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125. Respirar mas Fácil (14) por dayanstyle

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-¿Estás bien?- Young Saeng se apoyó contra la pared junto a la puerta de su dormitorio que conducía al balcón, con las manos metidas en los bolsillos delanteros de sus jeans mientras Hyung Jun paseaba de un lado a otro. Le molestaba que no le hubiera dicho a Hyung Jun que eran compañeros, pero en defensa de Young Saeng, Hyung Jun había quedado perfectamente claro que no quería tener nada que ver con él.

Por eso Young Saeng había estado en Bad habits. Su vida ya había estado repleta de tristes tragedias, pero Young Saeng había hecho todo lo posible para empujar su pasado y nunca pensar en ello. Pero el rechazo de Hyung Jun trajo a la superficie todas esas emociones inseguras y negativas.

-Quiero saber por qué quedamos atrapados en el reino Demonio, y por qué nos transportamos repentinamente allí-. Hyung Jun cerró los ojos y negó con la cabeza. -No puedo creer que un lugar así exista. Pero no debería sorprenderme, teniendo en cuenta que mi padrastro es un Perro del infierno-.

-Kibum Kim-, dijo Young Saeng.

El nombre del Perro del infierno hizo que la cólera de Young Saeng hirviera cerca de la superficie.

-Sí, él-. Hyung Jun caminó frente a la cómoda, con los brazos alrededor de su cuerpo. -Estoy tratando de controlar todo lo que está sucediendo, pero siento que estoy siendo golpeado por todos lados-. Se detuvo y miró a Young Saeng con esos grandes ojos azules, y el estómago de Young Saeng se retorció en nudos.

Había prometido explicarle todo a Hyung Jun cuando estaban en casa, pero ahora que estaba mirando a su compañero, Young Saeng temía abrir esa herida de hace mucho tiempo, temía el odio demente que venía con esos recuerdos.

¿Por qué debería decirle algo a Hyung Jun cuando su compañero ni siquiera lo quería? ¿Por qué superar eso? Lástima que Hyung Jun no fuera más como su hermano. Sun Woo no se había sumergido en su relación con One Junn, pero había mantenido la mente abierta y no había rechazado a su compañero.

Como si leyera su mente, Hyung Jun dijo: -Sé lo que soy para ti. Siento esa conexión profunda, pero tu mundo me asusta.-

Young Saeng comenzó a cruzar la habitación, pero Hyung Jun levantó una mano. -Déjame terminar. Sé que he estado dando señales mixtas. En un momento te presiono, al siguiente trato de acercarme. No quiero hacer eso, pero si quieres la verdad, estoy acostumbrado a huir de mis problemas-.

-No eres el único-, admitió Young Saeng. Aunque su vida se había ido a la mierda cien años atrás, Young Saeng había estado tratando de olvidar su pasado desde entonces.

-¿De qué estás huyendo?- Hyung Jun parecía desesperado por saber, pero ¿podía Young Saeng abrirse? Los recuerdos se sintieron como si hubieran sucedido en otra vida. Él ya no era esa persona, pero aun así, había hecho demasiadas cosas de las que no estaba orgulloso en nombre de la venganza.

Se movió a las puertas del balcón, las abrió y luego salió. Young Saeng curvó los dedos alrededor de la barandilla metálica mientras contemplaba la luna, inhalando la fragancia del aire nocturno y dejando que calmara su alma turbulenta.

-¿Es tan malo?- Preguntó Hyung Jun cuando se unió a Young Saeng afuera.

-Supongo que es una cuestión de opinión-.

Hyung Jun se apoyó en la barandilla y miró hacia el bosque. Ambos se quedaron en silencio, perdidos en sus propios pensamientos. La mente de Young Saeng saltó de una cosa a otra, cayendo de lado, sin conformarse con un pensamiento en particular. La muerte de sus padres, su vida en el infierno, su fuga, su venganza, los hombres que había matado para llegar a Kibum, la búsqueda de guerreros demoníacos y Young Jae salvándolo. Sus pensamientos giraban como un brebaje de brujas en un caldero, oscuro, arrepentido, incluso doloroso.

En su mayoría, había actuado por venganza, pero a veces había hecho cosas terribles a causa de la agonía y el odio que habían crecido en su interior. Había sido un hombre diferente de lo que era ahora, pero ¿borró eso de sus crímenes? ¿Eso disculpaba la carnicería que había dejado atrás?

-No importa-, dijo Hyung Jun, como si hubiera leído los pensamientos de Young Saeng. Se giró, apoyando los brazos en la barandilla y juntando las manos.

-¿Qué no importa?-

-Lo que sea que hayas hecho-. Hyung Jun miró a Young Saeng. -El pasado es el pasado, ¿verdad? Quiero decir, no es como si fuera un santo. Antes de que mi mamá se casara con Kibum, hice muchas cosas de las que no estoy orgulloso. Me convertí en un ladrón, un mentiroso, un mendigo, y estafé a algunas personas para mantener un techo sobre nuestras cabezas y comida sobre la mesa-.

-Eso es diferente-. Si tan solo hubiese sido el motivo de Young Saeng para lo que había hecho. Haría que vivir con su culpa fuera más agradable. -Robaste para sobrevivir-.

-¿Y tú?-

Young Saeng se apartó de la barandilla y se pasó la mano por la barbilla. -Mis razones son un poco más complicadas-.

-Me parece una excusa-, dijo Hyung Jun. -Además, prometiste decirme cuándo regresamos aquí. ¿Estás volviendo a cumplir tu palabra?-

Lo único en lo que Young Saeng se enorgullecía era de cumplir con su palabra cuando la daba. Simplemente odiaba que Hyung Jun lo hubiera dicho. -¿Por qué quieres saber de mi pasado tan mal?-

-¿Por qué lo estás ocultando?-

-Porque no es bonito-, espetó Young Saeng. -Ya tienes miedo de mi mundo. ¿Por qué te daría más motivos para escapar?

-Eso es un golpe bajo-. Hyung Jun entrecerró los ojos. -Te dije por qué corrí-.

-Suena como una excusa para mí-. A Young Saeng no le gustaba lanzar las palabras de Hyung Jun en su rostro. También se sentía como un idiota bajo para enojarse, pero como él había dicho, su pasado no era bonito. El rechazo de Hyung Jun dolió como una perra, y Young Saeng estaba atacando, enojado porque su compañero no lo quería.

-Estoy empezando a ver que eres un imbécil real-, bromeó Hyung Jun. -Ni siquiera sé por qué me molesté en venir aquí-.

Young Saeng comenzó a agarrar a Hyung Jun cuando su compañero irrumpió de nuevo en la habitación, pero bajó las manos. ¡Maldita sea! Había estado esperando despejar el aire con Hyung Jun y convencer a su compañero de que su mundo no siempre era tan loco, aunque eso hubiera sido una mentira. La vida de Young Saeng nunca había sido normal, y la felicidad parecía ser algo que nunca habría tenido.

Con un gruñido bajo, Young Saeng regresó a la habitación. No quería que Hyung Jun se enojara con él. Su compañero merecía algo mejor. Pero cuando miró a su alrededor, vio que la puerta de la habitación estaba abierta.

Hyung Jun se había ido.

 

                                     

 

-¡Whoa!- Sun Woo detuvo a Hyung Jun en la puerta de entrada y Hyung Jun quiso darle un puñetazo por interponerse en su camino. Estaba escupiendo loco, y no quería quedarse por otro segundo. -¿A dónde crees que vas?-

Esa fue una maldita buena pregunta por la que Hyung Jun no tuvo una respuesta. No tenía dónde ir, pero la necesidad de correr lo hizo mirar hacia los escalones, esperando que Young Saeng no lo siguiera. No, eso fue una maldita mentira. Sus sentimientos volátiles estaban por todas partes, haciéndolo tan confundido que quería gritar. Él había estado haciendo todo lo posible por conectarse con Young Saeng en el balcón, intentando darle a este extraño mundo una oportunidad, pero ese plan había sido contraproducente.

Todo estaba bien cuando compartió su pasado, pero Young Saeng había entrado en guardia cuando le tocó a él dar un poco, como si Hyung Jun no valiera la pena.

-No hay nada aquí para mí-. Hyung Jun no tenía idea de adónde iría. Su auto todavía estaba aparcado en la ciudad y tenía perros del infierno en el culo. Dejarlo sería lo más tonto que podía hacer, pero su ira lo hizo vibrar.

-Vaya, gracias-, dijo Sun Woo.

Hyung Jun suspiró. -No me refería a ti-.

Sun Woo golpeó su mano contra la puerta cuando Hyung Jun intentó abrirla. -De ninguna manera te estoy dejando ir a ninguna parte. Escuché sobre la recompensa que nos puso Kibum. Estarías loco para irte-.

Él estaría loco para quedarse. ¿Por qué se quedaba? -Mueve tu mano.-

-obligame.-

-¿Qué tienes, cinco?- Espetó Hyung Jun.

-¿Van a pelear los dos?- Preguntó Sandeul desde el sofá donde estaba sentado, Lisa en su regazo. -Si lo hacen, avísame para que pueda sacar al bebé de aquí-.

-No vamos a pelear-, dijo Sun Woo antes de volverse hacia Hyung Jun. -¿Lo entendiste?-

Hyung Jun quería caminar tan mal que le dolía el cuerpo. -No, no vamos a pelear porque vas a salir de mi camino-.

No entendió la sonrisa en la cara de su hermano. No hasta que viera a Young Saeng bajando los escalones. Hyung Jun soltó un gruñido antes de alejarse de la puerta y dirigirse hacia el pasillo a su izquierda. Tenía que haber otra salida por aquí en alguna parte. No quería estar cerca de Young Saeng cuando quería el hombre con una necesidad que bordeaba la locura. No cuando Young Saeng se negó a dar solo un poco de sí mismo.

Echó un vistazo a la cocina, pero demasiadas personas estaban allí. Sus posibilidades de salir por la puerta de la cocina eran delgadas, así que continuó. Cuando Hyung Jun dobló la esquina, se detuvo con fuerza mientras contemplaba un vórtice giratorio suspendido en el medio del pasillo. Su corazón se apoderó de una pierna grande y gruesa, seguida de dos brazos.

-¡Mierda!- Hyung Jun giró y corrió hacia una pared de carne.

Young Saeng agarró a Hyung Jun para estabilizarlo, y luego gruñó: -¡Corre!-

A Hyung Jun no le tuvieron que decir dos veces. Al despegar, Young Saeng aulló. Los hombres en la cocina se derramaron en el pasillo, corriendo hacia el sonido, y Hyung Jun presionó su espalda contra la pared para no que no lo atropellaran.

-¿Qué está pasando?- Preguntó Sun Woo mientras se apresuraba hacia Hyung Jun.

Hyung Jun abrió la boca para responder y luego lo cerró cuando los gruñidos y aullidos estallaron a su alrededor. Miró hacia el pasillo como un hombre descomunal, ¿era un hombre? - dio un paso a la vuelta de la esquina. Tenía que medir cerca de siete pies de alto, y era tan ancho que su cuerpo se comía la mayor parte del espacio a su alrededor. Los cuernos largos y curvos sobresalían de su cabeza, y tenía un gran anillo en la nariz. La criatura le recordó a Hyung Jun un toro de tamaño natural.

-¿Quiénes son Hyung Jun y Sun Woo?- Aunque la cosa estaba a unos treinta pies de distancia, su voz vibró a través del pecho de Hyung Jun.

Sun Woo miró a Hyung Jun por un breve segundo antes de que despegaran en la dirección opuesta de esa criatura.

-¿Qué demonios es eso?- Gritó Sun Woo.

-¡Como debería saber!-, Gritó Hyung Jun.

Subieron corriendo las escaleras y Hyung Jun tomó un segundo para asegurarse de que Sandeul ya no estaba en la sala de estar.

-¡Troll!-, Gritó Sun Woo mientras se apresuraba por el pasillo.

-No creo que sea un maldito troll-, dijo Hyung Jun.

-Acabo de tener ganas de gritar-, dijo Sun Woo. -Es lo suficientemente grande como para serlo-.

-Pero tiene cuernos-, le recordó Hyung Jun. -Yo diría que fue un demonio-.

Sun Woo se apresuró a entrar en la habitación que compartía con One Junn, y Hyung Jun se apresuró detrás de él antes de cerrar la puerta y apoyarse en ella. -¿Crees que Kibum envió eso detrás de nosotros?-

-¿Quién más lo haría?- Sun Woo se unió a él en la puerta. -Nos llamó por nuestros nombres, Hyung Jun. Kibum sigue molesto porque sus hijos fueron asesinados-.

-¿Ya crees?- Hyung Jun presionó las puntas de sus pies contra la alfombra, aunque mantener a esa bestia llevaría a más de dos humanos sosteniendo una puerta cerrada. Se preparó, esperando que el gran demonio derribara la puerta.

Cuando llegó un golpe, Hyung Jun no estaba seguro de qué pensar.

-¿Ese es el demonio?-, Preguntó Sun Woo. -¿Golpearía?- -No lo sé-, dijo Hyung Jun. -¿Tal vez para echarnos de aquí?- -Soy yo-, dijo alguien al otro lado de la puerta.

-¿Quién soy yo?- Preguntó Hyung Jun.

-Young Saeng-.

-No le abras.- Sun Woo agarró su mano cuando Hyung Jun alcanzó la perilla. Podría ser un truco-.

-No creo que sepa imitar la voz de Young Saeng-. Hyung Jun trató de alejar su mano, pero Sun Woo se negó a soltarlo. -¿Quieres parar?-

-Pregúntale una pregunta que solo Young Saeng sabrá-, insistió Sun Woo. Tenemos que estar seguros-.

-Incluso si es el demonio, sabes que no podemos evitarlo-, argumentó Hyung Jun. -Viste lo grande que era esa maldita cosa. Dudo que juegue este tipo de juego. Es más probable que simplemente rompa la puerta-.

  Sun Woo aún no soltaba su muñeca.

Hyung Jun suspiró. -Bien-. Se volvió hacia la puerta. -¿Quién nos trajo de vuelta al reino humano?-, Gritó a través de él.

-Joshua-.

-Mira, es Young Saeng.- Hyung Jun le arrebató la mano. -Ahora sal de mi camino-.

Sun Woo se mostró escéptico pero se apartó. -Si es el demonio el que nos engaña, voy a estar tan enojado contigo-.

Con un giro de sus ojos, Hyung Jun abrió la puerta.

 

                                     

 

-Tenemos que averiguar cómo hizo ese portal-, dijo Young Jae mientras miraba a los miembros del grupo en el pasillo. -Solo unos pocos no humanos tienen la capacidad, y sé malditamente seguro que el demonio no debería poder usar uno-.

Hizo una mueca al tocar el largo corte sobre su hombro. Tendría que cambiar a su lobo para curarse, pero en este momento, quería respuestas. Se tambaleó hacia su oficina y se movió detrás de su escritorio mientras tomaba el teléfono y marcaba a Him Chan.

Chan, You Jin y Sung Mo también entraron a su oficina, los tres sangrientos de la pelea. El resto de los hombres que habían luchado se habían ido a ver a sus compañeros. Young Jae quería ver a Sandeul para asegurarse de que su compañero estaba a salvo, pero tuvo que llegar al fondo de esto.

-Him Chan-, dijo el líder demonio cuando respondió.

-Es Young Jae-. Explicó lo que acababa de pasar en su casa, incluso cómo el demonio usó un portal para entrar.

-¿Estás seguro?- Preguntó Him Chan. -¿Usó un portal?-

-Lo vi con mis propios ojos-. Young Jae se dejó caer en su silla de cuero y se pasó una mano por la frente. Gruñó cuando apartó la mano y vio sangre en sus dedos. No recordaba haber sido golpeado en la cabeza. -El demonio  era tan grande como Kim Woo Bin-.

Eso fue otra cosa. Todavía no habían localizado a Kim Woo Bin, y esa idea nunca se había desviado demasiado de la mente de Young Jae. Estaba en el borde y lo estaría hasta que encontraran la Kim Woo Bin. Todavía no podía entender cómo alguien de ese tamaño podría estar tan bien escondido.

-¿Hola?- Young Jae miró la base del teléfono de su oficina. Mostró que la llamada seguía conectada, pero todo lo que escuchó fue aire muerto.

-¡Maldita sea!- Gruñó Chan mientras se alejaba de la esquina en la oficina de Young Jae. Him Chan emergió y se metió el teléfono en el bolsillo.

-¿El demonio todavía está aquí?-

Young Jae colgó. -Podrías haberme dicho que vendrías-.

-Estoy aquí-. Him Chan miró a los hombres de Young Jae antes de dirigir su atención hacia él. -¿Dónde está este demonio?-

-Él desapareció-. Young Jae estaba enojado porque el demonio había usado otro portal para escapar. Había habido al menos media docena de lobos que atacaban al gran demonio, pero no habían sido capaces de derribarlo.

Sin otra palabra, Him Chan salió de la oficina de Young Jae. Young Jae y sus hombres lo siguieron. El líder demonio se movió por el pasillo, escaneando las paredes, el techo y el piso como si pudiera ver la pelea que ya había tenido lugar. Se detuvo, rozó con los dedos la pared y luego continuó. -¿Qué está haciendo?- Preguntó Chan.

Young Jae negó con la cabeza. No tenía ni idea. Him Chan tenía algunos poderes perversos, pero eso no explicaba por qué se movía por el pasillo mientras parecía perdido en su propio pequeño mundo.

Him Chan dobló la esquina y se detuvo, mirando el lugar donde había aparecido el demonio. Él ladeó la cabeza hacia un lado, inhalando una profunda bocanada de aire. -Milo-.

-¿Quién?- Young Jae frunció el ceño.

-¿Cómo diablos se escapó?- Him Chan murmuró para sí mismo mientras giraba y se dirigía hacia la oficina de Young Jae.

-Espera-. Young Jae le impidió dar otro paso.

-Sal de mi camino, lobo-. Him Chan entrecerró sus ojos de color whisky. No tienes idea de lo que acaba de visitar tu hogar-.

-En primer lugar,- dijo Young Jae mientras se enroscaba el labio superior, -no visitó. El invadió, Segundo, ¿me dice de qué me estás hablando?

-Tengo que llegar al inframundo-, dijo Him Chan. -Tengo que asegurarme de que no sea quien creo que es-.

-¿Y quién crees que es?- Preguntó You Jin mientras se acercaba a Young Jae.

Young Jae gruñó cuando Him Chan simplemente desapareció. Cuando pusiera sus manos sobre Him Chan, él retorcía el cuello del bastardo.

 

                                     

 

Him Chan se movió rápidamente por los pasillos del inframundo hasta que llegó a las cámaras del guardián. Todavía no podía creer que el anciano decrépito con el que había lidiado desde el comienzo de los tiempos era realmente la Fuente Primordial.

Y Him Chan todavía estaba enojado con el chico, pero necesitaba respuestas. Encontró al guardian sentado en una silla de respaldo alto, mirando un antiguo libro. No estaba disfrazado como el viejo, sino el joven que le había revelado a Him Chan y Wheesung.

-Dime que Milo no ha escapado-.

El Guardián lo miró con esos ojos azul pálido. Dejó el libro a un lado y entrelazó los dedos antes de apoyarlos sobre su estómago. -Hola a ti también.-

Him Chan se alegró de que el Guardián no hablara en adivinanzas. No tenía paciencia para eso ahora. -Respóndeme.-

El Guardián se apartó de su silla con un movimiento elegante y cruzó la habitación hasta su mesa llena de libros polvorientos y montones de pergaminos. Hizo un gesto con la mano y las velas encendidas instantáneamente.

-¿De qué estás hablando? Milo todavía está encerrado-.

   -Estaba en la casa de Young Jae-, dijo Him Chan. -Él está detrás de los hermanos , lo que significa que alguien lo ha atado-.

-Imposible-, argumentó el Guardián. -Nadie tiene el poder de controlar a Milo. Él solo me contesta-.

-Milo pregunto por su nombre-, Him Chan molió. Him Chan y su hermano Wheesung no fueron la primera creación de la Fuente Primal. Ante ellos, la primera criatura que tuvo vida en él fue Milo, la mascota de la Fuente Primordial. Simplemente demostró que incluso el ser más poderoso en el universo podría sentirse solo. Him Chan entendió por qué el Guardián había creado a Milo, pero eso no significaba que había sido una acción inteligente. Milo se había vuelto incontrolable, matando a los primeros humanos que se habían creado, y el Guardián había tenido que encerrarlo.

Y allí fue donde permaneció.

Hasta ahora.

La habitación se sacudió cuando se oscureció y las características del Guardián se oscurecieron. Golpeó el lado de su puño contra la mesa de madera, derribando unas velas. Pero las llamas se extinguieron antes de que pudieran incendiar cualquier cosa.

-Descubriré quién ató a mi mascota, luego las separaré lentamente, molécula por molécula-.

Him Chan no pudo entender cómo la omnisciente Fuente Primordial no tuvo idea de que su mascota había sido liberada. -Primero-, argumentó, necesitas encontrar a Milo-. No quería pensar en la carnicería y la destrucción que causaría Milo si se dejara a sus propios recursos.

-Trabajaré en eso-, dijo el Guardián. -Hasta entonces, mantén a los hermanos a salvo-.

-Te refieres a usarlos como cebo para volver a meter a Milo en su jaula-.

-¿Puedes pensar de otra manera?- Preguntó el guardián. -Con ustedes vigilándolos, estoy seguro de que ningún daño vendrá a los humanos. Todo lo que tienen que hacer es atraer a Milo a mí-.

Him Chan gruñó. -Eres un maldito bastardo. No estoy usando compañeros de cebo-.

El guardián se encogió de hombros. -No tienes otra opción. No tienen otra  opción. Milo no se detendrá hasta que su tarea esté completa. Ya sea que elija protegerlos o no, él vendrá detras de ellos-.

Him Chan maldijo mientras señalaba con el dedo al Guardián. -Un mal día, descubriré cómo destruirte-.

El guardián extendió sus brazos hacia afuera, con una sonrisa pícara que a Him Chan le encantaría quitar de la cara. -Destrúyeme y el universo ya no existirá-.

-Tal vez llegue a eso-. Him Chan giró y salió de la cámara.

        

 

continuará,,,,

Notas finales:

MIS NENESSSS LES TENGO UNA SUPER MISIÓN.... YA SE NOS VIENE EL LIBRO DEL GUARDIÁN. QUIEN QUIEREN QUE SEA?? 

 

LES DEJO ESA MISIÓN, UDS ELIGIRÁN EL PERSONAJE DE KPOP QUE INTERPRETARÁ AL GUARDIAN.

 

LA UNICA CONDICIÓN ES QUE NO SEA UN PERSONAJE QUE HAYA APARECIDO ANTERIORMENTE. 

Si tienen dudas acerca de quién podría interpretar a este personaje no se preocupen, solo digan quien les parece y yo les ayudo a elegir, y si ya está en los fics se los haré saber.

Cuento con uds


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