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Epinanía por Satory

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Notas del capitulo:

Agregué algunas etiquetas desde que subí el primer capítulo. Seguimos en la mente de Dean, lo estoy haciendo expresar sus sentimientos porque CW y los escritores nunca lo permitirán :,(

Escribí esto antes del capítulo s15e16 así que no tiene que ver con el canon, en el próximo capítulo, que ya estoy terminando lo voy a hacer sufrir porque me hizo enojar, pinche Dean se pasa de cabrón con mis bebes Cass y Jack.

Bueno, espero que les guste y dejen un comentario para que les conozca, que este es mi único medio de socialización.

 

¡Los quiero!

Pasó rápidamente una papa frita por su plato para quitar el resto de salsa kétchup, la llevó a su boca y la mastico sin cuidado.

 

—Listo, ¿Nos vamos?— Quería salir de ahí lo más rápido posible.

 

—Tranquilo Dean, Jack sigue en el baño y Cass está todavía en la barra— Dijo Sam recibiendo un bufido por respuesta por lo que rodó los ojos —Dean, contrólate, estabas muy bien antes de comer— Lo miró con reproche.

 

Si, estaba de muy buen humor cuando venían hacia acá ¡Demonios, estaba tan feliz como no había estado en años!

 

Tenía está tonta ilusión de encontrarse con Cass inmediatamente, condujo a Baby tan rápido como pudo con el más grande entusiasmo que era capaz porque hace unas horas había descubierto que estaba muy enamorado, más que eso, estaba locamente enamorado de su mejor amigo desde hace años y quería contárselo, no perder ni un momento más ahora que sabía lo que sentía; bajó del Impala saltando, una corriente eléctrica en las yemas de sus dedos y una sonrisa enorme en su rostro; Sam lo siguió con calma.

 

—Dean, despacio, Cass y Jack no irán a ninguna parte— Le gruño, Dean lo ignoro, quería ver a Cass que estaba en el viejo café esperándolo con él hijo de ellos; su hijo, tenía un hijo, pronto una pareja, un hermano y a su hermosa Baby, no podía ser más feliz ¡Su mundo parecía lleno! Abrió la puerta y buscó con la mirada, los encontró en un segundo, avanzó rápido hacia ellos ¡Tenía que decirle!

 

Cass sentado a la mesa con un menú entre sus manos alzó la mirada, se conectó con la suya y ¡DIOS! ¡Por el maldito Chuck! Esto era lo que quería, al igual que cada vez que se miraron, Dean era lo único para Cass y Cass lo único para él, esta era la sensación correcta, la mirada que quería sobre él el resto de sus días, abrió la boca para decirlo… Y las palabras no salieron.

 

De repente muy consciente del lugar, la gente, el ruido, los olores, abruptamente su mundo dejó de ser solo Cass, intentó volver a decirle que estaba enamorado de él. No salió. Trató algo más corto "Te amo", pero solo lo pensó y su boca seguía trabada, el café se sintió más pequeño, había una corriente fría subiendo su espalda, volvió a intentarlo con los ojos todavía puestos en Cass; "Te amo Cass" sintió en su garganta que grito pero no hubo nada, el frío de la espalda lo abrazó, la gente apretada en el café se sentía sobre él, las manos le sudaban, su mandíbula se apretó, su estómago cayó y fue ahí cuando lo supo… Era miedo.

 

—¡Hola, Dean!— Dijo con su voz profunda y rasposa igual a las miles de veces que lo había escuchado, con la misma sonrisa tranquila y dócil de siempre. Dean boqueo.

 

—¡Hey, Cass, Jack!— Saludo Sam rodeando el cuerpo inerte de Dean para sentarse junto a Castiel.

 

—¡Hola!— Saludo Jack —¡Ya podemos ordenar!— Levantó la mano feliz.

 

—Sam ¿Cómo fue el caso?— Preguntó Castiel girando su cuerpo sentado.

 

—¡Bien, bien!— Sam miró a Dean —Mhm, ¿Te vas a quedar ahí parado?— Todos lo miraron, él se sonrojó, la vergüenza inundándolo.

 

Se sentó rápido y contempló la mesa con el menú frente a sus ojos ¡Él estaba aterrado! Fue muy consciente del mundo que los rodeaba y de repente un "Estoy enamorado de ti, te amo Cass" No sonaba bien en voz alta en la esquina de un café de carretera, no podía decírselo así a Cass, con tantos desconocidos alrededor, sin tomar en cuenta a Sammy y Jack, que seguramente no se levantaron hoy esperando que Dean saliera del closet con Cass y al menos veinte personas en un café…

 

—¡DEAN!— Gritó Sam y se giró para verlo a su lado, nuevamente los ojos de todos sobre él —¿Que vas a ordenar, idiota?— Le preguntó con una sonrisa burlona. Tomó el menú con su mano izquierda, lo vio de reojo.

 

—Mhm, hamburguesa con queso, mucho tocino y papas, para mí— Y dejó caer el menú en la mesa.

 

—¡Ok!— Dijo la chica parada detrás de Cass y Sam —¿Y tú, ojos bonitos?— Le guiño a Cass. Él volvió la mirada rápidamente a "ojos bonitos" para ver su reacción, súbitamente era importante verlo.

 

—Es Castiel— Indicó —Solo café, por favor— Alargó el brazo al espacio de Dean, tomó su menú —¡Gracias!— Y le entregó ambos menús a la chica.

 

—¡Por supuesto, lindo!— La mesera le sonrió a Cass y este devolvió la sonrisa. Su estómago se apretó. La chica se alejó.

 

—¿Cómo fue su caso?— Preguntó Sam. Dean considerando sus pensamientos, justo ahora tenía una revolución en la cabeza, todos esos pensamientos difíciles de alcanzar, no había notado que Cass ya podía interactuar como cualquier persona con extraños ¿Cuándo había cambiado tanto?... Bueno ahora de sentía estúpido, Cass tenía 12 malditos años entre humanos, claramente ya había aprendido a tratarlos. Obviamente estaba siendo amable con la mesera castaña, alta, de cuerpo bien formado y rostro suave, ojos brillantes, voz tranquila y alegre, era linda pero no le agrado mucho; el problema con la chica era que esa sonrisa él la conocía muy bien, la recibió en muchos lugares de muchas otras mujeres a lo largo de su vida, y hoy esta castaña hermosa se la estaba regalando a Cass con facilidad. Una mano se posó en su hombro.

 

—¿Hay algo mal, Dean?— Le pregunto Sam al oído. Noto su hamburguesa al frente ¿Cuánto tiempo se fue? Subió su rostro hacia Cass. Sam le dirigió una mirada contemplativa al comportamiento de su hermano.

 

—Si necesitan algo, voy a estar cerca— Innecesariamente mirando a Cass, este le devolvía todavía una sonrisa. Todos agradecieron menos Dean, él ya masticaba molesto su hamburguesa.

 

¿Que tenía de bueno coquetear con una mesera? Él sabía por experiencia que en ocasiones era muy bueno, satisfactorio en realidad y otras tantas no, sí le preguntaran, él podía decir quién valdría la pena con una mirada y un par de palabras con la chica; Cass no sabría, él no tenía los años de práctica de Dean, podría irse con cualquiera aunque no valiera la pena… Inesperadamente se detuvo ahí con su dolor de estómago creciendo, el tirón fuerte hacia sus entrañas, la sensación de vómito, miró su hamburguesa casi terminada pero todavía apetitosa, le dio un mordisco y trago al parecer todo estaba bien ¿De dónde vino el vómito? Obviamente de su estómago, pero no era por la comida… Miró a Cass, tranquilo mientras escuchaba a Jack hablar del caso, sus manos escondidas bajo la mesa, tal vez en sus piernas como le gustaba descansarlas, conocía cada gesto en él, sabía cuándo estaba en silencio lo que pasaba en su mente, como ahora contemplado a Jack, seguro era con orgullo y felicidad, y también sabía cuándo su silencio era peligroso porque estaba molesto. Podría afirmar sin error que tan molesto estaba o qué tan feliz con solo mirarlo sentado, las diferentes emociones que estaba sintiendo con ver qué tanto inclinaba la cabeza y conocía sus sonrisas, sus miradas, sus silencios y las palabras calculadas que tenía para cada ocasión; no había nada de Cass que no supiera… Cass no era fácil como Dean, él no se iba cada noche con una chica de bar o la meseras del café en las carreteras.

 

Y aquí estaba la castaña de vuelta para probar su teoría; la vio pararse junto a Cass y Jack; puso una mano en el respaldo de la silla de Cass y se inclinó un poco para servirle más café, él castaño busco la mirada de ella.

 

—¡Gracias!— Dijo con una sonrisa. Dean apretó los dientes.

 

—¡No es nada!— Puso la jarra del café en la mesa sin soltar la silla — Tenemos algunos brownies de postre ¿Gustan probarlos?— Preguntó todavía con la mano en la maldita silla muy cercas del cuerpo de Cass.

 

—¿Podemos?— Preguntó Jack feliz.

 

—¡Yo estoy de acuerdo, todavía tengo espacio!— Dijo Sam haciendo un gesto sobando su estómago.

 

—¿Entonces sí?— Preguntó nuevamente Jack con una sonrisa todavía más grande y la mesera que parecía necesitar apoyarse en la silla de Cass se rio con gusto.

 

—¿Tú que dices Cass, Jack se merece postre?— Miró a Cass de forma burlona.

 

—Jack hizo un buen trabajo, claro que merece postre— Le sonrió a Jack con orgullo. La castaña veía entre Jack y Cass. El chico parecía más feliz. Mordió con saña las papas que le quedaban.

 

—Cass, eres un padre muy consentidor— Bromeó Sam —Él obtiene todo de ti todo lo que quiere— Se rio. La mesera no apartó los ojos de Cass, bueno, ahí estaba la decepción, seguro no esperaba que Cass fuera un hombre con un hijo.

 

—¡Que dulce, ahora veo el parecido, ojos bonitos!— La chica le guiño un ojo al castaño —Si serás tan guapo como tú padre, seguro serás popular— Su estómago se revolcó con fuerza.

 

—¡Gracias por el cumplido, puedes llamarme Castiel!— Le pidió Cass con una sonrisa y ella la devolvió, ambas miradas conectadas.

 

El tirón de sus entrañas estaba de vuelta para molestarlo… Ya tenía suficiente.

 

—Se está haciendo tarde ¡Vámonos!— Dijo con tono autoritario, más duro de lo que imagino, todas las miradas sobre él —Niño, ve al baño— Indico con una papa a mitad de camino a su boca, Jack miró a Cass —Ya es noche— Mordió su papa con indiferencia. Jack asintió y obedeció.

 

—¡Descuida Dean! Estimé esto y pedí una habitación para ustedes cuando vinimos para acá— Informó todavía con la chica a lado, incluso ya le parecía que eran un retrato ¿No tenía más mesas que atender?

 

—No tenemos nada que hacer más que ir a descansar y el motel está aquí a lado, podremos irnos en un rato más— Agregó Sam, y entonces se le ocurrió una salida.

 

—Yo si— Sam alzó una ceja —Vi un bar atrás— Supo que eso sería suficiente, Sammy lo miró un rato y luego suspiró.

 

—¡Bien! Vamos al bar— Palmeó sus piernas en claro signo de desesperación. Y por fin se irían de este lugar.

 

—Bueno, que les parece si se llevan los brownies para el camino— Comentó la castaña, ambos asintieron —¡Bien! Ojos bonitos sígueme, te cobraré en la caja y te preparo los brownies para llevar— Ella se dio la vuelta y Cass se levantó yendo tras de ella.

 

¡Genial! Él intenta deshacerse de la castaña y consigue enviarla directo con Cass a un lugar apartado y solos. Se sintió como un tonto, les hecho a perder el postre, los arrastró a un bar, donde ni siquiera él quería estar y ahora sentía ese horrendo tirón; su curiosidad le hizo mirar a la barra, el café casi vacío, Cass recargado sobre la barra, ella recargada sobre la caja, sus rostros muy cerca; sus entrañas se apretaron por todo su torso, el aire se fue, no lo había sentido tan fuerte antes… ¿Por qué ahora? Ya sabía que no era la comida y aunque se parecía al dolor de la culpa no era él mismo… Vio a la chica entregarle una bolsa de papel a Cass, bien ahora podrían irse.

 

Pasó rápidamente una papa frita por su plato para quitar el resto de salsa kétchup, la llevó a su boca y la mastico sin cuidado.

 

—Listo, ¿Nos vamos?— Quería salir de ahí lo más rápido posible.

 

—Tranquilo Dean, Jack sigue en el baño y Cass está todavía en la barra— Dijo Sam recibiendo un bufido por respuesta por lo que rodó los ojos —Dean, contrólate, estabas muy bien antes de comer— Lo miró con reproche.

 

—Estoy molesto porque justo hoy deciden tomarse su tiempo para perderlo— Dejó salir con bastante cansancio en su voz, Cass seguía con la chica ¡Vamos, Cass, corta la plática! No puede ser que la mesera fuera tan interesante, su pecho y estómago doliendo —¿Qué pasa con ese niño, cuánto refresco tomó?— Dijo con la mirada en la espalda de Cass.

 

—Solo un par de vasos— Contestó Jack detrás de él y lo sacó de sus pensamientos con fuerza.

 

—Qué interesante, hoy todos son interesantes, ¿No?— Sam y Jack se miraron, fue suficiente para él no soportaba más ese dolor, quería salir ya —¡Cass, nos vamos!— Gritó con voz ronca y Castiel lo miró sobre el hombro, giró para volver con la chica ¡Asombroso! Pensó, cortésmente Cass hizo una reverencia para despedirse y fue a su encuentro con la bolsa de papel delicadamente entre sus manos.

 

—Jack, Sam; Jenny los calentó un poco para ustedes— Cass le extendió la bolsa de papel a Jack como si fuera algo valioso.

 

¡Jenny! Que horrible nombre, sonaba mal en los labios del Cass, toda ella, sonaba mal; ¿Qué tenía de bueno Jenny? Estaba un poco bien de cuerpo y cara, y se veía que era una chica dulce… Eso dolía más; porque realmente no había razón para que fuera mala para Cass… El peso muerto volvió a su estómago, la inclinación curiosamente diferente, que le decía que no era culpa… Sentía solo dolor. Como un fuerte tirón hacia dentro de sus propias entrañas. Súbitamente sin espacio para nada y sintió que iba a vomitar su hamburguesa…

 

Vio por encima de su hombro, Jenny mordía su labio inferior apoyando su pecho en los brazos sobre la barra… Ella deseaba a Cass y Dean lo sabía… El vómito atrapado en su garganta… Celos; había estado celoso toda la comida porque Jenny era buena para Cass… Mucho mejor de lo que Dean sería alguna vez para su mejor amigo… Cass era su amigo, y Dean era un pésimo amigo; ¿Cómo jodidos había intentado imaginar ser la pareja de Cass? ¿Cómo se atrevió a pensar en llegar a ser una Familia con Cass y Jack?... Si no tenía la valentía de decirlo en voz alta.

 

Dean se dio la vuelta molesto directo a la salida ¡Jenny, jodida Jenny! Avanzó sin esperar a nadie.


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