CÁPITULO I:
…Nunca más me veas...
Una lágrima caía de sus hermosos ojos verdes. Ya no deseaba sufrir por… Bueno, una persona que la verdad no valía la pena.
Tanto era su dolor. Que no se dio cuenta de que no estaba solo. Hasta que sintió una opresión en su cintura. Abrió grandemente los ojos al sentir ese contacto tan osado.
-Olvídalo, solo te estas lastimando… Hijo. –Se escucho la voz de una mujer joven.
-Yo… Yo… ¡YO! –Grito con desesperación el chico. Pero no pudo seguir y solo se limito a esconder su rostro en la protección de los brazos de su madre; y dejo que sus angustias salieran
-Lyserg… -Llamo ella con seriedad al chico que empezó a derramar lagrimas. –No debes de sufrir de esa manera… Pero, yo no puedo ayudarte en esta ocasión… Hijo Mío. Tienes que ser fuerte y tratar de salir por ti solo de ese hoyo en el que te metiste.
-No… -Se quejo el chico con todo el dolor que pudiera expresar en esos momentos.
La chica sonrió con melancolía. Abrazo más fuerte al pequeño.
-Tienes que poder solo. Yo… no…
- ¡NO! –Gimoteo. -Ni pienses decirlo… No sé que haría si tú… ¡SI TÚ ME FALTARAS! –grito el peli verde mientras se aferraba a la chica.
-Calma… -Le dijo ella a él mientras correspondía a ese abrazo. Pero en cambió esta lo hizo con ternura y no como él con desesperación.
-… -No sabía el porque ahora se aferraba a ella, simplemente no le había agradado la idea de tener una “Madre-Adoptiva.” Pero… Ella era una persona que se gano su confianza a duras penas.
Una tonada lo saco de su ensimismamiento. Era ella, le estaba tarareando una tonada. Se sintió bien, pero el cansancio le andaba ganando. Cerro los ojos dejando se llevar por lo reconfortante de la melodía, que le brindan en ese momento. Cual niño pequeño.
-Hao… -Murmuro antes de caer en los brazos de Morfeo.
-Shhh… Duerme mí pequeño Lyserg… Duerme… -Decía tiernamente la chica mientras abrazaba a su “Bebé”… -Si es preciso llevarte lejos para que no sufras lo haré… -Murmuro a un dormido peli verde y le dio un beso en la frente de este.
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- ¡CÓMO PUDE SER TAN ESTUPIDO! –Grito un desesperado castaño largo.
-Calma hermano. Lo mejor es que hables con él. –Recomendó el menor de los Asakura.
- ¿QUE ME CALME? ¿ESTAS LOCO? ¿CREES QUE NO LO INTENTE? –El esfuerzo que hizo al gritar, se noto cuando termino esta frase. -Si pierdo a Lyserg me moriré… -Respondió con la voz entre cortada, quería llorar; por un estupida arranque de celos lastimo a la persona que más amaba de tal manera que esa persona lo amenazo.
FLASH BACK
- ¡LYSERG! –Grito un castaño al ver al chico, por fin podría aclarar lo de esa tarde. - ¡DETENTE! ¡POR FAVOR! ¡LYSERG!
El peli verde esmeralda se detuvo de su huida. Pero no volteo el rostro, deseaba que lo mirara.
-Lyserg… Lo de esa tarde… -Comenzó castaño.
-No me digas nada… -Escucho la voz de su tierno niño.
-Pero… Yo, deseo aclarar “eso”… -Menciono con aferramiento a lo que iba a decir, para recuperar a su peli verde.
-Aléjate… -Dijo por lo bajo el más pequeño.
-Pero…
-Si te me vuelves a acercar juro que me mato… -Se giro mostrando unos ojos verdes del mismo tono que su pelo, pero estos tenían dolor en su interior.
- ¡LYSERG YA NOS VAMOS! –Ambos escucharon la voz de la mujer; quien al percatarse de Hao se acerco al lugar. - ¿Estas bien? –Preguntó preocupada la joven mujer al oji-verde.
-Sí madre. –Respondió este.
-Que bueno. –Tomo de la muñeca al menor y se encamino hacía su auto. Pasando de largo al joven Asakura. Quien sintió un vació en su interior.
Miró como la mujer dejaba al peli verde en la conformidad del vehículo y regresaba a donde el estaba. Ambos se miraron sin ceder.
-Por favor joven Asakura, aléjese de Lyserg. –Dijo la mujer con calma.
- ¡NO! –Contesto de inmediato… Simplemente como podía alejarse de su adorado niño.
-Se lo pido como favor… No me haga tomar cartas en el asusto. Puesto que este es asunto solo de ustedes dos. El es mí hijo y mi deber de madre me pide que este con él y lo proteja. Así que solo aléjese.
-No me importa enfrentarme a todo su clan, amo a Lyserg y peleare por él. –Menciono con ira.
-Pero… Si usted fue él que lo perdió… Ó acaso… ¿Usted no fue él que se acostó con otro? –Preguntó con triunfo.
Hao se quedo callado, al parecer el peli verde le contó a su madre. Pero eso no le sorprendió sino el que le recordara su gran error. Un error de celos.
-Lo hice por despecho, pensé que él me engañaba con otro… -Trato de justificarse.
La mujer suspiro. –No tengo nada en su contra, pero debió de investigar más de la familia de Lyserg… También no me cayo bien saber que ese tal Marco era pariente lejano de mi pequeño. Pero tuve que admitirlo.
-Marco es una cosa y otra MUY diferente lo es Fausto…
-Por Marco ya me encargue de él y lo que respecta a Fausto… Me confeso que ama a Lyserg, así que el único que tiene que decidir es él. Me retiro con permiso. –Pidió la mujer mientras se marchaba.
- ¿Cómo que ya se encargo de Marco? –Murmuro para sí.
END FLASH BACK
-Así que eso fue lo que paso. –Comento Yoh sin ánimos. –Pues creo que la madre de Lyserg habla en serio. –Hao no entendió lo que decía su hermano menor. –Me refiero a… Espera un minuto, ahora te lo muestro. –Se acerco a uno de los cajones del escritorio lo abrió y empezó a buscar entre las cosas que guardaban allí. –Aquí esta. –Exclamo con triunfo. Su hermano estaba más confundido que antes, pero despertó cuando tuvo enfrente unas hojas.
- ¿Qué es esto? –Pregunto con hostigó ante lo que le daban.
-Léelas y después me dices lo que piensas.
Sin más empezó a leer el contenido de las famosas hojas y sus ojos se habrían más y más entre más leía. Tardo unos minutos en terminar, pero eso no le interesó, más bien quería salir se allí y sacar a su peli verde de las garras de esa familia que lo había adoptado.
-Dime Yoh… ¿Cómo conseguiste esta información? –Pregunto con sorpresa.
-No fue fácil, tuve que contratar a la familia Tao, para el trabajo.
- ¡LA FAMILIA TAO! ¿EN QUE DEMONIOS TE METES? ¡SON ASESINOS!
-Ya lo sé y quien mejor para informarme de otra “Familia” de asesinos. –Comento con sarcasmo. –Solo contrate a los “Tao” para que me consiguieran información de Lyserg, pero cuando se dieron cuenta descubrieron que la familia “Sirsep” También era un clan muy antiguo de mercenarios rusos. Ya no siguieron, por que según ellos era enfrentar fuerzas iguales ó probablemente más fuertes y mejores.
-Y… ¿Quién demonios fue el que te recomendó a los Tao? –Pregunto con curiosidad y con ira contenida.
-Horo… -Contesto sin ningún problema.
-Hablas del hielito… ¿Verdad?
-Si.
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-Lo siento. –Decía un chino, mientras retiraba el cuerpo de ainu. –No puedo. –Susurro con tristeza.
-Ren… Yo, en verdad te amo. Créeme. –Imploro mientras recargaba su cabeza en el pecho del chino.
-Yo… -Comenzó con dolor. No sabía que hacer, desde que tenía memoria muchas personas se acercaron a él solo por su cuerpo, aunque ya habían pagado por ello. Su familia los había matado en cuanto atentaron contra él. Por ello su hermana lo cuidaba mucho.
Pero ahora el peli-azul le decía que lo amaba en verdad. ¿Qué debía hacer? No pensó en nada y cuando menos se dio cuenta ya había abrazado al otro. Se sonrojo ante el hecho.
-Te amo. –Susurro mientras se acomodaba en los brazos de Ren. Él cual sabía que si su familia trataría de alejarlo de Horo. Pero quería ver cuanto tiempo podría ser feliz con él.
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- Pero si esta información en verdad es tangible Lyserg.
-Me temo que si. Se convertirá en un mercenario muy pronto. –Se lamento Yoh.
Esa conclusión era algo que no deseaba que se cumpliera, pero si eso era verdad. No le importaba arriesgar su vida para sacar a Lyserg de allí cuanto antes.
… “Espero que no te pase nada”…
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- ¿Madre? –Llamo con dulzura Lyserg mientras bajaba por las escaleras. -¿Estas en casa?
No tuvo respuesta. Así que bajo más rápidamente y vio en la sala al gato de su madre, el cual era negro y demasiado grande para ser un gato casero. Pero sin duda era un ejemplar muy hermoso para algún cazador ó coleccionista de animales.
-Acanod, ¿Dónde esta mamá? –Pregunto como si nada al animal, el cual parecía que veía la TV. El animalito lo volteo a mirar y sin más señalo con una patita la dirección.
… “Este gato, parece más perro que nada”…
Sonrió ante tal pensamiento. Y siguió la indicación dada.
Salió de la sala y entro a un estudio donde se encontraba una mujer joven de cabello castaño oscuro, lacio y largo hasta la cintura.
-Buenos días, Lyserg. –Saludo la mujer como si nada.
-Buenas, madre. –Contesto con educación. Pero se sorprendió al ver el puchero de la joven.
-Lyserg te dije que me llamaras por mi nombre y no con eso de “Madre”.
-Lo siento, se me olvido, eto… Niké. –Finalizo con una sonrisa muy tierna. La mujer solo contesto de la misma manera y siguió en lo suyo.
-Por cierto. Dime que harás con lo de Asakura y Fausto. –Empezó el tema sin más.
Lyserg no dijo nada, pues se le hacía algo doloroso.
-Solo quiero irme. No quiero verlos. –Miro como su madre levantaba una ceja en forma de pregunta. –Si, a NINGUNO de los DOS. –Aclaro al entender lo que quiso decir la castaña.
Niké suspiro y se recargo de forma perezosa en el haciendo de un escritorio cercano.
-Lyserg. Yo que tu dejaba mi orgullo y perdonaba a Hao. –Aconsejo, pero silencio al ver la cara de enfado del peli verde.
-NO. ¡NO LO HARÉ! Si ahora que éramos novios me engaño y se acostó con uno. Después se acostara con muchos y yo que… ¡NO QUIERO SER PLATO DE SEGUNDA MESA!… ¡YA LLORE MUCHO POR EL!… Quiero ser libre de este amor que le tengo. –Al terminar salio del lugar, dejando a la castaña sola.
… “Si ahora te derrumbas por esto. ¿Cómo será cuando te toque entrenar? Si no aguantas cosas peores tú… Bueno, lo mejor será que no me encariñe contigo, sino tendré que matarte y después a mí”…
Su gato entro al estudio se sentó enfrente de ella y la miro a los ojos.
-Hey… No me mires así. Sabes si no tuvieras esa forma ya te hubiera dado un buen golpe por dejarme todo esto a mí. –Dijo acusadoramente. La luz dejaba ver las acciones de Niké, la cual se había parado del asiento y le daba la espalada al gato, la sombra del gato cambiaba y se expandía dejando ver la silueta de un hombre. Esta silueta se arrodillo a espaldas de la sombra de la castaña.
-Perdóneme, ama. –Se escucho en el lugar. La chica volteo su rostro y miró el de un hombre de unos 28 años de ojos color gris fuerte y cabellos verdes como los de Lyserg.
-Tú hubieras pasado mejor como su padre que yo. Pero lo malo es que no teníamos tiempo. –Suspiro. –Te encargo que elimines al espía que nos vigilaba hace poco, se que a la mejor cumplía ordenes, así que también a su jefe… Ya sabe como. –Sonrió de manera victoriosa. Y eso era algo que daba miedo y a la vez te capturaba, pues su sonrisa era muy llamativa. El hombre que era hace poco un gato se levanto y contesto un “A la orden” y desapareció en la oscuridad, mientras hacía un reverencia. Volteo para ver la pared del escritorio y ver el escudo de la familia el cual era una espada con tres símbolos extraños. Extendió la mano y sin más acomodo su cabello de lado dejando ver un tatuaje de una espada en su nuca.
-Lo siento tanto. Lyserg. Pero soy lo que soy y te necesito. –Sonrió con malicia ante lo dicho, a la vez dejando ver unos colmillos algo afilados y empezó a tararear la canción con la cual días antes había apaciguado al peli verde.
CONTINUARÁ…