser mientras esperaban un taxi.

-Créelo- asintió Shura ahora enfundado en un caro traje dispuesto a ir a trabajar.

-¿Me enviarás los nombres de los abogados?

-¿Los quieres?

-Sí.

-Saga es un tramposo, si se entera que tienes abogados puede convertirse en tu enemigo. Tienes una ventaja, así que úsala. Haz bien tu trabajo- Mu asintió con cada palabra esperando ser tan astuto como ese hombre.

-Gracias por todo, te lo agradezco mucho- finalizó abrazando a Shura, quien se sintió un poco incómodo palmeando su espalda con una mueca.

-De nada. Adiós- dijo parando un taxi recibiendo una sonrisa de parte del pelilila, quien subió al auto junto a Kaiser rumbo a su hogar.

------------------------------

De verdad estaba odiando a la persona que le estuviese llamando a esa hora de la mañana, en fin de semana y justo después de la borrachera que había agarrado días atrás sin poder dormir y ahora que por fin lo hacía…

-Mierda- susurró levantando su cabeza de la almohada y estirando el brazo para tomar su celular sólo para ver el rostro de Mu en la pantalla.

-Lo siento ¿Te desperté? Creí que tenías el celular apagado.

-¿Entonces para que llamarme?- preguntó frunciendo el ceño adormilado.

-Pues… no es la gran cosa, pero… ¿Sabes? Algunas veces uno tiene un grano en la frente y comienzas a rascarlo hasta que se convierte en un cráter enorme chupa almas… y destruye vidas- decía Mu frunciendo los labios con cierta molestia mientras sostenía un palo de golf. Shura, por su parte, lo escuchaba comenzado a impacientarse.

-¿Me llamaste por una espinilla?

-Amm… no exactamente- musitó Mu avergonzando mientras miraba a su alrededor. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).